Martha (2)
Segunda parte de este relato.
MARTHA (2)
Martha se sentía muy confundida, recordaba que cuando Andrés rompió su himen sintió un fuerte dolor, pero en lugar de bloquearla, ese dolor aumentó el placer que estaba sintiendo. Y no lograba entender el porqué Aparte, pensaba que no estaba bien lo que habían hecho, no era correcto Pero por otro lado, había aprendido a confiar ciegamente en su tío. No podía imaginarse tener que enfrentar la vida sola, sin su ayuda.
Pero Andrés no pensaba darle tiempo para que pensara o reaccionara. Así que la siguiente noche, cuando Martha ya estaba recostada en su cama disponiéndose a descansar; ella vio como la puerta de su habitación se abría lentamente y la figura de su tío se recortaba en el umbral. Ella sintió como la boca se le secaba mientras veía como Andrés se quitaba la bata que traía puesta, quedando completamente desnudo, y luego se acercaba lentamente a la cama, sin dejar de mirarla a los ojos. Martha se mantenía como hipnotizada, incapaz de reaccionar o pronunciar palabra alguna Andrés retiró suavemente las cobijas que la cubrían, se inclinó sobre ella y metiendo sus dedos entre sus bragas, se las fue bajando hasta sacárselas por los pies La incorporó hasta que quedó sentada y le sacó la camiseta que estaba usando como pijama, por arriba de la cabeza Luego la volvió a recostar sobre el lecho, contempló su cuerpo desnudo, recorriéndolo por entero con la mirada, y finalmente se tendió a su lado
- Te voy a enseñar algunas cosas pequeña mía y la primera de ellas es como besar - Y unió sus labios con los de ella, que los mantuvo cerrados
- Abre tu boquita, preciosa
Ella obedeció sumisa, y Andrés aprovechó para introducir su lengua, explorando la calidez y suavidad de su interior Martha se mantenía inmóvil y sin colaborar, temblando ligeramente, pero dejándole hacer Andrés fue descendiendo por su cuello, besándolo y lamiéndolo, a la vez que acariciaba sus senos Contempló un instante esos pezones enhiestos, dirigió sus manos hacia ellos, pellizcándolos y estirándolos suavemente Aumentó levemente la presión sobre ellos, retorciéndolos un poco y provocando con eso que Martha se retorciera gimiendo de dolor y placer Andrés la contemplaba atentamente, tratando de dosificar el dolor que le estaba produciendo quería pervertirla, pero sin apresurarse para no asustarla en demasía. Sin dejar de retorcer sus pezones, acercó su boca a los senos de ella y los besó alternadamente Luego, con el filo de su dentadura, fue marcando una delgada línea roja, que partía desde los pezones y descendía por el vientre, dirigiéndose hacia el pubis de Martha...Cuando llegó a la altura de su sexo, este se encontraba entreabierto y una cantidad de flujo impresionante había manado de su gruta, descendiendo por la raja de su culo y empapando las sabanas que cubrían el lecho Saboreó con deleite sus jugos íntimos, buscando a la vez el botoncito del placer encontrándolo henchido y asomando por entre sus labios, como un pequeño pene erecto lo sujetó con sus labios y lo estiró al máximo, soltándolo luego de golpe repitió esta operación varias veces mientras Martha solo hacía gemir y retorcerse sobre el lecho, incapaz de soportar tanto placer Pero Andrés le tenía preparada otra sorpresa sin que ella se diera cuenta se había colocado un guante de esos que usan los médicos para examinar a sus pacientes con esa mano enguantada había acariciado su sexo chorreante, volviéndolo viscoso y resbaladizo y cuando calculó que el orgasmo de su sobrina estaba próximo, introdujo de golpe uno de esos dedos en el rosado ano de Martha haciéndola brincar de la sorpresa y del dolor y desencadenándole una corrida impresionante.
