Marta=Raul segunda parte
Raul comprueba que es realmente lo que quiere ser
Cada día se hacía más difícil dormir sin soñar con su imagen reflejada en el espejo mientras era sodomizado, cada día la imagen de su amante anal se difuminaba más, hasta ser una mancha con forma de hombre, pero la sensación de la verga penetrando su ano era cada vez más real, se despertaba jadeando, con el pijama húmedo de su semen, y con la garganta seca anhelando el pene que había ocupado sus sueños.
Pero cuando se levantaba escondía su deseo, seguía con su rutina diaria escondiendo sus ganas de volver a ser Marta otra vez
Le había contado todo a su confidente y amiga y esta le correspondió con la historia de una noche incluso mas alucinante, ambas se habían reído sin darse cuenta que aquella noche cambiaba sus vidas para siempre.
No volvió a contactar con Joel, avergonzado de lo que sentía, y así continuo durante muchos meses, una noche tras beberse varias copas y ya en casa de Gloria le confeso entre sollozos lo que le pasaba y la reacción de ella fue determinante para su transformación, le abofeteo con fuerza y le echo una bronca sobre su forma de no actuar, salio disparada a su habitación y volvió desnuda ajustándose las correas de un consolador de generosas dimensiones –Ahora vas a saber si lo que te gusta es un buen falo en el culo- dijo sonriéndole y le bajo los pantalones lo empujo al sofá y tras untarle con lubricante le perforo con el artilugio que portaba.
Gloria con sus enormes tetas bamboleándose le follaba el culo sin piedad proporcionándole tanto placer como aquella primera vez y no tardo en correrse, pero ella no cejaba en su empeño, el consolador tenia un pequeño vibrador por su parte interior que reaccionaba al movimiento, así que cuanto mas frenético era el bombeo mas placer sentía ella también, solo freno cuando los espasmos de su propio orgasmo le impidieron seguir, aun así Raúl que comenzó a masturbarse volvió a eyacular.
Durante el resto de la noche siguieron disfrutando del dildo que le regalo a Gloria su amiga Paula que la había visitado semanas atrás.
Tras caer rendidos Gloria le hizo prometer que sacaría a pasear a Marta.
La semana siguiente, nuevamente cumplieron el ritual de transformación, depilación completa y maquillaje, esta vez eligieron una peluca morena lisa larga hasta los hombros y le vistió con unos vaqueros súper ajustados y un jersey de punto grueso que dejaba su hombro al descubierto y unos tacones no muy altos que hacían que sus piernas y culo luciesen espléndidas. Gloria se puso unos leggins de fantasía con muchos colores, que le quedaban fantásticamente y una camiseta de tirantes tan ajustada como una segunda piel, llevaba encima una camisa larga de cuadros desabrochada para no tapar el espectáculo de sus pechos prietos bajo la camiseta. Antes de salir le metió en el pequeño bolso que llevaba el lubricante y unos condones, Marta se extrañó y quiso sacarlos pero Gloria se lo impidió –La noche es larga- dijo mientras le sujetaba la mano y añadió –y la carne es débil- y le beso apasionadamente.
Cogieron el tren que les llevo a una ciudad vecina donde podían pasar mas desapercibidos, era invierno y ambas iban abrigadas con unas parkas y unos gorros que las hacían irreconocibles. Una vez llegaron a la estación cogieron un taxi y se fueron de ruta por los pubs de moda.
Bailaron con un montón de chicos y también ellas solas, bebieron también todas las copas a las que les invitaron y llegado el momento, para espantar a los que se creían que tenían posibilidades de llevárselas a la cama, se enrollaron entre ellas magreándose con pasión, luego escapaban riéndose.
