Marta. La abogada penalista. Presentación
Descripción de Marta, una abogada penalista, con empeño por cambiar las cosas...
Esta es la descripción de Marta, la protagonista del relato titulado: “Marta, follando con una abogada”
Ella misma se describe
Me llamo Marta, vivo en Madrid, tengo 29 años, y soy abogada penalista, trabajo en un bufete, de cierto éxito, por la zona del barrio de Salamanca, en Madrid
Vivo con mis padres, cerca del Retiro, y tengo un hermano, que es mayor que yo, y, también es abogado, como yo.
Físicamente, mido 167cm, soy morena, con pelo rizado, con curvas, quizás, incluso, algún kilo de más, mi cuerpo, es totalmente natural, tetas naturales, de tamaño normal, me gusta cuidarme, pero sin excesos ni gimnasio.
De carácter, me considero una mujer simpática, me gusta hablar con todo el mundo, y, nunca he tenido problemas para hacer
amig@s
.
Mi forma de vestir, se podría decir, que es, algo pija/fresa, no soy demasiado de faldas ni vestidos, me falta un poco de feminidad.
Aunque no voy al gimnasio, sí me gusta el deporte, en especial, el tenis, y, también, he jugado al baloncesto, cuando estudiaba, en el equipo del colegio.
Estudié en un colegio, concertado y religioso, por la zona del Retiro, en el que siempre me sentí muy aceptada, era popular, tenía amigas, en general, lo recuerdo con alegría; al acabar, estudié Derecho y ADE, y, actualmente, compagino mi trabajo de abogada, con la carrera de Criminología, a distancia.
Mis aficiones, aparte de los diferentes deportes, son, la lectura, viajar, la música... en fin, aficiones muy normales que, casi todo el mundo tiene.
Sin embargo, también me gustan los crímenes, es por ello que, estudio Criminología, para entender mejor los homicidios, asesinatos y demás delitos que, cada día, se producen en nuestra sociedad.
Con los hombres, no me ha ido demasiado bien, aunque no me cuesta relacionarme, encontrar un hombre que merezca la pena, cuesta mucho, así que, actualmente, no tengo pareja, pero, estoy abierta al amor, de hecho, lo he buscado por Internet, sin demasiado éxito.
A nivel sexual, debido a la falta de experiencias, pues, mis gustos, son limitados, me conformo con follar por el coño, y ya, digamos que, el sexo, es poco importante en mi vida.
Por supuesto, nunca había consumido drogas, aparte del alcohol, pero, de forma social, tampoco había fumado, ni llevaba piercings ni tatuajes, pero, eso, cambió, al conocer, tanto a Alfonso, como a Celia y a Clara, mis dos, nuevas,
más
mejores amigas...
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