Más allá de los cuerpos
Un latido, un suspiro; y, hasta una simple mirada o una mueca, un gemido, un gesto de placer o un grito de lujuria.
Más allá de los cuerpos
Un latido, un suspiro; y, hasta una simple mirada o una mueca, un gemido, un gesto de placer o un grito de lujuria. La sintonía se ajustaba perfectamente a al balance de los humores animales que por ellos corrían.
Un camino recorrido desde la hermosa pantorrilla definida hasta los más perfectos pezones que él había visto en su vida dos sentimientos unificados en un solo acto de entrega total, de entrega hacia el otro, de poder dar y al mismo tiempo recibir, sin mitigar las vibraciones que el ambiente de ese cuarto presentaba.
Ya desnudos, totalmente, envueltos entre capullos de algodón entrelazados, suavemente, combinaban sus palmas con sus cuerpos, sus labios con sus lenguas, y sus besos con el tiempo tiempo, brutal tiempo que corre y no se detiene
Un enigma los invade, los cohíbe y los alienta, los oprime y los libera; qué es eso que les ha de esperar entre tantas palomas liberadas al azar de los juegos encaminados entre los dedos de los cuerpos que se entregan al placer de las luces ocultas en sus interiores.
Un romance los obliga, los latidos los definen, al fin de cuentas han podido sofocar la cruel agonía de correr cada uno por su cuenta y han entregado en este instante toda su esencia.
Manteniendo la respiración, y sin obligar a la excitación, sus cuerpos unidos perfectamente se encuentran, sin más tapujos, sin más regresos y sin vueltas que darle
Se deslizan lentamente por las finas sábanas del colchón, aumentando la tensión, provocando que la electricidad de sus anhelos se concentre en algo más que el placer que han de experimentar sino, que pueda explayar en su imaginación, que esto no es sólo un encuentro y que va más allá de los cuerpos el amar, se encuentra en cada momento que comparten en un sorbo de café cada mañana desde hace tantos amaneceres como el sol mismo puede contar
Y quedan inmóviles, refrescando sus labios con las sutiles plegarias de los besos de su amante, en silencio, se acallan los latidos y se frena paulatinamente la ansiedad del momento, para dar paso al siguiente encuentro, sabiendo, que esto ya no es cuestión de tiempos, y que va más allá de los cuerpos, pues esto es puramente AMOR.
Gracias a todos los que han venido brindándome su apoyo, tanto moral como afectivo, y alentándome a continuar con el enorme esfuerzo de poder escupir sobre el teclado algunas cruentas palabras. Le dedico este relato especialmente a una personita que me ha alcanzado el corazón con sus comentarios, o sea a "barbiesuperstarr", gracias por el aliento.
Como siempre, cualquier comentario o sugerencia, me lo pueden decir gracias nuevamente, Zeday!