Marta: los fuegos de la lujuria

Somos la eterna cofradía de las gozadoras. Vengo a contarles el secreto del fuego fatuo, las llamas que nos motivan y nos da vida. Sabemos del placer y vivimos por el...

/////// SUBLIME SEXO CON DESCONOCIDOS

No puedo existir sin el sexo con desconocidos, esas relaciones de una sola vez y que quedan suspendidas en un no tiempo permanente, indelebles. También el habitual  placer con lascivos como yo, coadjutores tocados el frenesí del deseo. Gusto del sexo en todas sus formas, mujeres, hombres del libertinaje de la orgia, desenfreno de cuerpos y almas. Recóndito llamado bestial de los sentidos que te convoca y atrapa. Se da inevitablemente, por los trillos  de la existencia cotidiana, vas a dar a un lugar, un suceso, con gentes que nunca viste, en el similar rito social de esparcimiento, faena o eventualidad y sientes el llamado del deseo.

Las miradas traspasan el aire envolviendo los silencios, códigos secretos del llamado del cuerpo, miradas, sonrisas, mohines, esencias que dicen todo sin palabras.  Hay un mundo de gestualidades, talantes que la antropología, la usanza y la intuición desnudan y expresan, claman y pretenden, es una corriente de un fluido energético, el mismo que está en el polen, la primavera o la simiente.

Te evidencias hembra en ardor por la forma que te atavías te meneas y llevas el maquillaje, los labios de un púrpura profundo tal fresa que se rasga y promete. Está en la porción social de tus pechos al descubierto, descubiertos o sugeridos por tu dadivoso escote, tus pezones marcados, tiesos deseando aventarse de tu organismo,  el bálsamo que te circunda, la parte generosa de piernas y muslos al descubierto, a veces según la ocasión   revestidas en fascinadoras medias, en tus caderas con tu culo abierto por un pantalón metido en tus nalgas o una falda insinuante, o un detalle solo para entendidos…

Fémina, te engalanas, andas, te bates, bullanguera.  Avizoras el aire motivada por las feromonas que esparce tu vagina a tu entorno en un fluido viscoso amargo y fuerte que te baja en picores y delicias por la concha. Veneras exhibirte.  Requieres que te miren, que te anhelen, que se incrusten en ti y que ansíen  poseerte.  Extasías el aire con tu presencia de hembra fogosa. Está en la contemplación, en tus provocativas formas de acomodarte el pelo, de mordiscar los labios, de sonreírse, de tu fragancia,  de tu lengua sugerente, existe en ti, tú eres proposición de satisfacción y deleite.

Estoy atenta. Un macho que me observa y que cayó en la red de seducción, una mujer atractiva y candorosa, tímida o resuelta que se da cuenta que la observo, sabe de miradas y delatándose  devuelve la ojeada… y esta, eso desata la magia del deseo.

Viene en un detalle que va de la mente al clítoris, circula por los pechos y anida en los  pezones que se ponen sensitivos y turgentes. El candor de las mejillas se atiza, se seca la garganta ya estoy de cacería en las extensiones del placer.

Desfila en mi teléfono garabateando en una servilleta como al descuido, en un roce casual que te doy al pasar en la barra, una charla en el tocador del baño mientras nos retocamos el maquillaje, en salir al patio o a la calle a fumar mientras nos miramos o cabeceas para que nos sigan. Me elevo, me eguito, esto viva cazando para saciar mi hambre de sexo, ya estoy y tu puta que te identificas conmigo, en pleno goce.

El encuentro se puede dar en el lugar, en el auto, entre las enramadas, un callejón, un asesor, en el baño, en un lugar oscuro con el miedo y el deseo de que te vean. Otros encuentros concertados para tomar algo en la semana en un bar cerca de un hotel, luego del placer como dos extraños íntimos que se despiden con un beso y un adiós,  desaparecemos cada cual por su camino y su mundo y me quedas con su olor, su semen en el cuerpo, su energía vital y el placer de haberlo poseído. Otras veces pago por el servicio de un semental, una hembra, un aren, que satisfaga mis bajos instintos, de serlo que la imaginación me pida: Inocente doncella, ama, esclava, carcelera, madame cruel, sacerdotisa, puta, reina, perra o diosa.

