Más caliente que la playa
Cuando las ganas se juntan con el hambre, salen unos banquetes que pocos se resisten a probar, sobre todo cuando se trata de dos ricos bizcochos que escurren miel y están ansiosas de que se los prueben y los disfruten
Durante un viaje que realicé a Puerto Vallarta, en Jalisco, México, conocí a una “gringuita”, norteamericana, de nombre Mary que tenía 18 años, estatura media, ojos azules, blanca de piel y muy hermosa de rostro y que muy bien podía hacerla de modelo, ya que también tiene un cuerpo escultural, sus senos son grandes, pero no exagerados, muy firmes y unas piernas bien torneadas que rematan con un trasero de ensueño.
En esa ocasión la invité a la Ciudad de México para que se quedara algunas semanas en mi casa, ella me dijo que sí, que le agradaba la idea y que tenía planeado hacer un viaje a Costa Rica, el siguiente año y que después me hablaría para saber si lo haría o no.
Pasó el tiempo, yo regresé a la capital, soy de la Ciudad de México, pasaron los meses y casi al año de haberla conocido, recibí una llamada telefónica de Mary diciéndome que estaría de vacaciones en Costa Rica, que, si todavía estaba en pie la invitación, por lo que yo le dije que sí, pero ella me mencionó que le gustaría conocer Cancún, por lo que a mí rápidamente se me iluminó el cerebro y pensé en unos primos que viven solos en Cancún y que no habría problema en que ellos nos recibieran en su departamento.
Por lo que después de hablar con mis primos, son dos, el hermano se llama Javier y su hermana Sonia, aceptaron.
Yo llegué a Cancún, un día antes que Mary, ya que ella estaba en Guatemala. No sé si fue golpe de suerte y coincidencia, pero mi primo ese mismo día regresó a la Ciudad de México, por lo que no llegó a conocer a la francesa, y en
mi mente se cruzó la idea de coger con ambas, ya que mi prima Sonia también está muy buenota.
Ella es todo lo contrario de Mary, morena de pelo negro, pero muy bonita de cara, cintura de avispa y unos senos más grandes que los de Mary, y yo desde siempre he tenido ganas de acostarme con ella, pero nunca se me había hecho.
Sonia tenía en esa ocasión 28 años y no tenía novio por lo que había buen augurio para estos días.
Cuando le presenté a Sonia a mi amiga, recuerdo que mi prima se le quedó viendo de una manera que casi la desvestía y según Sonia lo hacía discretamente, pero yo me di cuenta.
Ese día nos fuimos los tres a la playa, Sonia tenía vacaciones en su trabajo, y al yo verlas a las dos en bikini, se me cortó la respiración.
A Sonia ya la había visto en traje de baño antes, pero aun así me excitaba y Mary no se diga, su cuerpo era el de una diosa, todo aquel que pasaba se quedaba viendo como mensos a las dos.
Después de nadar, nos recostamos y Mary, se acostó boca abajo y se desabrochó su top, pero no dejó ver nada, pero la pura escena me dejó a 1000, y Sonia se quedó dormida boca arriba dejando admirar sus grandes senos como se desparramaban hacia los lados, en eso Mary me pidió que le pusiera crema solar sobre su espalda y piernas, yo ni tardo ni perezoso le apliqué lentamente la crema, cuando llegué a sus piernas maliciosamente dejé caer unas gotas en sus nalgas para así tener la oportunidad de tocarle su trasero y cuando lo hice ella no dijo nada y parece que le gustó, pero a mí se me paró el pene y creo que Mary se dio cuenta, pero no le molestó.
Esa noche nos dispusimos a ir a recorrer los antros de ese hermoso y paradisiaco lugar, por lo que el primero en bañarse fui yo y una vez que terminé salí y Mary estaba sola y me dijo que Sonia había salido a comprar unas cosas, por lo que ella entró a bañarse y yo a vestirme, pero resulta que la puerta de baño tiene una pequeña ventana donde se podía ver perfectamente hacia adentro con solo subirse a una silla, por lo que aprovechando que no estaba mi prima tomé una silla y de lo más silencioso subí hasta que empecé a oír que se estaba bañando, al asomarme mi visión fue de lo más hermoso:
Mary estaba en toda su majestuosidad, desnuda bañándose y su piel notaba claramente la marca del calzón del bikini ya que era totalmente blanca su piel en esa zona y bronceada el resto, por lo que me hizo pensar que ella tomaba baños de sol totalmente sin top en las playas de Centroamérica.
Yo no me aguanté y me saqué el pene y me empecé a masturbar, cuidándome que no llegara Sonia y no me viera Mary, cuando llegué al clímax di unos disparos descomunales que se habían regado por todo el piso y es que toda la carga que se había acumulado era bastante, después limpié el piso, llegó mi prima y nos fuimos.
Esa noche nos divertimos de lo lindo a pesar que uno que otro perro se acercó para invitar a bailar a mi prima o a Mary, ellas siempre dijeron "No gracias", por lo que a las dos las tenía para mí.
Esa noche mi prima y mi amiga durmieron juntas y yo en la cama de mi primo. A la mañana siguiente mi prima sugirió que fuéramos a Isla Mujeres a un parque natural llamado El Garrafón, creo que así se llama, esta al sur de la isla, y así lo hicimos, la playa estaba un poco congestionada de gente por lo que mi prima sugirió que dejáramos nuestras cosas en los casilleros del lugar y nos fuéramos nadando a un lugar que ella conocía y que no habría gente.
