Marta

...Marta vuelve a imaginarlo en la cama y se pregunta el tamaño de su pene, una perversa idea cruza por su mente, es su jefa y tiene poder sobre él.

Marta es ejecutiva. Gerencia una empresa de computación y gana dinero. Su esposo ingeniero dedica gran parte de su tiempo a hacer negocios fructíferos pero está poco tiempo en casa. Marta es una mujer madura, grandes senos, una cara hermosa y porte elegante. Marta tiene deseos pero su esposo nunca está en casa, así es que prefiere quedarse en la oficina dedicando su tiempo a la empresa que administra.

Pedro es Office boy al servicio de Marta, es un joven moreno de 25 años, muy bien parecido y al parecer de gran vigor. Marta, cansada de trabajar, alivia su espíritu y descansa, se permite algunos sueños y precisamente en ese instante ve a Pedro que solícito se acerca a llevarle un café. Lo aprecia. Ve su estatura y la simpatía de su rostro, la conformación de su cuerpo y se pregunta ¿Cómo será en la cama?.

Otro día en la oficina la misma situación, otra vez Pedro le acerca un café pero esta vez Marta advierte su mirada, él mira sus senos. Marta vuelve a imaginarlo en la cama y se pregunta el tamaño de su pene, una perversa idea cruza por su mente, es su jefa y tiene poder sobre él.

Marta está inquieta, al almorzar piensa en pedro y en su belleza. Es fornido, joven y amable. ¿y si me atreviera, piensa?.

Otro día de trabajo hasta tarde, Pedro otra vez con el café pero esta vez Marta lo invita a sentarse con ella. Le pide que traiga la botella de vermouth que está en su armario y sirve dos copas. Conversan de cosas sin sentido.

En un momento de distracción de Pedro, Marta abre un poco más su escote y levanta más su falda, al cruzar sus largas piernas, de reojo comprueba como Pedro la mira y se siente complacida. Otro vermouth y otro más le imprimen un poco más de atrevimiento. Su mirada se torna más audaz e insinuante y comienza a hacer uso de olvidadas tácticas de seducción. Pedro se atreve, toca su brazo y lo acaricia tímidamente, Marta sonríe divertida, lo atrae hacia ella y lo besa en la boca. El joven reacciona, la besa apasionadamente y se atreve a tocar sus senos, baja un poco su escote, los saca afuera y los besa, Marta se estremece, restriega su cuerpo con el de él y siente el bulto duro que oprime su pelvis.

Pedro se arrodilla frente a Marta, sube su falda, baja sus pequeñas bragas y comienza chupar su sexo, Marta lo aferra por la nuca y aprieta su cara contra ella, luego lo retira, lo invita a sentarse y es ella quien arrodillada abre la bragueta de Pedro y busca ansiosa el duro miembro, lo pone en su boca y lo chupa con gran maestría. Pedro se estremece, después de algunos minutos de sostenido placer su miembro se humedece y busca penetrarla, Marta se recuesta en el sofá y Pedro la cabalga, le pide dar la vuelta, mete su lengua en el trasero de Marta. Ella lo abre con las manos y le ruega que entre por allí, Pedro atiende complacido su deseo y empuja.

Marta gime durante interminables momentos hasta que acaba en un orgasmo prolongado. Luego otra vez por delante, Marta siente un orgasmo tras otro hasta que advierte que Pedro ya se va, lo retira, se agacha, chupa el miembro de Pedro y siente como se inunda su boca de semen. Marta lo traga embelesada, lo disfruta, lame su pene y luego dormita satisfecha. Al cabo de un rato se van, termina el mágico momento y Marta piensa en las futuras noches de trabajo extra. Ya no serán tan fastidiosas.