Marta y los 2 amantes jyd Prt5

Marta se despierta con la idea de no volver a tener sexo en mucho tiempo, sin embargo, a lo largo del dia se vera tentada por una serie de sucesos. ¿Lograra resistir? O sucumbira al deseo y la tentacion, dejando de lado su orgullo y su dignidad?

Marta se despertó, le dolía todo el cuerpo. El ultimo día en el camping había resultado doloroso y traumático para ella. No podía entender como sus alumnos, a los que tanto había llegado a querer, habían podido  ser tan crueles con ella. Violándola, abusando de su cuerpo y humillándola. Una lágrima surgió de su parpado derecho al recordar lo que sucedió ayer. Cerro las piernas, sintiéndose profanada. No volvería a tener sexo con nadie, odiaba a los hombres.

La lagrima continuo bajando por su mejilla, pero no llego hasta  el cuello, pues fue atrapada por los labios de Dani, que con un beso en la mejilla paro la lagrima. Luego la abrazo.

Sus alumnos era una cosa, pero Juan y Dani se habían portado muy bien con ella, de formas distintas le habían hecho sentir increíblemente bien. La rudeza de Juan y su sexo duro, apasionado.  El sexo romántico de Dani. Los amaba a los dos, pero ya no sentía esa necesidad de sexo. Una cosa es fantasear con que te violen, y otra muy distinta ser violada y humillada durante horas.

Dani despego sus labios de la mejilla de ella. Y la abrazo con ternura:

-No pasa nada, yo estoy aquí, contigo.

-Lo sé, y no quiero que te lo tomes a mal, pero quiero estar sola –Marta comenzó a llorar, desconsolada, quería estar con él, pero no quería tener cerca a ningún hombre. Todos querían lo mismo.

-Si quieres que me vaya, me iré.

Dani había estado con ella toda la noche, no había intentado nada. La había estado abrazando y oliendo su pelo, se controlo durante toda la noche, ella lo sentía y sabía muy bien.

-Lo siento, Dani, pero será mejor que te vayas. No me encuentro bien y… -Dani no la dejo acabar, y la beso, otra lagrima callo por su mejilla… Estúpidos sentimientos contradictorios.

-Haz lo que quieras, pero sabes que me tienes aquí. Cuando necesites un beso, un abrazo… Lo que sea, ven a buscarme.

Dani salió disparado por la puerta. La dejo pensativa, quizás pasar el resto de los 3 días que le quedaban con ellos dos no sería mala idea, necesitaba distraerse y de nada le servía estar estirada en la cama recordando todo aquello. Le daba miedo que cualquiera de los dos se lanzase, intentando tener sexo con ella. Pero decidió que si llegaba ese momento, hablaría con ellos y les explicaría la situación en la que se encontraba. Los hombres no parecían entender que cuando una mujer es violada no vuelve a tener sexo por razones obvias en un tiempo.

Así que eso hizo, se levanto de la cama, totalmente desnuda. Se dirigió con decisión al baño y lleno la bañera con una ducha caliente mientras buscaba algo que ponerse. Una vez selecciono el conjunto que llevaría, se dio un relajante baño, luego  se seco el pelo y se lo dejo al natural, sin intención alguna de arreglarse: ‘’¿Arreglarme, para qué?’’

No quería complicarse la vida, así que cogió unos pequeños shorts y se los encajo directamente. Era una sensación nueva ir sin ropa interior. Cogió y se puso el sujetador, por desgracia eso si que se notaria si no llevaba. Luego se puso una camisa de manga larga.

Salió de la habitación en busca de esos dos jóvenes, que reían en el comedor. Se quedaron con la boca abierta. ¿Tenia algo raro? La ropa no era provocativa para nada, y no iba arreglada.

Debía estar feísima. Se miro al espejo, y no se veía tan mal. El pelo totalmente despeinado, pero liso, le caía por uno de los hombres, tenía el escote demasiado subido, se remango las mangas para llevarlas en los codos. Y los pantalones eran demasiado cortos, pero se notaba que estaban puestos.

