Marta los prefiere jóvenes (3)
Marta atiende a Javier el amigo de su hijo, incluso más de lo que él podría imaginar.
Cierta tarde y como era habitual ya, mi primo llevó a uno de sus amigos a su casa pues se había convertido en el lugar donde siempre realizaba los trabajos con sus amigos o simplemente el lugar de reunión de sus amigos. Al llegar mi primo con Javier, su compañero Marta estaba bañándose así que el invitado siguió a la sala mientras mi primo informaba a su madre que habían llegado.
Pasados un par de minutos, Marta salió del baño y vistiendo solo la toalla se dirigió hacia la sala para saludar al joven quien quedó gratamente sorprendido con el cuerpo de Marta, la cual dijo que iría a colocarse algo de vestir y en un momento les podría ofrecer algo de comer. A Marta le pareció muy atractivo aquel joven así que tomó la ropa que le pareció más apropiada para impactar al joven. Tras mirar su closet decidió colocarse un pequeño vestido blanco de tiras que tenía un buen escote y una falda muy corta, se colocó una tanga negra y unos zapatos blancos de tacón. Rápidamente estuvo lista y volvió a la sala donde mi primo le preguntó algo incómodo por qué se había vestido así a lo que ella le respondió que tomó lo primero que encontró en el clóset para poder atenderlo a él y a su amigo. Mientras Marta hablaba con su hijo, Javier no paró de observar lo buena que estaba Marta lo cual ella notó alegrándose.
Marta salió hacia la cocina donde preparó unos sándwiches y un refresco los cuales llevó a la sala. Primero llevó el sándwich al invitado y al entregárselo se inclinó bien, con lo que el joven pudo notar que Marta no llevaba sostén ya que vio parte de sus tetas. Luego volvió a la cocina y regresó con lo que faltaba y sentándose también ella a comer un poco con ellos. Marta se sentó y escuchaba a los jóvenes, esporádicamente emitiendo un comentario acerca de lo que ellos hablaban. Mientras todos estaban sentados en la sala, Marta cruzaba sus piernas y Javier veía como la falda subía cada vez más por las piernas de ella.
Javier estaba calientísimo y Marta notaba cómo su verga estaba dura y formaba un bulto sobre el pantalón de éste. Marta sabía que estaba cumpliendo su objetivo pero no podía hacer aún nada pues allí estaba su hijo. Al terminar, Marta nuevamente agachándose bien recogió todo y salió hacia la cocina, mientras Javier seguía asombrado con lo buena que estaba Marta. Mientras ella organizaba su cuarto, no podía dejar de pensar en la verga dura de aquel joven así que decidió volver a calentar al joven.
Marta volvió a la sala donde simulando buscar algo en el cajón que allí se encontraba y que se encontraba tras su hijo, se inclinó mostrando al invitado su jugoso culo el cual intentaba al máximo que su amigo no lo notara. Nuevamente su verga se estaba poniendo dura pero Marta se levantó, sonrió al joven y salió de la sala. Javier no podía más con la calentura así que fue hacia el baño donde se haría una buena paja. En su afán por masturbarse olvidó asegurar la puerta y Marta quien había notado que el joven entraría al baño entró allí encontrándolo con el miembro en la mano y batiéndolo en su baño. Al Javier verla, se sorprendió y no sabía que decir, pero Marta tomó la iniciativa y le dijo "Que bonito pene tienes" mientras se acercaba a él y lentamente se agachaba para tomar aquel duro pene entre sus manos. El pene de Javier debía medir unos 18 cms, los cuales atrajeron a Marta a introducirlo a su boca mientras el joven respiraba fuertemente. Marta chupaba aquel pene con una maestría admirable y Javier apenas podía creer lo que le estaba pasando. Marta metía aquel prominente miembro en su boca hasta desaparecerlo y tras un par de minutos, el joven no pudo resistir más y tras tomar el pene con su mano, lo sacudió rápidamente y lanzó su leche sobre la puta madre de su amigo quien recibió la mayor parte de la carga en su cara y pelo a pesar que unas gotas cayeron en el suelo.
Al terminar Javier, Marta le dio un par de lamidas en la verga limpiando el poco semen que quedaba sobre él, para luego ponerse de pie y salir del baño mientras el joven limpiaba su sudor. Tras acomodarse, Javier volvió a la sala donde se encontraba mi primo quien lo esperaba. Al fin llegó la noche, Marta sirvió la cena y los tres se sentaron a la mesa, ubicándose ella junto al joven invitado. Mientras cenaban, Marta esporádicamente pasaba su mano por el bulto de Javier que se veía notoriamente incómodo ante esta situación a pesar que mi primo no advertía nada. Javier pudo apreciar que Marta aún tenía restos, aunque ya secos, de su semen en el pelo lo cual le terminó de confirmar lo puta que era ella. Terminaron de cenar y el joven dijo que iría a su casa pero Marta rápidamente intervino y dijo que sería muy peligroso y que si mi primo no tenía inconveniente se podría quedar en su casa aquella noche, y mi primo como era de esperarse no encontró problema en la propuesta de su madre.
Aproximadamente a las 10 de la noche y mientras los dos jóvenes veían TV en la sala, Marta con una diminuta pijama pasó a desearles buena noche y el joven no pudo separar sus ojos de las carnes de ella. Marta salió a su cuarto y los dos jóvenes tras ver TV un rato y charlar fueron al cuarto a dormir. Javier no paraba de recordar la mamada que le había dado la madre de su amigo y su verga se estaba poniendo nuevamente dura. Espero un largo rato y tras cerciorarse que su amigo estaba totalmente dormido, se levantó y fue a mirar una vez más a Marta quien también estaba profundamente dormida.