Tras pasar por varios locales, Gloria le propuso ir a uno que estaba un poco alejado de la ruta de moda, llegaron al Pub y dejaron los abrigos en el guardarropa, dos gorilas enormes vigilaban desde la entrada el local tenia una iluminación tenue y se escuchaba una música suave, casi sensual, la barra estaba vacía, la gente se encontraba sentada en las mesas que rodeaban una pista de baile en la que bailaban algunas parejas Gloria la guió hacia una mesa que se encontraba relativamente escondida, y tras hacer una señal una camarera fue a tomarles nota, llevaba el pelo, de color rojizo, corto, rapado a los lados y con un tupe no muy excesivo, vestía un pantalón negro muy ajustado y una camisa blanca abrochada hasta arriba y un chaleco de dos botones ceñido a la cintura. Ambas pidieron copas de ron y tras servírselas la camarera le guiño un ojo a Gloria y se marcho meneando ostensiblemente el trasero.
-Parece que vienes a menudo por aquí- dijo Marta mientras sorbía de una pajita el contenido de la copa – Si, ese culito que se aleja me deja sabor a miel en la boca- dijo con una risita picara –Aquí la gente viene a buscar con quien follar, si te gusta alguien , le invitas a ir a la barra y ahí charláis, si llegáis a un acuerdo aquella puerta del fondo lleva a otra zona donde se puede encontrar casi de todo para tener una buena sesión de sexo- Marta escuchaba boquiabierta lo que Gloria le contaba mientras observaba a los presentes, una mujer de mediana edad frente a ellas miraba hacia una mesa donde dos jóvenes conversaban, cuando la mirada de uno de ellos se encontró con la de ella, la mujer descruzo las piernas inclino su cuerpo hacia delante mostrando su generoso pecho casi saliendo del escote y hizo una leve señal hacia la barra, el chico dando una palmadita en el hombro a su compañero se levanto y se dirigió hacia la barra, ella le siguió y comenzaron a charlar durante un rato, tras un intercambio de palabras ella le cogio de la mano y le guío a la puerta que Gloria antes le había señalado, el muchacho miro a su compañero riendo y mostrándole el pulgar en señal de victoria.
Mientras esto ocurría dos mujeres se habían aproximado a la barra y conversaban animadamente lanzándose sonrisas y sin dejar de recolocarse sus melenas, la pareja que se encontraba bailando en la pista invito a la barra al muchacho que se había quedado solo y este se levanto apresuradamente para seguirles, poco a poco la gente pasaba de las mesas a la barra y de esta a la zona contigua, mientras otros entraban en el local sustituyéndoles en las mesas, en el transcurso de ese tiempo un hombre bien trajeado se fijo en Marta, le guiño un ojo y la invito a la barra, Marta retiro la mirada avergonzada, Gloria le dio un codazo –De que te avergüenzas, vete con el, si lo que te cuenta no te gusta te vuelves y ya esta- Marta había visto como varias personas habían declinado las ofertas en la barra como Gloria le decía, así que volvió a mirar al tipo, tendría unos cuarenta años repeinado y trajeado, le sonreía con suficiencia, Marta se levanto y se dirigió contoneando sus caderas hacia la barra, el sin perder la sonrisa la siguió.
- ¿Como te llamas princesa?- le soltó una vez acomodados – ¿Es la primera vez que vienes?- continuó sin darle tiempo de responder, ella le miro condescendientemente y sopeso el levantarse en ese momento, - Tienes unas piernas muy bonitas, quedarían muy bien sobre mis hombros- Aquello termino de convencerla, se levanto y se fue sin mediar palabra dejándole con una cara de idiota que provoco una carcajada en la camarera.
Gloria comenzó a contarle que había entrado allí por primera vez con Paula, y que tras tontear con algunos clientes se retiraron al hotel de Paula a terminar la noche, la camarera las abordo en el guardarropía diciéndoles que era una lastima que se fueran, ella terminaba su turno en una hora y podía enseñarles el interior de las salas contiguas todo esto con una mirada sugerente y picara. Paula ni corta ni perezosa le apunto la dirección del hotel y la habitación diciéndole que en una hora ellas comenzarían su fiesta particular y que estaba invitada, ella cogio el papel y abriéndose la camisa se lo metió en el escote mientras recorría con su lengua sus dientes.
