Más que una ilusión (2)

Cuando la ilusión supera la realidad y los sueños nos hacen más felices...

Gracias por sus comentarios.  Sé que demoré bastante en volver a escribir, pero ufff... quizás dentro de algún relato aparezca luego todo lo que he vivido en este tiempo, de momento apresuro las publicaciones, ya que en la tercera parte aparecerá lo que aún no leen los que siguieron el relato desde su primera publicación y a la vez como forma de compensar todo el tiempo perdido.  Un abrazo grandote y gracias por sus palabras.

P.D:  El título cambio porque en sí cambié todo lo que tenía planeado escribir en un momento, mis disculpas si es que no les ha gustado, pero por lo visto no soy muy acertiva con los títulos.

Gracias a todos y espero les siga motivando seguir leyéndome.

MAS QUE UNA ILUSION (2)

(Sueño 2)

Veo el parque, la laguna, la casona gigante casi parecida a un castillo o palacio, claramente era la misma escena del día anterior.  La busqué locamente con la mirada y no estaba.  Me senté en aquella única banca a observar el lugar con un dejo de tristeza.

Realmente era hermosa la vista, la época supongo que debía ser primavera, porque se veía cómo todo renacía de su letargo, los árboles comenzaban a recibir otra vez sus vestiduras, las flores mostraban su belleza en una diversidad de colores que simplemente las hacían ver hermosas, echo mi cabeza hacia atrás en la banca y a ojos cerrados respiro tan profundamente como mi caja torácica pueda resistir y siento la mezcla de aromas de la dulce naturaleza, el olor varonil de los árboles, la parte femenina de las flores y quedándome aún segundos con este aroma logro percibir otra esencia del perfume de mi Afrodita; un leve toque floral… boto esa bocanada de aire y vuelvo a tomar otra más profunda y ahora nuevamente al cielo: musk, sándalo, flores y su esencia… Abro mis ojos y ella me observaba tan tiernamente.  Nuevamente imposible no ruborizarme.

Volvemos a la escena donde quedamos el día anterior, me extiende su mano y caminamos en silencio junto a la mesa del medio del parque.

Noté la sutileza del diseño en el fierro forjado de la mesa y las sillas y la observé a ella y noté que todo era aún más hermoso de cerca.  Cortésmente hizo ademán de tomar asiento y la observé que hoy llevaba otra vestimenta, un pantalón de tela, pero apegado a su cuerpo y una blusa blanca casi transparente que dejaba ver con delicadeza su brasier con encajes…

Seguía sin articular palabra, estaba atontada con ella, pero me hizo pestañar cuando la siento hablar nuevamente:

Afrodita: ¿Cómo estás hoy preciosa?

silencio, silencio y más silencio… vamos Karen atina a decir algo…

Afrodita: ¿Estás bien hermosa?

Karen: Emmm… sí, gracias. Perdona mi torpeza…

Afrodita: Torpe no cariño, sé que puedes ser cualquier otra cosa pero no torpe, se ve que eres muy inteligente.

Karen: perdón pero todo esto es tan… raro por decirlo menos ¿nos conocemos?

Afrodita: Claro que sí Karen, desde ayer pero tal vez desde siempre – y sonríe dejándome aún más tonta por ella.

Karen: ¿Cómo sabes mi nombre?

Afrodita: Sé muchas cosas de ti, digamos que te estaba esperando hace mucho…

Karen: ¿Puedo saber cómo te llamas por lo menos?

Afrodita: Claro que sí, pero aún no preciosa, sola  sabrás darte cuenta…

Tomando más soltura con la conversación hablamos de mil cosas y noté que era una mujer de mucho mundo.  Debía tener unos 25 a 28 años, no me atreví a preguntarle, quería respetar ese misterio, sabiendo que en algún momento sabría todo de ella.

