Martes

Después de salir de la casa Manuel, caminando hacia la mía, mi mente aún se encontraba confundida con lo que paso, lo único seguro que quería era que se repitiera...

Preludio:

Después de salir de la casa Manuel, caminando hacia la mía, mi mente aún se encontraba confundida con lo que paso, lo único seguro que quería era que se repitiera y por un momento desee regresarme, para saber que seguía. A esa edad y en ese tiempo no había información tan extensa como hoy, pero aunque la hubiera no deseaba saber, sino sentir, pensando esas tonterías llegue a mi casa.

Al quitarme el uniforme me di cuenta de la primera consecuencia de lo que experimente, esta se reflejaba en la parte de atrás estaba húmeda se percibía  un olor un tanto extraño y como estaba llegar mi padre, pensé como podía quitar el aroma, solo se me ocurrió alcohol. Limpie la zona húmeda, y rogando no oliera  y se secara lo saque al aire fresco, afortunadamente se secó, y cuando llego mi padre se puso a calentar su comida, prendió la Televisión, se sentó en el sillón del pantalón y de mí no se acordó.

Martes:

Me desperté temprano como todos los días de escuela, me levante, tome la toalla y me metí a la regadera, al salir mi uniforme me esperaba listo ya acomodado la noche anterior, no hice ruido, tome mi mochila me dirigí a la puerta y salí de la casa.

Casi al llegar a la esquina, estaba esperándome con ropa deportiva, inmediatamente me vino a la mente lo sucedido el día anterior sentí un nerviosismo acompañado con miedo me fui hacia a él y le pregunte:

-Buenos días, como estas-

El me respondió:

-Pues aquí esperándote, vamos-

Sentí un calorcito en mi cuerpo, supongo que me ruborice, y asentí con la cabeza.

Caminamos rumbo a su casa, dado que no sabía que decir, se hizo un silencio  que el noto y quiso romperlo comentando que sus amigos  especialmente Don Jorge me extrañaba, pues decía que era un muy buen jugador, muy desarrollado para mi edad, que solo esperaba que supiera recibirla bien, que solo esperaba verme  para decirme si no quería que jugar en su equipo , pues Don Jorge  tenía un equipo de futbol y por lo regular jugaban cada 15 días en diferentes partes de provincia en torneos regionales y que comento que no me había visto.

Al llegar a su casa abrió su puerta, entre con temor y curiosidad, puse mi mochila en el sillón y  me dice cámbiate de ropa, y prepárate a desayunar. Le respondí que si con pena, ya que al aceptar venir, entrar a su casa y todavía empezarme a quitarme la ropa después de lo que paso un día antes no cabía duda lo que buscaba y esperaba pasara.

Me empecé a desvestir dándole la espalda en parte por la pena y también esperando se acercara, me quite la camisa botón por botón, aunque estaba de espaldas sentía su mirada, claramente sentía su aliento en mi cuello, quería sentir la misma sensación que provoco en mí, cuando el pantalón cayo en el piso un calor me rodeo, pensé que al verme en ropa interior saltaría sobre mí y me dejaría llevar por su experiencia, pero no ocurrió , la desesperación de que no pasara nada como me lo imaginaba y más la molestia al voltear y verlo desayunar tranquilamente untándole mantequilla a un pan me desilusiono, me puse rápido el pants totalmente molesto.

La mesa estaba como el día anterior leche pan fruta mantequilla y el cereal no faltaba nada, sentado en la mesa, me serví leche y vacié cereal en mi tazón, ya muy molesto, me preguntaba para eso había faltado a la escuela, mientras el hacía platica insulsa sin ningún interés para mí,  esperaba impacientemente a que dieran las 9.30 para salirnos, pensaba donde se me acerque lo alejare.

Dieron las 9.40 terminamos de desayunar y esperando a que se callara, me levante de la mesa para dar por concluida su interesante platica, fue cuando me dijo es, tome el balón y me salí de la casa sin decir nada, ya en el campo pateaba el balón con fuerza pese a que me pedía colocación, me pedía dribling, pero mejor tiraba a gol, me puse de portero y me dejaba anotar los goles, tenía un desgano que a las 11.00 me dijo que te parece si hasta aquí la dejamos le dije que sí y partimos a su casa.