/////// CUANDO PASIVA ME ENTREGO

Pasiva, casi una cautiva suplicando castigo, me abro y me someto a las avideces de un semental. Mi tarea es proporcionar placer, que el goce con la entrega incondicional. Se lo que me espera que la delicia esta en provocarle un deleite de posesión de poderío sobre mí. Tiemblo de deseo expedita a obedecer sus mandos, el ordena desde sus bajos instintos de macho cabrío,  yo acato, obedezco se que el dolor de los bríos de su penetración, será picor, se tornara deleite para dar paso a oleadas de placer que coronaras con orgasmos, la “petit morte”.

Esa pequeña muerte y renacer diosa de ella.   Pero al momento de la obtención de la descarga del brebaje seminal, en tu rostro, tu vagina o tu ano, lo haces tuyo.  El sátiro,  desquiciado por el éxtasis, por mis gemidos, entre lloriqueos, insultos y rezos del sublime momento   de hacerme suya, será mi esclavo. Tu dueña del universo gozas, vives.

Porque tú sabes que el necesitará una y otra vez repetir el hecho, que lo convierto en dios,  en la verdad de buscarte, en la imaginación de tenerte o en el recuerdo de eso que le paso y lo llevara con el toda su vida.

/////// CUANDO SOY LA QUE CAZA

Está solo en su imaginación de joven o veterano poseer una hembra como tú, cuando lo acechas con una sonrisa lasciva ya es tu presa, se embelesa con tu vaho, tus piernas, tu boca tus mamas son una sinfonía de soñados harenes y nirvanas. Tu parloteo colmado de incitantes palabras, las  miradas llenas de deseos y tu actitud felina lo descolocan, necesita estar en ti.

Cree que está delirando cuando acaricias su miembro con delectación y concupiscencia y tu boca súplica su urgencia de lamer, se trastorna cuando arrodillada  lo principias a succionan desesperadamente con un afán milenario su verga,  se atiesa su glande y palpita deslumbrado por tu legua que se desliza por todo su largo y engulle su cabeza y la traga, es el concierto de estremecimientos que va de su pene y sus testículos que sobas y agasajas a su cerebro,  de la presión de tus labios y tus suspiros de deleite y encanto, hasta que irremediablemente  detona mientras aprieta tu cabeza en su entrepierna y solloza contigo al unísono. Irremediablemente en tu boca descarga su desbocado su semen, tú lo asientes presentarse en borbotones por el cuerpo cavernoso de su glande y desparramarse en tu fisonomía.

No puede creer tanto hechizo  cuando saboreas su descarga degustando su brebaje seminal con ternura y complacencia sin perder de vista sus ojos, observando fijamente con placentera complacencia  y locura te goza. Cuando la emprendes a limpiar su miembro con tu lengua, besitos y mimos, cuando asientes el viejo con su vida acuesta o el joven inexperto que estas pronto para otro polvo sediento de ti, adicto a ti  porque crece su miembro en tu boca y su vos interior le dice cógela nuevamente gózala anhelante con los mimos  y el calor de tu cara.

No puede creer que arremangas tu falda ladeas la tanga dejas al descubierto tu vagina mojada por los flujos del deseo, pronta y abierta,  tus muslos rozan su pelvis, tomas su miembro palpitante y te lo introducen en el abismo de tu vagina con un largo gemido.

Es el regodeo de la penetración del mete y saca de la sensación de ser su dueño. Para ti el placer de poseerlo de que sea tuyo, tu presa, tu alimento. Comienza el mete y saca su miembro de tu funda de placer,  sublime picores que tu ayudas contrayendo tu vagina, apretado tus muslos, ofreciendo tus pechos a su boca y los apretujes de sus manos.

Gimiendo, susurrando, llorando, profiriendo insultos o palabras de mimo mientras comes el miembro erecto.  Hasta que sientes que él  se acaba y tú le regalas, te regalas entre estremecimientos que recorren tu cuerpo un bello orgasmo.  Se vacía de energía en ti, te da su aliento con su leche, absorbes toda su fuerza, toda su vitalidad dentro de ti y coronas agotada el encuentro con una sonrisa y con un beso casi desfalleciente del viaje por el mundo del placer  y lo dejas atrapado a un no entender que paso, que vendaval o tormenta lo sacudió con ese regalo de la vida, mientras ve la rubia que se aleja.