Sentí el avance de las horas, que a su lado sólo eran minutos y me extiende su mano y me conduce al borde de la laguna y había una hermosa alfombra artesanal de lana tejida sobre el césped, una botella de vino y dos copas, lo sirve y ella ofrece el brindis en honor al encuentro.  Yo sólo observo esa mirada en la que me perdí desde que la observé a la distancia…

Un copa llevó a otra entre plática y plática y comencé a adormecerme con el vino y me recosté, a ojos cerrados, pero no durmiendo, sino canalizando todo lo que provocaba esta mujer en mí, de repente y sin abrir mis ojos siento su aroma aproximarse, mi corazón se agita, su respiración ya dando de lleno a mi rostro y siento cómo se aprieta mi estómago, me va a besar, me va a besar, me va a besar. Me repetía una y otra vez, lo quería, esta vez no existía freno como con Nicole, abro mis ojos y ella me miraba sólo a centímetros de mis labios, desliza su brazo bajo mi cuello y me posiciono de lado, para quedar “face to face”, ella comienza a acariciarme suavemente, me estremece su tacto en mi rostro, cierro mis ojos al momento de aquel contacto, esto es un sueño me digo mentalmente (estaba soñando, eso está claro, pero dentro del sueño no lo sabía L)

Los vuelvo a abrir y me digo que si no atina ella, lo haré yo y me animo, lo que sobria tal vez no haría y tomo aire, me aproximo y la beso, y ella lo esperaba y hace que ese beso tome la sensualidad que merece a tanta espera.  Jamás había besado a una mujer, sólo a hombres, pero esto no se igualaba a nada, estrujaba en mí el sabor a vino de mis labios, si casi sentía que con ese beso me arrancaba hasta mi propia alma, para irse con ella que me tenía por primera vez, sentía que perdía la respiración en ese ejercicio de movimiento de lenguas, pero no me quería separar aunque me desmayara por la falta de aire, tenía miedo de alejarla de mí y despertar de mi ensueño, pero por suerte ella se aleja momentáneamente, tomamos ambas una bocanada de aire y seguimos en una segunda parte que pide algo más que la pasión sentida por este beso.

Ya me tenía loca, me aprisionaba a su cuerpo, sentía cómo sus voluptuosos senos se rozaban con los míos haciendo que estos se electrizaran por entre las ropas, y que con este contacto se erectaran, con algo que innegablemente me gustaba demasiado.

Siento como su mano se introduce por mi espalda y me provoca un gemido que me hizo soltar sus labios y abrir mis ojos para observarla con notoria excitación y volverme ya con cierto salvajismo, tocaba uno de mis “interruptores sexuales” y eso me descontrolaba. Pero mi ataque se vio truncado porque sencillamente no sabía qué hacer, ni como hacerlo, me sentí tonta en ese momento porque siempre me dediqué a buscar sentimientos similares por el internet, pero ¿acaso pensé que siempre serían besitos? Uy, ¿por qué no busqué saber qué hacían dos mujeres en la cama? o en el suelo, como en este caso, de pie o en la ducha o donde fuere…

