Mas que amigos (2)
Hola, esta es la continuación del relato que mande varios días atrás.
Más que amigos (2)
Hola, esta es la continuación del relato que mande varios días atrás.
Cuando ella me dijo esas palabras, sentí que era la hora de pasar a cosas mayores, ya que aceptaba el juego de ser mi sumisa, de rodillas y desnuda como estaba, le acaricie el rostro, le ordene que se levantara y cenáramos juntos ya que posiblemente sería la última vez que estuviéramos en la misma mesa sentados por igual. Durante la cena le dije que habláramos con naturalidad y que si me quería decir algo, era libre para expresarse como se sintiese mas a gusto, hablamos de cosas sin importancia y pasando el tiempo ella se sentía mas natural a pesar de su desnudez, al terminar de cenar, le ordene que limpiara todo mientras yo tenía que hacer algunos recados. Cuando salí de su casa, me dirigí hacia un sex-shop que estaba al otro lado de la ciudad, compré unas esposas, un antifaz negro, una mordaza y varios objetos mas, no compré ni látigos ni fustas, no quería azotarla, solo quería disfrutar con ella, al llegar a su casa, ella ya estaba esperándome, vino hacia mi y me dio dos besos, como hacíamos siempre, le ordene que subiera a su dormitorio y que me esperara, estuve diez minutos mirando el programa de televisión y después subí, ella estaba algo intranquila porque creía que había llegado el momento en que yo tendría sexo con ella, pero no eran esas mis intenciones, abrí su armario y busque un vestido con un gran escote y que llegaba un palmo sobre las rodillas, le ordene que se lo pusiera que íbamos a dar una vuelta, ella se fue hacia otro armario y saco ropa interior, yo no le había dado permiso para que se la pusiera, así que espere que lo tuviera puesto y le ordene que se detuviera, me senté en la cama y le dije:
-¿quién te ha dado permiso para ponerte esa ropa?
-nadie, pero algo tenía que ponerme
-yo ya te había dado algo que ponerte,¿Por qué no has obedecido?
-creo que he cometido un error, por favor discúlpame, esto es nuevo para mí.
-ve al comedor y tráeme la bolsa que está en el suelo.
Rápidamente ella fue a buscarla y se presento ante mí con curiosidad por saber que contenía la bolsa, le ordene que se diera la vuelta, juntara los brazos en la espalda y cerrara los ojos, lo hizo con un poco de recelo porque no sabía que pasaría ahora, abrí la bolsa saque el antifaz y se lo puse, ella intento revolverse, pero un simple -BASTA-ella se quedo quieta he inmóvil, le coloque las esposas y ella no se movió, le ordene que abriera la boca y le coloque la mordaza, se veía muy atractiva, muy sumisa, la dejé de pie y espere un rato mirando que hacía ella, se estaba poniendo nerviosa por momentos, el verla atada me producía un morbo especial, era mi mejor amiga, y estaba a mi disposición por su propia voluntad, me acerque despacio pero sin evitar los ruidos, deseaba que sintiera que me acercaba a ella, le arranque el sujetador, y rompí los laterales de su braguita, quedando desnuda para mi, sin tocar ni sus pechos ni su cocha, la acompañé hacia el lateral de la cama y con una pequeña presión en su cabeza, la arrodillé, con un toque en la espalda le ordené que se inclinara hacia delante apoyando su pecho en la cama, ahora estaba preparada para cumplir con lo que no quería que fuese muy traumático para ella, me fui hacia su tocador y cogí un cepillo para el pelo, antes de darle un escarmiento por no obedecerme le expliqué lo que iba a pasar:
-pequeña, has cometido un error, y como espero que entiendas, debes recibir un escarmiento, no será muy severo por ser el primero, pero si tengo que volver a castigarte no seré tan compasivo contigo, te daré diez azotes, después te desataré, te pondrás el vestido y seguiremos con el plan de ir a dar un paseo.
No le di mucha fuerza a los azotes pero al caer casi siempre en el mismo lugar se veía enrojecer su culo por momentos, le dolía, pero no se movió mucho, estaba satisfecho por el aguante que demostró.
Al terminar con los azotes la solté, le quité el antifaz, y al estar desnuda y sin ataduras, se puso el vestido y espero hasta que le mandé que preparara un bolso para llevar las llaves de la casa y algo de dinero, salimos hacia unos bares musicales que están en el centro de la ciudad, le pregunté:
-¿Cómo te sientes?
-algo aturdida por lo de los azotes y el hecho de no llevar mas que el vestido
-tranquila que esta noche no pasará nada.
-¿esta noche?
-en efecto esta noche no pasará nada pero ya veremos otro día
Al oír esas palabras agachó la cabeza y no dijo nada más en todo el trayecto hasta los bares musicales. No le ordené nada en toda la noche, solo de vez en cuando le decía que no juntara las piernas, y muerta de vergüenza las abría, aunque ella tuviera la sensación que todos la miraban, nadie se dio cuenta de su ligereza de vestuario, al pasar varias horas en los bares no retiramos a su casa, le ordene que se fuera a dormir y que lo mas seguro mañana empezaríamos a jugar con el sexo, que tenía planes para mañana pero que ya le llamaría antes de llegar a su casa para que me esperara desnuda, y preparada para lo que yo a quisiera ..
Nota: solo continuaré mi relato si tú te sientes interesada en este relato y me haces llegar tu interés.