Más negro que nunca

Mariana se ve atrapada en una situación, peligrosa que la hará sufrir y llorar impotente. En un lugar el cual se torna… mas negro que nunca

Hola mis queridos lectores, estuve enferma de COVID y casi me muero, aunado de que esta es mi doble vida, pues tengo que esconderme de mi vida actual para poder hacerlo, pero al final me inspire y después de mucho tiempo, agregó una historia corta. Espero les guste y todos sus comentarios y mensajes serán tomados en cuenta:

Más negro que nunca

Empecé a abrir los ojos, pero por la oscuridad, no podía ver gran cosa. Mis ojos aún no se acostumbraban a la oscuridad. Mis hombros y codos me dolían, por estar acostada boca abajo.

Mi verdadera sorpresa empezó al intentar buscar el despertador de mi mesita de noche, cuando sentí la sujeción del metal frío en mis muñecas. Me sentía todavía, somnolienta, torpe y con un sabor extraño en la boca. Como si fuera una especie de grasa. Empecé a preocuparme al sentir las manos dormidas, pero al intentar voltearme y mirar hacia el techo, escuche un pequeño “zip”. Me estremecí al sentir una especie de liquido tibio caer sobre mi abdomen, al principio era solo unas gotas, después un fino hilo, hasta que se volvió un chorro considerable, de algún liquido, con el cual me estaba mojando, percibí el olor a orina, rápidamente, mientras el copioso chorro subió hasta mi pecho y me salpico la cara. Después de eso  otra vez “zip”, pero este fue un chorro potente y directo a mi cara, intentaba abrir los ojos, pero el escozor fue una sorpresa para mi. Efectivamente me estaban orinando encima. Mis ojos se abrieron todo lo que pudieron cuando escuche, algunas risas.

-¿Que mie….?- y antes de poder preguntar: -¿quién esta ahí?- una tremenda bofetada me volteo la cara. Me hizo sentir  ardor en una de mis mejillas.  Justo antes de poder articular pensamiento alguno, sentí como un puñetazo en mi nariz, que me hizo ver estrellas. Aturdida y desorientada, sentí otro golpe en mi oreja el cual hizo que todo diera vueltas. Saboreaba el olor a sangre y orines cayendo detrás de mi nariz mientras, me tomaron del cabello. Y de nuevo boca abajo mientras un nuevo chorro de orina corría por mi cuello, espalda y nalgas.

Intente gritar pero… ¡ho no!, !tenia la boca y los dientes pegados cera de vela !, no podía abrir la boca. Mi mente estaba pensando mil cosas, mientras intentaba siquiera entender qué había pasado. Alcance a escuchar el aire zumbar, y un dolor casi cortante en mis nalgas, me había trazado una linea de lado a lado. Después una, dos, tres, cuatro, otra, otra, otra, y otra vez.

Alarmada y desesperada intentaba gritar, pero solo podía desgarrar mi garganta en gemidos. Moverme era imposible y peor aún, por algún motivo, mis piernas estaban todas torpes, pero podía sentir todo. desde las diferentes texturas de los orines con que me habían bañado correr entre mis nalgas y mi entrepierna y cada uno de los embates con el que me estaba dando una paliza, como si me fustigaran , como a una yegua. pero no podía moverlas.

Llore y gemí, hasta que se me hincharon los ojos, y me canse de intentar, y los embates continuaban cada vez más violentos, esta vez era como si la piel de mis nalgas se hubiera cortado. Podía sentir el sabor a sangre en mi boca y correr por mi garganta. ¿Qué me estaba pasando?,¿quién me estaba haciendo esto?. Mi cola me ardía como si me quemaran. Algo me tomo del cuello y del cabello y me giro de nuevo boca arriba… cuando un golpe en la boca de mí estómago me hizo doblarme y sentir náuseas.

