Martina

Una chica va a Londres a vivir con un amigo de su padre, tiene un pequeño problema, a veces moja la cama, pero aquello desencadena una pasión...

Cuando mi amigo Jorge me pidio el favor lo primero que pensé al aceptarlo era  que como siempre me habia complicado yo solito la vida por no saber decirle que  no. Ahora tendria que alterar mi vida de solteron, sin dar cuentas a nadie de  mis actos mas que a mi mismo y sin preocuparme de nadie mas que de mi persona  para ocuparme de su hija, que por lo que el contaba debia necesitar de  demasiadas atenciones y cuidados. Por eso no podia mandarla a una residencia,  porque entre otras cosas por lo visto aun se hacia pis en la cama, ¡a sus 22  años!. Y no me extrañaba nada, hija unica, mimada y caprichosa, ¡vaya alhaja  para llevarme a Londres durante tres meses! Y encima cuidar de ella y hacerme  responsable.

Cuando llegaron al aeropuerto me sorprendi al verla, me esperaba una chica  menuda e infantil y me encontre con una mujer esbelta y con un hermoso cuerpo de  mujer adulta y sensual, una melenita corta morena y unos ojos almendrados de  mirada dulce. Pero en su forma de vestir si que habia una extraña confusion de  detalles infantiles en una ropa sexy que la sentaba de maravilla. Pasamos la hora de espera a la salida del vuelo charlando y pude notar que sus  padres la trataban como a una niña indefensa, revisando todo lo que hacia y sin  parar de hacerla todo tipo de advertencias. Cuando nos despedimos su madre la beso mil veces, yo estaba un poco retirado  pero llegué a oir lo que la dijo con sigilo

-¿Has ido al baño?

-¡Mama...! ¡que si pesada!

-Ten cuidado con eso Martina..., ya sabes..., y por la noche pontelo..

Vi que la chica se ponia violenta con aquellas sigilosas advertencias

-que si mama...

Durante el viaje estuvimos charlando animadamente y me sorprendi de lo facil que  poco a poco se iba haciendo la conversacion entre nosotros a pesar de la  diferencia de edad. Realmente, despues de todo, quiza no fuera tan mala la  temporada que se me avecinaba

Y efectivamente durante los primeros dias pude ya notar su encantadora presencia  por la casa, siempre risueña y con deseos de agradar. Por eso me extraño mas al  verla seria y cabizbaja una mañana, desyauné con ella que casi no tomó nada y  sin la conversacion que yo esperaba se fue rapido a sus clases Cuando salio yo quedé pensativo en que era lo que podia preocupara tanto a  aquella chica que hubiera pasado esa noche, no habia tenido llamadas, ni habia  recibido cartas, cuando se ffuea la cama estaba feliz como siempre.... De pronto  me di cuenta..., me levante y fui a su dormitorio.., todo estaba recogido y su  cama pulcramente hecha, desechaba ya la idea cuando solo como ultima  comprobación meti la mano bajo las sabanas con cuidado, eenseguida note la  humedad..., tiré de las mantas hacia atrás y aparecio una enorme meada en su  sabana. Como tenia aun tiempo, cambie su colchon y puse sabanas limpias y me fui  a trabajar.

Cuando llegue por la tarde ella estaba ya en casa, me contestó al saludo sin  salir de su cuarto y alli permanecio sin salir hasta que yo entre a habalr con  ella

-Hola  Martina... ¿Qué tal el dia?

-Bien...-dijo ella sin mirarame enrojeciendo...

-Venga chica...! ¡que no se hunde el mundo por hacerse uno pis en la cama!

Ella entonces me miró enrojeciendo aun mas...

-Lo siento...- dijo cabizbaja- no se que me ha pasado... ¡que vergüenza!

-No te preocupes mujer...., ya me dijo tu padre... y lo entiendo...

-¿Mi padre?- ahora si que me miró extrañada- ¿Qué te dijo?

-Pues eso..., que siempre habias tenido problemillas de incontinencia y que aun  mojabas la cama a veces..., no te de vergüenza chica..., hay mucha gente que le  pasa eso..

-Pero si hacia mucho que no me pasaba ya..., ¡me da mucha rabia.. Carlos!

Precisamente ahora! Te he estropeado el colchon y todo...

-No te preocupes por eso niña..., pero mira..., yo creo que vamos a comprar un  hule..., asi...., asi dormiras mas tranquila.. ¿de acuerdo?

Martina dudo durante unos instatntes, pero despues dijo

-No hace falta que lo compres...., ya tengo yo uno...., no te preocupes..., lo  pondre esta noche...

Yo la notaba tan abatida que quise animarla un poco...

-¡Venga Martina..! ¡Si eres la chica mas guapa y mas encantadora del mundo! ¿Vas  a sentirte mal por esa bobada?

-Es que no se lo que pensaras ahora de mi..., haciendomelo a mi edad...

-Pues sigo pensando que eres un encanto de niña... y que no quiero que te sientas mal por eso..., me gustaria que pensaras que estas en casa..., que  confiaras en mi como si fuera tu padre... ¿lo haras? Si no me enfadaré...

Ella me miró ahora ya sonriente

-De acuerdo papi...

Bruscamente, el humor de Martina parecio cambiar, durante la cena estuvo jovial,  casi euforica. No volvimos a hablar del tema pero se notaba que se le habia  quitado un peso de encima..

Unos dias mas tarde, me desperté en mitad de la noche con el ruido de una  puerta, oi los pasos de Martina por el pasillo y enseguida la oi como lamentarse  malhumorada.. Me levanté y me dirigí hacia su cuarto que estaba abierto, ella me  miró al entrar con aire de desolación..

-Me he hecho pis...

La pobre estaba delante de la cama, su camisón azul estaba empapado desde mas  arriba de la cintura y se pegaba a su piel dejando transparentar sus hermosas  formas de mujer, sus muslos y sus braguitas, detrás de ella su cama estaba  abierta y tenia una enorme meada en su sabana. Sin saber muy bien porque, senti  una ola de excitación contemplando aquella escena, estaba en pijama y  tuve  miedo de que ella notara los efectos de mi excitación..

-Tranquila Martina...- dije yo un poco nervioso- no pasa nada mujer...

Me acerque a ella y sin saber muy bien lo que hacia comencé a quitarla el  empapado camisón, para mi sorpresa me vi quitandoselo con la mayor naturalidad  sin que ella se sintiera molesta por aquel ataque a su pudor.., al reves, alzo  sus brazos para que se lo quitara..

-Quitate esto Martina, estas empapada y vas a coger frio...

Cogi la colcha de la cama y se la eche por los hombros, ella se envolvio en la  colcha y yo la bajé las braguitas empapadas

Fui por una toalla y una sabana limpia y al volver ella seguia alli, sin  moverse, parecia concentrada en sus propios pensamientos, pero ya no parecia  estar contriada al menos.. Me dejo que la secara con la toalla y luego me  apresure a cambiar las sabanas. Mire en sus cajones y saque un camison y unas bragas limpias, ella seguia alli en medio, mirandome sin moverse, yo entonces la puse las bragas limpias y retire la colcha para ponerla el camison, quiza fuera  el frio, pero su piel estaba erizada y su pezones me parecieron duros, como los  de una mujer excitada.