Aquella noche demostró ser una fiera y desde entonces los encuentros entre ambas se habían vuelto frecuentes. Cando salía del trabajo estaba siempre súper cachonda de escuchar las cosas que se decían en la barra y de lo que veía cuando entraba a la zona x, como ella la llamaba.
Mientras le contaba esto por la puerta entro una despampanante mulata, llevaba un vestido ajustado que remarcaba sus pronunciadas curvas, grandes caderas que movía excesivamente al caminar enmarcando un culo voluminoso y unos pechos que luchaban, y casi ganaban, por salirse del escote, vestía medias, y por la abertura de la falda del vestido se veía un liguero de color púrpura, paso por entre las mesas cruzo la pista de baile y se sentó en una mesa bien iluminada para que todo el mundo pudiese mirarla y todo el mundo la miraba como comprobó Marta. Cuando paso el primer momento en que su espectacular figura y su llamativo andar acaparaba la atención de todos, se fijo mas detalladamente, iba muy maquillada, con colores vivos en los pómulos y la sombra de ojos, estos eran verdes muy intensos, seguramente unas lentillas, su rostro era anguloso una nariz recta y mandíbula cuadrada, Marta llego a la conclusión de que era un transexual.
Tras examinarla detenidamente noto que ella hacia lo propio, frunciendo un poco el gesto le indico la dirección de la barra, Marta se puso nerviosa y retiro la mirada
-Vámonos por favor- le dijo a Gloria, pero una voz grave la interrumpió – Me gustaría tener unas palabras contigo preciosa- La inmensa figura tapaba casi todo su ángulo de visión, le hablaba con una sonrisa de blancos dientes, que si intentaba ser tranquilizadora lograba todo lo contrario, la siguió mientras todos las observaban, se sentaron en la barra, cabizbaja Marta esperaba a que ella hablara.
-Hola Georgia- le saludo la camarera –Hola cariño, ¿que tal va la noche?-pregunto en tono cordial –Bien, empezó floja pero ya tenemos casi lleno dentro, faltan los voyeurs y tu, por supuesto- le sirvió un cuba libre y espero a que Marta pidiera –Lo mismo- dijo con un hilillo de voz- sonriendo divertida la camarera le sirvió – No te preocupes, Georgia jamás se ha comido a nadie, relájate- La mulata se río ante la ocurrencia de la camarera – A nadie entero por lo menos- dijo mientras ambas se reían, Marta seguía intranquila pero dejo de demostrarlo, miro a los ojos a Georgia y repregunto con la voz mas firme que pudo conseguir – ¿Qué es lo que me querías decir?- ella detecto el tono nervioso y poniendo una expresión cordial le acaricio la mano que tenia apoyada en la barra –Tranquila, si te he asustado te pido perdón, es que nunca había tenido competencia aquí- bebió un sorbo de la copa y continuo –¿Va a ser esta tu zona?- acompaño la pregunta alzando las cejas interrogativamente -No…. creo que te confundes, no soy una…. ya sabes- Ella sonrío, bebió otro sorbo corto – ¿Yo se, que?- deposito la copa en la barra y la miro fijamente –Eres el travesti mas guapo que he visto nunca, pareces una autentica jovencita, solo espero que tu tarifa no sea mas baja que la mía- dijo con una media sonrisa, Marta abrió mucho los ojos y volvió a bajar la cara
-Yo no, yo no, no soy, yo no soy una puta- levanto la mirada- No tengo nada contra vosotras pero yo solo estoy aquí con mi amiga, no tengo intención de buscar nada con nadie, dios, que vergüenza- Georgia le volvió a coger la mano – ¿En serio no estas trabajando? Si yo tuviera un físico como el tuyo me hincharía a follarme mazizorros- la camarera la interrumpió con ironía –Tu ya te hinchas a follar con macizorros- ambas compartieron una carcajada y miraron a Marta que volvía a estar cohibida – Si cambias de idea me encantaría probar a que sabes sin tanta ropa- cogio una pajita de un vaso que se encontraba en la barra y sorbió por ella de su Cuba libre mirándola lascivamente.
-Quizás os gustaría venir a mi piso, vivo aquí cerca y salgo en diez minutos, mi relevo ya esta aquí- miro a Marta - Y así no tendrás que abandonar a tu amiga- les dijo la camarera – Cariño, esta noche no me apetece trabajar, me apunto- y miro a Marta – Si tu te apuntas, claro- Marta miro a una y a otra sucesivamente repetidas veces y luego a Gloria que le hizo una señal preguntando que pasaba – Esta bien, ¿que es lo peor que puede pasar?- se levantaron ambas y fueron en dirección a la mesa donde Gloria las esperaba, la cara que puso cuando ambas se sentaron hizo que las dos se rieran a carcajada limpia – Soy Georgia- le tendió la mano- y si nada lo impide me voy a comer a tu amiguita aquí presente- Gloria no salía de su asombro – yo me, me lla, llamo Glo Gloria- logro balbucear – Susy nos ha ofrecido su casa y vuestra compañía si a ti no te molesta, siempre me puedo llevar a este caramelito tras esa puerta- dijo mostrando su dentadura y señalando la entrada a la Zona x. –No, como me va a importar- miro a Marta con los ojos muy abiertos –¿De verdad?- miro hacia Georgia y añadió –No me malinterpretes eres un pibonazo pero es que me la puedes romper enterita- se reía mientras decía esto – Puedo ser muy delicada cuando quiero- poso su mano sobre el muslo de Marta que sintió un escalofrío.
Siguieron conversando durante un rato hasta que la camarera salió, ahora sabia que se llamaba Susy, se había cambiado ahora llevaba un vestido cerrado al cuello y con los hombros descubiertos de color azul eléctrico, ceñido y con una falda de corte asimétrico, en la mano una chaqueta negra y un pequeño bolso. –Tenemos el taxi fuera esperando-dijo apremiándolas, recogieron los abrigos del guardarropía y salieron a la calle.
El frío les llego como una bofetada, Susy corrió hacia el taxi y las demás le siguieron, una vez dentro se rieron de la forma de correr de las demás mientras daban la dirección al taxista que con ojos desorbitados no sabía a donde mirar.
El viaje duro unos minutos y tras otra breve carrera llegaron al portal de Su, abrió y tras un paseo por el recibidor entramos en el ascensor, el espacio era limitado y estaban bastante apretadas enseguida las manos empezaron a acariciar, una nalga por aquí, un pecho por allá y cuando por fin las puertas se abrieron Gloria y Susy se comían la boca con desesperación y Marta dejaba a Georgia jugar con su cuello mientras recorría con las manos sus prietas nalgas, Susy abrió la puerta como pudo sin despegarse ni un milímetro de Gloria que había metido la mano bajo la falda de la camarera y jugueteaba con su entrepierna. Cerraron la puerta tras de si, Gloria empujo a Susy contra la pared colocándose a su espalda, le subió el vestido dejando unas nalgas redondas y duras a la vista, el tanga que llevaba hizo un ruido agudo cuando de un tirón se lo arrancó, Gloria había tomado el control de la situación, le susurro algo al oído, como respuesta recibió un gemido y el culo desnudo se ofreció para lo que fuese que le había susurrado las manos ágiles de Gloria buscaron la entrepierna y el pecho de Susy que movía su cuerpo buscando que los dedos llegaran a su destino, con su mano derecha penetro la vagina mientras el pulgar acariciaba el ano buscando la dilatación que necesitaba para introducirse y la mano izquierda magreaba los pechos y pellizcaba los pezones que se marcaban grandes y duros bajo el vestido.
