Marta. Me tocó el Euromillones 2

Segundo capítulo de la historia de Marta, en el que vemos, juntos, en qué nos vamos a gastar el dinero del premio.

Este es el segundo capítulo, de la historia de Marta, una madrileña de 29 años, a la que le tocan 200 millones de € en el

Euromillones

, y, su vida, comienza a cambiar, y, se convierte, en una espiral de sexo y drogas.

Sigo yo mismo, narrando la historia

**En mi casa, en

Campodón

, Villaviciosa de Odón. Lunes por la tarde**

Llegamos a mi casa, eran las 18:30, porque, entre unas cosas y otras, con la comida, se nos había hecho muy tarde.

Marta me dijo, nada más llegar, que, si no me importaba, le gustaría desnudarse, por completo, porque así, pensaría mejor las cosas, así que, yo, le dije que sí, que no habría problema.

Marta se quitó el vestido que llevaba, y, también el tanga, al quitarse el vestido, confirmé mis sospechas, de que no llevaba sujetador.

Se quitó también el tanga, y vi su coño, que, por cierto, no lo había dicho antes, estaba depilado, como a mí me gusta; Marta se quedó sólo con las botas.

Fuimos a mi despacho, el de mi casa, y, encendí mi PC, para hacer, en Word, una lista, con las cosas que Marta quería hacer, con el dinero, y, de paso, calcular también los gastos.

Antes de empezar a hacer el trabajo de lluvia de ideas, Marta, me pidió otro whisky, y, al volver, vi que se había encendido, uno de mis puros, y, se lo estaba fumando.

La lista de cosas que Marta, se quería comprar, con sus precios

  • Casa para ella, pero, para compartir conmigo, vimos una, muy grande, en la zona de Montepríncipe, en Boadilla, zona que le recomendé, porque, Marcos, mi socio, vive allí. Precio, en torno a los 15 millones de €, una vez hecha la reforma y pagados los impuestos, al Maligno
  • Casa para sus padres, en la misma zona, para estar muy cerca, en torno a los 4,5 millones de €, con todo incluido
  • Amueblar las casas 1 millón de €
  • Casa de verano, en Marbella, Sierra Blanca, en torno a los 6-7 millones de €, muebles incluidos
  • Ropa que quería comprarse, sin precio definido
  • Una finca, en la que poder montar a caballo
  • Un local, en el que poder pintar cuadros
  • Chalet en la sierra de Madrid, para los fines de semana 2 millones de €
  • Piso en Barrio Salamanca, con sala de juegos BDSM 5 millones de € (Eso fue lo que más me sorprendió, pues, fue cuando Marta me dijo, que le gustaba el BDSM, con hombres, era sumisa, y, con mujeres, Ama/Dominante)
  • (Sugerencia mía) Comprar algún chalet en buena zona, meter chicas,

escorts

, y, generar dinero, a modo de inversión, 2 millones de € * (Sugerencia mía) Invertir, en torno a 5 millones de €, en diversos restaurantes y bares, de varios tamaños. * (Sugerencia mía) Invertir, 1 millón de €, en pisos, si hacía falta, reformarlos, y, alquilarlos. Pisos en varias provincias, y, de varios tamaños. * Gastos varios, dejar 1 millón de € * Montar una pequeña web y/o productora de vídeos porno, para grabarnos mientras follábamos, y, subir los vídeos. * Ir invirtiendo, las ganancias de los restaurantes, y, los negocios de putas y del narco, en bolsa, fondos, y cosas de ese estilo.

En total, me salieron en torno a 50 millones de €, por lo que quedaban 150, para, “ir tirando”

Una vez que acabamos de hacer el Word con lo que Marta se quería comprar, llegó el momento, de empezar a follar, algo que, cada vez, Marta se le veía, que tenía más ganas, porque, yo observaba, que se llevaba mucho, su mano, a su coño.

Antes, llamé a las inmobiliarias, de las casas de Boadilla, para concertar citas para verlos, al día siguiente.

Al acabar la llamada, Marta, llevó su mano, a mi pantalón, me lo bajó, al igual que el calzoncillo, agarró mi polla, y, me empezó a hacer una mamada.

Si bien es cierto, que, al principio, no era tan profesional como Celia, es algo que no me importó, a base de práctica, iría mejorando, pues, me había propuesto, sin que ella supiera nada, en convertirla en la más guarra de todas, al menos, en privado.