-Necesito salir ¿Os animáis?

Debieron darse cuenta que tenían la boca abierta porque la cerraron.

-Estas preciosa –Dijo Dani.

-No seas pelota, es difícil de mirar con lo fea que esta –Respondió Juan con una sonrisa sarcástica en la cara.

-Muy gracioso J, gracias D. – Marta sentía tener muchísima más confianza con ellos dos, se le paso por la cabeza que estaba desatada y eso era peligroso, así que redujo un poco mientras iba a por las sandalias.

Miro el reloj, eran las 11am y hacia muchísimo calor fuera. Cogió las llaves de la residencia y se las incrusto como pudo en el bolsillo de los tejanos, era imposible que saliesen, porque no salían ni por la fuerza, se le clavaban ligeramente en la cadera, pero era una molestia muy soportable.  JyD se calzaron y salieron del bungalow, sin rumbo. Iban gastándose bromas entre ellos y Marta poco a poco se fue sintiendo más integrada.

Iban caminando la pendiente que dirigía fuera del camping. Podrían ir a la playa, aunque no llevaban toalla ni nada.

-¿Y si vamos a la playa? Podemos volver y coger unas toallas –Marta no lo pensó dos veces el preguntarlo, le apetecía bañarse en la playa.

  • Da igual, vamos a la aventura –Juan la miraba raro desde hacía rato, aunque bromeaba con ella tanto como Dani.

-Voy al bungalow y cojo un par de toallas de nuestra habitación, Juan, así Marta no tiene que subir la pendiente otra vez. ¿Te cojo también una toalla de tu habitación?

-Si, por favor –Marta le sonrió, tan amable como siempre.

Dani fue corriendo pendiente arriba en dirección a la casa, Juan la cogió por detrás y la arrastro hasta un banco, donde la sentó encima de sus rodillas. Allí le dio la vuelta, haciendo que se sentase mirando hacia él. Juan no sonrió, estaba muy serio, y entre sus piernas tenía el paquete durísimo, Marta lo notaba en su entrepierna, rozándole el coñito. Aunque no quería, no sabía cómo decirle que parara.  No le dio tiempo de negarse porque Juan le beso, o le mordió los labios, la engancho de forma que no se podía escapar.  La lengua de Juan cruzaba entre sus labios, ese maldito comportamiento la calentaba tanto, tenía su cabeza atrapada por las manos de Juan, que le impedían alejarse…

-mmmm! –Luchaba por separarse, el beso le gustaba, le complacía. Pero no estaba lista, aun no, se revolvió entre sus brazos hasta que consiguió separar la cabeza –Juan…

Se quedo con la cabeza en blanco: ‘’Juan… ¿Qué?’’  ¿Qué venia después de Juan? ¿Tenia que regañarlo? Lo miro, notaba como tenia la boca abierta, como una gota de saliva le descolgaba de la boca, sentía la necesidad de seguir besándolo, no quería sexo, pero necesitaba ese cariño. ¿Cómo alguien tan rudo y bestia podía ponerle tanto?

-¿Qué quieres Marta? – Juan esta vez si sonrió, y se la quedo mirando.

-Ayer fui violada, creo que no te das cuenta que no quiero nada de esto –Marta se hacia la enfadada, porque creía que era la reacción natural que debía sentir. Pero Juan y Dani le hacían tener reacciones ilógicas, como la de necesitar besos mientras pensaba que odiaba a los hombres.

Juan la miro, con inocencia en la mirada. Esta vez no sonrió:

-Tu dices que no, pero tu cara y tu cuerpo dicen que lo deseas. Que me deseas.

-No. Estoy. Lista. – Marta intentaba ser lo más clara posible.

-¿Para besos apasionados no estás lista? – Juan se rio, y la volvió a besar. La pillo desprevenida.

Eso la enfado y le gusto a la vez. Él le besaba, no la tocaba ni la agobiaba. Solo eran besos.

