Martes Santos. Martes de Pasión
Me arrodillo, mientras él se saca el preservativo, tomo su polla y me la llevo a la boca, aún recuerdo el sabor de su polla mmm, antes del sabor del látex ooohhh.
Martes Santos. Martes de Pasión
Si me preguntan por mi condición sexual, diría que me considero curioso. No me reconozco como bisexual, pues realmente no me siento atraído por los hombres… solo algunos; diría que tampoco soy hetero… por mis inclinaciones, quedándome entonces con el término de curioso/pasivo.
Cuando me preguntan qué tipo de hombres me atraen, suelo contestar, solo aquellos que están enmarcados en una edad, no siendo esta otra que entre los cincuenta años y los noventa. Sí eres de los que cumplen, ya no me importa tu anatomía, físico, color o religión, menos aún el tamaño de tu miembro. Menos me importa si quieres compartirme con un amigo o varios, pues no hay mayor gozo que el de complacer al prójimo, convirtiéndome en vuestro juguete.
Ayer me ocurrió algo sorprendente, no me lo esperaba la verdad, no significa que no deseara, menos aún que no lo buscará. Pues a día de hoy, la verdad es difícil que te sorprendan. Yo y supongo que como a casi todos… busco sexo, pero normalmente mi búsqueda no se limita en ir a saco. Mi búsqueda es en verdad más exhaustiva, busco morbo… esa esencia que realmente te pone, como aquellas ocurridas en la adolescencia, pero con el paso del tiempo van desapareciendo. Quizás sea porque me hago mayor y claro está, los demás me ven diferente realmente es después de haber tenido tantas experiencias.
Bueno comenzare con mi experiencia… vale. Hoy martes Santo, once de abril del presente año (2017), me marche de casa hacia la oficina, me marche con la vestimenta habitual de trabajo. Pero de mi mano colgaba el portatraje, donde no solo llevaba este, sino la misma camisa y la corbata, pues pensaba colocármelo en los aseos de la oficina antes de salir. Inicialmente quede con mi mujer a eso de la una en la Puerta de Jerez, pero dado el cansancio de los críos, pensamos mejor quedar más tarde.
La mañana se estaba comportando, me marche a desayunar y en vez seguir mi rutina, volví a la oficina. Saliendo finalmente a las doce y media de la mañana, colocándome en los aseos el traje de chaqueta, corbata y demás prendas. Saliendo con la intención de ir a buscar al Cerro, que para nosotros los “capillita” es… la Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono y Ntra. Sra. de los Dolores.
Aparque mi coche en un buen sitio, libre de multas futuras y posibles atascos. Viendo la hora, me di cuenta que la Hermandad del Cerro, tardaría en llegar, pues desde donde salió desde la Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores (para entendernos desde el Cerro del Águila), y que tarda en pasar al menos sesenta minutos aproximadamente. Caminando por la Calle San Pablo y dejar la Plaza de la Magdalena tras de mí, me doy cuenta que a pesar de ser un día laboral, no había gran afluencia, quizás muchos y me refiero hacia aquellos que no trabajan, estarían descansando para el día doy procesional.
Pero a pesar de ser el día que es, no me quito las ganas de acercarme al sex shop, ese que se encuentra en el pasaje de la Calle Tetuán con la Calle Sierpes. Mis miramientos eran dos, pensé que iba a ser en este orden, el primero y más importante… orinar, el segundo… quería comprar vaselina, pero de esas que vienen en sobres.
Cuando entre en el local, me encontré este desierto, no había cliente alguno deambulando, mire al dependiente y este aburrido, miraba unos albaranes. Acercándome al final a este, no solo le di las buenas tardes, sino que le pedí vaselina, respondiéndome este…
- “¿Cómo lo quiere usted, frasco o sobre?”.
Respondiéndole…
- “Deme cinco sobres”.
Tras pagarle, me encamine hacia el fondo, teniendo que pasar ese arco que accedes a la zona de cabinas, pero que también están los servicios. Disponiéndome a orinar, entrañándome que no hubiera nadie, claro que sé… que es semana Santa, pero por la mañana los negocios abre y este no va a ser una excepción.
