Masaje hipnótico (16)

ELENA.  MÁS “IDEAS” EN VIDEO.

A las 21,05 llegó Elena y no podía creer lo que veía…

• “ ¿Así que “casita”, no?  ¿El coche también es tuyo? ”
• Sí, todo es mío .
• “ Estabas lleno de plata ”.
• No, no tenía nada, recibí una herencia y recién me estoy acomodando, antes vivía en un cuartito .
• “ Me contó Sol y disculpala, mi hija me contó que fue a visitarte para que le hicieras masajes, es una caradura ”.
• ¿Ella está bien?
• “ Sí y no sabés la propaganda que te hace ”,
• Mejor, es buena publicidad…  ¿Vos como te sentís?
• “ Antes más o menos ahora mal porque para mantener esto me vas a cobrar una fortuna ”
• No seas tonta .  -Estaba muy bien vestida y maquillada además se la notaba más “ suelta ” y dada, como si la ausencia de la hija la desinhibiera-.
• “ Le iba a decir a Sol pero se juntaba con sus amigas porque mañana rinden y van a estudiar toda la noche en casa de Carolina, por eso preferí no decirle nada, ojalá les vaya bien ”.

Se me ocurrió una idea plena de morbo y quizás con un tanto de maldad, Elena y yo estábamos en el living, miré la hora y me toqué la cabeza como si recordara algo.

• Disculpame Elena, tengo que llamar a Mendoza porque voy a viajar mañana y hay que arreglar algo, dame dos minutos ,
• “ Atendé, hablá tranquilo, te espero ”.
• Servite lo que quiera, ya vuelvo .  -Me metí en el Gabinete y llamé a Carolina, se alegró al escucharme-.
• Te llamaba porque quería desearles suerte en el examen…  ¿Ya terminaron de estudiar?
• “ Sí, ahora estamos repasando ”.
• ¿Están solas las tres?
• “ Sí, estamos solas ”.
• Perfecto, poné el altavoz del celular que quiero saludarlas .
• “ Ya está ”.
• ¿Cómo andan mis “Odaliscas”?, -pregunté y comenzaron a gritar-.
• “ Abu vení a “cogernos”, nuestros culitos te quieren, estamos calientes, dale abu vení ”.

Yo imaginaba la escena y hasta los pelos se me paraban…

• Ahorano puedo ir chicas, escuchen bien, mañana van a rendir bien y muy seguras ahora dejen los libros, sáquense toda la ropa y háganse el amor o “ cojan, follen o transen ” a pata suelta entre ustedes y utilicen lo que quieran para ello, junto con toda su inventiva, tienen que gozar y disfrutar durante cuatro horas .
• “ Siii, siii ” -gritaban a coro desde el otro lado y hasta me pareció escuchar un gemido de alguna anticipando satisfacciones-.
• Relajen todos sus “ agujeritos ” y pásenla de lo mejor pero  ¡ ojo ! con la conchita de Sol, no metan nada allí, chupen, muerdan y acaricien pero no la penetren, si tienen cámaras filmadoras, fotográficas o celulares filmen todo y me lo mandan al mail, yo tengo que darle de “ comer ” al “ hambre ” atrasado de Elena .
• “ Elena…  Elena…  Elena… ”, -coreaban-.
• “ Mami, no vayas a llorar, vos vas a poder con todo y no dejes nada afuera, vas a ver que es muchísima más linda que la de papá ”, -decía Sol y con eso se me encendieron las alarmas y me intrigó sobremanera-.
• En cuatro horas van a escuchar la cuenta de tres, se visten y duermen sin que después recuerden esto, disfruten pensando en mí y dedíquenme algunos orgasmos ,
• “ Van a ser todos para vos abu ”, -dijeron gritando a la vez-  Les mandé un beso enorme a las tres y colgué excitado pensando en lo que vería luego en la computadora.

La llamé a Elena al Gabinete y le pedí disculpas por la demora.