Cuando al fin se metió en la cama aun parecida un poco aturdida y pensativa, yo  tambien lo estaba, pero la sonrei lo mejor que pude

-¿Lo ves...?, ya esta todo arreglado..., ahora a dormir tranquila... ¿estas bien?

-Si...- dijo ella devolviendome la sonrisa- eres muy bueno conmigo..., ni  siquiera mi madre me cuida tan bien cuando me hago pis...

-Ah si...?,para que veas..., estas en buenas manos..., asi que tranquila y no  sufras por estas cosillas.., esta aquí alguien mejor que tu mami para  atenderte..

Ella se rió pero enseguida me miro mas seria

-Aunque contigo me da mas vergüenza..., pensaras que soy muy mayor para hacerme  pis ¿verdad?

-Pues yo solo pienso que eres una chica encantadora, asi que duerme tranquila

Ese momento de intimidad pareció hacerla sentirse aun mejor conmigo y en mi casa, estaba siempre risueña y cariñosa, al dia siguiente hasta me dio un beso  de despedida bromeando con que ya era casi como su papa

-Pero si te llaman- me dijo al irse- No les digas que me he hecho pis ¿vale?...

-Si ellos ya saben que te lo haces...

-Si..., pero mme riñen..., me advirtieron mucho que tuviera cuidado y que no me  lo hiciera estando contigo...

-¡Ay cochinilla! O sea que no pones cuidado....

-Si lo pongo.. pero ¿qué quieres que haga? Por mucho cuidado que pongo... al  final siempre me lo hago...

-pues tendré que reñirte yo tambien...

-A lo mejor deberias..., si me tratas tan bien como anoche, quiza me aficione...

Me quede rumiando aquella frase mientras la oia marcharse.. y senti de nuevo  aquella extraña excitación morbosa ¿sería posible que ella hubiera disfrutado  cuando la cambié?

Lo pude comprobar dos dias mas tarde cuando ya con ciertas prisas para salir a  la oficina, entre en su cuarto para despertarla

-Venga holgazana..., arriba...!- dije yo al ver que no se levantaba...

-Es que..., te vas a enfadar...- dijo ella con voz pesarosa- es que... esta  noche...he debido soñar y...

-¿y...?

-¡...que me he hecho pis....!!- dijo con algo de rabia

Aquella frase me dejo por unos instantes desconcertado ¿por qué esa agitacion  interior al saberlo?

-¿te has hecho pis? Bueno cielo..., no te apures, no me voy a enfadar...- me  acerque a su cama-ya se que mi niña moja la cama a veces...

Al levantar la ropa un vaho de humedo calor cargado de olor a pis salió de  debajo de las mantas que yo retiraba, ella estaba en medio de un enorme cerco  mojado, su camison empapado y medio arrugado se pegaba a su piel y marcaba de una forma sensual sus caderas, sus pechos y hasta sus endurecidos pezones y al  tenerlo un poco subido pude ver sus bragas de algodón blanco que estaban  completamente mojadas y dejaban tranparentar su vello pubico y hasta insinuar  los hinchados labios de su sexo, realmente Martina esta vez se habia meado en la  cama como una niña de dos años, estaba empapada, pero tambien me parecio que  estaba muy excitada, en su cara sofocada se reflejaba una turbación que no era  de solo de avergonzamiento aunque ella trataba de que lo pareciera

-Uffff...! ¡como estoy!! ¡que vergüenza! ¡Mira que hacerme pis asi...!

-Venga no te apures..., duchate y ya esta..., deja la ropa en el cesto..., luego  la lavaré...

Note su mirada de sorpresa, se me quedo mirando durante unos segundos

-Hoy no me vas a ayudar?- su mirada era de inocencia a pesar de todo

Sonreí mientras la miraba, ella me sonrió tambien.., esta vez con una dulce malicia mimosa en sus ojos... La desnudé y la duché yo mismo, aquel fue el  primer dia que llegue tarde a la oficina...

Aquella chica estaba transtornandome, estaba claro, pero yo sabia que por muchos  motivos tenia que reprimir mi deseo de ir algo mas lejos con ella que aquella  intimidad tan excitante en la que ambos nos embarcábamos cada vez que ella se hacia pis en la cama..., yo, mientras la desnuba y la duchaba sentia todas las  fibras de mi cuerpo a punto de explotar, mi miembro se ponia tan duro y erecto que era imposible ocultar ese abultado hecho a pesar de mis esfuerzos, ella se  daba cuenta de mi estado, estoy seguro de ello, y yo me daba cuenta del suyo...,  sobre todo cuando pasba la esponja, cada vez de forma menos inocente, por sus  zonas intimas, entonces sentia su cuerpo ahogar a duras penas los  estremecimientos mientras trataba de ocultar el gesto de turbacion de su  sofocado rostro volviendose hacia la embaldosada pared blanca de la ducha.

Aquella tensión sabia que terminaria estallando entre mis manos, aquella chica  era como una bomba de pasion cuyo cuerpo resbalaba bajo mis manos palpitante de  deseo, solo una pequeña chispa podia hacer que nos precipitaramos al vértigo de  nuestra apenas reprimida concupiscencia.

Ocurrió apenas tres semanas despues de llegar a Londres, aunque si me hubieran  preguntado hubiera dicho que hacia ya un siglo que Martina vivia conmigo, tal  era la intensidad de los acontecimientos que habian ocurrido en ese periodo. Oi  entrar a Martina mientras estaba sentado en el salon oyendo musica, espere que  entrara como hacia siempre a saludarme con un beso, ya siempre lo hacia, y a  contarme como le habia ido el dia, pero no entro, esta vez la oi pasar hacia su  cuarto.

Me levante cuando me pareció oir un sollozo, fui a su cuarto y cuando entre la  vi llorando en un rincon

-¡pero Martina! ¿Qué ocurre?

-¡Nada! -dijo ella en tono de enfado, sin dejar de sollozar- ¡que soy una  estupida! ¡no voy a aprender nunca!

-¿Pero que ha pasado?- yo estaba preocupandome ya...

-¡Que me he hecho pis!!- dijo con enfado y comenzo a llorar entre hipidos- En medio... de la ..... calle...- decia entre hipidos- como ... una.... ¡¡tonta!!

Al oirla me tranquilice, me acerque a ella y eche un brazo por su hombro

-¡Vamos chica...! Creia que pasaba algo grave... ¡que susto me has dado!

Ella se volvió y se echó en mis brazos sollozando, yo senti su cuerpo contra el mio, lo sentia estremecido por el llanto, olia el prefume de su pelo y sentia su  calor..., apenas podia reprimir el deseo de apretarlo contra mi...

-Pero... me da... mucha... rabia...- sus hipidos parecia que se iban calmando  poco a poco- ya no soy.... una.. niña...