Bueno tras acabar de orinar y lavarme las manos, salí del aseo, caminando hacia mi izquierda, donde se encuentran las películas que visionan ese día. Quedándome detenido, observándolas… mmm, mirando con nostalgia, cuando estas están llena de machos… mmm, y ahora estas se encuentran vacías, todas con las puertas abiertas o entornadas.
Me iba a marchar cuando escuche gemidos, pensé que quizás una de ellas se habría dejado el monitor conectado. Me encamine siguiendo el sonido hasta llegar a la cabina, encontrándome la puerta entornada, empuje esta con la mano a modo de abrirla. Llevándome la monumental sorpresa de encontrarme en su interior a un tío, pero que pedazo de macho, este estaba completamente desnudo, estaba sentado… que digo, estaba recostado en el sillón de cuero. Cuyas piernas soportaban ese cuerpo maduro y depilado, piernas fuertes que estaban separadas, este estaba recostado en dirección hacia la puerta, mientras se estaba masturbando con su mano derecha… mmm. Pedazo de pollón tiene el “menda”, echándole al menos veinte y picos centímetros… mmm, cuyo grosor era de los que t y de un buen grosor…dos soñamos… mmm.
Como os he dicho, este hombre de cuerpo delgado pero fibroso, posiblemente de gimnasio, cabellos negros pero con abundantes canas, totalmente depilado. Cuyas facciones, aun se enmarcan dentro del prototipo de me gustan. Este, sonríe y me invita a pasar, mientras se masturba con una de sus manos, detenido en la puerta dudo, este coge una prenda suya y la tira al suelo, delante de él. Invitándome nuevamente a entrar al tiempo que me dice…
“Entra que no te voy a comer, más quisiera que lo hagas tu”.
“Ven, arrodíllate aquí sobre mi camisa, no quiero que te ensucies tu traje de chaqueta”.
“Entra… hombre, cierra la puerta que hay corriente”.
Entro finalmente, sin decir palabra, me arrodillo delante de él, hincando mis rodillas sobre esa camisa suya. Dirijo mi mano izquierda hacia su polla, sujetándola por la base, me inclino hacia delante hasta introducirme su glande en mi boca… mmm. Se nota que está limpia, comienzo a comérmela, tragándola hasta donde puedo, moviéndome de delante hacia atrás una vez tras otra… aaahhh. Me la saco y sin soltarla, comienzo a lamer su tronco desde su glande hasta sus testículos, enormes y depilados… mmm, los beso y los lame… acabando por chupármelos, no dejando de masturbarle chupo.
Este gime mientras me acaricia la nuca, elevo la vista a su cara, esta es un reflejo de pura satisfacción, cuyos ojos cerrados y boca abierta, emitiendo quejidos de placer… aaahhh.
Dejo de chupársela, sacándomela de la boca, uniéndonos solo un hilo de saliva… mmm. Yo continuo pajeándole con mi mano izquierda, momento que echo su polla hacia su pubis al tiempo que pasó mi lengua, lamo su tronco… mmm, subo y bajo… aaahhh. Chupo y lamo su venoso troco… una vez tras otra, acabando por engullírmela al tiempo que agarro sus huevos con mi mano derecha… ooohhh. Soltándome este…
- “Joder, como la comes cabrón… mmm, sigue no pares”.
Este se incorpora, introduciendo sus manos entre mi cuerpo y sus piernas, no hecho cuenta de sus intenciones, pero rápidamente me hace verlas, pues tira de mi chaqueta hacia atrás, teniendo que sacármela primero por un brazo y poco después por el otro. No dejando de dejar de chupársela… aaahhh, notando su mano derecha acariciar mis cabellos, mientras con la izquierda acaricia mi cuello. No dándome cuenta en verdad, que este lo que realmente estaba haciendo, no era otra cosa que desanudar el nudo de mi corbata, tirando de ella y dejándola caer junto a la chaqueta. Momento que aprovecho y sin dejar de chupársela, comienzo a desabotonar los botones de los puños, continuando al tiempo que este, por el resto de botones de mi camisa, acabando por quitármela, eso sí… con mi ayuda. Diciéndome…
- “No, dejes de comérmela, maricón”.