• “ No es nada, pensé que te habías ido afuera porque no te escuchaba ”,
• Vení que a las chicas más lindas las atiendo en este privado , -noté que se sonrojaba-.
• “ No te imaginás que bien me hace escuchar un piropo de tu boca ”.
• Te los digo porque creo que vos te los merecés, sos bella, elegante, tenés un hermoso físico, sos simpática y el piropo es lo que surge al notar todo eso junto , -entró con su rostro casi rojo y trabé la puerta-.
• “ Está bien todo lo que vos quieras decir pero yo los siento distinto ”.
• Eso es porque no debés estar acostumbrada a escucharlos de parte de quienes te rodean y para “ los de la calle ” te bloqueas.  ¡Ahh!, antes que lo olvide, te cuento que aproveché y llamé a las chicas para desearles suerte ,
• “ ¿No le habrás dicho a Sol que estoy sola aquí?, ¿no?, decime que no ”.
• No mi Cielo, quedate tranquila, les dije que me lo habías contado por teléfono.  ¿Por qué te ponés así? , -le tomé las manos, la “ ablandé ” y me contó-.
• “ Siento que a vos te lo puedo decir, Sol le cuenta todo al padre y es muy celoso, después siempre encuentra excusas para golpear ”.
• ¡Nooo!...  ¡Mi vida, vos no podés tolerar algo así! -y apareció el, por desgracia, casi eterno problema de la Violencia de Género que no era ni es potestad de los que menos tienen y se manifiesta con prepotencias, golpes y abusos para con los que se muestran más débiles-.

Pensando en abusos, sumando dos más dos y por lo escuchado antes, era probable que Sol no estuviera exenta.

• Vos no debés aguantar nada de eso porque pasás a ser una persona tan enferma como el que abusa, ¿no sé por qué aguantás?, tendrías que separarte .
• “ No puedo, me tiene amenazada además perdería a Sol y me dejaría en la calle, él tiene mucho dinero y propiedades, todo lo hizo con el contrabando de Electrónica y su trabajo pero nosotras no tenemos nada”…  “No sabés que feo que es, hace figurar ante los demás que es un buen padre y esposo y en realidad es un déspota golpeador y abusador, no lo aguanto más ”, -dijo y rompió a llorar-.

Le pedí que se calmara porque eso le hacía mal a su mente y a todo su cuerpo.  La abracé fuerte apretándola contra el pecho y sentí sus pechos duros apoyados en mí, de inmediato pensé en otro “ candidato ” para la maldad que comenzaba a germinar, sin olvidar la posibilidad de hacerme de varios miles.

La tenía abrazada, le acariciaba el rostro, ordenaba su cabello y me miró mimosa y entregada.  La podía haber besado y terminaríamos “ cogiendo ” duro o haciendo el amor como cualquier hombre y mujer, todo normal y era indudable que era lo que ella buscaba y esperaba aprovechando la posibilidad de su “ escapada ” para gozar de su infidelidad pero no era lo que yo pretendía y creo que “ mi amigo ” tampoco.

Podía expresar en una respuesta exclusivamente “fabricada” para algunas mujeres que “ yo hacía el amor ” pero en todo hombre subyace la intención de dominar por medio del sexo y “ coger ” era lo que primaba, yo no era, ni por asomo, la excepción para más, estaba “ mi amigo ” y en este “ juego ” tenía todas las cartas por lo que, de seguro, no pensaba otorgar ventajas.  No me cabían dudas al respecto...

• Calmate Cielo, recostate en la camilla boca abajo que quiero aflojarte un poco los músculos de la espalda .  -Le pedí que no cerrara los ojos, le di un beso en la mejilla y comencé a tocar su espalda mirando su culo parado, de glúteos erguidos y macizo que, escondido detrás de sus ropas, me llamaba…  Fue rápido-. Poné tu mirada normal, bajá de la camilla y enderezá tu cuerpo, eso es, bien erguida.

Lo hizo sin dificultad y sus pechos abultados resaltaron orgullosos a la par de la cola que resaltaba igual buscando su esbeltez y elegancia mientras los músculos hacían su trabajo o “ alguien ” hacía su trabajo “ buceando ”, masajeando y, sin yo poderme acostumbrar, estirando desde el interior de estos.  Jamás, hasta el día de hoy, me acostumbré a verlo.

