Masaje
En este relato cuento cómo empecé a dar masajes
Llevaba tiempo que me daba mucho morbo la idea de dar masajes a hombres, tener un cuerpo a mí disposición completamente desnudo con la finalidad de darle placer con mis manos y quien sabe si con algo mas.
Me habían recomendado una red social con salas de distintas temáticas, me metí en varias de gays y bi-curiosos de mi ciudad. Investigando, descubrí también salas de masajes en mi ciudad.
Había hombres de todo tipo, jóvenes, mayores, musculados, osos... La verdad, que no quería llevarlo solamente a lo sexual, por eso me decidí en centrarme mas en las salas que eran de hetero y curiosos, chateé con varios chicos de entre 25 y 35 años, me gustó que ninguno de ellos hacia preguntas sexuales, solamente querían que les masajeasen y les daba igual que fuese un hombre.
Como yo tenía una idea clara de como quería que fuese, me aseguraba de que no les importase estar completamente desnudos, o si había alguna zona en la que no quisieran masaje. La verdad que a ninguno le importaba y parecían estar muy seguros de lo que buscaban: que les diesen un buen masaje.
Yo tenía muchas ganas de dar un masaje y solamente un par de ellos estaban libres ese día, por lo que seguí en contacto con todos pero me centré en uno de los chicos que buscaba para ese día y no vivía muy lejos de mi casa. Como ambos teníamos nuestra foto en el perfil, no nos pedimos ninguna foto. A mí me resultaba atractivo y supongo que a el le daba igual como fuese yo...
Me había contado que tenia novia y vivían juntos, que por su trabajo y las tardes de gimnasio, le venía bien un masaje ya que su novia nunca se prestaba a dárselos.
Le pasé mi dirección y me dijo que en 45 minutos estaría en mi casa.
Llegó puntual, no estaba para nada nervioso, era un chico muy simpático y muy atractivo. Tenía 27 años, como yo, mas o menos la misma estatura que yo 1,80, piel morena y una bonita sonrisa.
Subimos a mi habitación charlando tonterías. Yo tenía todo preparado para el masaje, luz tenue, un par de velas aromáticas encendidas y música relajante sonando. Una toalla cubriendo mi cama y una botellita de aceite para masajes en la mesita.
Le ofrecí ponerse cómodo, aunque ya se estaba quitando la camiseta y tenía el pantalón desabrochado. Me dijo que se acaba de duchar por lo que no le ofrecí ducharse antes del masaje.
Se quedó completamente desnudo y se tumbó en mi cama boca abajo.
Eché un chorro de aceite en mis manos y comencé lentamente a masajear sus piernas. Tenia algo de pelo en las piernas, pero no muy largo por lo que facilitaba bastante el masaje. Le pregunté si tenia algún dolor y si sentia molestias me hicese saber para no hacerle daño.
Comencé por la pierna derecha, subiendo poco a poco, deteniendome en su gemelo, subiendo hasta donde comenzaba su gluteo, repetía el proceso, pasé a la pierna izquierda haciendo los mismos movimientos.Tenía unas piernas muy bonitas, definidas con el vello justo.
No me atrevía a tocar sus glúteos por lo que pasé a su espalda después de haber trabajado bien sus piernas. Me senté sobre su culo para poder masajearle mas cómodamente, como yo estaba vestido no le importó, intenté que no notase lo dura que tenía la polla. Masajeaba haciendo presión sobre sus hombros, homoplatos, todas sus vertebras hasta llegar a donde sus glúteos comenzaban. Cuando mis manos llegaban a la parte baja de su espalda, notaba como contraía sus glúteos y arqueaba su espalda.
De seguir sentado en su culo iba a acabar notando lo dura que me había puesto la polla, por lo que decidí cambiar de postura, puse mi rodilla entre sus piernas,presionando su perineo y tocando sus bolas con mi rodilla.
Noté como intentaba acomodarse sus partes y cada vez iba abriendo mas sus piernas. Decidí volver a masajear sus piernas, pero esta vez llegando a tocar esos perfectos glúteos sin un pelo que me estaban pidiendo que les diese un bocado.
Le masajeaba con ambas manos primero el glúteo derecho, luego el izquierdo, luego con una mano cada uno. Aprovechaba para abrirle el culo y descubrir esa fina tira de vellos que le cubría el ano cerradito que tenía.
Le volví a masajear la espalda, esta vez pasando un dedo por la entrada de su ano y acaban en el perineo, parecía encantarle, ya que me regalaba unos gemidos que hacían babear a mi rabo.
Para asegurarme de lo cachondo que ya lo tenía,metí mis manos entre sus piernas para masajearle las ingles, rozando sus enormes bolas calientes y comprobando que tenía el rabo mojado, ardiendo y palpitando.
Me entretuve un poco, masajeando sus brazos y la cabeza, para que se nos bajase un poco el calentón antes de pedirle que se diese la vuelta.
Después de unos minutos, pedí que diese la vuelta. Inmediatamente se giró, su cara era de auténtico placer, y supongo que la mía también. Apenas intercambiamos palabras, era obvio que el estaba empalmado, pero quitó importancia diciendo que le estaba gustando mucho.