Andrés se incorporó contemplando como el orgasmo la iba invadiendo, haciéndola acezar y gemir de placer Aprovechó para colocarse entre sus piernas, las levantó sobre sus antebrazos, haciendo que su culo se levantara se posicionó bien y le metió la cabeza del pene de un seco golpe Esta vez Martha chilló del dolor
- Nooooo tío...eso no por favor me duele mucho sácalo por favor te lo suplico sácamelo -rogaba ella mientras sollozaba.
- Shhhhhhhhhh relájate lo peor ya pasó me voy a quedar quieto un momento, para que tu ano se acostumbre a mi ya verás como todo irá bien
Se hizo un poco hacia atrás, y volvió a entrar en ella, avanzando esta vez un poco mas Con una mano acarició su clítoris, procurando que ella olvidara un poco el dolor que estaba sintiendo Y de pronto, sin previo aviso, enterró su pene por completo dentro de su recto mientras Martha soltaba un largo grito de dolor y sus manos se aferraban a la almohada con desesperación Andrés se inclinó sobre ella quería contemplar ese rostro transfigurado por el dolor que estaba experimentando su ano maltratado Martha mantenía los ojos cerrados, los dientes apretados, un rictus de dolor se marcaba en su bello rostro y un río de lágrimas corría por sus mejillas Andrés contempló con placer (mientras continuaba bombeando ese culo estrecho y cálido) como su rostro se iba calmando, como dejaba de llorar poco a poco y el rictus de dolor iba desapareciendo de su rostro, transformándose en una expresión de placer y como los sollozos se trasformaban en jadeos incontrolados Su ano se iba dilatando poco a poco, y su pene resbalaba ahora con mas facilidad Aumentó la velocidad de la penetración a un ritmo frenético sentía que ya no podía durar mucho más, que su corrida estaba próxima Hasta que estalló, derramándose en el recto de su sobrina quien al sentir como los chorros de semen golpeaban su interior, se corrió también entre gemidos entrecortados... quedando desmadejada luego sobre el lecho acezando y tratando de recuperar el aliento.
De este modo Andrés inició a su sobrina en el mundo de la perversión el sabía que ella era una muchacha sumisa y dependiente y quería explotar esa particularidad de su carácter para dominarla, manipularla a su antojo y convertirla en su esclava sexual Poco a poco le fue enseñando las diversas variantes sexuales la convirtió en una experta en el sexo oral al principio se resistió, pero le puso presión y ella obedeció como siempre. A Andrés le causaba un morbo tremendo cuando observaba a su sobrina arrodillada ante él tomando con sus manitas su pene y llevándoselo a la boca succionando, besando y lamiendo toda la extensión de su miembro hinchado y palpitante la acostumbró a beberse todo su semen, sin desperdiciar ni una gota. Martha era sumamente dócil y jamás decía no a cualquier cosa que su tío le pidiera Ella se aficionó también al sexo anal lo disfrutaba mucho más que el sexo vaginal y sus orgasmos eran intensos cuando sentía como Andrés se derramaba en sus intestinos esa mezcla de dolor y placer que experimentaba cuando su tío la culeaba furiosamente le producía un placer enorme, e incapaz de resistirlo y controlarse explotaba en gritos desaforados y caía de bruces sobre el lecho casi desfallecida de placer.
- Qué haces tío?... le preguntó una noche, mientras veía como Andrés abría un paquete grande que había traído a la habitación
- Es una "pequeña" sorpresa preciosa te aseguro que te va a encantar.
Con asombro, Martha vio como su tío sacaba varios aparatos con la forma de penes humanos, de diferentes tamaños y grosores. Algunos consoladores traían correajes adosados algunos eran vibradores, y otros eran dildos Martha miraba todo con los ojos muy abiertos, completamente asombrada y estupefacta
- Desnúdate preciosa, que te voy a enseñar la forma de usar estos juguetitos.