Supongo que, para variar, ella interpretó mis dudas y fue quien siguió con el juego y  a soltar los botones de mi blusa que casi parecía que se deshacían en sus manos.  Luego una mano en mi espalda desabrochó hábil y suavemente el broche que mantenía el sujetador a mi cuerpo y por la posición hizo que inmediatamente  este se alzara y ya dejara la vista mis pechos.  La noto como se aleja un poco de mi cuerpo, sólo para verme y levantar el brasier para observarme con notorio morbo, lo sube aún más y se viene acercando, supongo a besarme pero no a mis labios, sino a dar una lamida a uno de mis pechos y eso casi se siente como un electroshock, arqueo mi espalda y ella aprovecha de rosarla (segundo interruptor), y saca otro notorio gemido sólo hace eso y se detiene a ver mi rostro y ya con pasión me toma y yo me aferro a ella con mis uñas y comenzamos a besarnos con furia, con una pasión ardiente, no sé qué iba a hacer pero sentía que, primero que todo, la quería pronto desnuda y comienzo con la misma prenda que ella; su blusa, no tuve su cuidado, sólo desabroché uno y le di un tirón para arrancar el resto de los botones, su brasier salió prontamente pero tuve que soltarlo con ambas manos, ya practicaría luego conmigo misma para ver cómo se hacía eso con una sola mano, pero de momento sólo la desnudez de su cuerpo junto al mío me daría calma o tal vez más pasión. Ambas nos desprendemos de toda nuestra parte superior y por nuestras miradas sabemos que la inferior estorba y tendrán el mismo destino que las anteriores, o sea lejos de nuestros cuerpos… Ella toma mi pantalón y me jala más a su lado y nuestros pezones casualmente se rozan y ooooohhhh! sale ese exquisito gemido de ambas que casi hace salir chispas, eso no hace más que desesperarnos.  Toma el broche del pantalón, lo abre, desliza con lentitud el cierre y veo que su mano se está introduciendo a mi ropa interior y pufffff… ese ensordecedor ruido otra vez ¡¡¡ay no!!!!! PUTO DESPERTADOR… (perdón por la palabra, pero creo que cualquiera hubiese dicho eso y más para ese momento…)

El pobre no resistió un segundo día de aventón y murió arrojado directo a la pared en pedacitos… ¡que en el paraíso de los despertadores descanse en paz!

No sabía si me cuerpo estaba agitado por la rabia del despertador, o de haber quedado en tan expectante momento de aquel “intenso sueño”… No me importó nada y me tapé la cabeza y quise volver a dormirme, pero la excitación me lo impidió.  Percibo mis senos y ahí están sus paradisímos pezones, casi no sé si por curiosidad de saber qué tan duro están, los toco y siento lo mismo que en el sueño.  Una mano continúa en ellos mientras la otra comienza a deslizarse por mi vientre hasta gatillar en el “interruptor principal”; mi clítoris.  Cómo hacerme esperar más, si ella ya había hecho casi todo el trabajo, introduje mi mano y noté lo húmeda que estaba, sentí el calor que había ahí, como también que mi cuerpo pedía que mi mano se propagara urgentemente a otros rincones.

Con una mano tocaba mis pechos mientras la otra se perdía entre mis piernas siguiendo mentalmente la imagen que ella dejó en mi cabeza.  Si seguía rozando así mi clítoris acabaría en cualquier momento y paré, pero quería sentir aún más fuego en esta candente hoguera, e introduje suavemente dos dedos en mi vagina y comencé a moverlos dentro de mí, quería que ese placer siguiera, pero me estaba enloqueciendo por dentro necesitaba acabar pronto, saqué mis dedos totalmente empapados y no bastó más que sólo un roce a mi clítoris y ahhhhhhhhh!!!!!!! Mmmmmmmmmmmm…….!!!!!! Ohhhhhhhhh!!!!!!! un exquisito y largo orgasmo se hizo sentir.  Hace mucho que no sentía algo así, supongo que lo que ella significaba ya para mí lo hacía diferente.  Mi cuerpo pidió más de ese gustoso y delicioso placer oculto, y como buena niña también digo que quiero otro, ojalá aún más intenso, voy bajando otra vez mi manito y mi puerta suena fuertemente haciendo que me sobresalte de mi cama por el susto, mi pobre corazoncito salió como a un metro de mi pecho y volvió a cobijarse otra vez en él… Pero ¡quien más podía golpear así! sino mi delicado padre que venía a despertarme, ¡tan tierno él! Tiene complejo de miliar.  Mil veces me hace preferir mi difunto despertador.