Le cubrí los ojos con una pequeña toalla, ya que me parecía un poco violento estar masajeándole y que me mirase, ya que mis ojos iban a estar solamente centrados en su preciosa polla.
Comencé como antes, primero una pierna, luego la otra, su rabo estaba duro, se movía con mis movimientos sobre sus piernas. Se podía ver como un hilo constante de precum le salía y le hacia un pequeño charco en su depilado pubis.
Pasé a masajearle las ingles, su polla dura se posaba en mi brazo y notaba lo caliente y jugosa que la tenía.
No le presté mucha mas atención a su rabo, me senté cuidadosamente sobre sus piernas, rozando su polla contra mi bulto a punto de estallar.
Le masajeaba un brazo, luego el otro,el apoyaba su mano en mis muslos como dándome pequeñas caricias. Pasé a acariciar su pecho,con mi boca empecé a besar sus pezones, el puso sus manos detrás de la cabeza, y como con la toalla solamente había cubierto sus ojos, podía ver como se mordía los labios y las caras de placer ponía.
Me lancé a comerle la oreja suavemente, luego el cuello y como volvió a poner las manos en la cabeza me dió vía libre a que le lamiese las axilas, se notaba que estaba recién duchado y no se había puesto desodorante por lo que ya se empezaba a notar un poco de sudor mezclándose con el olor del jabón. Con sus gemidos me hacía entender que ya era hora de dedicarle tiempo a la única parte que no había masajeado.
Con una mano agarré sus pelotas y las iba masajeando suavemente, mientras con la otra empecé a tocar su rabo, lamí el charco de precum que había dejado en el pubis.
Metí su polla en la boca, lamiendo y dejando bien limpio de precum su capullo. Retiró la toalla de su cara y con cara de vicioso se quedó viendo como saboreaba su rabo.
Tenía una polla normal, de unos 15cm, limpia y con sabor a precum. Le lamí las bolas, sus ingles y volvía a meterme su polla en la boca.
Me acariciaba la cara y yo mismo me follaba su polla con mi boca, me la metía entera y aguantaba hasta que me diesen arcadas.
Después de un rato chupándole me avisó que estaba apunto de correrse. Yo no quería desperdiciar ni una gota de esa corrida que estaba apunto de darme por lo que seguí chupándole con mas ansia hasta que por fin me llenó la boca de leche. No sé cuantos chorros me daría pero casi no me daba tiempo a tragarmelo todo y no paraba.
Le dejé el rabo lo mas limpio posible y le ofrecí pasar a la ducha, lo cual accedió.
Salió de la ducha aún mojado y con la toalla en el cuello, tenía la polla igual de dura que por lo que me quedé mirando y le pregunté si el masaje no le había aliviado del todo.
Me dijo que le había gustado mucho y tenía el cuerpo relajado pero que su polla parecía necesitar más.
Le empujé contra la cama y quedó sentado en el borde. Me arrodillé y volví a hacerle una mamada. Echó su cuerpo para atrás y volvió a quedarse acostado. Yo me incorporé y me subí a la cama, poniendo mi culo a la altura de su mano. Mensaje que captó rápido ya que metió su mano por mi short para comprobar que llevaba un jockstrap. me bajo el short dejando mis nalgas expuestas. Senté mi culo en su cara mientras seguía chupando su insaciable rabo.
No dudó en abrir mis nalgas y empezar a lamer mi ano. Vaya comida de culo me estaba haciendo, me lo estaba follando con su lengua y me tenía completamente sometido.
Puse mis manos sobre sus pies y arrimé mi ano a la punta de su rabo y poco a poco comencé a sentarme sobre su polla dándole la espalda.
El agarraba mi culo con sus manos y empezó a follarme el culo a su antojo. Se le veía insaciable, después de un rato follándome en esa postura me hizo levantarme, me acostó al borde de la cama, tiró de mis piernas para ponerlas sobre sus hombros y con mi culo en el borde de la cama empezó a follarme como un autentico animal.
Me quito el jock y mi polla por fin pudo respirar, la tenía recubierta de pre y comenzó a pajearme. Yo le dije que parase ya que estaba apunto de correrme después de tanto tiempo con la polla dura. Parece que eso le gusto mas y empezó a follarme mas duro aún mientras me seguía pajeando. No tardé mucho en correrme sobre mi pecho, sacó su polla de mi culo y empezó a correrse, su primer chorro me llegó al pecho, mezclándose con mi corrida, el segundo me salpicó en la cara y el resto acabaron en mi polla que aun estaba en su mano.
Lamió mi pecho para probar nuestras corridas, limpió con su lengua el chorro que calló en mi cara y me dió un beso para que pudiese probar las dos leches juntas.
Por fín cumplia mi fantasía de dar masajes, seguí quedando de vez en cuando con este chico aunque sigo quedando con otros chicos para darles masajes, aunque no todos tienen la suerte de que les de un buen masaje a fondo como a este nuevo amiguito.
Espero que os haya gustado, si quereis escribir al email: