Más hora de aventuras

Dudas y amor juntos de la mano

Finn se despertó gritando, cuando terminó de gritar, vió que era un sueño, pero ese sueño le hizo reflexionar ¿no más aventuras? o ¿acaso era lo que el quería? llamaría a Jake, pero él estaba con Lady arcoíris y sus cachorros, le daba cosa molestarle.

se levantó de su cama y fue a desayunar mientras veía el amanecer.

el era joven, muy joven ¿cambiar su vida de aventuras por una vida de responsabilidades? ¿era su destino, imaginaba como les contaba batallitas a sus hijos, como les enseñaría a usar la espada.

¿como serian sus hijos?

ella, el, ella fuego, el carne ¿serian.... compatibles?

el sol estaba suficientemente alto, fue a llamar a Jake.

pero parecía no estar en casa.

llamó a la princesa flama, ella tenía móvil.

tuuuuuuuu

tuuuuuuuu

-¡AH hola cariño! perdona un momento.

Finn podía escuchar lo que pasaba.

-¡bien papa! ¡o abdicas a mi favor o vas a durar menos que una cerilla!

-s-si hija si, toma mi corona.

-hola amor ¿a qué se debe esta llamada? - dijo Flama en el teléfono.

-bueno, princesa Flama

-¡reina Flama! mi padre parecía cansado y decidió cargarme las responsabilidades del reino.

-ah sí, majestad.

-cariño, ¿que querías? - decía Flama.

Finn dudó, era muy fuerte lo que iba a decirle, pero cogió aire y lo dijo.

-¿esperas un hijo mío?

Flama quedó sin palabras, pero puso su mano en su vientre, no esperaba ningún hijo, pero.... ¿el quería un descendiente?  ¿de ella?

-lo siento Finn, tu simiente se quema antes de llegar a.... ¡¿QUEREIS IROS?! ESTO ES PRIVADO

todos los habitantes del reino se retiraron de la sala del trono, incluso su familia, Flama se acomodó en su trono y se quitó el cinturón de su falda, abriéndola un poco mientras hablaba con Finn

-bien como iba diciendo, tus... semillas no plantan en mi interior, se queman.

Finn no sabía si gritar de alegría o llorar, quedó en silencio.

-Finn ¿de verdad...quieres un...hijo conmigo?

-princes...¡REINA! yo...

-Finn, somos muy jóvenes aún y voy a tener mucho lio para ocuparme de un hijo, sobre todo ahora que soy reina, pero... hemos de pensar a largo plazo y el hecho de que yo... queme... es un problema... puede que afecte a nuestra relación.

a Finn se le hizo un nudo en la garganta, de verdad estaba colado por Flama

-¡un momento! ¡la princesa Chicle! ella es lista, pídele una solución a nuestro problema.

-jopeta tía, gracias princesa fl...

-¡REINA FLAMA! - dijo Flama encendiéndose de tal manera que a Finn le quemaba el teléfono.

-ah, perdona reina, gracias, ahora llamo a Chicle.

Finn colgó pero la reina Flama quedó pensativa, un hijo, con él, nunca lo había pensado, pero... es dulce, apuesto, valiente, tiene un montón de cualidades que deseaba que heredasen sus hijos.

su mano se metió bajo su falda desabrochada, bajo sus bragas, tocándose por encima de su rajita.

Finn, el osó desvirgarla, no... se lo pidió ella, Finn, la hizo mujer.

mientras imaginaba su encuentro en el baño volcánico, ella se tocaba el clítoris, imaginando que después de un día gobernando, va a sus aposentos y se encuentra con Finn, está en su cama mirándola con decisión, antes de que el la tome, la mira a los ojos con decisión.

ella se acercaría sumisa desnudándose  para él, se pondría de rodillas ante él, de rodillas, que gracioso, ella nunca se arrodilló ante nadie, pero él, es su rey, su amante.

su amo.

Flama esperaría la espada de Finn frente a ella, ella la recibiría con la boca abierta, sintiendo su carne dura invadiendo sus labios y su garganta, notaria como le faltara respiración y como las manos vigorosas de su rey forzándola a un ritmo.

pero ella no deseaba que terminase en su boca, quería su semilla plantada en ella.

le miraría de forma suplicante mientras la tuviera en la boca, el sonreiría y la agarraría en  brazos para tirarla en la cama, se pondría sobre ella como un depredador a su presa.

ella le mira impaciente, pero temerosa.

el la penetra de un golpe.

Flama se lo imagina hundiendo su dedo dentro de ella.

-Finn, Finn, cielos, que ímpetu.

se imagina sus palabras, "porque te deseo"

se lo imagina penetrándola en profundidad, hundiendo su carne en su carne como su dedo recorriendo su interior, con pasión pero con amor, se imaginaba su simiente regando su interior, sin quemarse, haciéndola madre.

ese pensamiento hace que se doble hacia atrás, temblando en un orgasmo.

recuperó el aliento llorando de felicidad, tocando el otro trono, ella seria la reina del reino de fuego.

pero el seria el rey de su corazón y de su carne.

su carne... necesitaba hacerse otro dedo, no, necesitaba la "espada de Finn" pensaba la reina Flama mientras se relamía.

mientras, en el reino de las chuches.

el dormitorio de la princesa Chicle sonaba, la princesa aún adormilada cogió el teléfono.

-mmm ¿Finn? mmmmmm ¿sabes qué hora es?

-bueno, princesa, ahora son las 11:00

-¿¡COMO!? ¡¿COMO HE DORMIDO TANTO?! ¡TENGO TANTAS COSAS QUE HACER! ¡EL TORNEO DE MAGOS! ¡EXPERIMENTOS! - dijo Chicle levantándose de golpe mostrando su desnudez.

-l-lo siento princesa ¿llamo otra ocasión?

-no Finn, te agradezco que me despertases, puedo usar ese tiempo que me has dado contigo ¿que querías? - dijo Chicle.

-es... para ver si tienes algo para que yo y Flama tengamos hijos.

Chicle se le cayó el teléfono de la impresión.

-¿princesa? ¿princesa?

Chicle cogió el teléfono y le dijo.

-acaso ella y tu...

-sí, yo... bueno, es responsabilidad mía estar con ella ahora, puesto que le robé la inocencia - dijo Finn asumiendo su responsabilidad.

la princesa iba a contestar, pero Marcelina salió de su cama y le susurró que le pregunte a Finn los detalles del encuentro.

la princesa empujó a Marcelina a su lado de la cama.

-Finn ella es...

-tranquila, lo controla mejor, al menos no llegamos a los 10 metros de profundidad ¿podrías hacerme este favor? - dijo Finn suplicante.

-por el héroe de Ooo, si, lo haré.

-gracias Chicle - decía Finn felizmente.

a diferencia que Finn colgó con una sonrisa, Chicle parecía aturdida.

-Finn... ya no es inocente - dijo Chicle sin poder creérselo.

-cepillarse a esa princesa tan peligrosa y sobrevivir, vaya, debió ser un espectáculo digno de las crónicas de Ooo - dijo Marcelina.

Chicle aún estaba en silencio.

-¿estás bien? - preguntó Marcelina preocupada.

-si, hace nada era un crio y ahora... Glop, como ha crecido - decía Chicle sin creérselo - piensa en tener hijos con Flama, con una de las princesas más peligrosas de Ooo.

-me pregunto como serian - preguntó Marcelina.

-espero que su primera vez, fuese especial - dijo Chicle alegrándose por Finn.

Marcelina soltó una carcajada.

-si, ya sé que no compartes mis románticas opiniones - decía Chicle.

-no es eso, Finn hace tiempo que no es virgen - decía Marcelina.

eso atrajo la atención de Chicle.

-¿no será con Jake?

eso hizo que Marcelina estallara en una carcajada mayor no se lo imaginaba, sería raro.

-no tonta, fue conmigo.

por segunda vez Chicle se quedó sin habla.

-fue después de cortar con Ash por lo de mi peluche - dijo Marcelina cogiendo su osito reparado por la princesa Trapos - estaba cabreada y quise fastidiarlos para ver si me levantaba la moral, no estaba Jake y le vi dormido, decidí quitarle la gorra para desquitarme, al quitarla, joder, menudos cabellos llevaba, decidí raparle, cuando iba a hacerlo, el se despertó, le agarré las manos Marcelina se puso sobre Chicle y le agarró las manos poniéndolas sobre la cabecera de la cama.

-el vio el cuchillo, me preguntó si iba a matarle, le dije que cerrara los ojos, pero le me miró fijamente, estaba aterrado pero nunca lo demostraría, aceptaba el final y nunca me daría el gusto de verlo suplicar, esa mirada, me puso a tono, le dije que no iba a matarle, pero esa noche iba a ser mi juguete.

-¿tu... tu juguete? - preguntó Chicle.

Marcelina le puso un dedo en los labios, silenciándola.

-eso mismo me preguntó Finn y vas a sentir en tus carnes lo mismo que sintió el.

la larga lengua de Marcelina se movía como una serpiente, buscando llevar al pecado a su víctima.

-le levanté la camiseta azul que tenia y le empecé a lamer los pezones así.

la larga lengua acarició los pezones de la princesa Chicle, la cual, reaccionó ante los amorosos lametones de la vampira.

los jadeos de Chicle eran como los que recordaba cuando se lo hacía con Finn.

-su torso, era tan suave como el tuyo, pero sin tus lindos bultos.

-¿hablan de mi? o sea espero que sea para algo superimportante porque - decía la princesa del espacio Bultos que aparecía por la ventana.

Marceline soltó una mirada aterradora mientras sacaba los colmillos.

-AH, jo que ordinaria, o sea que me voy, chao loser - decía la princesa del espacio bultos.

-¿por dónde iba? ah sí - preguntaba Marcelina.

Marcelina usaba su larga lengua para lamer los pezones de la princesa mientras le rascaba eróticamente el vientre con sus largas uñas.

-el es muy sensible por los pezones, deberías haberle oído jadear, sus jadeos tenían una mezcla de miedo, confusión y placer, su sabor, mamá su piel joven era deliciosa, pero verle la cara de gusto me ponía a tope.

Marcelina acaricio el cuerpo de Chicle con sus pezones erectos.

-me quité los sujetadores y acaricie su cuerpo con mis pechos, mis pezones erectos estaban sintiendo el juvenil cuerpo de Finn, le quité los pantalones y me preparé para hacerle una felación.

-v-vaya ¿disfrutó mucho? - preguntó Chicle.

Marceline estalló de risa.

-al principio tuve que atarle, me gritaba "no, no me papees, tengo mal sabor"

ambas féminas se rieron de ello.

-claro, con esos dientes que te gastas - decía Chicle.

Pero Marcelina hundió su lengua dentro de ella, muy dentro, arrancándole un jadeo.

  • pero bien que te gusta mi lengua, ¿eh? - decía la Vampira.

-sigue, por favor, sigue contando la historia - decía Chicle jadeando.

-mamá pequeña cachonda, bueno, he de decir que recordarlo también me pone, le dije que se tranquilizara, tape su ángulo de visión con mis cabellos y empecé a chupársela, al principio era pequeña, pero tenía buenos testículos, pero a medida que se la chupaba, se ponía grande, muy grande, era más grande que la de mi novio Ash, me quedé sin palabras un segundo y se la chupé como una campeona, era una cosa tan dura, pero de piel tan suave, pero lo que más me ponía eran los jadeos de Finn que me preguntaba que le hacía, naturalmente no le dije nada, es de mala educación hablar con la boca llena.

ambas se rieron ante el comentario.

-tardó mucho en darme su leche, mmmmm era tan dulce, tan juvenil, no deje ni una gota, no se por qué lo pensé, pero pensé que el podría ser mi primera vez.

-¿no era con...? - preguntó Chicle.

-no, a él solo se la chupé, mi primera vez me la reservaba para Simón, pero.... supongo que decidí pasar página.

Marceline dejó de penetrar a Chicle con su lengua, retiró su cara, pero la larga lengua de la Vampira todavía salía hasta que cuando su cara se encontró con la de la dulce princesa, su lengua abandonó definitivamente el dulce agujerito real.

-le miré a los ojos y le pregunté si quería ser un héroe, claro que me dijo que si, de modo que le enseñé su primera lección, como tratar a las princesas rescatadas, que debía mirarlas con valor y determinación a los ojos, cielos, como me miraba, seguro que ensayó esa mirada en el espejo, me quedé cautivada, le dije que acariciara mis mejillas y después... le besé.