Papá: Levántate Karen, que son las 18.50…

Entre un poco de rabia y agradecimiento porque me había olvidado de todo, le doy las gracias diciéndole que ya voy camino a la ducha.  Estando en esta quise seguir lo que quedó inconcluso, pero demoraría y  no me gustaba ser impuntual, siempre hay que predicar con el ejemplo, así que el último chorro fue de agua fría para bajar la calentura y raudamente a vestirme para salir a comer algo, ya que mi pobre estómago hacía notar que el café del sueño y el vino sólo era ilusión y que queramos o no el sexo satisface otras cosas, mas no el estómago, al contrario da más hambre (me han contado…) así que ahora mi estómago quería algo concreto y contundente.

Karen: Hola mamá, hola papá, buenas tardes…

Papá, Mamá: Hola hija ¿Cómo estuvo tu descanso?

Karen: Buenísimo –y pienso y río a mis adentros por lo que soñé.

Papá: Así que te está yendo bastante bien hija en tu trabajo, me ha contado tu madre, supongo que eso tiene así tu cara de felicidad.

Karen: -Claro padre y también por ese exquisito orgasmo, jajaja tuve ganas de decirle – Eh… sí papá, estoy feliz, todo ha ido muy bien… -Y sonrío ocultando el verdadero motivo.

Cruzamos otro par de palabras mientras como algo y me voy a enfrentar mi noche, que espero sea cortísima porque sólo quiero llegar a dormir y ver si otra vez me la encuentro, ya todo esto no me parece meramente un sueño, algo más hay que sólo un simple sueño repetido.

A la llegada a la empresa me cruzo en los pasillos con Nicole, que ahora estaba en el turno de día, que si no me habla no la percibo, mi cabeza ya sólo gira en torno a mi quimera.

Nicole: Así que ahora ni saludas…?

Karen: Ay, perdón Nicole, llevaba mi cabeza en otras cosas…

Nicole: En “otras” mejor dicho…

Karen: -finjo enojo y molestia para cortar el tema de una vez - A ver Nicole, ¿qué pretendes, que pierda mi trabajo por sólo un capricho tuyo?

Nicole: No Karen, lo siento, sólo qué… te veo feliz, contenta y bueno, lástima que esa felicidad no es para mí.

Karen: Ni de ti ni de nadie más Nicole porque es algo referente a mi trabajo, todo va bien, excelente, tal vez siga trabajando acá y eso me tiene feliz, pero por lo mismo no quiero rumores ni nada que puedan hacerme perder esta oportunidad ¿Entiendes?

Nicole: Sí, lo siento, sólo que pensé que era por alguien… que estabas con alguien como acompañante.

Karen: No es el caso, pero si así fuese no debería incumbirte.  Nicole, eres mujer y yo también, sácate eso de la cabeza si no quieres que tu marido comience con sospechas o averiguaciones y esto se haga más grande e involucre a más personas.

Nicole:  Sí lo sé tienes razón, perdona de nuevo, adiós…

Noto nuevamente que mis palabras calan hondo en ella, pero qué puedo decirle: Nicole soy lesbiana pero no me gustas o Nicole me atraes pero no quiero ser parte de tu matrimonio, no mejor “Nicole, me enamoré de una mujer que me enloquece en los sueños”… Mejor seguir fingiendo ser hetero por la vida, aunque de momento simplemente quiero ir paso a paso.

Así de rauda como comienza la noche.  Fueron pasando las horas, terminamos las 30 toneladas pasadas las 6 de la mañana y me fui a la oficina a terminar los informes mientras los demás estaban en sus mantenciones y limpiezas.

Guillermo: Hola preciosa…

Karen: -me hizo recordarla por esa frase- Hola Guille L

Guillermo: huy jefa, ¿qué pasó? Por qué pones esa carita de desilusión cuando ves que soy yo ¿Quieres que me vaya?

Karen: No amigo, lo siento, sólo que escucharte nombrarme así me recordó a ella…

Guillermo: ¿Ella?... Ya cuéntame de una buena vez que me tienes con la intriga…

Karen: Es que te reirás, pero para mí es serio, está provocando muchas cosas en mí.

