Martín X
Javier continua indagando sobre los sucesos que marcaron su despertar sexual. Preámbulo del final
Martín X
Estoy sentado frente a Freddy en el patio de comidas del Centro Comercial, el recuerdo del día en que me cogió en ese salón de clases de la facultad de sociales me he provocado una erección. Sin embargo, lo miro y me convenzo a mí mismo de que no hay forma de tener nada con él ahora.
- Que pasa, te quedaste pegado –
- No nada, estaba tratando de hilar ideas. Veras, el día que nos conocimos y que conocí a Martín fue mi primera vez, no sé si sabes que el me llevo a su cuarto estando yo bastante ebrio y pues, ya sabes, ahí empezó todo.
- Si, claro que se, yo me opuse a que te llevará, traté de convencerlo de que te mandará en un taxi a tu casa, pero Martín, pues estaba empecinado la verdad y para serte franco, en un principio yo me iba ir con ustedes pero cuando te vi tan ebrio pues preferí no hacerlo.
- ¿Ibas a ir con nosotros? No entiendo.
- Es lo que habíamos quedado, luego de que nos chupaste la verga a los dos y te pusiste regalón te propusimos llevarte a un lugar más cómodo y aceptaste, estabas calientísimo.
- A, es que no me acuerdo de mucho, tengo una laguna mental -
- Puta broder, la verdad estabas hecho una perra te sentaste en las piernas de Roberto y el huevón se empincho, empezó a decir que eras un maricón y huevadas se quitó asado contigo, pero más con nosotros, nos acusó de mostaceros y a ti de maricón claro, no volvió a hablarme después de ese día. Luego Martín te llevo al baño y sé que se la mamaste ahí. Regresó feliz el hombre, pero nada tu seguías perrísima, Martín te insistió en que me la chupes a mí también así que nos fuimos al baño y ya pues me la mamaste también. Tomamos unas cervezas más, tu estabas sentado al lado de martín con la mano metida en su pantalón y el huevón tratando de disimular para que la gente no se gane, creo que el mesero se dio cuenta, pero no dijo nada. De ahí Martín te propuso llevarte a un lugar más tranquilo y quedamos en ir a su cuarto, nos tomaos otras dos cervezas, las ultimas Martín te las daba casi en la boca y cuando terminamos pues ya estabas muy ebrio.
Me quedé en silencio por lo que me pareció una eternidad, había pasado los últimos 15 años convencido de que Martín me había violado y pues ahora parecía fui yo quien se le tiro encima, tal como siempre lo decía él.
- Que fue, te fuiste de nuevo. ¿lo recordabas diferente? –
- No, la verdad era poco lo que recordaba. ¿Y de Roberto no sabes nada?
- No, que será de su vida, como te digo desde ese día dejo de hablarme. Se que con Martín llevaron algunos cursos y mantuvieron alguna relación, ya no como patas, pero al menos se hablaban. Martín siempre decía que era un gilipollas, un homosexual reprimido, su forma típica de referirse a la gente. –
- Si, a mi me decía “marica” jaja –
- ¿Te decía O te sigue diciendo? –
- Bueno ya sabes cómo es –
- Si, no tiene remedio, como te decía, Martín tiene muchos temas tuvo una niñez algo dura, su papá lo abandono de chico, formó otra familia a la que le dio todo lo que él no tenía. Para colmo su mamá se comprometió con un hombre que era poco menos que un asno, lo puso a trabajar desde los 13 años, sé que de alguna forma necesitaban el dinero porque su papá no les pasaba nada y su mamá no ganaba mucho como enfermera. Él tenía 2 hermanos y tuvo dos más del otro señor así que no la tuvo fácil. Y pues Martín siempre fue mi inteligente, tenerlo vendiendo chupetes no era lo que merecía. Felizmente ingreso a la universidad y pues eso lo ayudo sino estaría cagado ahora. –
- No sabía nada de eso. –
- Pues no es que sea de dominio público, como te dije, yo lo conozco desde que éramos chicos, hemos vivido en el mismo barrio y estudiamos en el mismo colegio y bueno luego en la misma universidad, carreras distintas, pero nos veíamos con frecuencia. –
