Más que sexo 2
Y sigues en mi vida y aunque no lo crea la historia continua....
-Hola pequeña.
Estoy confusa, me duele mucho la cabeza, parpadeo, tengo todo borroso y me cuesta enfocar la vista en un punto.
-Tranquila, eso se te pasará.
Me muevo, intentando soltarme, y miro hacia abajo, tengo las manos atadas, con esposas, y me falta la ropa, la interior la sigo teniendo puesta, consigo enfocar la vista, y está delante de mi, sentado en una silla, con su sonrisa de suficiencia, si lo pienso fríamente, y apenas puedo pensar, esta historia esta terminando como lo hacen todas las que leo, con las que he fantaseado, con las que he acabado en un orgasmo, no quiero que acabe así.
-Mi familia me estará buscando.
Recuerdo vágamente lo que pasó anoche, me veo a mi misma, maquillándome frente al espejo, recuerdo a Christian, desabrochándome el sujetador, y aferrándose amí, para poder follar y deshagarse con otra chica más con una piva cualquiera, y también le recuerdo a El, en la calle, apoyado en la pared, mirándome decepcionado.
-Tu madre cree que estas en casa de una de tus amigas pasando el fin de semana, tenemos tiempo.
-¿Tiempo para...?
-¿Tú que crees?
-Oye, deja que me vaya ¿vale? He captado el mensaje, haré lo que tú quieras.
-Toma, bebe.
Me acerca una botella de agua, y el movimiento hace que me asuste, y me encoga sobre si misma, ese simple gesto de pánico, de sumisión por mi parte le excita, lo veo bajo sus pantalones.
El mismo levanta mi cabeza y me ayuda a beber.
Vuelve a la silla, y se quita la camiseta, y se baja los pantalones, bajo los calzoncillos el bulto es más evidente.
-Ahora vamos a jugar ¿sí? Pero tienes que portarte bien, si no, cada vez que chilles, patalees o si se te ocurre morderme, tendrás un castigo.
-¿Qué clase de castigo?
-A mi elección preciosa, no te equivoques, no soy de esos obsesionados con juguetitos sadomaso, no me hacen falta.
-Simplemente disfrutas sintiéndote superior a los demás.
-Guapa y lista, a ti en la vida te irá bien.
-De niño no lo pasaste bien ¿verdad? Tú vida no fue fácil, quizá viste a tu padre maltratar a tu madre, verla como una puta ramera, así como yo, bajo el mando de tu padre, o quizá es porque no te quisieron, nadie te dio nunca un abrazo ¿no? Nadie te ha dado amor, ni cariño, por eso eres frío, porque esta es la única manera que tienes de sentir algo.
Debería callarme, sí, lo sé cuando se acerca hasta mí, cuando se pone sobre mí, aplastandome las costillas, haciendo que me falte el aire, y lo tengo claro cuando me susurra al oido:
-Has acertado, pero me jode la gente que se pasa de lista, tú próximo castigo será, em, em, ¿por el culo? Síi, seguro que ese precioso culito es virgen.
Me quita las bragas, y las esposas, pataleo, pero no chillo, porque me tapa la boca con una mano, aunque le muerdo, y de mordele la mano paso a morder la almohada, vuelve a atarme al cabecero de la cama, y me levanta las caderas, y como una niña tonta, que porfin recibe el castigo de una madre, me pongo a llorar, aún no me a tocado, pero lloro por haber sido completamente gilipollas, por desear esto, porque esto hayan sido mis fantasías durante mucho tiempo, si fuera mi madre, las frases se resumiría con un: has mordido más de lo que puedes tragar.
Lo noto, un dedo rozándome, delicadamente, lubricado, porque noto que resbala, simplemente me roza, esto no es un castigo, pero sin dejar de llorar comienzo a gemir, doy gracias a que la almohada ahogue mis gemidos.
Se acabaron las delicadezas, se pone sobre mí, y de una estocada siento que me rompen en 4, se queda dentro como regodeándose, y muerdo la almohada con todas mis ganas para no chillar, comienza a bombear, con fuerza, mete las manos por debajo de mi cuerpo y me pellizca los pezones, intenta arrancarmelos, lo sé, me jadea la nuca, mientras no para de taladrarme, me arde, y lloro porque absolutamente insoportable, acabo de perder mi última virginidad y me recuerda a mi primera vez con Carlos, lo torpe que fue, lo mal que besaba y el daño que me hizo, me recuerda al dolor, multiplicado por diez.
Aprieto las sábanas, las recogo sobre mi puño y me dedico a aporrear la cama, mientras el se entretiene retorciendo mis pezones.
Me saco la almohada de la boca y prefiero suplicar, ¿por qué no? Porque me está rompiendo en dos, porque su miembro, hace que me duela el vientre.
-Para, para porfavor, para!!!
-¿Quieres que pare eh putita? Llora para que pare, suplícame.
-Para por dios no puedo más.-mi voz se queda en quejido porque noto cómo se vacía en mi interior, dejándome sobre la cama, jadeante, con su miembro dentro de mi, y su peso aplastandome.
Y lloro con fuerza, todo lo que siento se escama quejido tras quejido, porque me duele cada por de mi piel, el pelo de sus tirones, las caderas de sus embestidas, el ano, de su miembro, los glúteos de sus bofetadas, su peso sobre el mío, me cuesta respirar y lloro desconsolada.
-Eh eh, pequeña respira.-dice mientras se sale de mi interior, me quita las esposas y me pone bocarriba cubriéndome con una sábana, ya no me tapo la cara mientras lloro, y me importa una mierda que vea mis lágrimas porque son su culpa, su puta culpa.
-No llores preciosa...
Tartamudeo al intentar hablar, pero encajo la mandíbula, tenso los nudillos y dejo que los quejidos se ahoguen antes de salir para decirle:
-¿Pequeña?¿Preciosa? Tú eres un puto bipolar de mierda que disfruta viendo sufrir a los demás y que no sabe lo que es el amor, y yo no puedo más, estuvo bien, has convertido en realidad todas mis fantasías, pero estoy cansada, de que me humilles y me agredas y de que controles mi vida. Asi que ahora voy a vestirme, y a irme a mi casa a llorar con calma.
Me levanto como puedo ante su atónita mirada, pero también me mira con curiosidad, extrañado m
e apuesto lo que sea a que jamás una de las chicas a las que rebajas, violas, maltratas y todos los adjetivos que se me ocurren te hayan plantado la misma cara,
Me pongo la ropa, y me visto a duras penas importándome una mierda las lágrimas que resbalan por mi cara.
-Que te vaya bien, o que te den mucho por el culo hijo de puta.
El relato se me hace cuesta arriba, soy romántica sí, en mi mayor parte, pero también me gusta el sexo duro, no sé cómo sacar esa faceta de mi estando conforme al mismo tiempo con el relato, si veo que no sé continuar cambiaré la historia radicalmente, gracias y dispulpad las molestias