Acostumbrada a obedecer sin hacer preguntas, Martha obedeció presto y pronto estaba completamente desnuda sobre el lecho Andrés seleccionó un vibrador, y situándose entre las piernas de su sobrina, lo hizo funcionar, dirigiéndolo al monte de venus de la jovencita Al sentir las vibraciones que masajeaban de una forma por demás placentera esa parte tan sensible de su cuerpo, ella emitió un largo gemido Andrés fue descendiendo lentamente, hasta tocar sus labios vaginales con el aparato esta vez fue como si una corriente eléctrica sacudiera a Martha pues elevó sus caderas en el aire, y un escalofrío de sumo placer la hizo estremecer Sabiamente, Andrés recorría suavemente sus labios, recorriéndolos a todo lo largo hasta que tocó ligeramente su clítoris allí Martha no pudo contenerse mas y explotó en un orgasmo incontrolado Pero Andrés recién empezaba mientras seguía estimulando el sexo de su sobrina, extrajo un dildo de mediano tamaño del paquete lo empapó con los líquidos que manaban de la gruta de Martha luego lo colocó en la entrada de su ano y presionó gentilmente el ano de Martha ya estaba acostumbrado a esas intrusiones así que absorbió con facilidad el consolador el cual se deslizó por entero dentro de su recto. Andrés empezó a bombear el culo de su sobrina con el consolador al mismo tiempo que seguía trabajando con el consolador sobre su sexo Martha no tardó en experimentar otro orgasmo mucho mas fuerte que el anterior.
La dejó descansar por un buen rato esperando a que recuperara el aliento en el ínterin, se fue preparando para lo que seguía. Se desnudó completamente y cogiendo uno de los artilugios que había traído consigo, procedió a colocárselo. Este consistía en un pene de plástico, de mediano tamaño aseguró los correajes a sus caderas y se acercó a su sobrina la volteó boca abajo colocó un par de almohadas bajo su vientre quedando de esta manera su culo empinado, ofreciendo al mismo tiempo su sexo y el agujero de su culo a la lujuria de Andrés Este untó un líquido lubricante a todo lo largo del pene artificial y procedió a colocarse sobre su sobrina Con una mano, introdujo la cabeza de su pene en el interior de su sexo chorreante, y luego acomodó el pene artificial en la entrada de su ano fue empujando lentamente, hasta que los dos miembros estuvieron enterrados profundamente en el cuerpo de su sobrina.
Se quedó quieto unos instantes, disfrutando de la sensación tan placentera que le producía el sentir la presión del pene artificial sobre el suyo propio, a través de las paredes vaginales luego comenzó un suave vaivén de mete y saca
Martha empinaba su culo lo más que podía buscando una penetración más profunda se retorcía sobre la cama, estrujaba las sábanas jadeaba desesperadamente, sintiendo que el aire le faltaba su garganta emitía sonidos guturales y gritos inarticulados por fin y como pudo, se incorporó quedando apoyada sobre sus brazos y rodillas con la cabeza enterrada en la almohada, las piernas abiertas al máximo y el culo en pompa ofreciéndose toda abierta a los embates de Andrés.
Martha se sentía desfallecer de placer, notaba el roce de los dos penes entre las paredes de su recto y las de su vagina su cuerpo estaba empapado en sudor, sus brazos y sus piernas eran ya incapaces de sostenerla por mucho más tiempo
- Mas rápido por favor...mas rápido no importa que me hagas daño o me rompas el culo...destrózamelo si quieres pero por favor no te detengas diooossssssssssssssss que dolorrrrrrrrrrr.
Andrés aceleró sus embestidas, la cogió fuertemente de sus caderas e inició una serie de movimientos secos y duros contra las nalgas de Martha enterrándole los dos miembros hasta lo más profundo Hasta que por fin, y en medio de gritos, jadeos y sollozos ambos estallaron en un tremendo orgasmo simultáneo cayendo Martha de bruces sobre la cama Sin salirse de ella, Andrés se desplomó sobre su cuerpo, cubriéndolo con el suyo propio y jadeando como un animal Completamente agotados ambos se quedaron dormidos estrechados en un abrazo íntimo CONTINUARA