• A partir de ahora vas a caminar siempre así para que todos miren, admiren y deseen tus pechos, asimismo, los “ trabajarás ” con gimnasia y cremas para que estén cada día mejor.
• Si tu marido vuelve a golpearte te vas a ir de tu casa y vamos a denunciarlo para sacarle todo lo que tiene, yo voy a estar esperándote , -daba por descontado que eso sucedería o buscaría la manera que aconteciera-.
• Por lo pronto, te vas a convertir en una mujer con muchas ganas de ser mimada, besada, chupada y penetrada, me contarás lo que yo quiera sin ocultarme nada y comenzá a sacarte la ropa para que “ cogerte ” sea una realidad gozosa para ambos.
• Me llamarás como te venga en ganas y cuando te muestre “ lo mío ” te sorprenderás porque es lo más grande que puedas haber visto antes , ( me gustaba más así porque, quien más o quien menos, había visto un miembro grande en fotos o videos y aún aparentando indiferencia las mujeres lo tenían fijado en su mente ).

Comenzó con un show de strip para un único espectador, haciendo mohines de nena ( otras dos cosas que pude notar en muchas mujeres que no utilizan ni la mojigatería ni la hipocresía, por un lado, los deseos ocultos que afloraban al desnudarse para uno o para muchos y, por otro lado, las ganas de mostrar sus atributos físicos de mujer desarrollada pero desde su condición de nena, las explicaciones psicológicas no las pienso expresar porque suelen ser siempre a criterio de quien las da o de quien las “escribió” y se corre el riesgo respecto a lo verosímil de éstas, por eso lo dejo a criterio del que lee ).

Primero fueron los pechos, los amasaba, acariciaba, mostraba y me los ofrecía.

• “ ¿Te gustan las tetitas que te traje? ”, -en realidad estaban muy bien pero no eran “ tetitas ”, eran portentosas ubres de hembra que, en una medida que estimaba en más de 100, desafiaban orgullosas las Leyes de la Física y lo mejor pasaba porque ella misma comenzaría a apreciarlas y quererlas-
• “ También te traje mi “pancita” y mis “pelitos” ” -y para mostrarme, bajaba a medias su pollera y su bombachita- ( tampoco pude dejar de apreciar que su conjunto de ropa interior era nuevo y, entre otras cosas, cuando puede darse ese gusto, no hay mujer que no estrene un nuevo conjunto cuando sabe que tiene la posibilidad de mostrarlo ante el hombre que puede saber apreciarla ).

Aproveché la oportunidad para decirle que debería eliminar algunas adiposidades, además, le vendría bien y contaba con la enorme ventaja del acatamiento a la orden o sugerencia sin que surgieran humillaciones, malos entendidos, “ berrinches ” o discusiones, ni las excusas para llevarlo a cabo.  Mi tono podía llegar a variar pero el objetivo se lograba sin “ historias ” y lo he podido comprobar…

El “ Amorosa, tenés que bajar algunos kilos de tu panza o eliminar los rollos y celulitis para sentirte mejor ” era igual de efectivo que él, “ Gorda de mierda, bajá esas grasas, rollos y celulitis que das asco cuando te miran ”, el resultado positivo para ellas era el mismo y sin dramas para mí ( igual aclaro que nunca le dije así a una “gordita”, tampoco atendí a muchas, salvo por casos ineludibles ).

• “ Te traje mi “conchita” para el “pitito” que decís que es grande ” -y luego de sacarse todo se dio vuelta expresando-:  “ Y mi “colita” para que la toques ”, -era dura, bien formada y ya me imaginaba allí adentro-.
• ¡Cómo para que la toque!...  ¿No me vas a dejar entrar?
• “ No, porque vos no me vas a pegar y mi marido lo mete ahí cuando me pega ”.
• ¡Hijo de remil putas madres! , ( antes me sacaba de quicio escuchar este tipo de cosas y terminaba por hacerme mal, ahora me enojaba pero eso ayudaba a mi maldad interesada )…

Le iban a salir mucho dinero los golpes dados y las penetraciones forzadas.

• Eso no mi Cielo, por un lado vos me querés mucho para negarme nada y por otro lado yo no te voy a golpear pero prometo que cuando sientas que estoy muy profundo adentro de tu culo, sólo vas a experimentar placer, mucho placer ,
• “ Bueno, como vos quieras ”, -lo dijo como si no lo creyera, aunque, en mi interior, yo ya sabía que ese culo sería mío-.
• “ ¿Vos no me mostrás tu “pitito”? ”
• Si mi vida, ya voy, este es el “ pitito ” que querías y vas a comenzar a chupar , -enseguida bajé mis pantalones esperando su reacción-.
• “ ¡Bestia, bestia, es más grande que la del Príncipe de Blancanieves” ”…

