Mas alla del atlas - 4

Joven industrial secuestrado en Marruecos

MÁS ALLA DEL ATLAS – 4

Al entrar en aquel salón encontré a una mujer, cuyo rostro no me era desconocido, se acerco a mí y me dijo:

-          Fatine, me alegro de que estés en mi casa, espero que seamos muy buenas amigas, mañana traerán las ropas que te he comprado, serán para recibir y atender a los clientes son Takchitas, Caftanes, Jabadors y chilabas, además de ropa occidental para ir por la calle, las otras ropas son para atender a los clientes y estar en los salones de tu trabajo. Yo he sido la mejor bailarina de marruecos, pero ahora a causa de una lesión no puedo bailar, he buscado por todas partes una mujer que me sustituya y por fin la encontré en ti, aquel día que fuiste con unos amigos, he tenido que transformarte ya que los hombres no bailan como lo hacen las mujeres, te he convertido en mi sustituta y desde ahora eres una mujer, no te esfuerzas en negarlo.

Entonces recordé a aquella mujer que vi en el club el día que me secuestraron, era ella, sus ojos me habían llamado plenamente la atención.

Ella me seguía hablando, y en mi mente entraban las palabras que me decían lo que era, me estaba convenciendo, haciéndome un lavado de cerebro y borrando de mi mente todo mi pasado, estuvimos hablando toda la tarde, cuando termino de hablarme me hizo solamente tres preguntas.

-          Fatine, ¿Qué quieres ser en la vida?

-          Una bailarina como lo fuiste tú.

-          ¿para ello que darás a cambio?

-          Todo mi cuerpo, seré la mujer más deseada de Marruecos

-          ¿Estás dispuesta a servir a los hombres y a todas  aquellas personas que te pidan lo que hasta ahora has guardado con recato?

-          Si, son una sierva tuya, haré lo que me mandes, y obedeceré a todas aquellas personas que me den una orden, sea cual sea, mi voluntad es la tuya.

-          Muy bien Fatine, eres mi amiga y por ello te voy a premiar, esta noche te llevare al sitio donde trabajaras, te presentare a tus compañeras, así aprenderás cuál es tu misión.

Al salir del salón en el último momento me dijo,

-          Ponte una Takchita, bien escotada, quiero que se vea que eres una mujer hermosa.

-          No te preocupes, los hombres se volverán bizcos al verme, seguro que no vieron unas tetas como estas desde hace mucho tiempo.

Cuando llegamos al club donde trabajaría, todo el personal, saludaba a mi ama, nos sentamos en un apartado donde podíamos ver todo el espectáculo, una tras otra, salían las chicas a bailar diferentes danzas, me indico que me fijase bien en los movimientos de caderas, manos y vientre, que eran las principales zonas donde se fijaban los hombres, una vez terminadas las danzas, las chicas se sentaban con los clientes alternando con ellos incitándoles a beber, algunas después de un rato se levantaban llevándose a los clientes a diferentes apartados, donde se exhibían más detenidamente ante ellos, terminando en algunos casos con una felación y en otros con penetraciones, tanto vaginales como anales, tenía que trabajar en un puticlub como una prostituta cualquiera.

Cuando salimos del local y regresamos a la casa, me pregunto.

-          Que te pareció el local, Fatine?

-          Esta muy bien y tiene mucho ambiente, las chicas debes sacarse un buen sobresueldo con las sesiones privadas?

-          Sí, pero el 50% de las sesiones son para mí, ellas son mis empleadas.

-          Ahora quiero enseñarte una cosa, que pocas han disfrutado de ella.

Me llevo a sus habitaciones, y me mando desnudarme, una vez desnuda, ella se desnudo, y pude comprobar que no era una mujer 100%, era un transexual, se acerco a mí, y me dio un beso en la boca, luego me mando agacharme y hacerle una felación, tenía un pene que en plena erección mediría unos 22 cm, casi no me cavia en la boca, me agarraba la cabeza y la movía con movimientos hacia ella para que no dejase de mamar aquella enorme polla hasta que se corrió dentro de mi boca, luego, me empujo sobre la cama y poniéndome a cuatro patas, me la metió por mi nueva vagina, di un grito de dolor, me había desvirgado, agarrándome por las caderas empujaba su pene dentro de mi vagina, al principio sentí dolor, pero este fue desapareciendo al tiempo que aparecía el placer de ser poseída, mis tetas se movían como badajos de campanas, nuevamente se corrió dentro de mi vagina. Al mismo tiempo me decía.