Juan poso sus palmas en sus nalgas, atraves de los apretados tejanos.

-¡¡¡¡!!!! – Juan tenía las manos frías! Eso la hizo levantar el culo y el cuerpo en sí, haciendo que pasase de besar su boca, a morder su cuello – mmmm

Juan masajeaba  sus nalgas con deseo, mientras mordía cada vez más apasionado su cuello. Ella comenzó a sentirse mojada ahí abajo. Levantaba el culo y el cuerpo, mientras cogía su cabeza entre sus brazos.  Necesitaba sentirlo entre ella… Y Juan continuaba mordiendo su cuello mientras tenía la cabeza rodeada  por los brazos de ella, que bajo las caderas y comenzó a restregar su entrepierna con la de Juan.  La tenia durísima, y estaba mucho mas cachondo que ella.  Una de las manos de Juan abandono la nalga para meterse por la zona de la cremallera de los shorts de marta, y comenzó a tocar sus labios vaginales, que estaban empapados.

-Ahhhhhhh

-Te follaba aquí mismo, y tú te dejarías, porque dices que no estás lista, pero lo estas y lo sabes.

  • No te aproveches, Juan… Que este cachonda no quiere decir que sentimentalmente este lista… Ahhhhh <3

Los dedos de Juan se introdujeron en su coñito, completamente pegajoso y empapado. Las sensaciones que unos simples dedos le hacían sentir era como la de volar libremente por el cielo, rozando las nubes.

-Yo creo que sentimentalmente estas lista también, solo estas enfadada y dolida por lo que paso ayer. Pero no te lo hice yo, recuérdalo. Yo no fui. Yo te amo, y yo te deseo, eres mi putita, y yo soy tuyo. Te pertenezco y solo quiero darte placer, y recibirlo.

Las parejas y personas que pasaban por el parque los miraban. No era amor en pareja, prácticamente se estaban masturbando en la vía publica, pero ninguno de ellos se daba cuenta.

Marta se sentía amada y deseada,  pero también se sentía cachondisima, con unos dedos en el coño haciéndole sentir en la gloria. Miraba hacia arriba, y tenía la boca abierta con la lengua asomándose, no podía controlar los gestos que su cara ponía. Tenía la cabeza  de Juan estampado en su pecho y abrazado.

Juan paró en seco, y la separo, dejándola en pie.  Comprobó que todo estuviese bien y se levanto también.

-¿Por qué paras? –Marta estaba confusa, no quería que parase. Ya lo había aceptado.

-Primero, mira alrededor, como nos miran todos. –Era cierto, mirones y familias los miraban mal, interesados, curiosos. –Segundo, Dani no tardara en venir, y los dos te amamos. Eres nuestra musa ¿Cómo crees que se sentiría si nos ve de esta manera?

Dani bajo poco después la pendiente, con unas toallas encima. Venia totalmente serio y miraba mal a Juan… Los había visto. No dijo nada, mantuvo la mirada, y Juan, que pareció entender ese comportamiento, le puso la mano sobre el hombro y se disculpo, caminaban hacia la salida del camping, a 3 o 4 metros de distancia de Marta. Ella les dio espacio para hablar. Pobre Dani, no había pensado en el.

Sentía su entrepierna mojadisima, y se avergonzaba de haber deseado que Juan continuase. Hacia 10 minutos ella estaba rechazando la idea. ¿Cómo podía ella cambiar tan fácil de opinión?

Caminaron hacia la playa, había más de 20 minutos de caminata, ella se torturaba a si misma pensando en lo que había pasado. Dani y Juan ya no hablaban ¿Se había enfadado Dani?

Llegaron a una cala donde no había nadie. Era una playa pequeña sencilla, estaba llena de rocas y para bajar había que descender unas largas escaleras. La costa estaba totalmente desierta y en la arena no había nadie. Estiraron las toallas y se tumbaron. Permanecieron callados hasta que Dani cogió de la mano a Marta y se la llevo a las rocas. Sin mediar palabra tiraba de ella, y ella se dejaba llevar, no quería continuar en silencio ni que no sonriese. Ella no podía ver así a Dani y haría cualquier cosa para que volviese a ser el de siempre.