Me corrí en su boca, y, Marta, se tragó todo mi semen, por la cara que ponía, le estaba gustando la experiencia.

En el supermercado, con Marta

Entre mocos y flautas, eran las 20:30, yo no tenía hambre, y, Marta, tampoco, a propuesta de Marta, fuimos a un supermercado, y compramos un par de botellas de whisky, algo de chocolate, en tabletas, un pastel, y, alguna cosa más, y, volvimos a mi casa, para pasar la noche, los dos juntos.

La (primera) noche con Marta.

Al volver a mi casa, una vez que guardé las cosas en su sitio, en la misma cocina, Marta me dijo que, antes de cenar algo, quería, de algún modo, cenarme a mí, es decir, que estaba deseando follar, casi desde que me vio en la oficina, así que, no me hice de rogar...

En el VIPS, algo de lo que hablamos, y que no os he contado, es que, Marta, llevaba años con un DIU puesto, y, revisado, pues, me dijo que sólo le gustaba follar a pelo, pero, quería hacerlo tranquila, sin riesgo de embarazo, para que pudiera sentir el semen de los hombres a los que se follaba, dentro de ella.

Con Marta, otra vez desnuda, salvo por las botas, le metí mi polla, en su coño, que ya estaba chorreando, Marta, empezó a gemir de placer, sin duda, estaba disfrutando, y yo, al final, me corrí dentro de su coño, tal y como ella, me había pedido.

Después, pasamos los dos, al salón, yo también me desnudé, por completo, para estar a la misma altura que Marta, y, de paso, para estar, yo también, algo más cómodo.

Nos servimos unos vasos de whisky, y, cenamos unas croquetas y un poco de ensaladilla, que habíamos comprado, ya hechas, en ese momento, me di cuenta, de que no había hablado con Rana, de cuanto personal de servicio, íbamos a necesitar.

Yo calculé, que, al menos, iban a ser necesarias 6 o 7 personas, solo para nuestra casa, y, 2 o 3, para sus padres.

Ahí fue, cuando me llevé una sorpresa, con Marta, porque, me dijo que, además, le encantaría tener, una esclava sexual, que conviviera con nosotros, y que, ambos, nos la pudiéramos follar, y hacerle lo que quisiéramos, por duro que fuera; al parecer, Marta, como Ama, era muy extrema, tanto o más que yo, y, eso, me ponía muy cachondo.

Yo le dije a Marta, que, no habría problema por ello, que conocía a una persona, a Natalia, que, quizás, nos podría ayudar con eso, y, con las modificaciones que fueran necesarias, hacerle a nuestra esclava.

Hablando de eso, fue cuando, Marta, me comentó que, ella, también quería modificarse, siempre había querido tener las tetas, algo más grandes, y, también, ir muy tatuada, pero, ahora, ya nadie se lo iba a poder impedir.

Le propuse a Marta, hablar, en ese mismo instante, con Natalia, para pedirle cita, urgente, y que, cuanto antes, pudiera examinar sus tetas, y poner fecha a la operación, de aumento de tetas, de Marta.

Marta aceptó, así que, en resumen, teníamos cita con Natalia, en su hospital, para el día siguiente, por la tarde.

Como ni Marta ni yo teníamos ganas de dormir, y, además, el alcohol, ya empezaba a hacer mella en Marta, a ella se le ocurrió preguntarme, si yo conocía a alguien, que vendiera cocaína, pues, la droga, era algo que siempre le había causado curiosidad, y, querría probarla.

Ahí fue, cuando yo le expliqué, que sí, que le podría conseguir cocaína, en las cantidades que necesitara, pues, al trabajar con narcos, una de las condiciones que yo les ponía, era, poder disfrutar de cocaína, cuando yo la necesitara, para cualquiera de las chicas que trabajaban de

escorts

, o, a las que iba modificando.

Marta me dijo que, quería probarla, ya mismo, así que, llamé a uno de mis contactos, y, en 30 minutos, y, de forma discreta, tenía en mi casa, cocaína suficiente, como para que Marta, pasara la noche entera.

Le expliqué también, a Marta, que, aunque, a partir de ahora, me dedicara mucho más, a ella, al trabajar con narcos, quizás, me tendría que echar alguna mano, pues, podría necesitar su ayuda, en la organización, para la que trabajaba; por supuesto, a Marta, no le importó, pues, era algo que se iba a ver recompensado a nivel económico, que íbamos a poder disfrutar juntos.