-Eres una mujercita preciosa.... y adorable

Ella levanto los ojos llenos de lagrimas hacia mi

-¿Tu podrias querer a una mujer que se lo hace como una niña?- la expresion de  su cara era lo mas delicioso que habia visto nunca, sus ojos brillantes y  cargados de lagrimas me miraban muy abiertos y llenos de temerosa ansiedad

-Martina...- mis ojos estaban clavados en los suyos, absorbidos por una  misteriosa fuerza que me impedia ver nada mas, solo aquellas pupilas azules  mirandome intensamente- Yo creo que me moriria si algun dia me dijese una  mujercita como tu que me quiere..

Note un chispazo de alegria en su cara

-¡Carlos... es que yo....!

Sus frase quedo en el aire, senti sus labios sobre los mios en un beso  arrebatado y efusivo

-¡Te quiero Carlos....! ¡te quiero!- no dejaba de decir interrumpiendose con  besos ardorosos y desmañados

-¡Martina..!- yo estaba un poco asustado- espera.., espera un poco...- trate de  separarla- no puede ser Martina...

Ella se quedo mirandome sorprendida

-Tu eres una niña.., ¡podria ser tu padre! Y ademas... la hija de un amigo...

-Ya..., ya veo... que solo eran palabras para consolarme..- dijo dandose la  vuelta y alejandose de mi- para ti no soy mas que una niña.., soy una tonta...,  pensé que te gustaba...

Yo me quede mirandola, la cabeza me daba vueltas en un torbellino infernal, ¡al  diablo!, ¿qué coño se suponia que estaba haciendo?, que normas morales me  sujetaban de alcanzar mi deseo, nuestro deseo..., ese trocito de felicidad que  se presentaba ante mi despues de años y años de desesperanzada espera

-Martina...- mi mano temblaba sobre su hombro- me gustas con locura, me gustas  mas de lo que puedo soportar, si mi deber era evitar esto..., te juro que no  puedo....

Ella se dio la vuelta lentamente y esta vez fuimos los dos el uno hacia el otro  hasta juntarnos en un abrazo sin límites, dejando que nuestros cuerpos se  sintieran, se disfrutaran, en la ansiada y recien estrenada intimidad, busque su  boca y la encontre esperandome, estaba seguro que yo no merecia esto, que estaba  arrebatando ese cielo a alguien o algo, pero aquellos labios al fundirse con los mios me hicieron sentir todo el placer y felicidad que podia darme ese pecado.

Pronto aquel beso encendió nuestra reprimida pasión y nuestros cuerpos  comenzaron a agitarse apretandose el uno al otro, mi mano se puso en su trasero  y la apreté contra mi

-Carlos...- dijo ella susurrando en mi oido- tengo que cambiarme....

¡Demonios! Me di cuenta de que ella estaba mojada y muy a mi pesar tuve que  resignarme a frenar mis impulsos amorosos que estaban ya a galope, supuse que a ella le resultaria violento o molesto hacer el amor en esas condiciones, o quiza  no deberia llegar a eso, solo era una niña.., incluso a lo mejor era virgen  aun...

-Bueno..., entonces tendré que cambiar a mi niña si se ha hecho pis ¿no?

Me miró y cuando vio mi sonrisa cómplice me sonrió tambien

-Si..- volvió a mirarme con intensidad a los ojos- ¿quieres?

-No sabes como lo estoy deseando.....- le di un suave beso en los labios- ven  cariño...

La lleve de la mano al baño, alli me acuclillé delante de de ella y la  desabroché la falda de paño gris que llevaba

-¿qué pasó Martina? ¿No pudiste aguantarte?- dije mirando el enorme cerco oscuro  en sus pantis azules que bajaba entre sus muslos casi hasta las rodillas dejando  surcos hacia abajo

-No...., venia mojandome todo el camino... y al final mira lo que hice...-dijo  mirandose y palpando su meada- me meé enterita..., en mitad de la acera... todos  me miraban Carlos... y yo con las piernas abiertas y sin poder parar...¡que  vergüenza he pasado!

-Pero chica..., podias haberte metido a algun sitio.., un portal o asi...

-Si..., eso hago otras veces que me pasa...., pero hoy no vi portales..., ni me dio tiempo siquiera

-Bueno... olvidalo ya.., aquí no te conoce nadie.. -dije mientras bajaba sus  mojados pantis ante la mirada de ella que no dejaba de examinar su vergonzoso percance- ahora te quito esto, te limpio un poquito, te pongo braguitas limpias

y como si nada hubiese pasado...

-Pero yo quiero ser seductora para ti, ser como tus novias... y mira- dijo  pinzando con sus dedos la meada de sus bragas para mostrarmela- me hago pis como  una niña tonta

-A lo mejor asi es como me seduces....- la mire sonriendo- estas braguitas  mojadas me estan volviendo loco...

Sin poderme reprimir, baje un poco aquellas bragas y la di un beso en su ingle humeda, justo en la deliciosa hendidura entre su vientre y el muslo, note su  estremecimiento e inmediatamente senti su mano en mi nuca, acariciandome,  apretandome contra su vientre. Enfebrecido por un deseo ya incontrolable, deje salir la pasion que habia tratado de reprimir hasta entonces, mi cara se engolfó  en aquel joven y turgente vientre que se me daba, que se me ofrecia, comencé a besar, a absorver, a mordisquear aquellas dulces ingles humedas aun de su pipí, olorosas de un vaho tan excitante que me enloquecia... Martina, con sus manos  sobre mi cabeza, apoyaba su espalda en la pared del baño, contra la que mi  impulso ciego y animal la habia llevado y contra la cual la apretaba, sus muslos  se habian abierto a mi lujuria desatada que ella recibia entre estremecimientos  y jadeos

No se quien me lo dicto, pero yo obedeci la orden y pase mis brazos por detrás  de su muslos empujandola hacia arriba, pronto quedo suspendida en el aire,  apoyada contra la pared, sentada en mis hombros, una pierna a cada lado y su  sexo, hinchado y palpitante, asomando detrás de sus mojadas bragas, que al estar  medio bajadas ya no cumplian su pudico papel de ocultar esas zonas tan intimas.

Como un lobo hambriento me lancé hacia esos sonrosados labios que se abrian  temblorosos ante mi. Martina, inmovilizada por los pantis que se tensaban entre  sus tobillos justo a la altura de mi pecho y que sus zapatos impedian salir,  gemia y se agitaba entre los espasmos de un orgasmo mientras mi lengua recorria  una y otra vez, incansablemente, los contornos de su clitoris palpitante.

¿qué habia en aquella chica? ¿qué tenia Martina para hacerme perder la cabeza de esa forma? Seria quiza esa combinacion de su seductor cuerpo de mujer adulta y  deseable con su comportamiento y actitud casi infantil, una extraña y perversa combinacion que hacian vibrar las cuerdas de mi erotismo como nunca antes lo  habian hecho..., o quiza fuera la fuerza de atraccion sexual que su cuerpo joven y a veces desmañado ejercia en mi, me excitaba tanto esa desvalidez inmadura  como su rebosante e incontenible sensualidad voluptuosa y lasciva, una  combinación de angel de inocencia y diablo provocador... asi era Martina.