  • ¿Me quieres?- El se paro cuando se hallaban en una zona donde no se les veía desde ninguna parte. Enormes rocas se tapaban todas las direcciones, dándoles privacidad absoluta.

-Sabes que si…

  • Pero quieres mas a Juan.

-Os quiero por igual…

-Y a mí me rechazas un beso y a él no? Te lo montas con él en público y casi te lo follas en aquel banco, pero a mí que me den –Dani la miraba con desprecio, y Marta sentía el corazón partido.

-Las cosas no son así, el me pillo desprevenida, pero yo no quiero sexo con ninguno de los dos. El solo me calentó… Perdí el control. Entiéndelo Dani, dame tiempo… No quiero que me odies.

Pese a estar rodeados de rocas, en sus pies había arena. Era un circulo de rocas que dejaba entrar el agua y había una pequeña orilla entre ellas. Una especie de pequeña piscina en la parte unida al mar. Las rocas impedían que las olas llegasen a sus pues, pero no el agua.

Dani, la beso. Como lo hizo en el jacuzzi. Había algo mas, quizás, algo de desesperación. Presionaba sus labios con fuerza. Era un beso muy intenso, Marta no se negó. Se dejo besar, estaba cansada de luchar contra su deseo, de fingir que no quería.

Dani la estampo contra la arena blanda. Le quito la camiseta con fuerza, y tiro del sujetador, hasta  darlo de sí y sacárselo por la parte de la cabeza.

-Dani, no… Bésame lo que quieras pero no hagamos nada mas… No estoy lista. – Comenzó a llorar, no quería ser violada otra vez, no por él.

-Voy a hacer que me lo supliques, perra.

No supo como sentirse, se estaba comportando como Juan. ¿Y dónde estaba el? ¿Se había quedado en la toalla? Quizás de eso hablaban: ‘’A ella le gusta rudo, que la dominen’’

Se imaginaba las palabras de Juan en su cabeza, mientras Dani le desabrochaba los pequeños shorts.

-Abre las piernas para que pueda sacarlo.

Estaba indecisa, ¿que debía hacer? Estaba cachonda, y más de una vez había deseado que Dani fuese así de rudo. Se lo había imaginado desesperado, abusando de ella, con su toque cariñoso pero el ritmo bestia de Juan. Una pequeña parte de ella quería saber que venía después… El corazón le latía fuerte.  Marta se tapo con las dos manos la boca, mientras levantaba ligeramente el culo, dándole vía libre para quitarle los shorts.

Dani se dio cuenta, porque tiro de los shorts dejándola totalmente desnuda. Se desabrocho la cremallera y saco la polla, acercándola a la boca de ella. Resignada, simplemente dejo que entrara, que se satisfaciese por sí mismo. Quería darle placer, quería compensarle.  Chupo la punta y los lados como un helado, como si fuese un helado.

-Dani, no estoy lista. Entiéndelo por favor.  Follate mi boca, desahógate con ella pero no me hagas sufrir con mi coñito. Estoy cachonda, no te lo niego, pero YO no estoy lista.

-Calla y traga – Mientras Marta hablaba fue silenciada por aquella polla, no llegaba hasta el final. Dani movía sus caderas mientras atrapo la cabeza de ella en sus manos. Se estaba follando su boca como si fuese un coño. Estaba demasiado cachonda como para soportarlo. Deslizo sus propios dedos a su mojado coñito, y comenzó a ritmo circular a intentar satisfacer esa calentura. La rudeza de Dani la poseía. No había sido con ella nunca así, la garganta se le expandía a medida que entraba, la metía con fuerza y ella apenas podía respirar. Eso la excitaba de sobremanera, la quería dentro de ella…

-mmmm – Marta no sabía cómo pedírselo, no quería reconocerlo.