Yendo caminando me preguntaba si tendría consecuencias haber faltado, pensé en ponerme al corriente en tareas, se las pediría a una compañera que vivía cerca de mi casa, dejaría el futbol por un buen rato y pensé que solo entraría a cambiarme de ropa y por mi mochila, dar las gracias y no volver a faltar. El caminaba en silencio con balón en mano, con su mirada viendo hacia su casa.

Al llegar a su casa, abrió la puerta, entramos  y ya en la sala me empecé a quitar el pants, al verme me dijo que pasa ya te vas, le dije que sí, se acercó hasta quedar frente de mí, se quitó su jersey y me tomo de las manos  me las puso en sus pectorales, mientras las suya se dirigieron a mi cadera, me acerco a la suya, mientras su manos bajaban lentamente a mis nalgas dándoles un apretón con firmeza.

  • no te vayas aun, espera a comer-Me dijo con voz melosa

Pensando que podía suceder lo de ayer y con más tiempo, le dije que si me esperaba, mientras me soltaba, alejándose a la cocina.

-Date un regaderazo en lo que preparo algo de comer, te parece-me dijo ya con una actitud conciliatoria.

-Claro, que si-le dije sonriendo pensando que terminando de comer podría pasar algo más.

Me prepare para la regadera me quite el pants, metí mi uniforme en el baño que es muy reducido pues un medio cuarto dividido en una regadera y la taza con una distancia de medio metro, apenas alcanzaba a no mojarse mi uniforme cuando me bañe el día anterior, ya que lo acomodaba en la caja del baño que es donde estaban las toallas, para utilizar la toalla tenía que quitar el uniforme.

Entre a la regadera me quite mi ropa interior para que no se mojara, medí la temperatura del agua y entre a la regadera me remoje el cabello, el cuerpo , mis pies, tome el shampoo y me dispuse a lavarme el cabello, ya con el shampoo en el cabello formando espuma en la cabeza y sin poder abrir mis ojos, escucho abrir la puerta, inmediatamente siento su presencia a mi espalda, choque con su cuerpo al tratar de voltearme pero debido a la reducido del espacio y a que no me lo permitió,  sus manos empezaron a acariciar mis hombros, lentamente bajaba a mi pecho, el estómago, mis piernas mientras su pene ya erecto duro caliente se pegaba a mis nalgas, tratando de introducirse en medio de ellas, como pude me quite la espuma de mis ojos y pude ver la luz que entraba por el ventanita del baño, pude ver sus manos como subían a mi pecho y justo cuando rozo mis pezones, sentí una sensación tan placentera entre las piernas que lo noto y no dudo en repetirlo , Ese movimiento con sus manos combinado con su respiración agitada en mi oído y su pene en medio de mis nalgas como simulando una penetración una y otra vez explote dejándome sin fuerzas en las piernas, con los oídos zumbándome y a punto de perder el sentido…que bien se sentía ya sin fuerzas como muñeco de trapo me da la vuelta, mientras entra a la regadera  y me sienta en la taza del W.C., mientras estando de pie enfrente de mi con una mano me toma del cabello y con la otra toma su miembro lo acerca a mi boca y diciéndome esto

-Ya sentiste ahora me toca a mí-llevando su miembro a mis labios.

Al sentirlo en mis labios, abrí la boca y pudo introducir su pene, ajuste mi lengua y paladar al tamaño de su miembro, mientras el  con un vaivén utilizando su  mano agarrando mi cabello lo metía y sacaba mientras miraba al techo de vez en cuando bajaba su mirada para ver como lo chupaba con una mirada como castigadora, como aquel que se sabe dominador de la situación, durante varios minutos lo chupaba y me decía que con la lengua lo saboreara. Hasta que sentí sus palpitaciones venir lo saco y me salpico el rostro y parte de mi cuello. Me soltó del cabello y me dijo:

-Te puedes ir mañana te espero- saliéndose del cuarto del baño, dirigiéndose a su recamara.

Lo observe solo atine a lavarme la cara, tome mi uniforme que estaba completamente húmedo, me vestí tome la mochila y me Salí de la casa rumbo a la mía.