Guillermo: Primero que todo si no me cuenta no puedo decirte nada y segundo procuraré que no sea como tú dices, pero cuéntame con lujo de detalles.

Le conté todo rápidamente, obviando las partes más candentes y así fue como lo dejé aún más pensativo que lo que estaba yo…

Guillermo: Sabes, es raro, eso es innegable, pero ¿sabes tú cuántas son las probabilidades de retomar un sueño luego de haber despertado y aún más cuando han pasado tantas horas?  Pienso como tú, hay algo, tal vez algún mensaje, pon atención en los detalles, pero lo primero sería que le preguntaras su nombre si es que tienes total control del sueño.

Karen: tienes razón, ya hay más confianza, así que a ver si ahora me dice su nombre y logro sonsacar algo más, eso sí, si es que la sueño nuevamente, sino moriré de pena amigo, me enamoré de una mujer que sólo existe en mi cabeza L

Guillermo: No te pongas así preciosa… ¡ay perdón! lo volví a repetir ¡ups!

Karen: Está bien, si tendré que superarlo quiera o no, ella es sólo un sueño.

Me fui a casa y mi madre no se veía a lo cerca, así que esta vez no tomé desayuno, me duché y a la cama.  Me enfoqué al igual que el día anterior en volver al lugar y preguntar el nombre y me lo repetía: preguntar el nombre, preguntar el nombre, preguntar el nombre y otra vez mientras repetía me dormí.

(Sueño 3)

Siento una brisa fresca sobre mi rostro y por el aroma siento que logré llegar a mi lugar de ensueño, pero temo abrir mis ojos y que ella no esté, pero de la nada siento la estela de su perfume acercarse, haciéndome seguir a ojos cerrados los rastros de tal afán y un sorpresivo y deseado beso se hace presente para dejarme con los labios estirados pidiendo una segunda e infinitas partes de continuación.

Abro mis ojos y hoy estaba aún más preciosa y radiante, sólo recordarla cómo quedamos ayer produjo en mí el sonrojarme, ella otra vez veía a través de mi mirada, levantaba mi mentón y un suave roce de labios me hace olvidar todo, todo, todo…

-Es increíble cómo una mujer pueda llegar a besar así, es un sueño, pero ¿será tan así el sentir o yo lo hago tan vívido? sólo lo sabría convirtiéndolo en realidad en un momento dado-

Nuestro mirar ya era más cómplice, sólo nos observábamos, pero nuestras miradas decían más que mil palabras. Este día siguió gestándose bajo ese árbol, frente al lago, en aquel parque, sobre aquella cubierta tejida que era tan cálida y suave como su dulce piel.

Un par de copas de vino iniciaron el festejo de un nuevo encuentro, ya 3 días, en que de ser un misterio ya la sentía tan mía, que hubiese preferido morir en este ensueño, que perderla para siempre.

Dicen que los sueños son castillos en el cielo difíciles de mantener, pero aunque así fuera, si cada mañana o noche ella me esperaría para compartir conmigo, no me importaría cambiar la realidad por mi exquisita quimera.

Cuando hacíamos el brindis se vino a mi cabeza aquello que debía de preguntarle:

Karen: Cariño, ¿puedo saber ahora cuál es tu nombre?

Afrodita: Siempre lo has tenido a la vista preciosa, sólo que tus miedos no te han dejado ver más allá –y me señala su cadena de oro a su cuello.

Karen: Andrea!!! Ahora luego que en un principio se me ocultara esa visión, hoy podía ver con claridad lo que decía su cadena de oro…

Andrea, Andrea, Andrea… bueno aunque lo repitiera mil veces jamás podría olvidar ya su presencia y menos lo que ha significado para mí.