-¿Qué dices? Solo traga hasta que me corra. ¿Es lo que dijiste que debía hacer, no?¿Que pensase  en tu boca como tu coño?

Ella lo miro a los ojos, intento darle pena. Pero no funciono.

-¿Qué estás haciendo, quien te ha dado permiso para tocarte?-Dani sonría maliciosamente.

Le saco la polla de la boca, ya venía… y ella lo sabía, ahora Dani se la metería.  Dani se quito la camisa, las sandalias y los pantalones al lado de la ropa de Marta. La cogió de la mano y la llevo a la orilla.  El agua le llegaba hasta cerca de las rodillas. Allí el se sentó y le dijo:

-Siéntate encima – Ella acepto la orden, se sentó y se la fue a meter en el coño cuando él  la paro.  –No la metas, masajéala con los labios de tu coño.  No quiero forzarte a hacer nada que no quieras.

Ella lo miro mal, estaba cachondisima y la iba a dejar así, a menos que ella se lo pidiese, pero no pensaba reconocerlo.  Dejo que la polla de Dani cayese sobre su estomago y se sentó encima de ella, depositando  los labios de su conejito mojado en ella.

-Ahhh, que caliente lo tienes… - Parecía que a Dani le gustaba, así que comenzó a restregarlo con fuerza contra su coñito. Subía y bajaba, ella quería hacerle entender que estaba comprometida con aquella situación, que quería mas, pero no quería reconocerlo verbalmente.  Así que se dejo caer del todo en Dani, sus entrepiernas se rozaban, sus pechos también. Y ahora ella comenzó a morder el cuello de Dani, pareció encantarle porque comenzó a mover las caderas también.

Marta lo miraba excitada, sentía como se endurecía entre sus piernas, le mordía el cuello, las mejillas y el la agarro por las nalgas, apretándola.

El agua inundaba el cuerpo de Dani, y estaba salado.  Le encantaba chupar su cuerpo.

Estaba a punto de correrse, lo notaba. Ese movimiento de restregar sus entrepiernas la estaba poniendo perrísima.

-mmmmmmm

Dani al oír eso se incorporo, y estampo su cara contra los senos de Marta, mordiéndole los pezones y haciéndole una especie de chupetones que le encantaba a Marta. Dani apretó mas sus nalgas, apretando sus entrepiernas en constante roce.

Marta estaba tan cerca, ya casi sentía el orgasmo.  Solo hacía falta restregarse más fuerte.

-Sigue Dani, sigue no pares ahhh, que gusto

El se aparto, Marta tenía los ojos cerrados para saborear el orgasmo que no llegaba, ella no entendía que pasaba ¿Se la iba a meter?¿Querría correrse dentro? ¿Por qué había parado?

Pero su polla se dirigió a su boca, abrió los ojos y vio como Dani ponía cara de placer, sintió en la boca un espasmo continuo, y un segundo después como se inundaba su boca. Marta chupaba y tragaba, estaba delicioso y era un sabor empalagoso.  Pero la zona de abajo no funcionaba sin polla, la sensación del roce de su pene al de los dedos intentando auto complacerse no era ni de lejos lo mismo. Se rindió, dejo de tocarse. Seguía cachondisima, pero la polla de Dani ya estaba retomando su tamaño original.

-Te lo dije, Mar, te iba a hacer desear que te la metiese ¿Si o no? Pero no podrás decir que no te he respetado, total. ¿Tu no estabas lista para follar aun, no? –Dani le hablaba con soberbia y totalmente serio.

Ella se encontraba de rodillas, con el culo sentado sobre sus talones y con las  piernas juntas, con el coño empapadisimo y con la boca con restos de semen. Estaba totalmente insatisfecha, con una fiera fuera dispuesta a violar a Dani, pero no tenía nada que hacer. El había conseguido sacar a la ninfómana que llevaba dentro.

-Vístete, Marta. Cuando volvamos a casa, vuelve a rechazarme si te atreves, que pasara lo mismo que ha pasado ahora. Yo acabare satisfecho y tu acabaras con el coño deseoso de mas polla.