Georgia y Marta observaban absortas la lujuria desatada de sus amigas y pronto la mulata acariciaba la espalda de Marta deteniéndose en su culo, le gusto la suavidad de las caricias e intento corresponder, el culo de Georgia era voluminoso y duro Marta sintió su erección crecer, miro a Georgia que le observaba con una expresión divertida y busco su boca, sus labios sabían a fruta, y su lengua suave exploro la cavidad que le ofrecían, como una autómata sus manos buscaron los grandes pechos de ella y comenzaron a acariciarlos, suavemente primero y con mas pasión según el beso se fue haciendo mas frenético, les saco del trance los gritos de placer de Susana que ya se corría amarrándose a la pared mientras los inmisericordes dedos de Gloria la follaban frenéticamente, Marta volvió su mirada nuevamente a Georgia que con gran habilidad y unos suaves movimientos de su cuerpo se deshizo del vestido, su cuerpo era un regalo para la vista, era alta su piel color canela brillaba en la penumbra de aquel recibidor, sus pechos eran grandes pero tenían una caída natural, una obra de arte de algún cirujano de manos mágicas, su vientre era el de una gimnasta al igual que sus torneadas piernas, y entre ellas enmarcada por las amplias caderas y tapada con un tanga de cuero a todas luces insuficiente, la enorme polla erecta de la mulata, que con los brazos en jarra desafiaba a Marta, se acerco despacio, poso su mano derecha en el plano abdomen y lo acaricio despacio, su vista no se separaba del brillante falo que sobresalía bajo el trozo de cuero, su otra mano se unió a la primera y al poco rato sus manos sujetaban las caderas redondeadas, poso su boca entre los pechos de ella, su piel también tenia sabor a fruta, se entretuvo con los pezones negros y duros hasta que sintió que su compañera de juegos se estremecía, empujo hacia abajo el cordón que sujetaba la cárcel de aquel mango de color chocolate que la tenia hipnotizada, como impulsado por un muelle se irguió , era inmenso, nunca había visto una polla tan enorme, ni siquiera el consolador de Gloria era de un tamaño tan brutal, superaba los veinte centímetros, pero lo que mas impresionaba era el grosor de aquel tremendo miembro, casi sin darse cuenta se fue agachando hasta tenerlo delante de sus ojos, alzo la vista, Georgia la miraba, seguía sonriendo lascivamente, retándola a meter su aparato en la boca, Marta saco la lengua y la poso con suavidad en la base del pene, ascendió despacio arrastrándola por todo el tronco sin dejar de mirarla a los ojos, se detuvo en el glande, el enorme glande que rodeo con su lengua ensalivándolo completamente, introdujo la punta y succiono levemente, volvió a juguetear con la lengua y volvió a introducir un poco mas que la vez anterior, repitió varias veces el jueguecito hasta que decidió meterse entero el glande, su boca se lleno completamente y siguió metiendo todo lo que pudo, sus boca amenazaba con desencajarse ante el voluminoso instrumento, se lo extrajo y comenzó a chupar con un ritmo ascendente Georgia ayudaba con un leve movimiento pélvico y pronto comenzó a lanzar profundos suspiros de placer, Marta le miraba a los ojos excitada por la situación se subió la falda y comenzó a acariciarse la entrepierna bajo las braguitas, tras un rato chupando aquella polla de desproporcionadas dimensiones, noto como Georgia le apartaba la cara y amarrándola por el torso la levantaba en vilo y la besaba en la boca, Marta estaba sorprendida, no sabia si había hecho algo mal, pronto se dio cuenta que sus dos compañeras se habían ido a un saloncito iluminado donde se escuchaba música suave, Georgia la cogio de la mano y la guío hacia allí, era asombroso como se contoneaba al caminar y como su pollón se balanceaba, hipnóticamente para Marta.
Susana bailaba con Gloria, ambas completamente desnudas se miraban a los ojos, sus frentes pegadas sus manos en la cintura de la pareja y sus pechos apenas separados los unos de los otros. A Gloria ya la conocía, no le impresionaban los pechos descomunales de su morena amiga que se movían bamboleándose al ritmo del baile, ni sus voluptuosas caderas que meneaba con gran sensualidad, sus oscuros rizos caían sobre sus hombros enmarcando su blanca piel, en contraste Susana de piel bronceada tenia un físico de deportista, sus piernas y brazos eran fibrosos sus pechos menudos y un abdomen firme y musculado, tenia además unas nalgas prietas, todo su cuerpo se movía de una forma fluida pero compacta. Las manos de ambas comenzaron a moverse recorriendo los cuerpos, los labios se encontraron y las lenguas iniciaron su frenético combate, los cuerpos se unieron, se restregaron, se frotaron y acabaron por el suelo en una búsqueda de la mejor postura para proporcionarse placer, sus entrepiernas se juntaron y acompasaron los movimientos pronto la habitación se lleno con los gemidos de ambas.