Separaron mis piernas. Me estremecí cuando sentí que intentaban penetrarme. Al principio me dolió por que no estaba lista para recibirlo y ¡el dolor se hizo más intenso cuando de golpe entró entero!, sentí unos cuantos bombeos y después salió, para continuar de nuevo pero esta vez era algo diferente, era más grueso y la presión se intensificó, intenté gemir con la garganta hecha girones pero igual fue inutil. Más intentos hacía por gritar, más fuerte  me penetraba, comenzó a bombearme súper rápido, mientras lloraba desesperadamente. Súbitamente se detuvo y salió así como llegó. Después me penetraron con algo más esta vez era más grueso y de manera más tosca me penetro de golpe, a estas alturas ya no podía ni siquiera emitir un sonido, solo lloraba y sufría hundida en esa oscuridad, mientras me penetraba más lentamente, finalmente exploto algo tibio dentro de mí y comenzó a moverse en mis entrañas. Llena de horror intenté escaparme, pero era inútil. algo se movía dentro de mí, era como sentir a un gato ronronear y moverse lentamente en mi útero con mi vagina llena de algo como si fuera un aceite muy espeso,que me escurría por todas partes partes. ¡Estaba horrorizada,desesperada e intentaba pedir que se detuviera!.

De pronto algo cayó sobre mi cara, como una especie de bolsa de hule, quise respirar, gritar y llorar, pero cada uno de mis movimientos, hacía que se pegara en mi cara y en mi nariz. Me estaba asfixiando. La desesperación y el miedo más intenso que puedes sentir se apoderaron nuevamente de mí.

De pronto me alzaron mis piernas y las juntaron. El aire se me estaba acabando. Pensé que todo había terminado. Cuando sentí entre mis nalgas, la presión de algo enorme que me separaba mis carnes. El ardor por los golpes, la orina en mi culo y entre mis nalgas me había lubricado tanto que por mas que intentaba apretar, era imposible evitarlo. Me empecé a mover mi cabeza de un lado a otro violentamente para escapar. pero fuera lo que fuera que me cubrió la cara se cerró más y mi aire se acabó súbitamente, sentí como mi ano cedió a la presión, ¡el dolor era indescriptible. ¡No podría soportar algo así de grande!. ¡Me estaban empalando!. me estaba abriendo, podía sentirlo dentro de mis tripas, sentí el breve deseo de ensuciarme, pero se evaporó, cuando empezó a bombearme. ¡era como si me martillaran  el recto!, me di cuenta de que: ¡me iban a reventar!… de pronto fuera lo que fuera, que me estaba empalando salió, dejando mi culito tan abierto y roto que sentía como el aire entraba en mis tripas y me ensuciaba, con mis propias heces que caían y me escurrían en pedazos. Mis ojos hinchados de tanto llorar, la garganta desgarrada e intentaba suplicar:¡ por dios, paren!, ¡paren ahora mismo!, ¡me duele mucho!… (tal era mi trauma que aún que ya no tuviera nada adentro, solo eso pasaba por mi mente) mas solo podía hacer sonidos inteligibles con mis quijadas pegadas de esa manera. Se cerró muy rápidamente al rededor de mi cuello con mucha presión y Ahora sí no podía ni siquiera respirar.¡Me estaba asfixiando!, desesperada, aturdida, reventada y con sabrá que diablos moviéndose en mis entrañas la inminente falta de oxígeno en mi sangre hizo que me empezara apretar y arquear mi cuerpo, empezando por cuello, espalda, abdomen y desde mi vagina y mi culo, era como si intentara aplastar con mis entrañas el aire que entraba en mi culo. En ese momento, si todo era muy obscuro, todo empezó a volverse mas negro que nunca… ya ni siquiera podía llorar… ¡no me quiero morir,¡no me quiero morir!.

Un estruendoso sonido llegó a mis oídos, y pude abrir los ojos de nuevo. La luz que se filtraba por la persiana, me lastimaba los ojos y el sonido de mi celular en modo de despertador nunca. Me sonó tan tranquilizador. Lo apague de un manotazo y me quedé jadeante en mi cama, pase mi mano por mi entre pierna, para sentirme húmeda, agitada, con el corazón a mil y sobre todo: muy húmeda… había sido solo un sueño… ufff…

Pero esto solo significaba una cosa: estaba calentita de nuevo… y saldría a buscar algún tipo de aventura de nuevo.