La tarde se fue en conocernos a través de trivialidades, gustos de helados y de música, el vino ya nos daba la soltura de reírnos por todo, pero también dio la instancia de que sacara mis temores y miedos y me hiciera confesar lo inconfesable:

Karen: Andrea, -qué lindo suena no- me gusta mucho tu compañía, has traído luz a mi vida.  No sé de dónde vienes ni qué haces en mi vida pero siento que pronto lo sabré y no tengo prisa en buscar respuestas, sólo aprovechar mi tiempo a tu lado… Andrea… yo… Te quiero…

Andrea: -rozando con el dorso de su mano mi rostro comienza a hablar – Preciosa sinceramente yo tampoco sé qué hago acá, sólo recuerdo que luego de dormirme mi cuerpo ya no me pertenece y mi mente sólo me lleva a querer estar en tus brazos. Cariño, yo… también te quiero y me arriesgo a decir que más que eso, me quedaría a habitar por siempre acá contigo donde no existen los prejuicios, ni preguntas, ni cuestionamientos, sólo tú y yo…

Karen: Ay hermosa!!! –suspiro – que misterio es este, pero no me importa ni un ¿Cómo? O un ¿Por qué? Sólo que estoy contigo y tú estás conmigo… Por favor ¿no me dejes?

Andrea: Por mí eso no lo haría jamás preciosa, sólo que no sé de qué depende que continuemos juntas… Acá soy libre, realmente soy yo y tú me das esa libertar de sólo querer estar contigo, casi sin ganas de volver a una realidad que vivo para el resto.

Karen: Yo tampoco tengo las respuestas, sólo sé que ahora que te tengo no quiero perderte…

Ya eso último lo digo con notoria pena, ella se ve bastante fuerte a mi lado y sólo me atrae sobre su pecho para abrazarme y darme la seguridad que necesito para el momento.  Haciendo eso supe que eran esos brazos en los que quería habitar por siempre, en un ensueño o en una realidad, pero ahí quería permanecer…

Sin darnos cuenta nos dormimos, no sé por cuánto, sólo recuerdo que un beso de ella despegarse de mis labios me indica que ese despertar deseo cada mañana o cada noche o en realidad cada día de mi vida.

Karen: ¡Hola mi amor! -¿qué dije?… ¿amor?.. ¡Auch!

Andrea: Hola preciosa – y me da otro besito para bajar un poco el rubor de mi rostro al decirle mi amor- Me encanta cuando pones así tus mejillas.  Te es imposible mentir sin que eso te delate eh… Ya conozco más que un punto débil de ti preciosa

Karen: Perdón por lo de “amor”… yo… -me interrumpe.

Andrea: Shhhhh! No te disculpes ni digas nada, el amor es algo sin límites, las personas solemos con las palabras limitarlo, pero es mejor sentirlo sólo así se puede percibir su intensidad en cada corazón… Yo estoy aburrida de vivir algo que no me gusta, pero que socialmente acomoda, no sé cómo llegamos a acá, pero tú eres aquello que nuevamente hace latir mi corazón y, fantasía o no, no quiero marcharme ni de este lugar ni de ti.

Karen: Yo tampoco… ¿cómo haremos para mantener este castillo en el cielo princesa?

Andrea: No lo sé cariño, pero de momento si mañana volvemos prometo decirte quién soy, ya eres parte de mi corazón, tu transparencia merece que te abra mi alma, pero ya mañana, ahora debemos volver…

Karen: Volver? No por favor, un ratito más… 5 minutitos –le robo un beso – ay no ahora no… Andrea nooooooo…

Todo se oscurece y alguien a mi lado remece mi cuerpo…

Mamá: Karen, Karen, despierta, te quedaste dormida, no dejaste el despertador, son las 7…

Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeee… las 7 y entro a las 8 PM.  ¡¡¡Mier…cale!!!

Raudamente bajo de mi cama, cojo mis sandalias y a la ducha, sólo una pasada rápida, no necesitaba despertarme ya que mi madre había cumplido su propósito de súbito.