Mientras Georgia se había sentado y con las piernas abiertas ofrecía su erección a Marta que se lanzo a continuar lo que había empezado, se metió toda la porción de polla que le entro y comenzó a succionar mientras se la sacaba despacito, antes de que saliera del todo volvió a introducirla y con una mano agarrando la base realizo el movimiento inverso al de su boca y aumento el ritmo de la mamada, Georgia se acariciaba el pecho, gemía y no dejaba de decirle lo bien que lo hacia, Marta buscaba orgullosa la mirada de la dueña de la enorme tranca que tanto le estaba gustando pero Georgia cerraba los ojos y con la boca entreabierta gemía de placer, frunció el ceño intentando aguantar pero con un ruidoso suspiro eyaculo dentro de la boca de Marta, esta aunque supo identificar lo que pasaba, se vio inundada por la tremenda cantidad del delicioso semen que deposito en la boca, gran cantidad se le escapo por la comisura y tuvo que sacarse el miembro que siguió escupiendo semen en su rostro un par de envites mas.
-Dios, que bueno ha sido- dijo la mulata recobrando el ritmo de respiración- Te has puesto perdida, ven te acompaño al baño- se levanto y cogiéndola de la mano la llevo a un baño que habían visto desde el recibidor, Gloria y Susy seguían en su particular ritual lascivo entre gemidos suspiros y miradas viciosas, entraron al baño y tras encender la luz Marta se vio en el espejo, tenia el rostro totalmente lleno de esperma, un hilillo le colgaba desde la comisura de los labios hasta la barbilla y goteaba en dirección al suelo se relamió y ayudándose de un dedo recogió las gotas de semen que cubrían su cara y las dirigió a su boca sonriendo a Georgia a través del espejo, esta se coloco detrás y le bajo las bragas, agarro el erecto pene y comenzó a masturbarla mientras con la mano libre le desabrochaba el vestido dejándola desnuda, Marta se corrió enseguida, debido al grado de excitación que llevaba, acrecentado por el roce de sus nalgas desnudas con el miembro que nuevamente empezaba a endurecerse, se dio la vuelta y se besaron, acaricio la polla, ya erecta, y mirándole a los ojos le dijo.- Si vas a follarme hazlo con cuidado, no se si podré con algo tan grande- Georgia sonrío y llevo a Marta nuevamente a la sala, saco un frasquito de su bolso, arrojo a Marta al sofá dejándola boca abajo, y le deposito parte del contenido del frasco sobre las nalgas, era un liquido refrescante, muy suave, empezó a masajearle las nalgas pasando por el ano e introduciendo un dedo cada vez, Marta se empezó a sentir relajada entonces Georgia le levanto el culo dejándola con el ano expuesto a sus dedos, comenzó introduciendo uno y jugando un poco dentro de ella luego dilato el esfínter con movimientos circulares, añadió otro dedo y tras otro rato un tercero, Marta ya gemía de placer cuando los saco y poniéndose un condón que tenía preparado coloco el glande en la entrada del ano, empujo suavemente e introdujo la cabeza, Marta respiraba entrecortadamente, busco con la mirada a su amiga Gloria que apartando la cabeza de Susana de su vagina se acerco hasta su amiga, La mulata no cejaba en su empeño y poco a poco introducía su pollaza en el ano que a duras penas se dilataba, Marta cerraba los ojos y mordía el cojín pero no pedía que parase, Gloria le agarro la mano y se arrodillo junto a ella, la miraba preocupada, Susana se acerco también y le acaricio la espalda, Marta lanzo un gemido de satisfacción cuando la tranca de Georgia venció la resistencia de su esfínter y se deslizo hacia su intestino, sonrío a sus amigas que le devolvieron la sonrisa mientras por detrás comenzaba la follada