Me reí recordando la película de dibujos animados en su versión porno, en la que Blancanieves se “ come ” por todos sus agujeritos las “monstruosidades” de los siete enanos y luego la “ más grande ” que era la del Príncipe…

• Apenas es un poco más chica .
• “ ¡Por Dios!...  ¿Cómo hago para tragar semejante “pedazo”? ”…

Se arrodilló, la tomó en sus manos, la pasaba por su cara, la ponía entre sus pechos y decía que no podría.  Su cara, su boca y todo su cuerpo me había “ recalentado ” aunque creo que la posibilidad de otra maldad, aunque fuera contra un “ malo ” que ejercía de marido, me excitaba más.  La tomé del cabello, puse el pene en sus labios y le ordené que abriera la boca y comenzara a tragar.

• No vomites, llorá, hace ruidos, tocate pero no vomites y cuando te “ coja ” la boca vas a gozar .

Debido a su hipnosis, el glande le costó y, al entrar más en el interior de su boca, las arcadas se sucedían a la par que emitía sonidos fuertes e incomprensibles, la “ baba ” caía por sus pechos y la desparramaba ella con una de sus manos, con la otra trataba de acomodar lo mío a su garganta…  Yo estaba “ recaliente ” con esto de “ hacerle la boca ” con un “ toquecito ” de violencia…

• Orgasmá , -le pedí- y mientras lo hacía entré todo y con sus labios pegados a mi entrepierna, me quedé quieto… Respira por la nariz y relajate, ahora gozá porque te encanta, -así fue porque me tomó de los glúteos y por un rato hizo todo ella sola, saliendo, entrando y orgasmando, lo cual dejaba denunciar el cierre de sus ojos y el temblor como con escalofríos-.

Ya no aguanté y terminé, la sacó, tragó, volvió a introducirla y la sacaba despacio mirándome y limpiándome.

• “ ¡Bestia, bestia, bestia! ” -me decía incorporándose, sonriendo y golpeando suave mi pecho con las manos cerradas-…  “ Me hiciste tragar un “pedazo” enorme y me gustó, estoy recaliente, tocame las tetas, van a reventar ”, -era verdad, estaban durísimas y los pezones erectos parecían latir-.

Como naturalmente pasa, algo me había “ aflojado ” pero abrazándola y besándola comencé a “ revivir ”, para mejor, de todo su cuerpo emanaba un “ calor especial ”…  Esto también lo he podido notar y no pregunten los motivos o el motivo por lo que sucede porque no sabría qué contestar, lo cierto es que había mujeres con un “calor” distinto.

En los momentos en que la pasión se impone los cuerpos dejan emanar un calor si se quiere “lógico” porque la física de los cuerpos así lo expresa, mucho más cuando el incentivo mental es mayor y me gustaba sentir esos “calores” pero en algunas, esos “calores lógicos” parecían multiplicarse.  Si el ejemplo les sirve era algo así como que algunas tenían “ calor especial ” y otras un “ fuego especial ” que al contacto o estando adentro se hacía sentir más y mejor, eso me complacía sobremanera y creo que al “habitante” del colgante los orgasmos de esas mujeres lo “llenaban” más.

Ella notó mi “ crecimiento ” en su vientre y gritó fuerte…

• “ No puede ser, sos una bestia…  ¿Adónde vas a meter eso? ”
• Ya te vas a dar cuenta mi Cielo, ya te vas a dar cuenta ,
• “ No, no, no, eso no va a entrar, ni lo intentes, por favor ” y con los ojos llenos de lágrimas y tapándose la vagina con las manos retrocedía hasta el sofá, allí se sentó, apoyó los brazos, uno en el respaldo y otro en el apoyabrazos y abrió sus piernas.
• “ No, no, no pero, ¿estás seguro que va a entrar? ”, ( el famoso “ no pero ” de muchísimas mujeres, sino todas ).
• Arrodillate en el sofá , -parecía resistirse, se negaba rogando, pidiendo y lagrimeando aunque se arrodillaba y se apoyaba en el respaldo dejando expuestas sus dos cavidades de placer-.
• “ Ayyy, Virgen Santa como va a doler ”,
• Tu hija decía lo mismo y se lo metió hasta el fondo , -le dije y me miró seria-.
• “ ¿Te “cogiste” a Sol con eso y le entró todo? ”
• Sí, absolutamente todo, ¿qué duda te cabe?
• Vení, acercate y empezá despacio, si ella lo tuvo yo no voy a ser menos ” (es increíble y casi risueño para mí darme cuenta como, consciente e inconscientemente, en éste ámbito y sin diferenciar parentescos, se instalan las “competencias”) .