Se habia roto ya la debil barrera entre nuestra intimidad morbosa y la  hasta  entonces contenida satisfaccion sexual que ambos habiamos tratado de controlar y  ahora, rota esa barrera, Martina parecia disfrutar de esos juegos como una niña  de sus juguetes, sin maldad y sin moral...

Dos dias solo despues aquello, Martina volvió a hacerse pis en la cama, cuando  la vi mirandome desde la cama, toda tapadita, ya supe lo que habia pasado,  estaba avergonzada, siempre lo estaba cuando se lo hacia y eso no dejaba de  agitar mis turbulencias.... La miré disfrutando del momento..

-¿Qué pasa Martina?

-Carlos... es que...

-Uy Uy Uy....!, me parece que hay por aquí una chica que se ha hecho pis en la  cama.... ¿tu sabes quien es?

Ella sonrió un poco azorada, pero vi en sus ojos que tambien en ella se agitaba  cierta turbulencia, la situación la excitaba tanto como a mi a pesar de su  vergüenza..

-Pues creo que ha sido alguien que quiere ser tu novia... y no es mas que una  meona...- al decirlo se puso muy colorada- creo que no va a aprender nunca,  Carlos...

Estaba ya al lado de su cama y me dejo levantar sus mantas

-Bueno..., pues habra que darla unos azotitos cada vez que se haga pis..., a ver  si aprende... ¿no crees?

-te dejo que me los des..., me los merezco..., mira que cochina soy...

Miraba conmigo su cama empapada y su pijama de algodón cuyo pantalón estaba  empapado y la camiseta por toda su espalda. La puse boca abajo y baje su mojado  pantalon, su trasero, con las braguitas azules tambien mojadas completamente,  quedo delante de mi vista, sin saber muy bien si la haria gracia o no, la di dos o tres azotes no muy fuertes..

-¡Toma, toma y toma...! ¡cochina! ¡a ver si aprendes ya a no mojar la cama!

La miré riendome de mi broma pero la vi a ella estremecerse y gemir con un  suspiro..., lentamente se dio la vuelta muy sofocada

-¡Ay Carlos...! No se lo que me pasa...., me excita tanto hacerme pis..., cuando  estoy contigo....

Yo al oir aquello tuve que usar todo mi autoncontrol para no echarme encima de ella como un toro a la capa agitada por el torero

-¿Ah siiiii?- dije como bromeando- Pues yo creo que eso es algo muy grave....,

¿tendremos que llamar al doctor o tu papi Carlos te puede curar?

Ella sonrió picaramente...

-El otro dia me curaste muy bien....

-Bueno..., pues vamos a ver donde esta esa excitación...

Mi mano derecha se metio bajo su camiseta acariciando su vientre, ella suspiro  quejumbrosa

-¿Es por aquí verdad?- yo falseaba un poco la voz para seguir el juego..

-Siiii...- dijo ella entornando los ojos..

segui acariciando su vientre metiendo mi mano bajo el elastico de las empapadas bragas de algodón... sentia su piel calida bajo el frescor de su ropa mojada, en  mis dedos distinguia que su piel se erizaba con mis saves caricias...

-¿Por aquíiii?

-Siiii...

Repetia ella removiendose encima de la enorme meada que tenia en su cama

Poco a poco mi mano, haciendo oscilantes caricias, se iba acercando a su pubis  provocando en ella hondos suspiros y movimientos de cadera cada vez mas  ostensibles, de vez en cuando sus piernas se abrian y se cerraban con  indisimulada ansiedad. Mis dedos comenzaron a rozar su vello pubico oscilando en  torno a su sexo, ella cada vez estaba mas nerviosa y agitada

-¡Ahhhhhh...., ya veo que es por aquiiiii...!

Mis dedos rozaban ya su sexo

-¡Oooohhhh... siiiiii...! ¡¡ahiiiiiiii....!!  ¡¡ahiiiiiiii......!!- gemia

abriendo sus piernas para facilitarme la caricia que mas ansiaba...

Meti las yemas de los dedos entre sus labios..., ¡dios mio....!.., ¡estaba  chorreando....!!.., aquello era superior a mis fuerzas..., me incline hacia  aquel vientre jadeante, mis labios rozaron tambien su pubis mientras mis dedos  recorrian los pligues resbaladizos de su sexo

-¡Ohhhh Diosssssss...., Carrrlossss....! ¡Asiiiiiiiii... ooohhhh.... siiii,  assiii...!!

Se agitaba sobre la cama mojada, sentia su cuerpo tensarse y destensarse a cada uno de mis roces en aquellas zonas tan intimas, mis labios comenzaron a besar su pubis y su sexo mientras mis dedos buscaban la ansiada penetración...

Con la cara entre sus muslos abiertos respiraba el vaho de pis humedo y calido  que desprendian sus bragas, sus pantalones y sus sabanas empapados con su meada,  un olor que comenzaba a ser de un erotismo embriagador para mi y que ahora se  mezclaba con el olor a mujer ardiente que desprendia su sexo en llamas.

Con la punta de la lengua comencé a acariciar su clitoris mientras la penetraba  lentamente con dos de mis dedos...

-¡Aiiiiissssss.... ¡ siiiii....!! ¡Assiiiii....!! ¡maassssssss...!!

¡Maaaassss...!!

No dejaba de gemir removiendo sus caderas cada vez de forma mas arrebatada, mas  acuciante... Mis dedos entraban y salian de su rezumante sexo cada vez mas  rapido, cada vez a un ritmo mas febril y perentorio mientras con milengua  acariciaba su clitoris con movimientos rapidos y lentos al ritmo de los espasmos  de su cuerpo..., hasta que de pronto su cuerpo se tensó.., la oi gemir..., esta vez un gemido largo y agudo..., algo salpicó sobre mis dedos con fuerza..,  enseguida nuevos espasmos arquearon su cuerpo y en cada uno de ellos un chorro  de pis regaba mi mano y mi cara, hasta que al fin su cuerpo se desmayó con las  piernas abiertas

-¡¡Aaaaaayyyyyyyyyy.......!!!- gimio con sus ojos cerrados dejando caer su  cabeza sobre la almohada..

Un largo chorro salia ahora con un siseo empapando mi mano, sus bragas y sus  pantalones del pijama que yo mantenia bajo su entrepierna....

-¡Carlos...!- dijo ella abriendo sus ojos y mirandome con  un gesto de apuro-  ¡Me he hecho pis...!

Yo la mire sonriendo

-Ya..., ya lo he visto...., ummmmmmm!, ha sido estupendo!! esto si que te habra curado.. ¿no? ¿Ya te encuentras mejor?

-Si...., me ha gustado mucho..., pero...., me da un poco de vergüenza haberme  hecho pis al final...., y encima de ti....

-¿Te digo una cosa reina?- dije acercandome a su cara y dandola en beso suave en  los labios- Me vuelves loquito..., ha sido lo mejor que me ha pasado nunca....