Ella lo miraba en silencio, con odio.  Lo envidiaba, que morro.  Se corrió y ella se había quedado así. En el fondo los dos eran iguales… JyD. Eso le gustaba y le molestaba a la vez.  Mas bien, no le gustaba, la ponía perrísima.  Y tanto ellos como ella lo sabían.

-Ya te dije que no estoy lista, agradezco que hayas parado –Mintió, pero sabía que tanto él como ella no se creían esas palabras.

Dani la empujo, ella cayó de espaldas al agua. ¡ESTABA CONGELADA! Era muy distinto mojarse los pies y las rodillas, y mojarse todo el cuerpo de golpe.

-IDIOTA!

Temblando  se levanto, Dani se reía y la abrazo, la beso en la frente.

-Eres un cielo, cariño.

Ambos se vistieron y volvieron hacia las toallas. Juan los miraba serio, los celos se reflejaban en la mirada. Sugirió volver a la casa y pasar la tarde allí después de comer. Eso hicieron,  regresaron y mientras JyD se ofrecían a preparar la comida, Marta se ducho y se lavo la boca. Juan entro en la habitación, sin llamar.  Marta lo vio desde el baño, mientras se estaba secando con la toalla. Lo miro, sabia a que venía.

-No… Por favor…

Juan avanzo hacia ella, y lentamente se acerco a besarla, ella se dejo. Lo estaba deseando, aunque tenía miedo de que la dejase con las ganas, igual que hizo su amigo en las rocas de la cala. Cerró los ojos, pero Juan dejo de besarla, dejándola con un gesto de morritos, los ojos cerrados y la cabeza adelantada con el cuello estirado. Estaba harta de que la dejasen a medias, creía saber que se proponían.  Tal vez tuviesen la idea de que si la dejaban tan cachonda podrían hacer lo que quisiesen con ella, por desgracia para ella, no se equivocaban.

El la cogió de la mano y dirigiéndola lentamente hacia la cama, le dijo con un tono que nunca había oído hablar a Juan:

-Estírate en la cama preciosa –Era un tono de dulzura y amoroso. Si no hubiese tenido los ojos abiertos no se lo habría creído.

Silenciosamente siguió a Juan hasta la cama y se estiro encima.

-Quiero que cierres los ojos –Y Marta los cerro.

-Quiero que juntes las manos por encima de tu cabeza- Y ella lo hizo.

Marta noto como la ataba con algo, fue a decir algo pero le estaba hablando demasiado amable y dulce, así que eligió darle una oportunidad.

Juan le vendo los ojos con suavidad. Tenía las manos atados y los ojos tapados, podía mover los brazos a voluntad, así que supuso que no lo hizo para controlarla, sino para hacerlo más excitante. Juan poso sus caderas encima de su entrepierna, notaba una prenda ligera, debían ser unos calzoncillos. Así que se tuvo que haber sacado los pantalones, y posiblemente la camisa. Noto como el torso de Juan se dejaba caer sobre el tuyo, como la mano izquierda de Juan agarraba la tira que mantenía sus manos atadas. Lo hizo tiernamente, no había agresividad alguna.

La mano derecha de él le hacía caricias en la barriga, lo noto respirar cerca de su oreja, a unos milímetros. Juan le susurro:

-¿Te gusta así, princesa? – Juan lo dijo tiernamente, mientras comenzó a morderle la oreja. De la oreja fue dándole besos por la mejilla hasta llegar la boca y besársela. Luego bajo al cuello y se lo mordió con agresividad y sensualidad. Le encantaba esa fusión de ternura y rudeza.

-mmmahhhhh

-¿Entonces te gusta que te viole antes que saboree cada parte de tu cuerpo?

Mientras Marta comenzó a responder, Juan comenzó a hacerle chupetones en los pezones, iba bajando y bajando. ¿Quería hacerle un oral?