-¿le besaste? - preguntó Chicle.

-Así - dijo Marceline antes de besar a la princesa.

el beso fue largo, lleno de pasión, la lengua de la vampira recorría el interior de la boca de la dulce princesa, sus dientes, su paladar, sus amígdalas, Chicle también metió su lengua, mientras acariciaba los cabellos de la vampira, que se había rapado una parte para compensar la pérdida de su camisa favorita.

si Marceline supiera donde tiene la princesa esos cabellos.

-tuve que besarle varias veces, la primera quedó como ido, la segunda también, la tercera, empezaba a mover su lengua, tímidamente, la cuártame lo hizo bien, pero la quinta mmmmmmmmm vi las estrellas, que pasión ponía al beso, después de ello, me tumbé en la cama y le dije que me desnudara.

-¿lo hizo? -preguntó Chicle excitada.

Marcelina soltó una risa.

-no veas como temblaba, yo le decía que un héroe no debería temblar, al principio me quitó bien las botas, pero los pantalones, empezó a temblar, le costaba desabrochármelos e hiperventilaba, pero cuando le hice bajarme las bragas - Marcelina se carcajeó - te juro que casi se desmayaba, pero le hice ponerse en pie, le hice mirar mi almeja, me la abrí delante de él, aunque sentía más vergüenza que él, le dije que un autentico héroe prepara a las princesas, le hice lamer mi concha.

la Vampira cogió la mano de Chicle y la puso en su húmeda cavidad, al mismo tiempo que la blanca mano de Marcelina acariciaba la rosada vulva de la princesa.

-mmmmm al principio era torpe, pero era un magnifico alumno, superó mis expectativas, no veas como su lengua recorría mi interior, pero ahora tenía que saber como tratar los dones de las princesas, me quité el sujetador y le enseñé mis pechos.

Marceline dirigió sus pechos a la princesa Chicle, ella supo qué hacer, los lamió, los tocó.

-aaaammm aaaaahhhh así, así princesa, como lo hizo Finn, mmmmmm cielos, aprendía a ser un hombre por momentos, nos miramos a los ojos y le dije que me penetrara.

la rosada amante se tumbó, abrió sus piernas mientras que la vampira se colocaba un arnés con un pene de silicona.

Marcelina se acercó poco a poco y acarició con su pene de goma el clítoris de Chicle, pero luego, hundió el falo de golpe.

-auch que brusca - se quejó Chicle.

-fue así princesa, me la metió de golpe, sentí dolor, Finn intentó retirarse pero, le aprisioné con mis piernas.

Marcelina bombeaba a Chicle mientras su lengua lamia los pezones de la princesa.

-al principio fue delicado, le dije donde agarrar o tocar, parecía hipnotizado por el baile de mis tetas, le invité a comérmelas mientras me hacia mujer, sus movimientos eran más fuertes, más masculinos, como los que hago yo, sentí dolor y placer al mismo tiempo, el cayó sobre mí, sobre mis tetas, le abracé amorosamente, le dije te quiero, no con falsedad, sino como lo hago contigo.

Marcelina acercó su cara a la orgásmica princesa chicle mientras le decía.

-con amor.

la rosada amante tembló en un incontrolable orgasmo y cayó agotada, ambas unidas por el arnés y un cálido abrazo.

-terminó dentro de mí, agotado, sudando, le abracé amorosamente mientras aún le tenía dentro, pero él salió y fue a por algo del tesoro, yo aun estaba un poco cansada para levantarme, pero el trajo un anillo.

-¿te pidió matrimonio? - preguntó Chicle sorprendida.

-si, un pedrusco del tamaño de un ojo, me lo ofreció con la rodilla hincada y todo, me dijo que me había deshonrado y que se sentía obligado a casarme conmigo - dijo Marcelina.

-jijiji típico de el ¿le dijiste no? ¿como reaccionó? - preguntó Chicle

-le hipnoticé para que olvidara ese asuntó no recuerda nada.

-vaya, que lastima, voy por un poco de...

Chicle tropezó con el bolso de Marceline, descubriendo un montón de anillos.

Chicle miró inquisitivamente a Marceline.

Marceline no sabía dónde meterse.

-Marci ¿cuantas veces "desvirgaste" a Finn?