suavemente, el ritmo aumentaba o disminuía y Gloria observaba excitada como se follaban a su amiga de manera inmisericorde mientras a ella le comía el chocho de manera golosa la pelirroja camarera, la polla de Georgia entraba y salía proporcionándole un gran placer a Marta que se dejaba Hacer desmadejada sobre el sofá incapaz de hacer nada a excepción de gozar, el desproporcionado falo entraba y salía con despiadada lentitud haciendo que Marta se retorciera de placer las firmes manos que lo sujetaban por la cintura y la porción de falo que siempre se encontraba en su interior evitaban que se moviera demasiado, empezó a sentir como el orgasmo nacía por su espina dorsal y eyaculo abundantemente sobre los cojines, pero esto no acabo con la follada Georgia excitada por los gemidos que el orgasmo le había provocado incremento el ritmo consiguiendo que los gemidos se convirtieran en gritos de placer, se vacío dentro de su ano, cuando tras sacarle la polla, que empezaba a perder su rigidez, se quito el condón repleto de su leche y se lo ofreció a Marta que lo vacío en su boca con gusto, Georgia se sentó en la butaca que antes había utilizado, la polla se le desparramaba sobre la pierna totalmente flácida, Marta gateo hacia ella, y lamio el sudor que perlaba la piel de sus muslos, ascendió arrastrando su lengua hasta tener un testículo en su boca, lo lamio, lo chupo y poco a poco el flácido instrumento que reposaba inerte comenzó a erguirse hasta completar una maravillosa erección, la lengua de Marta ascendió por el tronco lentamente, recorrió el glande, ya palpitante, y se lo introdujo en la boca chupándolo golosamente, metió poco a poco la inmensa tranca de Georgia, que la miraba suspirando de placer, hasta que le entro una arcada, no había metido ni la mitad pero tuvo que sacársela, volvió a intentarlo y esta vez aguanto un poco más, repitió el movimiento varias veces pero ya no le entraba ni un milímetro de aquel pollón, agarrando la base comenzó el vaivén de la cabeza, la lengua recorría el tronco de la deliciosa verga que llenaba su boca, y pronto los gemidos de la dueña del colosal pene se hicieron audibles, sintió como se tensaba y un nuevo torrente de semen se desparramo por su garganta, nuevamente no pudo mantenerlo todo en su boca y se desparramo por las comisuras de los labios, el pene salió despedido de su boca y todavía escupió dos chorretones que cayeron sobre su frente y ojos, y otro por su mejilla deslizándose por su hombro y pecho, el pene comenzó a perder rigidez pero siguió expulsando, entre pequeños espasmos, el sabroso néctar, Marta no se lo pensó y lamio todo dejando la flácida polla limpia, se levantó y se fue al baño contoneando su trasero mientras miraba por encima de su hombro a Georgia desmadejada sobre el sofá con una amplia sonrisa en su rostro.
Su reflejo en el espejo la puso súper cachonda, la peluca totalmente despeinada, el rímel corrido y mezclado con el chorretón de semen que desde su frente le cruzaba por encima del ojo derecho hasta terminar en el tabique nasal, el segundo chorretón empezaba en la mejilla izquierda y bajaba hasta su mentón pasando cerca de la comisura de su boca donde se juntaba con todo el semen que no había podido mantener en la boca, su barbilla estaba totalmente cubierta del delicioso jugo que había extraído de la polla de Georgia, saco la lengua y lamio todo lo que pudo, se ayudó de los dedos para depositar todo lo que pudo nuevamente a su boca lo que se había deslizado a su pecho lo recogió con la mano y lo lamio, había sido la prueba que necesitaba, ella ya no era Raúl nunca más, para siempre era Marta