-          Fatine, tu serás mi amante, todos los días yacerás con tu ama, aparte de haber yacido con clientes, desde el primer día que te vi, me enamore de ti y me propuse que serias mía, hoy solo te he poseído por la boca y por la vagina, otros días será por los tres sitios y te aseguro que serás tu la que me pidas ser poseída.

-          Lo que mi ama desee, siempre estaré dispuesta a satisfacer los deseos de m i ama.

A partir de aquel día, las clases de danza se incrementaron, todos los días ensayaba 4 horas por la mañana y cuatro por la tarde, terminaba el día agotada, por la noche los días que no acompañaba a mi ama al puticlub, aprovechaba para descansar, pero al regreso de ella, en lugar de acostarse en su habitación iba a la mía y se costaba en mi cama, me despertaba y me follaba por las tres partes, eso provocaba en mi una afición que se fue acentuando de tal manera que llegue a pedirle que me follase por la mañana y por la noche, me volví una adicta al sexo. Hasta tal punto que necesitaba diariamente una polla bien en mi culo o en mi coño.

Fue entonces cuando ya me presento en el puticlub como la primera bailarina, la primera vez que salía, estaba muy nerviosa, pero afortunadamente tuve éxito, no faltaba una noche en que alguien me reclamase para algún apartado, mi vestuario para las actuaciones era lo indispensable, unas braguitas, con unos cinturones de monedas, un sujetador que muchas veces al moverme hacia que mis pechos se escapasen quedando al aire y los velos sensuales con los que invitaba a los hombres a mi sexo. En los apartados, me los cepillaba en cualquier postura, el perrito pero la que preferían era que yo me sentase sobre ellos penetrándome de frente, de esa manera mis pechos quedaban a la altura de sus bocas aprovechando para que me los mamasen y estrujasen. Llegue a ser la principal atracción de la ciudad, no había grupo de turistas que n o pasasen para verme, y el que más o menos si no me metían mano me metían otra cosa que me gustaba más.

Un día tras mi actuación, me llamaron a un reservado, en el había un señor un poco mayor, estuvimos hablando largo tiempo, ala vez que me metía mano, me dijo que era viudo, y que necesitaba una mujer como yo para que lo cuidase, le indique que no podía, que pertenecía al club y si quería que hablase con la dueña, me dijo que si que quería hablar con la dueña.

La llame y estuvieron hablando toda la noche, al día siguiente, me dijo.

-          Fatine, te he vendido al señor de anoche, tenemos que hacer los papeles para que te marches con él, te casaras ya le dije que no puedes tener hijos pues de pequeña tuviste una infección en los ovarios y se te extirparon, para que entres en su país, te hará un contrato de trabajo, todo legal. En dos días te marcharas con él.

-          Pero ama, el es un hombre mayor y no podrá darme placer como me lo das tu, yo quiero todos los días.

-          Tienes que obedecer, y hacerle disfrutar.

-          Lo que ordene ama.

A los pocos días estaba cogiendo un avión con aquel señor que me llevo a su país, todos los días le hacía disfrutar, no como mi antigua ama, el solo podía por las noches y no todos los días, el resto de los días, yo me ocupaba de la casa y demás labores domesticas, me case con él. Un día descubrí en un cajón unas fotografías de su difunta esposa y de su hijo que habían muerto los dos. Su difunta esposa, era mi madre, y su difunto hijo era yo y el era mi padre. Me había casado con mi padre sin saberlo ambos. Los últimos años de su vida se que lo hice feliz ya que disfrutaba de nuestras relaciones. Hoy vivo con comodidad, tengo amigos marroquíes que me vienen a visitar a mi casa y con los cuales me acuesto, soy una adicta al sexo.