- Y aparte de mí, ¿hubo otros? –
- Ósea, no es que conozca su vida sentimental al detalle, lo que te puedo decir es que nunca ha tenido nada del todo serio, le entra a todo; mujeres hombres, pero compromisos ha tenido pocos y cortos. Se que su primera vez fue como a los 14 años con una chica mayor que él de 18 o 19, fue todo un chongo porque la flaca y toda su familia descubrió que también se tiraba a su hermano y pues ya te imaginas. –
- Mierda ¿y todo el barrio se enteró de eso? –
- Si, el hermano de la flaca era de nuestra edad, Junior se llamaba a veces jugaba pelota con nosotros, el pobre se llevó la peor parte, se convirtió en el marica del barrio, extrañamente nunca a nadie se le ocurrió meter en el mismo saco a Martín nadie lo llamo marica a él ni lo pensó siquiera. Es más, dicen que se siguió tirando Junior siempre que podía. Ahí nomas Martín se declaró mostacero y luego abiertamente bisexual, como digo, extrañamente nunca nadie lo molesto por eso, declaraba abiertamente que le entraba a todo y la verdad es que a nadie parecía molestarle. Ahora es bastante normal, pero en nuestros días y con 14 o 15 años eso era impensable, todos se corrían como si fuese lepra, casi como le paso a Junior –
- Ósea que siempre fue una joyita. –
- Digamos que sí. Ahora creo personalmente, y este es mi análisis como psicólogo, que Martín es de las personas que usan el sexo para someter, para sentirse superiores, para establecer dominio sobre el otro. Tu tenías varios elementos que para él eran por demás deseables, eras un chico afortunado, con un evidente estatus económico que él deseaba, además tenías un padre preocupado y una madre que asumía amorosa y encima eras un pequeño galán. Tenerte sometido fue todo un triunfo sabes, por eso le costó tanto dejarte ir. Cuando te desapareciste en serio le afecto, no porque te quisiera, no te la creas, le molesto perder el control sobre alguien que representaba todo lo que él hubiera deseado ser y tener. –
- Y ¿ahora que regrese y que me tiene cerca de nuevo? –
- Por eso te dije al principio que lo mejor que puedes hacer es alejarte de él. Deja ya el de rebuscar, lo que paso ya es cosa del pasado, no vuelvas sobre los pasos, todos cometemos errores, recuérdalo como una experiencia más, una experiencia que te ayudo a conocerte, utilízalo para mejorar y sigue adelante –
- Si bueno gracias por el consejo y gracias por el tiempo también –
- Nada broder, cuando quieras, pero la próxima sesión ya no es gratis. Jaja. No estaría mal que busques un psicólogo, una terapia podría ayudarte a dejar esto atrás.
Me despedí de Freddy con una sensación extraña en el pecho. Tenía los sentimientos revueltos, me sentía confundido, abrumado, ¿que sentía yo por Martín? ¿Por qué lo había buscado luego de tantos años? ¿era solo un pretexto todo esto de querer saber que paso? ¿era solo una intención negada de querer volver a esos días y someterme voluntariamente él?
La cabeza empezó a dolerme me metí a un sturbacks y tomé un café mientras hacía unas llamadas del trabajo, avance cosas que había dejado pendientes por encontrarme con Freddy, respondí un par de correos desde la laptop esperando que baje el tráfico de las 7 que es lo peor del mundo. Cuando terminé habían pasado unas dos horas. Antes de abandonar el local tome el móvil y le envíe un mensaje a Martín – Hola, que tal que, haciendo, ¿cuándo tienes tiempo para conversar? – Espere que me responda antes de irme, el mensaje paso de entregado a leído y luego se convirtió en visto. Me fui de ahí sintiéndome como un imbécil, no solo había hecho lo contrario a alejarme, sino que encima había sido despreciado.
Contunua...