Siento sus cálidas manos acaricias mi espalda, llegando hasta mi cintura, intentado introducir una de ella por la cinturilla del pantalón… mmm. Apartando sus manos, me hace incorporarme, comenzando por acariciar mi pecho, soltándome…
- “Cuantos pelos tienes cabrón, pareces un oso”.
Desciende sus manos hasta el cinturón, comenzando a soltar la hebilla, continuando por el botón de este y finalmente, baja mi cremallera… mmm. No dejándole de masturbar con mi mano derecha, mientras con la izquierda magreo sus genitales… mmm. Deja mi pantalón caer, debido por el peso de lo que llevo en los bolsillos, comenzando el a magrear mi polla, no muy dura a pesar de estar excitado. Nuevamente me dice…
- “Cómemela, chúpamela… yaaaa”.
Dejo de masturbársela, sonrió al tiempo que agacho mi cabeza hasta su entrepierna, buscando mi boca su polla, topo con mis labios, lamo con mi lengua restos que salen… mmm. Chupo su glande al tiempo que siento la presión de su mano en mi nuca, obligándome a tragármela… aaahhh, claro está no pongo impedimento y trago, sintiéndola como su glande se introduce entre mis amígdalas, siento arcadas… aaahhh. Ante tal pollón… mmm. Soltándome este entre gemidos…
“Si follas al igual que la comes… uuummm”.
“Joder, sigue… sigue… mmm”.
“Joder, que pena no cogerte en una cama”.
“Tienes sitio, mi vida”.
No deje de chupársela, mientras con mi mano derecha lo pajeaba al tiempo que con la izquierda, magreaba sus gordos testículos, este no dejaba de acariciarme la nuca con su mano derecha, no dejaba de gemir, silenciado en parte por el sonido de las películas porno que emitía el monitor… ooohhh.
Me introduzco su polla hasta donde puedo, no importándome las arcadas que siento, menos a él le importa lo enrojecido que estoy. Dejo caer mis salivas, dejando que se diluían por su tronco hasta la base, escapándose del interior de mi boca algún que otra muestra de placer, mientras se la chupaba… mmm.
Tomando mi cabeza con ambas manos, me ha hecho sacarme su polla de la boca, tirando de mí hacia él, haciéndome acercarme hasta su rostro. Acercando su boca a la mía, dándonos un beso y comenzar a comernos la boca, no me he negado como otras veces, lo deseaba tanto como él… mmm.
Aprovechando este para tirar de mis pantalones hacia abajo, continuando yo por descalzarme primero, continuando minutos después por quitarme los pantalones y luego los calzoncillos… mmm. Mientras no dejábamos de comernos la boca, rodee su cuello con mi mano izquierda, mientras este me pellizcaba los pezones… ooohhh. Soltándome…
“Quiero follarte”.
“Ven, súbete, siéntate sobre mi polla”.
“No tengas miedo, no muerdo”.
Comienzo a sentarme sobre su polla, colocando mi pierna derecha sobre el asiento del sillón, mientras mi pie izquierdo descansa sobre el suelo, lógicamente este será quien me apoyé. Cojo su polla, sujetándola con mi mano derecha, agarrándola por su tronco hacia mi orificio, comienzo a restregarme su glande por mi orificio… mmm. Mientras el, sujeta mi miembro con su mano izquierda, al tiempo que con la derecha me pellizca los pezones… ooohhh.