Ella me esperaba con una rica comida, que mi estómago recibió como jauría de perros hambrientos, pero mamá me dio una no muy rica reprimenda por no haber tomado desayuno…

Terminé, lavé mis dientes, me despedí de ambos y me encaminé a mi trabajo, ya más tranquila y sabiendo que iba bien en la hora.

Llegué a la empresa, registré mi horario y me fui la oficina de la sección, pero mi andar era por inercia, mi cabeza seguía con ella en aquel castillo.

Esa noche casi lloro con Guillermo, pero me aguanté a lo mero macho como diría mi amigo Carlos ¿qué será de esa loca? con este cambio de turno nada sabía de él.

La extrañaba, aunque suene estúpido extrañaba una ilusión, extrañaba a mi Afrodita que ahora tenía nombre; Andrea.

Terminó la noche y nuevamente me fui a casa expectante de sólo dormirme y soñarla, pero me encuentro con mi hermana y mi sobrinito que ya estaba grandote con su año dos meses a cuestas.  Me ponía como niña tenerlo en mis brazos y juguetear con él y bueno, feliz a la vez de estar con mi hermana que nos veíamos con suerte cada 15 ó 20 días.

Por un momento casi olvido a mi amor, pero su imagen se cruza en mí y pienso en que si habrá llegado ya a nuestro lugar de ensueño, quería saber qué tanto tenía hoy para contarme, por fin la espera de saber de ella valdría la pena.

Mi hermana nota mi mirada y me pregunta qué sucede:

Karen: Patty, hermanita, tú que eres media “brujilda” para tus cosas ¿te puedo hacer una pregunta?

Patty: Sí claro y lo de “brujilda” lo dejaré pasar esta vez eh…

Karen: Estoy con tremendo signo en mi cabeza ¿?. Resumidamente te cuento. Un día X tuve un sueño en un lugar muy hermoso en que sólo estaba yo y una chica con la cual comenzamos a conversar, lo curioso es que casi parece real, porque lo que pienso despierta, luego se lo puedo preguntar dormida, o tengo dominio de mí en el sueño.

Patty: Eso quiere decir que la sigues soñando entonces?

Karen: Sí, ya van 3 días y casi se ha convertido en mi amiga del alma –hasta que aclarara mis dudas existenciales no le diría a nadie de mi familia mi condición y además que en realidad me estaba enamorando – Y siempre es en el mismo lugar, pero en diferentes sectores, si es como si fuera realidad, siento aromas, sabores, veo los colores y siento el paso del tiempo, pero luego despierto y sólo queda la sensación…

Patty: mmm… ¿que raro? Y si no es tan sueño y quizás es como un viaje astral o algo así.  Tal vez inconscientemente se buscaron en un plano ajeno a lo que visualizamos como realidad.  No sé, en realidad pequeña, lamento no poder ayudarte más.

Karen: Bueno, está bien –pensé que ella podía tener algo más concreto en saber qué es lo que estaba pasando, pero sinceramente no creía mucho en esas cosas.

Patty: Puedo cambiar en tu pieza a Ignacio mira que se ensució con leche.

Karen: Claro, y no me ofrezco de hacerlo porque sabes que siempre le dejo la ropa mal puesta o al revés, (eso me pasa por no jugar con muñecas cuando pequeña), aún no estoy preparada para ser madre parece…

Me quedé en la cocina pensando en Andrea, así como durante estos 3 últimos días en que mi vida de ser sólo cosas concretas se había tornado un ensueño.  Vi la hora y ya eran las 10.30 de la mañana, quise volar a acostarme, pero tampoco quería ser descortés con mi hermana.  De repente veo llegar a mi hermana a la cocina, pero me asustó venía blanca, pálida, como de haber visto un fantasma.

Karen: Patty, ¿qué pasa? Eeey, por favor habla mujer, pásame a Ignacio que así como estás ni te preocupas que lo cargas… -tomo al pequeño para dejarlo en su carrito.

