Mas allá del tiempo

miguel un atractivo joven, una época marcada, un medallon, un viaje que lo cambiaría todo para dos personas,y un amor que supera las barreras del tiempo....

Más allá del tiempo

Dentro de ti tu edad creciendo, dentro de mí mi edad andando. El tiempo es decidido, no suena su campana, se acrecienta, camina, por dentro de nosotros, aparece como un agua profunda en la mirada y junto a las castañas quemadas de tus ojos una brizna, la huella de un minúsculo rio, una estrellita seca ascendiendo a tu boca. Sube el tiempo sus hilos a tu pelo, pero en mi corazón como una madreselva es tu fragancia, viviente como el fuego. Es bello como lo que vivimos envejecer viviendo. Cada dia fue piedra transparente, cada noche para nosotros fue una rosa negra, y este surco en tu rostro o en el mío son piedra o flor, recuerdo de un relámpago. Mis ojos se han gastado en tu hermosura, pero tú eres mis ojos. Yo fatigué tal vez bajo mis besos tu pecho duplicado, pero todos han visto en mi alegría tu resplandor secreto. Amor, qué importa que el tiempo, el mismo que elevó como dos llamas o espigas paralelas mi cuerpo y tu dulzura, mañana los mantenga o los desgrane y con sus mismos dedos invisibles borre la identidad que nos separa dándonos la victoria de un solo ser final bajo la tierra. (no es mio el poema)

Miguel no vivo una adolescencia normal, ya que su vida estuvo sumergida desde pequeño en la constante preocupación de perder a su padre, hecho que trágicamente sucedería años más tarde, desde la muerte de su padre se volvió un chico independiente, maduro, seguro con sus decisiones, en apariencia, por dentro seguía siendo un niño el cual se ha visto obligado a crecer muy rápido para hacerse cargo de su familia. Igual que su personalidad su cuerpo parecía mayor de lo que su edad dictaminaba, sus ojos azules oscuros penetrantes, su expresiones faciales duras quizás marcadas con los hechos que le toco vivir

El medallón olvidado

Todo surgió en una tarde de aburrimiento, extasiado por el tremendo calor que se generaba por aquel entonces en julio 1939, miguel no sabía cómo refrescarse, estaba ardiendo, era un calor húmedo que se te pegaba a la piel y hacia que sudases a mares, el chico se estaba empezando a marear, pero al contemplar la botella de agua que tenía en la mano se le ocurrió una idea, "porque no ir al lago que estaba a 20 minutos de allí a refrescarse".

Era un lago secreto que encontró indagando en su juventud en los bosques cercanos, el bosque era su única forma de liberación, y un día que como si del cuento del Alicia se tratase Miguel por aquel entonces un niño persiguió a un conejo blanco como la nieve hasta la madriguera del conejo, pero esa madriguera era peculiar ya que tenía el tamaño por el cual un oso podría caber, Miguel por aquel entonces ingenuo de sí y despreocupado de los peligros que puede entrañar una cueva, le persiguió hasta lo más hondo, cayendo hasta un gran lago subterráneo. Desde aquel día ese era su lugar secreto donde se podría resguarda del mundo exterior.

Corriendo se vistió como pudo, se despidió de su madre y le dijo que volvería antes de la cena, saliendo en el pueblo se adentro en la espesura del bosque, corría a través de los arboles que le brindaban sombra lo cual sumado a la carrera era como si una ráfaga de viento le recorriera y eso menguaba su calor, tardo como unos 20 minutos en llegar.

Despojándose de cualquier ropa que llevaba se metió al interior de la cueva y se zambullo en el agua, ya por fin refrescado y aliviado se dedico a jugar en el agua como un chiquillo buscado piedras con formas curiosas en el fondo, nadando de aquí para allá, hasta que un brillo extraño procedente del fondo le llamo la curiosidad….

Hasta aquí la primera parte mañana cuelgo la segunda. Espero que les guste y comenten!

El medallón olvidado [parte 2]

Aquella cosa extraña relucía con un brillo bizarro como si tuviera vida e inteligencia, usaba aquel brillo para atraer a la gente, como los cuervos que son atraídos por las cosas brillantes el muchacho se zambullo en el agua y siguió la estela de luz hasta lo más profundo del lago.

Tomo aquel objeto en sus manos y se apresuro a salir a la superficie para ver que hallazgo había realizado. Una vez en la superficie el brillo le cegó por un momento para acto seguido volver a la normalidad, era un medallón, parecía muy antiguo como si los mayas lo hubiera hecho y un soldado español en busca del oro lo hubiera tomado furtivamente prestado, parecía oro pero no lo era, los dibujos que habían tallados allí, demostraban que pertenecían a una cultura primigenia que adoraba a algunas deidades.

El chico quedo fascinado ante tal hermosura, y decidió guardarlo como un tesoro para él. Miguel una vez reconfortado del calor que le poseía y alegre por el descubrimiento que había hecho salió del agua y puso rumbo a fuera de la cueva para recoger sus ropas y vestirse pero….

Unos 70 años más tarde

Ángel se desperezaba en la cama, los primeros rayos del sol le había despertado colándose por la rendijas de la persiana de su apartamento en el centro de Madrid, las 6:00 y el reloj de la mesilla se ponía en marcha con la canción de "bailar pegados" de Sergio Dalma, era un especial en el que recordaban grandes canciones de ayer. Como era costumbre en él, se levantaba a las 6:00 de la mañana para ir hacer un poco de deporte y despejar su mente, casi ya el despertador no hacía falta se había acostumbrado a la hora de despertar y unos minutos antes de las 6:00 el mismo despertaba de su letargo.

Se levanto de la cama cogió una camiseta de tirantes que deja ver su cuerpo bien formado sin llegar a ser un musculoso, con 28 años aun en la flor de la vida no podía permitirse que le saliera algún Michelin, y se enfundo en sus pantalones de deporte ajustados que dejaban ver de todo para las mentes de los mas depravados, cogió su ipod puso su música favorita y salió por la puerta del departamento.

Como era ya costumbre daba un par de vueltas hasta llegar al parque del retiro donde se pasaba recorriéndolo hasta que daban las 6:45 que era cuando disponía el regreso a su apartamento. Una vez allí se duchaba y se vestía para asistir al trabajo en el cual había recién empezado, el era médico residente su primer año, sus notas en la facultad era bastante buenas, con lo cual no tubo casi problemas en encontrar trabajo.

Todos consideraban que su aspecto era más bien de una persona de 30 y pico años, pero no para mal, si no porque tenía una cara madura, con rasgos muy marcados, una barba incipiente que le daba un aire muy atractivo, era moreno, sus ojos verde aceituna, mas de una paciente había caído abrumada al ver le pasar por los pasillos.

Como era costumbre se dirigió hacia a su automóvil pero se le olvidaron las llaves arriba en el apartamento. Subió a toda prisa agarro las llaves y volvió a bajar, se aproximo de nuevo al coche pero dentro le aguardaba una sorpresa un tanto peculiar