Intenté de a poco, entré un tramo y me paró con la mano, entré otro poco y ella seguía usando su repertorio…

• “ Dale bestia, no me hagas esperar, metelo, sacalo, despacio, un poquito más, sacalo, metelo, me cuesta ”, -hasta que me pidió que me quedara quieto y entonces retrocedió con fuerza y se ensartó sola chocando sus nalgas en mi estómago-.
• “ No entra, no entra todo ” -decía y sacándolo giró su cuerpo, pasó sus piernas entrecruzándolas en mi cintura y volvió a “ comerlo ”- ( no me equivoco, les aseguro que eso pareció )…  “ Ahora está todaaaa ”, -el grito fue naciendo y creciendo desde los tobillos y explotó convulsionando-.

Desde ese momento sé que los bomberos no vinieron por lo “ especial ” del cuarto.  Luego de su “ explosión ” me sentó en el sofá y se dejó caer sobre el miembro dándome la espalda, subía y bajaba, orgasmaba y gritaba desaforada:

• “ Partime la concha, bestia, hijo de mil putas, entrá más que yo te voy a coger diez veces mejor que mi puta hija, llename, bestia, llename ” -y la llené, claro que la llené-.
• “ Me quema, bestia, me quema, tocame el culo, decime que yo te cojo mejor ”.
• Sí mi vida, mucho mejor .  -Salió y se desplomó boca abajo sobre la alfombra- .¡Qué de quilombos, tiros, líos y enredos tenía esa mujer en la cabeza!

Yo me daba cuenta que podía tenerlas a voluntad, incluso “ manejar ” sus reacciones o hacerles inventar algunas para satisfacer mi morbosidad y que, algunas, cuando su predisposición estaba incorporada, actuaban mejor y de formas más convincentes pero era evidente que, en este estado, sus dramas psíquicos podían aflorar y afloraban en plenitud.  Al momento de mostrarlos yo podía dominarlos con una orden o eliminarlos o incrementarlos pero para eso debían aflorar, como en este caso.

La levanté, la acaricié, la senté a mi lado y le pedí que se tranquilizara y me contara cuando se había dado cuenta que el marido se acostaba con su hija… se la “ tiré ” así porque varios indicios me rondaban y ¡Bingo! ...

• “ Cuando ella tenía dieciséis años y una noche los vi porque no había tomado la pastilla para dormir y la escuché gritar, fui a su dormitorio, él le “hacía la cola” y ella le pedía más, los miré un rato, no reaccioné y después me fui a dormir, por eso cuando él estaba conmigo no lo dejaba por la cola y me empezó a pegar y a meterla a la fuerza ”.

El tema parecía sencillo, vergüenza, negación, humillación, rencores, frustración, miedos y otras cosas más que podrían sumarse, sin olvidar la defensa de su propia conveniencia, posición social, status y otras yerbas, era evidente que las culpas, en algún momento, comenzaban a repartirse ( la lógica de una enfermedad que pasa a ser parte de los dos, donde la conveniencia siempre reina ), como fuere, esas cosas a mí no me importaban y estaba elaborando un plan que me beneficiaría.

• ¿La tiene grande tu marido?
• “ No, es normal, casi demasiado normal, nada que ver con la tuya ”.

Yo pasaba mi mano por su vagina y ano lubricándolo e introduciendo primero uno y luego dos dedos, ella gemía, movía su culo incrustándose los dedos y parecía pedir más, eso, lógicamente, provocó nuevamente mi erección.

• Elena, voy a hablar nuevamente con Sol y sólo cuando te haga una seña vas a escuchar y prestar atención , -la llamé por teléfono a la hija-.
• “ Hola, “Abu”, nos estamos “matando” con las chicas y yo te estoy extrañando ”.
• Ya lo sé, decime…  ¿Desde cuándo “ coges ” con tu papá?
• “ Desde los catorce años ”.
• ¿Te gusta?
• “ Antes más o menos, y ahora lo estoy pensando porque, aunque se enoje, y patalee, todos mis agujeritos quieren tenerte solamente a vos ”.
• ¿Qué te hace?
• “ Me chupa, lo chupo, trago todo y después me “hace la cola”, la conchita no la quiere y es mejor porque esa es toda tuya ” ( ya va a llegar, ya va a llegar, pensaba para mí ).

