Más que una amiga
Me paré a su lado, bueno, más bien, en frente suyo. Ella era un poquito más alta que yo, así que esta vez me puse sobre mis puntillas y la besé despacito, enredando mi lengua con la suya...
Llegaba tarde, para variar. Y encima esaba lloviendo a mares. Apostaría a que tenía el pelo empapado y todo el maquillaje corrido por la cara…dos horas arreglándome para nada! Y encima…no la encontraba en aquella pequeña pero coqueta cafetería. Olía a pastel recién hehco y a té de vainilla, un aroma delicioso. Volví a echar un vistazo…Y ahí estaba, delante de mí, apacible, sonriente. Su pelo estaba también algo mojado y revuelto, dándole un aire desenfadado y realmente sexy. Creo que Katy no es consciente de lo sexy que es. En cuanto ví su cara comencé a plantearme por qué estaba allí. Pero su mirada era tan hipnótica… La había cnocido por ser compañera de clase de una amiga, y esta era la primera vez que quedábamos a solas: en la última reunión se ofreció a invitarme a tomar un café, aunque sinceramente había oído rumores de que se había acostado con alguna chica, pero decidí no prejuzgarla y por qué no, quedar para tomar un café como con cualquier amiga.
A mí, aunque tenía pareja estable, si que me picaba la curiosidad de saber cómo sería estar con una chica. Desde hace tiempo una simple idea en mi cabeza se convirtió en unas ansias de curiosidad que aún no había sido capaz de saciar…Me encendía en seguida cuando veía en alguna peli una escena tórrida, pero ahora eran las chicas las que me excitaban. Sus pechos. Su pelo largo, sus curvas…Sin duda, el cuerpo de una mujer, sus curvas, eran algo totalmente marailloso.
Y ahí estaba yo, dirigiéndome con andares temblorosos hacía aquella jóven de mejillas rosadas y ojos azul cielo. Tras los saludos iniciales y mis pertinentes disculpas por la tardanza, comenzó la charla animada. Tomamos sendas tazas de téy probamos un montón de tartas diferentes mientras íbamos desnudándonos el alma. Me sentía muy cómoda con ella, y tenía ua personalidad interesante, no me extraña que enamorara tanto a hombres como mujeres. Se hizo tarde, y salimos de aquella cafetería embriagadas de aroma de bizcocho. Nos encontramos en la puerta de salida, parece que ambas queríamos continuar la charla, nos quedamos mirándonos sin saber si seguirr, o qué hacer…Despedirnos sin más, o seguir con la compañía y dejarnos llevar…Aporía lo que fuera a qe ella estaba pensando lo mismo.
Sin mediar palabra, se acercó a mi cuerpo, colocó su mano en mi cadera, posó sus labiois sobre los míos. Mi boca, reaccionó entreabriéndose, y siguiéndole el beso, mientras mi lengua luchaba con la suya.
Ya era de noche, y seguía lloviéndo. Nos separamos y en ademán simpático y juguetón me pusó la capucha y gritó:- Sígueme!
Y salió corriendo. Y yo detrás. De noche, sin paraguas, y con la excitación de no saber y aún así aventurarme. Cruzó la acera, subió la calle, y giró a la derecha. Se paró en un portal. El número 28. Me paré a su lado, bueno, más bien, en frente suyo. Ella era un poquito más alta que yo, así que esta vez me puse sobre mis puntillas y la besé despacito, enredando mi lengua con la suya.
Me sonrió, con una sonrisa dulce, transmitiéndome tranquilidad, y con su mano subiéndome por la espalda…Esperaba que fuera su casa, pero sobre todo esperaba que me invitara a entrar, aunque no quería que notara mi desesperación por comérmela.
- Bueno, subimos?. Dijo pausadamente mientras me guiñaba un ojo. Asentí. Me cogió de la mano y tiró levemente. -Vivo en el tercero. Echamos una carrera? Y subió corriendo las escaleras…con razón tenía ese culo!si subía siempre así as escaleras…Me apresuré a seguirla, era rápida, pero me avalancé a su espalda, la besé como pude, le acaricié el culo, el vientre, todo esto mientras jugábamos con nuestras bocas, nos reíamos y seguíamos subiendo. Nos entendíamos al 100%. Abrió la puerta, dejamos los abrigos en un perchero de la entrada, y sin darme tiempo a mediar palabra, me empujó contra la pared. No me lo esperaba…o no me lo espraba así; me encendí de repene, ella sabía lo que hacía y yo..yo estaba a dos mil por hora. Su boca comenzó a recorrerme todo el cuerpo. Sin darme cuenta estábamos desnudas, mojadas, la una en frente de la otra, excitadas, sonrojadas…Su vagina era rosadita, rasurada, y sus pechos eran casi perfectamente redondos, con pezones rositas, duros, erectos, estaba preciosa con el pelo revuelto y mordiéndose los labios, mientras jugueteaba a la entrada de mi paraíso. Me asió del brazo y me condujo a una pequeña habitación. Había posters de conciertos y peliculas en las paredes, algo de ropa por el suelo y unas sábanas blancas como la nieve. Nos colocamos junto a la cama y la tiré. En seguida me cogió y se puso encima de mí. Me comió entera, me besaba el cuello y me mordía los pezones, su sexo se frotaba con el mío, mienras su cadera se movía cada vez más rápido, cada vez más fuerte, notaba cómo se mojaba y cómo se corría con mis caricias en sus pechos y mis lametones en su cuello. Notaba su humedad en mi vagina y esto me excitaba aún más. Había perdido la cuenta de cuantas veces me había ido ya. Sería imposible describir con palabras todas esas sensaciones juntas, su cuerpo desnudo, sus caderas, su pelo, sus pechos, su lengua, sus besos, su boca y su rosadita vagina frotándosa con la mía…Yo sólo era capaz de gemir, y seguir nuestro juego de caricias y frotamientos.
Sin esperarlo, bajo directa con su boca a mi vagina ycomenzó a lamer mi clítoris violentamente, tres segundos después me corrí por enésima vez esa noche. Siguió combinando su lengua con sus dedos y me llevó al cielo un par de veces más.
Suavemente cesó, y subió recorriendo a besos mi cuerpo mojado hasta mi boca y allí se quedó un rato. Me recosté en su pecho y nos quedamos dormidas sin mediar palabra.