Marta, nada más ver la cocaína, se preparó y se esnifó una raya; a consecuencia de eso, le entraron, más ganas de follar, y, ahí fue cuando me pidió, que me follara su culo, que quería sentir mi polla, dentro de él.

Yo, no me lo pensé dos veces, y,

ahí

que fui, le empecé a meter mi polla, en su culo, oyendo los gemidos de placer de Marta, que, cada vez, eran más altos.

De nuevo, cuando llegó el momento de correrme, lo hice dentro de ella, esta vez, en su culo, para que Marta, pudiera sentir mi semen, bien dentro.

Pasamos el resto de la noche, sin dormir, por las emociones, de hecho, según me contó Marta, se enteró de que había ganado, el sábado por la mañana, y, desde ese momento, apenas sí había dormido unas horas, del domingo al lunes, por toda la emoción y la excitación, no solo sexual, que llevaba encima.

En torno a las 7 de la mañana, llevé a Marta, a la ducha, y, ahí, me la volví a follar, esta vez, me follé su coño, simplemente, fue algo que, a los dos, nos apetecía, por supuesto, de nuevo, me corrí dentro de ella, porque, a Marta, era lo que le gustaba.

Bajamos, después, a la cocina, a desayunar, cargamos pilas, pues nos esperaba, a ambos, un día lleno de actividades, tanto de compras y visitas, como, a nivel sexual.

Una vez que ya habíamos desayunado, hasta las 12 no teníamos nada que hacer, que era la primera cita con las agencias, para ver las casas, así que, le propuse a Marta, llevarla a casa de sus padres, para que se cambiara de ropa, y, mientras, yo, pasaba por mi oficina, para ver cómo iba todo, y, a las 11, les recogería, a Marta, y a sus padres, para

llevarlos

a Montepríncipe, a ver nuestras nuevas casas.

Le pedí a Marta, que se pusiera lo más sexy que pudiera, que intentara sorprenderme, que, por la tarde, o, si no daba tiempo, al día siguiente, iríamos de compras, y, renovaríamos su armario, pero, con mi supervisión, pues, a partir de ahora, quería verla, siempre, lo más elegante que pudiera, para que todo el mundo, me tuviera envidia.

Dejé a Marta, en la casa de sus padres, y yo, me fui a mi oficina, para hablar con Marcos, mi socio, de lo que estaba pasando, y, pedirle, que me cubriera, a nivel laboral, al menos, durante toda esa semana, pues, se la iba a dedicar, por completo, a Marta.

Marcos, como es natural, se quedó flipando, me dijo que tenía mucha suerte, y, también, que no me preocupara, que él se encargaría de todo, en mi ausencia, y que, ante cualquier incidencia, estaríamos conectados por

Whatsapp

.

En casa de los padres de Marta.

A las 10:45, ya estaba, de vuelta, en la casa de los padres de Marta, subí, porque, Marta, así me lo pidió por

Whatsapp

, y, me recibió Marta, medio desnuda, pues, estaba, ya duchada, y, sin decidirse por la ropa que se iba a poner, ese día.

Yo, aproveché, para ver su armario, le elegí un vestido negro, muy corto, que tenía, unas botas, y, una chaqueta negra, de cuero, y, me volví al salón, donde estaban ya sus padres, esperando a que Marta se vistiera.

Marta me preguntó, si no iba a elegirle lencería, y, le respondí, que no, que, iba a ir a pelo, para poder meterle mano, cuando yo quisiera.

Marta, ya había avisado a sus padres, de los planes para el día, y de su próxima mudanza a Montepríncipe, y, ambos, estaban de acuerdo.

Finalmente, y ya con el tiempo, pegado al culo, Marta salió, le quedaba todo lo que llevaba, y, yo, por cierto, le había elegido, genial, así que, ya pudimos ir hasta Montepríncipe, a ver las casas.

Al ver a Marta, así vestida, (Iba un poco, como avergonzada, quizás, por la falta de ropa interior) no pude evitar, darle un beso en los labios, los padres, se quedaron algo sorprendidos, pero, no dijeron nada...

En el próximo capítulo, os contaré, cómo fue la visita a Montepríncipe, con Marta y sus padres, y, más cosas.

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