-No… Ahhh

-Ahhh

Juan llego a la zona prometida, y no se corto un pelo. La ternura desapareció, como si fuese un caníbal, comenzó a comerle el coño. Marta cerro las piernas entorno a su cabeza. Juan metía la lengua, lo masturbaba con los dedos. Le hacía chupetones, y lo mordía cariñosamente, sin apretar pero marcando cada mordisco, rozándolo todo.

-Ahhh Juan Nunca me habías hecho esto.

Juan aumento la frecuencia de los chupetones, mientras Marta gemía como una loca. Le estaba encantando y él lo sabía.

-¿La quieres dentro o todavía no estás lista?

Con los ojos tapados y las manos atadas pero libres, ella estaba deseando que se la metiese.  Abrió ligeramente las piernas mientras contradictoriamente decía:

-Para, no estoy lista aun.  Tenemos que ir a comer.

-Tienes razón, vamos a comer.

Noto como Juan dejaba el lugar entre sus piernas y se levantaba, la fiesta había acabado. Pero en esa misma posición noto le clavaba la polla sin previo aviso.

-AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH <3

Inicio un mete saca brutal, todo lo que se había contenido lo estaba liberando ahora, Marta no podía parar de gemir. Con la boca abierta, todo tipo de insultos se le escapan a Juan.

El la cogió del cuello, y apretó ligeramente. Eso la hizo sentirse dominada, podía respirar perfectamente.

-Voy a partirte por la mitad –Le susurro al oído, dejo sujetarle el cuello,  le levanto ambas piernas y se las coloco contra su pecho, aplastando sus tetas. Casi podía tocar el empeine del pie. Ahora el llegaba hasta el fondo, notaba como la atravesaba. La punta peligraba con entrar dentro del útero, era imposible, pero era la sensación que tenia.  Los golpes eran brutales…

-Cariño, esta posición me hace daño… Ah  Ah Ah <3

-Ya noto el daño que te hace, aguanta un poco, ya voy a terminar –Juan paso los brazos por fuera de las piernas, para mantenerlas en la posición elástica en forma de v.  Su mano izquierda le cojo de un lado del cuello, apretando. La otra la cogió del pelo, obligándola a girar la cabeza. Y los dientes se clavaron en el lado del cuello disponible.

Marta sentía como tiraba de su pelo, como le apretaba el cuello, como le mordía, como estampaba sus piernas contra sus hombros, poniendo a prueba los límites de su flexibilidad.

Ella ya no podía mas, iba a estallar en un enorme orgasmo.

La polla de Juan entraba y salía a una velocidad sobrenatural.

-Ah

-Y como me vas a compensar si no me corro dentro? – Juan apenas podía vocalizar, estaba llegando a su límite.

-No. Puedo compensarte… ahhh

Marta bajo a besarle, no sabía dónde estaba, pero su boca encontró la suya. Se sentía totalmente llena, era una sensación increíble, le preocupaba lo del embarazo, pero ya se había hecho la idea de tenerlo si eran Juan o Dani los padres. Aunque con suerte ella seria infértil. No se veía como madre, además, todo sería un lio.

Juan la abrazo, con la respiración agitada. Marta no podía quitarse que estaba llena de su leche:

-Te dije que no te corrieras dentro… idiota…

-Pues bien que te has corrido, y vaya corrida que te has pegado, eh… Que aun tienes espasmos en las piernas.

-Han sido las preliminares, nada que ver con el sexo en si.

Juan la miro mal, pero luego se rio.

-Tenemos que ir a comer.

-Tu amigo nos está esperando, ves bajando, tengo que lavarme el conejito, ha bebido demasiada leche…

-Dani me sugirió que mañana podríamos ver una película, los tres, en el comedor…

-Eso no puede terminar bien

-No, tu serás nuestras palomitas.

La idea de ser comida por los dos y ‘’violada’’ durante una peli, rudamente por los dos hombres que amaba, no se le quito de la cabeza durante la comida… Quedaba toda una tarde y 2 días más… ¿Qué perversiones más le esperaban?