Mi idea había tomado cuerpo, volvería con el asunto de las grabaciones en video y no debía equivocarme pues se podría poner mucho en juego.

• Escuchá bien lo que vas a hacer, la próxima vez que estés con él harás lo siguiente: poné tres cámaras escondidas en tu habitación para prenderlas con control remoto al momento en que ingresen en ella, antes decile que querés jugar al “ violador ”, que lo viste en una película y te gustó.
• No bien hayas prendido las cámaras hacete la asustada, decile que ya no querés hacerlo más, hacelo enojar, actúa bien, que te agarre del cabello y te obligue a chuparla, hace como que te negás a darle la cola, pedile que te amenace y te pegue cachetadas, después llorá cuando te la meta, por último, no le digas nada a nadie y luego de forma urgente me mandás las grabaciones al Correo Electrónico , ( ya eran dos los casos de grabaciones, la idea me gustaba y si todo salía bien a uno lo “jodería” por haberme estafado y al otro por haber abusado de su hija y su mujer ), ¿comprendiste? ,
• “ Si, entendí todo ”.
• Entonces no me falles, te mando un beso enorme .  -Elena seguía arrodillada moviendo la cola, yo le pasaba el glande por la vagina y le hice una seña para que atendiera-.
• Otra cosa más Sol, tu mamá me “ cogió ” mejor que vos, gritó mucho, gozó más y no te imaginás como le gusta por la cola, la próxima vez te vas a tener que esmerar, ahora voy a seguir de nuevo con ella, te mando un rico beso y diviértanse con las chicas .

La madre me miraba sonriendo satisfecha aunque sin saber que yo había cortado el teléfono antes de decir esto último, como fuere, su ano se había dilatado, apunté a su hueco y se la puse hasta donde pudo entrar sin hacer paradas, sus gritos, manotazos y puñetazos al sofá me incentivaban, entraba y salía rápido y sus alaridos retumbaban.

• “ Bestia, me lo rompiste, la tengo en la panza, ay, ay, ay, Cristo querido parááááá ” ( no era Cristo, era yo ), paráááá, ay, no pares, ya está roto, seguí, seguí ”.  -Yo la miraba moverse a mi ritmo y su culo parecía más hermoso y redondito-.
• Gozá, Elena, gozá que tu culo es mejor que el de tu hija , su orgasmo me volvió a sorprender y con un grito nacido desde muy adentro quedó tirada sobre el apoyabrazos del sofá, yo seguí hasta terminar y me quedé allí, apretando sus nalgas con mis manos mientras ella me apretaba en su interior.

Después que salí de su cuerpo que hervía le dediqué media hora de mimos y charla preguntándole sobre las actividades del marido y las propiedades o efectivo que podría tener.  Ella sabía de propiedades y de una posible cuenta bancaria en el exterior pero no sabía dónde, pregunté por los nombres y apellidos completos, la dirección y nombre de la empresa donde trabajaba, si era del Gobierno o del ámbito Privado, todos eran datos que me podían servir.

Cuando comenzó de nuevo a ponerse “ mimosa ” decidí que era hora de terminar, noté entonces que el Gabinete estaba desordenado y el sofá y la alfombra mojados y manchados.  El reloj daba las doce de la noche, le ordené vestirse, le di las recomendaciones nuevas, sin olvidar que no me llamara hasta que yo lo hiciera, su cola estaría “ cerrada ” para otro miembro que no fuera el mío y le aclaré que cuando el marido le pegara porque no iba a poder entrar se aguantara y, apenas él saliera de la casa, tomara todo lo de valor, joyas, dinero, cuadros y ropa para ella y Sol y se vinieran para mi casa las dos.

Conté hasta tres y se fue feliz, contenta y caminando erguida, sin dolores, plenamente consciente de las cogidas que había recibido.  La miré salir y, decididamente, estaba hermosa Elena, la iban a “ moler a palos ” pero estaba hermosa.

Continuará…

Por favor, si les gusta, valoren y comenten.

Gracias.

GUILLEOS1.