Javier dejó la puerta entreabierta y se empezó a masturbar mientras veía a Marta quien tenía su torso cubierto solo por un ajustado top rojo. Su verga se estaba poniendo cada vez más dura y él decidió abrir la puerta y entrar en el cuarto para situarse junto a la cama de Marta, donde empezó a masturbarse mientras la observaba lujuriosamente. En medio de su excitación él le tocó un seno con su mano, por lo que ella se despertó un poco alterada y con una polla frente a ella. Javier no sabía qué hacer y rápidamente metió su duro miembro entre su ropa ante la mirada de la sorprendida Marta quien al contrario de lo que el joven imaginó que sucedería, sonrió y le dijo
¿No fue suficiente lo de esta tarde verdad?
El joven enmudeció y Marta sonriendo agarró su mano y lo jaló hacia ella, Javier se dejó guiar y terminó sobre ella besándola toda. El joven que tenía ya la verga bien dura la rozaba en las piernas de Marta quien sentía el calor de aquel pene en su piel. Javier lentamente y mientras tocaba bien el cuerpo de ella, bajó el pequeño short de su pijama para luego correr su tanga y meter dos dedos dentro de aquella concha. Marta se tomaba el pelo y las tetas mientras el joven rápidamente metía y sacaba sus dedos de aquella concha la cual estaba ahora totalmente húmeda. Javier dio un par de lamidas al clítoris de Marta y ella no paraba de gemir. Él, con gran maestría masturbaba a Marta quien tras un par de minutos se vino dejando su concha y muslos totalmente húmedos.
Tras aquella corrida, Marta afanosamente desnudó al adolescente quien conservaba su falo duro, dio un par de lamidas a éste y sin hacerse esperar, se tiró sobre la cama abriendo bien las piernas y corriendo su tanga para luego abrazar al joven quien poco a poco la penetró mientras Marta suspiraba profundamente. Javier lentamente la penetraba y Marta lo abrazaba fuertemente mientras su placer se hacía cada vez mayor. Tras un par de minutos de aquella penetración, Marta volvió a tener su orgasmo y dio un par de fuertes gritos aunque mi primo no se despertó. Javier se arrodilló y colocó las piernas de Marta sobre sus hombros haciendo más profunda su penetración y aumentando el ritmo de esta, haciendo que el golpeteo de sus huevos con las nalgas de Marta fuese más fuerte. El joven sentía que se acercaba su orgasmo y le dijo a Marta pero ella le dijo
Guarda tu esperma para el final y me lo tiras todito encima.
Javier sacó su pene de la cocha de Marta y pudo resistir su orgasmo. Marta lo tiró sobre la cama y tras clavar la dura polla en su concha dando la espalda al joven lo empezó a cabalgar sin piedad como queriendo acabar con aquel miembro. Ella saltaba sobre dicho pene con una furia incontrolable generando tras breves momentos un gran orgasmo en ella, deteniéndose por un momento pero luego siguió con la follada. Marta parecía poseída y girando para quedar frente a su amante, gemía furiosamente. Ella se clavaba la polla al máximo y acompañaba las penetraciones con movimientos circulares de su pelvis hasta que Javier, quien esta vez no pudo contenerse, le llenó la concha de leche ante la mirada de satisfacción de ella quien aumentó el ritmo de la penetración. Tras la eyaculación, el joven se incorporó y colocó a Marta en 4 patas para comenzar a follarla. Sin tardar y con la verga aún flácida penetró a Marta quien clavó su cabeza en la cama mientras levantaba bien su cadera. El miembro del joven rápidamente recobró vigorosidad y no paró de comerle la concha muy húmeda a Marta quien no paraba de pedir que le diera más verga.
La posición que Marta había adoptado dejaba visible su ano, el cual Javier empezó a estimular con sus dedos generando en ella un placer indescriptible. Lentamente, el joven comenzó a meter un dedo, luego dos y hasta tres dedos en el ano de la madre de su amigo quien con una de sus manos sacó el pene de su concha y lo fue introduciendo poco a poco en su retaguardia. El hombre estaba extasiado ante su primara experiencia en el sexo anal. Marta guiaba el pene del adolescente, el cual guiaba lentamente hacia fuera y hacia adentro por su culo y tras un momento lo soltó y dejó todo en manos de Javier quien tras comenzar lentamente fue incrementando la velocidad de sus embestidas generando en Marta una sensación que le generaba tanto dolor como placer. Javier continuó follándola sin piedad y Marta estimulando su clítoris con sus dedos se despachó con un gran orgasmo y perdiendo casi la respiración ante la excitación que sentía. Marta apenas recuperaba energía gozando aquel duro trozo de carne dentro de su ano que intentaba llegar hasta sus intestinos y de repente, Javier sacó su pene del ano de ella, y tras un par de sacudidas tiró su esperma sobre las nalgas y la espalda de Marta quien sudorosa disfrutaba el momento. Al terminar, el joven se vistió y dio un beso a Marta para luego irse a acostar.
Al siguiente día mi primo se despertó y encontró a Marta durmiendo totalmente desnuda sobre la cama (con sus nalgas, muslos y espalda aún untadas de semen) y con su pijama tirada en el piso. Tras despertarla y preguntarle sobre aquella escena, ella le dijo que simplemente la noche anterior había sentido mucho calor y prefirió dormir así. Javier tras levantarse se arregló y se despidió de Marta y mi primo quien no imaginó que su madre había gozado con los favores de su amigo.