Presiono su polla contra mi orificio, me cuesta que entre, teniéndome que ayudar con mi mano izquierda, tirando de mi glúteo izquierdo… mmm. Veo como este me sonríe, mientras no deja de masturbarme al tiempo que me pellizca, mientras yo no dejo de presionar su glande contra mi orificio… ooohhh. Teniéndola que sacar, masturbarla contra mis nalgas, sintiéndola caliente y palpitante… mmm. Coge este su cartera, rebusca en su interior, cogiendo un preservativo, rasca el envoltorio y saca de este el condón, acabando por dármelo.
Cojo su polla y comienzo a colocárselo. Vuelvo a intentarlo una segunda vez, pero en esta ocasión, él es el que me ayuda, él es quien separa una de mis nalgas mientras yo presiono su polla, presionando su glande sobre mi orificio… aaahhh.
- “Aaahhh… aaahhh…”.
Siento como esta comienza a entrarme… aaahhh, moviéndome sobre su miembro al tiempo que gimo, introduciéndose poco a poco dentro de mí… aaahhh. Sintiéndola muy dentro, notando en cada una de mis movimientos, como sus genitales golpean mis nalgas, siento como mis glúteos aplastan sus pelotas, mientras ambos gemimos… uuummm.
En esta posición se aprovecha de mí, no dejando de masturbarme mientras me pellizca, alternando caricias con besos, deteniéndome para ser el quien continua. Acabando por hacerme sacármela, y ver como se levanta del asiento, pidiéndome…
- “Cómetela un poco más, quiero follarte por detrás”.
Me arrodillo, mientras él se saca el preservativo, tomo su polla y me la llevo a la boca, aún recuerdo el sabor del látex… mmm. Devoro su polla, chupo y mordisqueo su glande, levanto su tronco y diluyo mi lengua por este hasta sus pelotas… aaahhh, chupo y lamo sus genitales, introduciéndome cómo puedo uno por uno, mientras el presiona mi nuca… mmm. Acabando por tirar de mis pelos y soltarme…
- “Ven, quiero follarte ya”.
Me hecho sobre el asiento, acabando por apoyar mi rodilla derecha flexionada, echando mi cuerpo hacia delante, mientras este comienza a magrear mis nalgas… aaahhh. Toma su polla, siento como restriega su glande entre mis glúteos… uuummm, continuando por golpear mis nalgas con su polla… uuufff. Escucho el sonido de algo rasgar, acto seguido veo caer el envoltorio de un preservativo, minutos después comienzo a sentir como su glande se introduce dentro de mi coñito… ooohhh.
- “Uuummm… ooohhh, uuuffff… aaahhh”.
Gimo de placer, mientras este me embiste muy despacio, disfrutando ambos de la penetración. Soltándome…
- “Te gusta puta”.
Respondiéndole…
- “Siiiii, si… aaahhh”.
Embistiéndome una vez tras otra… ooohhh, no tardando mucho en correrse, aunque yo también me corro, apenas me he tocado y la he echado sobre el asiento, dejando todo perdido… aaahhh.
Sacándola despacio de mí, dándome la vuelta nada más sentirla fuera, quitándole el preservativo y echarlo a la papelera, e introduciéndomela en mi boca, saboreando su polla, disfrutando del sabor de su leche con cierto gusto a látex… mmm.
Descansando minutos después, pues nos sentimos mareados, limpio los restos de mi leche del asiento, para que él se siente. Comienzo a vestirme, pues veo las llamadas y los WhatsApp en mi móvil, listo me marcho no sin antes despedirme de mi amante, listo me marcho a ver las procesiones de Semana Santa, las procesiones del Martes Santo… martes de Pasión… mmm. Bueno aquí finaliza una experiencia más, está podría decir que es la última, pero os mentiría, pues acaba finalizar la Semana Santa y llevo ya, cuatro encuentros… mmm.
Bueno lo dicho, espero que os haya gustado tanto como a mí disfrutarla, espero vuestros comentarios, pero por favor… no me seáis muy crueles. Sé de sobra que me gusta recibir como la zorra sumisa que soy, pero aun siendo sumiso me va probar cosas nuevas, moviéndome por el morbo y la curiosidad. Mi email es, lógicamente va todo junto: Jhosua 1974 @ Gmail . com