Masaje a domicilio a Lola la peluquera.
Como un buen maasaje para aliviar una contractura termina en una follada increible a una peluquera caliente
había estado de gestiones por el centro de Madrid, con un calor asfixiante que estaba haciendo que me diera cuenta de que necesitaba un buen corte de pelo debido al sudor que me estaba cayendo por la frente, cuando justamente me encontré delante de una peluquería de una reconocida franquicia. No me lo pensé más tiempo y aprovechando que tenía casi una hora libre entre para pedir un buen corte de pelo. Al ser verano tuve suerte de que estaba semi vacía y me atendió Lola, una peluquera majísima que con su batín de verano semi abierto el escote me estaba poniendo malísimo al parecer que no tenía sujetador pues se notaba su canalillo y unos pechos de tamaño mediano pero que estaban marcando los pezones en la tela. además, se notaba un buen culo que daban ganas de apretárselo.
empezó a cortarme el pelo poniéndome primero la sabana al cuello y me estaba dando la impresión de que estaba notando sus pechos en mi espalda. Cuando comenzó con las tijeras empezó a quejarse de un fuerte dolor en el cuello diciendo que se había levantado contracturada y por eso tenía que buscar posturas cómodas pero lo único que estaba logrando era frotar sus pechos que ahora si que los notaba incluso en mi brazo desnudo y sobre todo los pezones durísimos. Tampoco ayudaba el espejo que más que mirar cómo me estaba quedando el corte no podía evitar mirar si se le movían o se le salía un pezón del batín. Creo que una vez logre ver el inicio de la aureola Marrón lo que hizo que me empezara a empalmar que con mi pantalón de tela de verano estaba montando un buen espectáculo. A Lola parece que le estaba gustando lo que veía pues se le notaba una buena sonrisa y hacia comentarios que vaya calor y que estaba subiendo la temperatura mientras hacía más pausado el corte, incluso una vez me pillo mirándola las tetas y en lugar de enfadarse me estaba sonriendo.
Estaba claro que ella también se estaba excitando, así que cuando acabo el corte y fui a pagar le dije que yo hacía muy buenos masajes con aceites, cosa que era cierta pues di un pequeño curso en la comunidad de Madrid y que me ofrecía a quitarle la contractura del cuello. Ella me contesto que encantada y que además su piso estaba cerca y que iba a pedir la tarde libre puesto que ya no podía aguantar más el dolor, así que me dijo que la esperara dentro de una hora que tenía que terminar una cita con una clienta que tenía pendiente y me escribió en la tarjeta de la peluquería su número de teléfono y la dirección de su casa.
Sali de allí totalmente empalmado y lo primero que hice fue entrar en un herbolario a comprar aceite de lavanda y unas cervezas artesanales bien frescas para animar al ambiente. Justo el tiempo que me dio para que lola llegara a su piso. Me encamine hacia allí y toque al timbre teniendo la gran suerte de que ella ya había llegado. Subí las tres plantas de escaleras y llame a la puerta cuando me llevo la gran sorpresa de que Lola me recibe con una batita super pequeña que casi no la cubría los muslos y que parecía un kimono japones de seda , decía que hacía mucho calor y que se había puesto más cómoda cosa que me parecía genial, le di la bolsa con las cervezas para que las metiera en la nevera, gesto que le gustó mucho y sin que yo me lo esperara se lanzó a besarme directamente la boca. Me pillo bastante desprevenido, pero reaccione rápido metiendo mi lengua en su boca y saboreando los labios tan suculentos que tenía. Si ya venía con la polla morcillona ya se me termino de poner dura del todo y más cuando empecé a acariciar la espalda y notar que no llevaba sujetador y menos ropa todavía cuando la agarre del culo y no note rastro de sus bragas o llevaría un tanga minúsculo. Ya me descoloco del todo cuando con su mano me agarro la polla directamente por encima del pantalón y frotándola, haciendo círculos.
Se separo un poco y mientras cogíamos aire me agarro de la mano y me llevo a la habitación de invitados donde tenía una cama donde tumbarse. Le pedí a Lola una toalla para ponerla debajo de su cuerpo y no manchar la cama de aceite y al preparar la toalla se quitó el batín demostrándome que efectivamente estaba totalmente desnuda. Mi polla estaba a punto de reventar. Yo también me puse cómodo solo con mis slips que se notaban una super erección y la mancha de humedad de la excitación de mi Glande.
Lola se puso boca abajo sobre la toalla totalmente desnuda y empecé a esparcirle una buena cantidad de aceite aromático sobre su espalda y el cuello empezándola a masajear presionando su contractura mientras ella se iba relajando y sintiendo la mejoría me entretuve un buen rato presionando y friccionando su espalda hasta que llegó el momento de ir bajando por su cuerpo. Eche un buen chorretón de aceite sobre la parte baja de su espalda y su culo y empecé a masajear sus nalgas mientras ya eran audibles los mini gemidos que salían de su boca y como poco a poco empezaban a separarse sus piernas. Le eche un poco más de aceite entre la raja de sus nalgas notando como bajaba el aceite hasta impregnarla su coño y como suspiraba de impresión al notar la sensación del aceite con los labios de su vulva. Fui masajeando justo la parte del culo que estaba en contacto con su coño, pero sin tocar todavía los labios de su vagina escuchando el sonido del chapoteo de su humedad hasta que empecé a masajear directamente su coño tumbada boca abajo y empezar a penetrarlo con mis dedos ya sin pudor y escuchando a Lola disfrutar y gemir pareciendo que estaba a punto de correrse.
Se giro sin esperármelo con una expresión de placer increíble en su cara y se tiro a bajarme los slips y meterse mi polla como una leona en la boca hasta el fondo mamándola de manera increíble, lo único que no me dejaba tocarla la cabeza, parecía que la incomodaba que la agarraran de la cabeza mientras la follaban la boca, serian manías de peluquera.
Me estaba dando un placer increíble y se notaba que disfrutaba comiendo pollas tanto que también me gire y termine comiéndola el coño al mismo tiempo haciendo un 69 increíble. Hasta que ya no pude más y parando un momento cogí un preservativo y enfundándomelo de golpe la puse a cuatro patas y apuntando a su coño se la metí de golpe a lo perrito dándola unos pollazos increíbles haciendo mover toda la cama , luego ella me tumbo y se puso a cabalgarme mientras la tiraba de los pezones que me habían puesto tan cachondo en la peluquera hasta que terminamos follando de la manera clásica corriéndome dentro de su coño con el condón puesto mientras Lola se había corrido 2 veces con una risa nerviosa que me encantaba verla disfrutar.
Después de la increíble follada que se debieron enterar todos los vecinos nos fuimos al salón para hablar un poco mientras abrimos las cervezas, algunas realmente fuertes de alcohol, contándome historias de su trabajo, su gusto por el vino y su época cachonda en la que le gustaba ser follada cuando estaba caliente en los bares. Incluso como tenía un amigo con el que a veces iban juntos a club de intercambios pero que nunca había follado entre ellos y que una vez la dejo atada en un potro de tortura en el club y que se la follaron entre varios sin que ella pudiera evitarlo.
Entre las cervezas el olor a sexo y las historias que me estaban contando hizo que me empalmara de nuevo. así que allí mismo sin ningún tipo de vergüenza me saque otra vez la polla dura y empecé a masturbarme delante de Lola, lo que ella hizo que de nuevo se abriera el batín en el sofá y también se empezara a tocar el coño mirándonos hasta que ya no pudimos más y nos fuimos otra vez a follar a la cama con otro gran polvo glorioso.