Ella me volvió a besar y me sonrió..., la ayude a levantarse y la lleve de la  mano al baño para ducharla..., yo me tendria que duchar con ella porque sentia  una humedad viscosa en mis calzoncillos

Yo ya veia lo mucho que excitaba a Martina esa situación, lo notaba en su cara  arrebolada y en la expresion de sus ojos cuando me miraba arrebujada en su cama  cuando yo entraba en su cuarto, en ese momento yo sabia que Martina habia vuelto  a hacerse pis y que yo llegaria tarde otra vez a la oficina y ella se perderia  la primera clase...

Pero enseguida las cosas comenzaron a ocurrir de otro modo..., parecia que  Martina no se conformaba con esos momentos de morbosa intimidad y de sexo  atropellado..

Aunque yo me sentia aun un poco intimidado por aquella situacion tan  peligrosamente intima con la hija de mi amigo, no podia evitar que despues de  aquellas repetidas sesiones de sexo con ella, nuestra relación se encaminara por  el dulce camino de la concupiscencia, ella destapaba ante mis ojos una escondida  e inesperada sensualidad turbia y morbosa, su efervescente libido se desataba  ante mis asombrados ojos cada vez mas abiertamente y yo sucumbia una y otra vez  ante la seduccion morbida de aquellos súbitos ardores adolescentes...

Y yo empecé a notar que aquellos ardores matutinos cuando amanecia mojada no eran pura casualidad, a ella era eso lo que la motivaba..., lo que provocaba sus  mayores ansias y estados de agitación, descubrí que hacerse pis para ella podia ser un motivo de humillaciones, malos ratos y verguenzas, pero tambien era la  valvula de escape de su ardor juvenil...

Pero fue un dia, con su inocente o no tan inocente franqueza, fruto de nuestra  cada vez mas intima complicidad en esos juegos, cuando ella me empezó a desvelar  esos resortes secretos de sus arrebatos

-¿qué te pasa Martina?

Ella estaba en el sofa conmigo o mas bien encima de mi, abrazada y de vez en  cuando buscaba mi boca para besarme, pero observaba hacia ya un rato que movia  sus piernas nerviosamente, abriendolas y cerrandoas en movimientos rapidos de tijera

-Nada... dijo mirando para otro lado..- solo que..., me estoy haciendo pis...

-pues vete... ¿a que esperas?

-Es que estoy muy bien aquí...., ya me aguanto...

-Anda vete mujer.., asi te quedaras mas agusto..., me estas poniendo nervioso..

-¡Que no es nada! ¡me puedo aguantar!- me dijo un poco mosca, volviendo a  acurrucarse contra mi pecho

-Pues a ver si al final vas a mojarte los pantalones...

Ella se quedó quieta y en silencio unos segundos

-Me los voy a mojar de todas maneras....- dijo aparentemente con pesadumbre -¿ahh si? ¿tienes pensado hacerte pis esta noche?

-No..., no lo tengo pensado..., pero seguro que me lo hago..., tal como estoy  seguro que me hago pis...

-¿Cómo estas?- pregunte yo inocentemente

-Pues ya ves..., como tu me pones...., muy excitada.., y muy deseosa..., luego  tengo esos sueños... y me meo...

-Mmmmmmm... ¿sueños? ¿qué sueños son esos Martina?- dije acariciandola el pelo, ella seguia con su cabeza en mi pecho mirando hacia abajo- ¿sueños indecentes?

-Si...- se rio debilmente- muy indecentes..., me haces muchas cosas.. muy muy  sucias..., en mis sueños no eres tan respetuoso conmigo ¿sabes?..., pero a mi me  gusta..., me vuelves loca.., por eso mojo la cama..., porque me haces llegar...-

ella seguia hablando sin mirarme- y me hago pis..

Yo la oia y cada vez estaba mas excitado, nunca hubiera pensado que esas  imágenes pudieran ser tan excitantes para mi, el morbillo de aquellas  confidencias humedas me estaban haciendo un efecto tensoactivo en mi miembro, que comenzaba a levantar ostensiblemente el tejido del pantalon...

-¿te haces pis cuando llegas?

-Si no tengo cuidado, si....

-Pues ese si que es un problema Martina...- dije intentando bromear- ¿Tambien te pasa estando con un chico?

-Pues procuro aguantarme..., pero me entran muchas ganas... y si me descuido un pelin ya se me escapa..., aunque casi siempre es solo un poco y los chicos creen  que es de excitación..., pero llego con tanto miedo de mearme que a veces no  llego bien...

-¡Pobrecita...!- yo estaba ya a tope y no pude resistirme a una insinuacion...-  ¿conmigo tambien tienes miedo?

-Un poco...

-Pero niña!! ¿te digo yo algo cuando te pasa?

-¡Ya...! Ya lo se..., no me dices nada cuando mojo la cama o me hago pis.., al reves, pero no se lo que pensarias si me lo hago cuando estoy...., asi.., excitada...

-No se lo que pensaria..., a ver..., dejame pensar...., ummmm, no se..., mejor esperemos a que pase y ya te lo diré...

-Jo Carlos..., no puedo mas... ¿me dejas?- Martina habia puesto su mano sobre mi engordado y tieso miembro por encima de la bata y el pijama- Nunca le he hecho esto a ningun chico... y me apetece mucho hacerlo... ¿puedo?

Sin que yo tuviera que responder, Martina abrió mi bata, metió la mano en el pantalon de mi pijama y agarró con suavidad mi polla, inmediatamente su cuerpo se removió en el sofa, su mano inició un suave masaje y enseguida cayó de rodillas frente a mi, me bajó el pantalón hasta que mi miembro salio como un resorte apuntando hacia su cara, ella la acarició con su mano, la oi respirar cada vez mas pesadamente, una de sus manos apreto de pronto su entrepierna con un gemido ahogado, en torno a aquella mano vi formarse un cerquito mojado en su pijama azul..., enseguida acercó su boca a la punta roja y brillante del miembro que sostenia en la otra mano, comenzó a besarlo, a pasar la punta de su lengua suavemente sobre mi glande humedo y enrojecido, senti sus humedas caricias casi retorciendome de placer medio tumbado en el sofa... Ya estaba yo a tope cuando noté que se la metia en la boca, primero solo entre sus labios, pero enseguida se la metio mas adentro sucionandola entre gemidos, mientras la mano que ella mantenia en su entrepierna, frotaba ahora con las yemas de sus dedos su clitoris a traves del algodón de su pijama que poco a poco se iba empapando mas, deteniendose a veces en un gesto de urgencia apresurada, su cuerpo se tensaba y de su garganta salia una especie de quejido sujetando el pis que se la escapaba apretando su mano fuertemente. Yo ya no podia mas, sentia que iba a explotar en cualquier momento y trate de retirar su cabeza para no eyacular en su boca, pero ella se mantenia alli, resistiendose con fuerza a abandonar aquella presa que ella succionaba con avidez mientras sus dedos frotaban su clitoris cada vez mas febrilmente, con ansia perentoria... De pronto la oi gemir, estremecerse, sus piernas se abrieron y una autentica cascada manó de aquel tejido regando su mano que chorreaba pis por todas partes sin dejar de frotar con furioso vaiven, yo ya no pude mas y descargue dentro de su boca jadeando de placer..

-Perdona cariño...- dije yo sacando rapidamente mi pañuelo- escupe aquí cielo.., perdoname...

-No..., si yo queria que lo hicieras...- dijo despues de escupir lo que habia quedado en su boca- esta era una de mis fantasias..., de mis sueños... ¿y ves lo que me pasa?- dijo mirandose los pantalones chorreantes que ella separaba de su piel pinzandolos con los dedos- me meo como una tonta....

-Bueno..., al menos esta vez no te has reprimido....

-He intentado aguantarme..., pero al final..., ha sido demasiado..., me han entrado muchas ganas y..., ufff que vergüenza..., me he hecho pis...-dijo mirandose los pantalones oscurecidos por una meada que los mojaba de arriba a bajo entre sus piernas y el enorme charco a sus pies- voy a cambiarme y ha recoger esto....

-De eso nada niña..., aquí el encargado de esos menesteres soy yo.., si te has hecho pis yo tengo que cambiarte, para eso eres mi nenita...

La cogi de la cintura y la lleve hacia su dormitorio, dandola un beso en la mejilla

-Me da vergüenza haber hecho esto..., delante de ti....

-pero si ha sido estupendo... ¿no has disfrutado?

-Si..., eso si..., mucho..., pero me puse muy lanzada..., no se como me atrevi...

-Me ha encantado Martina...-dije yo que acuclillado ante ella comencé a bajarla los pantalones

-Es que estaba muy ardorosa..., con tus besos y las ganas que tenia de hacer pis...- ella se dejaba hacer y quedó ante mi en braguitas, unas bonitas bragas rosas con una excitante aureola mojada

-Te pones ardorosa cuando tienes ganas de hacer pis?- le pregunte yo

-Si..., me suelo poner..., es como una sensacion rara..., pero que me excita...

Le habia bajado las bragas  hasta mitad del muslo y no pude resistir la tentacion de darla un beso en su seductor vientre

-Pues vas a acabar asi muchas veces...., me vas a dar mucho trabajo...

-No se lo diras a mis padres, ¿verdad?- la miré para comprobar si su pregunta era inocente, si, parecia que lo era...

-No se lo contaremos a nadie ¿de acuerdo?- la miré alli de pie con su camiseta de pijama y desnudita de cintura para abajo, me parecio la cosa mas dulce que habia visto en mucho tiempo..

Pero Martina no habia acabado de sorprenderme, cuando yo creia haber entendido su extraña y efervescente sensualidad, llena para mi de poder de seducion, descubrí el extraordinario mundo  de las emociones morbosas que hervian en aquella caldera a presion de su libido..

Martina se echaba mimosamente sobre mi hombro y buscaba de vez en cuando mis labios mientras veiamos una pelicula española con subtitulos en ingles. Habiamos estado dando un pequeño paseo por el centro de Londres y despues de tomar algo nos animamos a entrar en aquella sala donde anunciaban con una enorme foto una pelicula que nos apetecio ver. La pelicula trataba de un chico que va a vivir con su tia a Londres y poco a poco su relación se va haciendo mas intima hasta que al final el chico seduce a su tia, aquel argumento era muy motivante para nosotros sin duda y yo achaque a ello el estado de inquietud y excitación creciente de Martina, a la que yo abrazaba.

Pero pronto me di cuenta que era algo mas lo que la pasaba a Martina, la vi varias veces abriendo y cerrando sus muslos nerviosamente, como ella solia hacer cuando se aguantaba las ganas de hacer pis

-Martina...- la dije yo al oido- ¿Te estas haciendo pis?

-Un poco...- dijo ella como sorprendida en algo malo, cesando bruscamente sus bailoteos en la butaca

-Pues vete a hacerlo...., no querras mojarte los pantalones aquí, ¿verdad?

Ese dia Martina vestia unos vaqueros azules que la sentaban fenomenal sobre todo con aquel sueter blanco de angora cuyo suave tacto  ya habia tenido ocasión de disfrutar antes

-Ya iré luego Carlos..., cuando termine..., puedo aguantarme..

Yo no insistí, pero al poco tiempo Martina, mientras me besaba, volvio a apretar sus muslos nerviosamente, frotandolos el uno contra el otro, temblando incluso.. Yo estaba un poco preocupado por ella, ahora que sabia lo facil que era que le viniera un orgasmo estando asi y lo que la pasaba cuando lo tenia..., pero no me atrevi a decirla nada, su pasión me estaba motivando a mi tambien de una forma increible y quiza verla en su trance de incontinencia me estaba resultando mas excitante de lo que yo imaginaba...

Lo cierto es que seguimos besandonos y acariciandonos cada vez mas apasionadamente, nuestars lenguas se juntaban en un interminable beso que nos hacia resoplar por la nariz, ella estaba cada vez mas sofocada, me besaba con una furia incontenible sin dejar de moverse en la butaca apretando sus muslos y frotandoselos hasta que de pronto la senti quedarse quieta y estremecerse, enseguida comenzó a tener espasmos que sacudian sus cuerpo entre mis brazos mientras ahogados gemidos quejumbrosos salian de su garganta.. Durante unos segundos yo note sus sacudidas y forcejeos hasta que al final note que su cuerpo se relajaba y su cara se enterro en mi cuello con un profundo suspiro

-Carlos...- susurró en mi oido con un tono compungido

-¿Qué paso...? Has llegado ¿no?...

-Si...., pero es que... me he hecho pis...

Yo apenas veia con la luz de la pantalla, pero puse mi mano entre sus muslos y note sus pantalones empapados totalmente, ella al notar mi mano abrio sus muslos y se miró...

-Estoy calada...., ¡ay dios mio!..., me he meado completamente..., ¡que vergüenza! ¿qué hacemos ahora?

-Pues una de dos..., o salimos ahora que esta oscuro..., pero quiza se fijen mas en nosotros al salir o esperamos aquí a que salga todo el mundo..

-No se..., casi esperamos..., me da mucha vergüenza Carlos....

-Tranquila mujer, aquí no te conoce nadie...

Durante el resto de la pelicula ella permanecio muy quietecita en su asiento...., yo la veia de refilón entre destellos de la pantalla y la notaba muy seria y sofocada... Al terminar la pelicula permanecimos sentados hasta que el ultimo salio a nuestro lado, ella miraba con el temor reflejado en su cara, esta roja como un tomate y mantenia su cazadora encima de sus rodillas ocultando la meada..., luego se la puso atada a su cintura y salimos.. Gracias a dios nadie parecio fijarse en la butaca con una enorme mancha mojada ni el autentico rio que descendia por la fila de butacas desde debajo de su asiento..

Caminaba a su lado hacia el coche, su cazadora tapaba su trasero empapado pero apenas tapaba la enorme mancha de delante en sus pantalones, un hermoso cerco que llegaba casi hasta sus rodillas y que llamaba la atencion de alguna gente que pasaba, ella se miraba de vez en cuando, seguia sofocada y seria...

-¿Se nota que me he meado Carlos? La gente mira...

-Un poco si que se ve..., pero tranquila,.. ¡qué te importa! Aquí no nos conoce nadie

-Ya..., pero me da mucha vergüenza..., hacermelo asi a mis años...

Al llegar al coche, con el motor ya encendido, la mire, su cara seria y concentrada seguia enormemente sofocada. Pense que estaba angustiada por su situacion, pero mi sorpresa fue cuando volvio a echarse sobre mi y la oi decirme con un extraño tono de voz que casi no parecia el suyo

-No puedo mas Carlos...- me cogio la mano y se la llevo entre sus muslos-acariciame..., por favor.. ¡acariciame!

Yo la bese y comence a acariciarla, ella pronto comenzo a jadear, a resoplar en mi cuello

-Me lo he.... hecho Carlos..., ohhhh...- se removia en el asiento- me he hecho.. pis...., acariciame ahora..., ahora que estoy toda.. mojada..., ohhh siiii, asiii, siiii, asiiii Carlosss..., no... puedo ... mas...., voy a..... llegaaar

Enseguida su cuerpo volvio a sacudirse en espasmos aferrada a mi, con su cara en mi cuello, gimiendo, jadeando y mojandome con su saliva

-¿Te parezco muy cochina?- me pregunto mientras, ya en casa, la bajaba los pantalones para cambiarla- Una chica no debe mearse asi.. ¿verdad? Y mucho menos gustarle tanto hacerselo...

-Lo que haces es nuevo para mi Martina..., nunca lo habia visto en ninguna chica.., pero ahora pienso.. que he perdido mucho tiempo hasta encontrar a alguien como tu....

Al dia siguiente, mientras comiamos, Martina estaba como distraida, pensando en otra cosa.

-¿Qué ocurre Martina?

Ella me miro, se quedo unos segundos en silencio

-Nada...., es por lo que me pasó ayer....

-¡Venga Martina...!- dijo tratando de animarla- Si al final no paso nada..., nadie se entero...

-Ya..., pero pudo pasar..., te pude poner en un compromiso...., bueno, a los dos..

-Bueno Martina..., fue algo que paso, supongo que no te lo harias a proposito....

-Bueno..., si y no..., eso es lo que queria decirte

-¿Te measte a proposito?

-¡No...!, pero tampoco lo evité como deberia haber hecho..., veras..., es que...., sabia que si seguia alli tal como estaba de excitada y con las ganas que tenia..., me terminaria mojando el pantalon..., o algo mas..., yo ya me conozco..., si hubiera estado con otro chico hubiera ido corriendo al baño..., pero contigo..., sabia que no te extrañarias ya si mojaba un poco los pantalones y me empezó a excitar mucho la idea de hacermelo alli, en el cine, contigo a mi lado para protegerme, me trastornó..., de verdad me volvió loca..., tan loca como para acabar haciendomelo del todo en la butaca..., ¿sabes?.., cuando de pronto se me empezó a escapar senti un susto enorme y la necesidad de controlarme, de cortarlo para no hacerme pis, pero estaba sintiendo tanto placer que no pude hacerlo..., me resigné a hacermelo encima a pesar del espanto que sentia de que me pillaran y de la vergüenza que iba a pasar despues con mis pantalones mojados. Tu quiza no lo entiendas, pero ese momento, cuando renuncie a controlarme y empecé a mearme con el susto metido en el cuerpo, para mi fue una pasada, algo que me saco de mis casillas y me puso..., bueno ya sabes como me puso...

-No..., no lo creas.., para mi cada vez es mas facil entenderlo..., hay algo que veo muy excitante en todo esto que te pasa...

-¿De verdad?- tenia clavada su mirada- Dimelo de verdad Carlos..., ¿de verdad no crees que estoy loca? Es que luego..., pensando todo lo que paso..., me ha dado mucha vergüenza..., no solo por hacerme pis..., sino por lo que pensarias tu despues al ver como me puse... de alterada...- me miro con una sonrisa timida de picardia, yo se la devolvi divertido - uyyyy...mira.., me estoy poniendo hasta colorada...!!

-Si...- dije riendo- ya te veo picarona..., pero el que estoy loco soy yo..., me gusta que te hagas pipí y me gusta que te pongas asi de alterada..., tenemos que volver algun dia al cine...- dije guiñandola- pero no a ese..., por si acaso..

-Noooo..., no quiero que me vuelva a pasar en publico... ¡que vergüenza! ¿por qué no te pasa a ti mejor?

-¿A mi?- dije extrañado- ¡tendria que tomar mucha cerveza!

-¿Nunca te has hecho pis Carlos?

-Creo que si..., una vez...- la confese- pero estaba tan borracho que casi no me entere...

-¿De verdad?- dijo animada- ¿cómo fue? Andaa..., cuentame...

-Pues fue despues de una noche de ponerme ciego a cerveza..., viniendo a casa me estaba meando que ya no podia mas.. y ya sabes, cuanto mas cerca estaba de casa mas me meaba, cuando entre no pude mas..., abri las piernas y me meé en los pantalones en medio del pasillo...

-¡cómo me hubiera gustado verlo!

-¿Ahhh si? -dije sonriendo maliciosamente- ¿te hubieras puesto alterada?

Ella se rio...

-Me estoy poniendo solo de oirtelo.., es que nunca he visto a un chico haciendose pis, pero solo imaginandomelo ya me altero...

-Bueno es saberlo....

Martina sonrio y parecio sonrojarse un poco, pero me pareció que era mas de excitación que de otra cosa..

Despues, mientras sesteabamos en el sofa viendo una pelicula vi que Martina seguia sofocada y nerviosa, pronto me di cuenta de que algo mas que la conversacion estaba motivando su sofoco y su nerviosismo, conocia los sintomas ya..., ella estaba echada a mi lado en el sofa, tenia su cabeza sobre mi pecho y se apretaba contra mi, yo la acariciaba y la besaba cuando ella de vez en en cuando levantaba su cara pidiendomelo, habia pasado una pierna sobre mi y notaba el ligero temblor de su rodilla y sus movimientos repentinos apretando su ingle contra mi costado, se estaba haciendo pis, estaba seguro, pero no dije nada esta vez, sabia que eso la motivaba mucho y a mi tambien me estaba causando un deseo y excitación creciente. Mi beso se hizo largo, intenso, metí mi lengua en su boca y ella la recibió acariciandola con la suya, absorviendola entre la suya con pasión, unos instantes despues, casi sin darnos cuenta, ella estaba encima de mi abrazándonos y besandonos con la respiración agitada por un deseo repentino y apremiante, yo puse mis manos en sus hermosas nalgas y la aprete contra mi, ella abrió sus piernas con un ahogado gemido y sentí su sexo bajo la falda de su vestido que con aquel trajín se le habia subido, lo sentí apretandose contra el mio, cálido y palpitante a traves de la tela de mi pantalon y de sus braguitas...

Con suaves apretones en su trasero comencé a frotar mi erección cotra su sexo abierto para mi, eso debió ser demasiado para el estado de nerviosismo y agitacion en el que habia estado Martina toda la tarde, su intensa excitación la traicionó, la senti de pronto estremecerse entre mis brazos y su cuerpo comenzó a temblar en sacudidas aferrada a mi. Yo noté con excitación aquel orgasmo espontáneo e inesperado de Martina, sus suspiros y jadeos en mi cuello hasta que sentí de pronto su cuerpo ponerse rígido y oi su gemido quejumbroso mordiendose los labios..., enseguida me di cuenta de lo que pasaba, a Martina se la escapaba el pis..., notaba humedecerse mi bragueta y los esfuerzos de ella por contenerse...

-¡No te apures cielo...!- dije acariciandola el pelo- haztelo...., no te preocupes...

-¡Carlos...! ¡No puedo aguantarme...! ¡Me voy a mear!

Martina seguia rigida, temblando encima de mi, yo la volvi a apretar contra mi sexo con mis manos en su trasero

-¡Vamos mi niña...! ¡Haztelo sin miedo...! No va a pasar nada....

Ella al fin se relajo en mis brazos, con sus piernas abiertas y las rodillas a cada lado de mi cuerpo, su sexo pegado al mio y su cara enterrada en mi cuello, Martina se hizo pis..., entonces senti la ola de calor inundar mis pantalones y empapar con una dulce y calida humedad mi sexo y mis muslos mientras sentia su tembloroso cuerpo estremeciendose sobre mi.

Senti entonces un terrible deseo de poseerla, de hacerla mia ya totalmente, definitivamente, mi deseo era mucho mas fuerte que mi prudencia en esos momentos y no me importaba que fuera casi una niña para mi, que fuera la niña que me habian encomendado cuidar,

Ella estaba alli, sobre mi, estremeciendose entre mis brazos con su pasion de mujer ardiente,  Martina, mi Martina..., mi preciosa niña, la chica que se hacia pis en sus ardores y ardia cuando se hacia pis, la que me habia sorprendido con su extraña de gozar,  la tenia alli abrazada a mi temblorosa de excitación...

Mientras acariciaba su cuerpo por encima de su vestido y olia el perfume de su pelo, su olor personal unido a ese otro olor tambien tan suyo y que tanto me excitaba, el olor calido y humedo de sus ropas mojadas.., senti que la queria con toda mi alma y que la deseaba con locura.

Impulsado por ese deseo comencé a besarla, a apretarla contra mi, a frotar mi sexo endurecido y anhelante contra el suyo, que ella, con sus piernas abiertas sobre mi, me ofrecia como una incitante tentación de la que solo me separaba la tibia y humeda tela de sus braguitas y mis pantalones, esa calida humedad que yo sentia ahora entre los dos y que me resultaba tan dulce y excitante como a ella viendo la forma como comenzó a frotarse de nuevo contra mi pantalón mojado

-¡Martina..., cariño...!- susurre en su oido- ¡me vuelves loco...!

-Y tu a mi... Carlos.... ¿no lo ves? Contigo siempre acabo asi... ¡haciendome pis!

-¡siiii...! ¡Y como me gusta que te lo hagas! ¡Ya no puedo mas!

Con mis manos en su trasero comencé a apretarla y frotarla con frenesi...

-¡Carlos..., espera...!

Se incorporo un poco y comenzó a desabrocharme el pantalon, enseguida lo abri y baje un poco mis pantalones y calzoncillos, ella sacó mi polla, la acaricio, retiró hacia una lado la entrepierna de sus empapadas bragas azules y se la puso entre los labios hinchados de su palpitante y húmedo sexo. Yo noté su estremecimiento y su agitada respiracion mientras la deslizaba entre ellos una y otra vez..., despues se la colocó a la entrada de su vagina, la gruesa cabeza de mi polla encajó en aquella lubricada cavidad y mis deseos de posesion y de penetracion se hicieron ya incontenibles

-¡Carlossss...!- gimió echandose de nuevo sobre mi

Ya no cabia vuelta atrás..., mi deseo era tan grande que lo unico que pensaba ya era en hacerla mia, nuestra pasión nos habia llevado ahí y ya no podia nadie evitar que aquella chica, la que mi amigo me habia confiado para que cuidara, acabara en mis brazos, ella y yo habiamos iniciado una relacion de intimidad morbosa, de excitantes juegos de sexo y ahora ibamos a acabar follando al fin como amantes...

Con movimientos lentos y contenidos de mis caderas, tratando de refrenar el impulso animal de mi deseo, empuje suavemente..., la punta de mi miembro entraba una y otra vez dentro de ella, alternando con suaves deslizamientos entre sus resbaladizos y rezumantes labios, en busca de su palpitante clitoris, lo que provocaba en ella pequeños espasmos, jadeos y temblores de placer.... En cada oscilacion de mis caderas la penetración se hacia mas profunda, mas perentoria y acuciante, haciendo a cada embite que nuestros cuerpos se inflamaran mas y mas con aquel fuego.., con aquel ardor que agitaba nuestros jadeos y convulsiones. Pronto estuve ya dentro de ella, aquella pequeña parte de mi ser concentraba en ese momento todas mis sensaciones, todas mis emociones, una ola de afecto y cariño me hizo detenerme por un instante.., ambos estabamos abrazados, apretandonos, sintiendonos al maximo, alce su cara y nos miramos...

-¡Martina..., cariño!- sabia que esas simples palabras, aunque cargadas de tensión, no podian expresar la fuerza terrible de mis emociones..., ni el mejor poeta podria expresar ese vértigo en el ojo del huracán de la pasión, esa intensidad casi dolorosa de los sentimientos que, como una especie de milagro, aquel simple tacto y roce de dos rincones de nuestra carne provocaban en mi.

Martina aproximó su boca a la mia y al fundirnos entonces en un beso hondo, interminable, nuestros cuerpos volvieron a azuzarse en el fuego de las febriles convulsiones, apremiantes penetraciones, tiernas e impudicas caricias bajo su falda frotando sus mojadas bragas entre sus nalgas acompasando el voluptuoso oscilar de sus caderas...... Pronto nuestros movimientos se hicieron mas intensos y imperiosos, Martina temblaba aferrada a mi, gimiendo en cada uno de los envites que buscaban entrar mas y mas en ella, meterme entero en su cuerpo, disolverme en él.., con sus piernas abiertas recibia aquellos golpes de mi pelvis que la penetraban hasta muy adentro y que provocaban en mi oleadas de calor sofocante, llamaradas de fuego acuciante y compulsivo hasta estallar en una explosion de placer que descargo dentro de ella  mi deseo hecho líquido caliente, que, tras varios espasmos de placer cegador, la llenaron con mi cálido desahogo.. Ella, desmadejada, con su cara enterrada en mi cuello, gemia entre convulsiones encima de mi..., hasta quedar los dos, exhaustos, sudorosos, empapados..., abrazados en silencio con nuestro aliento aun agitado, mientras descendiamos suave y dulcemente de vuelta al mundo de los mortales...

Lito