Efectivamente, después de nadar por espacio de veinte minutos, llegamos a un lugar que estaba lleno de rocas, pero que a su vez estas rocas formaban pequeñas cavernas que parecían playitas privadas y que ninguna persona nos molestaría.
Escogimos una que nos quedaba perfectamente a los tres y después de la nadada mi prima y mi amiga se echaron a tomar el sol, yo por mi parte le dije que iría a dar un paseo por las rocas y así lo hice.
Apenas habían pasado cinco minutos que las había dejado, para así poder llegar nuevamente al lugar, pero a escondidas y así poder volver a ver a las dos tiradas en la arena y masturbarme.
El lugar era perfecto, no se veía otra alma alrededor... Me acerqué por las rocas para llegar por atrás y asomarme por una abertura que había entre las rocas y cuál fue mi sorpresa, Sonia y Mary estaban totalmente desnudas besándose bien cachondamente y alcanzaba a oír lo que se decían:
—Sonia, lo que me hiciste en la noche me gustó —decía Mary.
—Y tú chupaste bien rico mis senos cabrona —contestaba Sonia.
—Quiero hacer el amor contigo ya —le propuso Mary.
—Yo también, ya no me aguanto las ganas, pinche gringuita, que estás rebuena —le dijo Sonia.
Ahí supe el por qué durante la mañana al despertarme escuchaba quejiditos en la recámara de Sonia, pero muy leves, la verdad no me había percatado que las dos se estaban lamiendo, quizá fue por lo dormido que aún seguía.
Total, que después las dos hicieron un 69, la vista era maravillosa, mi prima estaba boca arriba y encima la francesita por lo que me quedó prácticamente enfrente la cara de Sonia y el culote de Mary, yo me acomodé en la sombra porque el sol me quemaba, y a la cueva no les daba el sol a las dos.
Yo me saqué la verga y me empecé a masturbar admirando el espectáculo que me ofrecían aquel par de cabronas que se estaban gozando sin mí, veía como mi prima le metía la lengua por el clítoris a Mary, cuando de repente mi prima le metió el dedo por el ano y la francesa dio un grito que se habrá oído hasta Cancún, en eso mi prima dice:
—¿Y si mi primo viene?
—Que venga —dijo Mary— era parte del plan.
Por lo que entendí que los tres vinimos a este lugar únicamente a culear, no me aguanté más y me quité el traje de baño y esperé el mejor momento para hacer acto de presencia, en eso Sonia se puso en cuatro patas y Mary se puso atrás de ella para chuparle las nalgas, por lo que aproveché el momento para entrar sin ser visto y cuando estuve detrás de Mary, estiré los brazos y pasé mis manos sobre sus enormes senos que estaban bien duros y mojados, debido al sudor que ambas tenían, Mary volteó a verme con una sonrisa y me dijo:
—Te estábamos esperando.
Besé a mi amiga con gran cachondeo, mis manos se ocuparon de sus senos que tanto quise agarrar, en eso sentí como Sonia se apoderó de mi pene, se lo empezó a tragar llegando mi glande hasta el interior de su cuello, en eso las dos me tumbaron en la arena.
Sonia no dejaba de chuparme la verga y Mary se montó en mi cara dejándome chupar todo su sexo de vellos rubios, podía ver sus senos como los movía y ella misma se los acariciaba, en eso mi prima dejó de chuparme, se levantó y se fue a encontrar a Mary de frente y la empezó a besar, mi vista fue mucho mejor, ahora veía como los senos de ambas se apretaban y como chocaban, por efecto de la dureza y el sudor de estos, se tambaleaban hacia los lados y ahora tenía el sexo de mi prima, una verdadera selva negra con un gran orificio invitándome a que lo penetrara, pero la francesa no me dejaba y yo succionaba todos sus jugos lo más que podía. Mary se levantó un poco y se fue hacia atrás y ahora ella era la que me empezaba a dar una super mamada.
Sería difícil decirles quién de las dos era la mejor. Sonia se montó sobre mi cara
para chuparle todo lo que pude, mis manos sobaban las nalgas de mi prima y las abría para ver su coño y era de lo más excitante. En eso decían:
—Pinche primo, sí que sabes chupar cabrón, me estás haciendo sentir bien sabroso cabrón… aaaaahhhhh.
—Yes, yes, yes está muy buena tu verga, la chuparé hasta cansarme
En eso sentí que ya me venía por lo que mis movimientos los entendieron las dos y mi prima rápidamente se puso al parejo que Mary y abrieron sus bocas,
sacaron sus lenguas y las juntaron cuando de pronto me di una corrida que llené sus lenguas con mi leche y los demás disparos cayeron en todo el rostro de las dos, y a Sonia se le cerró un ojo debido a que un hilo de mi semen cruzó su ojo.
Después se levantaron y vi como mi leche les escurría por sus senos y en eso se besaron las dos para intercambiar y tragarse juntas mi crema. Al terminar se voltearon y me dijeron:
—No creas que ya terminamos, esto es solo el comienzo
Y así fue...