Patty: -sin pestañar y aún pálida le saco de a poco las palabras- Karen, la… mujer… que… ves en … tus sueños… es… ufff, deja tomar aire… es: como de tu tamaño, cabello ondulado negro y de mirar intenso con ojos claros?

Karen: ¿Y tú cómo sabes si estoy segura que no te lo mencioné?

Patty: Por que abrí la puerta de tu pieza y ella estaba sentada a los pies de tu cama, casi suelto mi bebé del susto, pero luego se pasó el miedo y pestañeé pero ya no estaba.

Karen: ¡Andrea! – No sigo escuchando y voy corriendo a mi pieza, estaba su perfume, era innegable, era ella ¿pero cómo?

Luego de eso Patty no quiso entrar más a mi pieza y yo no articulaba palabra, estaba ida y me disculpé con ella para ir a dormirme, luego de darme mil vueltas en mi cabeza a lo sucedido no podía entender qué había pasado, el cansancio me abatió y me dormí.

Ese día no llegó al encuentro… Al siguiente tampoco… y por más que me indujera el sueño ese fin de semana, no hubo ni un atisbo de ella y la tristeza llegó a mí como quien se siente abandonada por la persona que ama, casi sin corazón;

<

una loca incomprendida.

Tuve un castillo y una princesa,

ahora sólo olvido y resignación.

Fui una Rosa con importancia para mi Principita,

pero descubrió que hay otros planetas y

quiso recorrerlos sin mí.

Ahora sólo me quedan atardeceres de recuerdos,

amaneceres sin ganas de haber despertado,

lágrimas insípidas por un amor que no volverá.

Y no soy más que una loca fantasiosa,

una niña en busca del verdadero amor.

Incomprendida y sola, la perdí a ella y perdí mi todo.

Incluso me perdí a mi misma…>>

Ese día Lunes tuve que ir a las 8 de la mañana al trabajo ya que llegaba el nuevo jefe o el verdadero jefe y querían presentármelo para que él también me conociera y supiera quién llevaba el turno de la noche, además que ahora sería mi jefe directo.

Me costó mucho, demasiado levantarme, pero no era de flojera, sino que ya no había motivación, ya no estaba mi afrodita esperando cada vez que me durmiera.  Me sentía culpable, tal vez donde no llegué a tiempo esa mañana ella se presentó a ver qué sucedía conmigo y la visión con mi hermana la alejó para siempre, ufff… para siempre, que dura palabra, la sentía como puñalada en mi corazón.  ¡Lindo caso! Me alejé de Nicole por ser casada y ahora me enamoraba de una mujer que sólo existía en mis sueños.

Ese día todos estaban esperando de vuelta al antiguo jefe, revisando un despacho me demoré en entrar y ya habían hecho ingreso a la sección, creo que casi terminado de realizar la pequeña bienvenida con todo el personal.  Me disculpé y expliqué someramente en qué me había quedado y quien yo tenía como jefe hasta ese momento, nos hacía la presentación a la llegada de mi superior:

Jefe: Karen, te presento tu jefe directo.  Es con quien ahora debes tratar, no conmigo, ¿recuerdas que te lo mencioné?

Karen:  Sí don Roberto, me recuerdo, pero ¿dónde está?

Jefe: Ah perdón, deja que le busco de inmediato…

De repente viene don Roberto con alguien, supongo que mi nuevo jefe, pero le veo ya más cerca y Yo y mi nuevo “jefe” con tamaño Quéeeeeee???? En nuestros rostros y  al unísono nos hablamos sin pensar:…

Karen: ¿Andrea?...

Andrea: ¿Karen?...

Jefe Roberto: ¿Cómo? ¿Se conocen?... ¡Genial! Mejor aún para que compartan experiencias, que grata noticia…

¿Qué significa esto? Pellizco ocultamente mi brazo y Auuuuch! duele y me doy cuenta que no es un sueño, mi Jefe no es Jefe sino “Jefa” y es Andrea, mi Afrodita, mi princesa, la mujer de mis sueños…