/////// EL PLACER ENTRE MUJERES

Con las mujeres soy posesiva, me hechiza someterlas, Hacerlas deleitarse, mi placer está en que sientan y detonen, trajinar con mi boca, mis dedos mis aparatitos al cielo, de ser su macho o su hembra o su semejante. Es el placer de la belleza y la sensibilidad en esto puro. Se en un  cruzar de miradas y decirles sin hablar - si te agarro te saco mil orgasmos ,-  adoro la belleza femenina más que la del hombre, del macho deseo su vigor y potencia de sátiro de semental su esperma, su simiente el placer y el dolor la penetración y la conquista, el sumirme.

En cambio de las mujeres admiro la belleza y la capacidad que tenemos de gozar.  Sentir como se vences las barreras del pudor de las tímidas,  las normas culturales de las que nunca tuvieron sexo con otra mujer y comprender que el sexo es mucho más que un pene en el cuerpo, que es todo.

Es el sublime placer de los sentidos. Adoro corromperlas o disfrutar de su experiencia, sea una joven llena del llamado de la piel o una veterana experimentada en el mundo del placer. Asumo el papel de sacerdotisa de la fusión de los cuerpos y me dejo llevar, entre ojos, pelo, labios, pechos, aromas, sonidos, regodeos, vagina, pliegues de piel, nalgas, culo, cintura y piernas esparcidos por el universo mientras gozamos, gozamos sin prisa, sin urgencia en una  cadencia donde no sé ni siquiera si tenemos cuerpo. Pletórica, completa, etérea, en los segundos del placer supremo…Es lo que más se acerca un sentimiento a una corriente de amor de lujuria tiranizada.

/////// EL CLUB DE LOS  LIBIDINOSOS

Es el alma y el cuerpo sensibilidad y sentimientos. Sea un hombre u otra mujer. Es lo más cercano al amor. Con tus machos gozas, sublime te esparces por el universo de los sentidos, son uno, no sabes donde comienza tu cuerpo y termina el del otro, es el goce del placer potenciado y compartido, puede haber otros hombres y mujeres en ese juego, donde son solo objetos de placer y logras entre orgasmos y regocijos ser por un instante dios.  A veces gozo de entregarlo a otros hombres u otras mujeres.  A veces el goza mi placer cuando me entrega como una mercancía a brazos de otro hombre o disfruta mirando como poseo yo a otra mujer. Mi placer es el de él, su placer es el mío.  Coges en él a todos los hombres y posees en ella a todas las mujeres del universo y solo eso, el placer  te aleja por momentos de la muerte.

/////// LOS PLACER SOLITARIOS DE LA RED.

El sexo solitario, virtual o por internet tiene sus delicias. Unos dedillos agiles, un consolador, un vibrador solo necesitas tu cuerpo y tu imaginación una cuota de sensibilidad para ser objeto de regodeo  y enajenación. Puedes ser lo que quieras ser, estar el  lugar y situación  que quieras estar y coger con quien tú puedas fantasear y desees. Vibradores, consoladores, dilatadores anales, aceite para bebe con aroma a almendras… Algo para introducir y arponearte  en tus aberturas ardientes, lubricadas y turgentes quizás una berenjena, el mango de tu cepillo predilecto, un pepino, Una máquina libidum, (Sublime), vino para el espíritu, música para enajenarte,  un robot sexual, lo más que te acerque a la concentración y libere tu imaginación  concentración y potencian el deseo.

También existen los goces compartidos por la red, mí preferida,  fotos, mensajes, confección de codicias, relaciones que sigues, masturbación con videos, son una forma nueva de placer. Fantasear con historias de donde nos encontraríamos y que nos haríamos para darnos placer… Adoro los amigos que se masturban con mis fotos, las pongo y me estimulo en la entelequia de ser de ellos…  o ellas Me fortaleza vivir o imaginar una fábula, escribirla, compartirla y saber que provoca apetitos en otros. Es como estar todos juntos en una cama. Sense8 de sexo y vida. Lo gozo y lo saboreo. Es como tener mil vidas. Maria Marta.-