Marisa (4)
El viernes había quedado para cenar con Marisa...
El viernes había quedado para cenar con Marisa, cuando nos vimos me dijo que iríamos a buscar a otra amiga suya que la había llamado aquella tarde para quedar porque estaba sola, a ella le había dado pena decirle que no podía por mí, explicándole que cenaríamos juntos y así aprovechaba para presentarnos, me indicó como llegar a su casa y llamó al timbre de la escalera para que bajara, joder como estaba la amiga, es que no tenía una amiga fea coño, morena como ella, algo más baja y guapísima, vestida con una mini falda tejana y una blusa que medio enseñaba el sujetador, me presentó dándonos dos besos, se sentó en la parte trasera del coche y estuvimos hablando muy animadamente, era simpática y no paraba de reír con Marisa, por lo visto se conocían desde hacía mucho tiempo.
La cena fue muy agradable y después Sonia, que es como se llamaba, nos dijo de ir a su casa a tomar unas copas. Yo con la experiencia con Tere el fin de semana anterior pensé que igual podía acabar la noche liando una buena, estando ya en su casa Marisa se fue al baño, yo me senté en un sillón, Sonia iba para arriba y para abajo con la intención de preparar unas copas para todos, se agachó para abrir un armario bajo, creo que para coger unas copas, se le subió la mini falda enseñándome todas las bragas marcando el culo y el chocho, yo al ver aquello me levanté del sillón como un resorte, creyendo que sería como con Tere sin pensarlo me acerqué y le metí toda la mano en el culo notando con los dedos el agujero del coño, Sonia se giró y mirándome con los ojos muy abiertos me pegó una ostia en “toa” la cara que flipé, me llevé la mano a la mejilla de lo que me picaba, en ese momento salió Marisa del baño…
MARISA (extrañada): ¿Pero qué pasa?
SONIA (cabreada): Que me ha tocado todo el culo el cerdo este.
Marisa se acercó a mí seria y me pegó otro ostión en la otra mejilla, llevándome la otra mano a la cara.
MARISA: Pero que has hecho gilipollas, venga tira para fuera que yo te voy a enseñar cómo comportarte aunque sea a base de ostias.
Se disculpó con Sonia y salimos de su casas, íbamos en el ascensor, yo todavía me tapaba la cara con las manos de lo que picaban las ostias que me habían “dao”.
MARISA: ¿Pero cómo eres tan animal tío?
YO: Ostia Marisa qué sé yo, con Tere fue como fue y yo pensaba…
MARISA: Tú pensabas, tú pensabas, no pienses que la cagas coño, y antes de hacer nada pregúntamelo a mí joder que me has hecho quedar como una idiota con mi amiga, debe estar pensando que tengo un novio retrasadito ostia.
Caminábamos por la calle a buscar el coche.
YO: Lo siento cariño, ya sé que la he cagado, pídele perdón a Sonia de mi parte por favor.
Llegamos donde estaba aparcado el coche y Marisa me puso contra él pasándome los brazos por el cuello, me miró sonriendo y me besó, yo le puse las manos en la parte baja de la espalda.
MARISA: Así que te has atrevido a meterle mano en el culo a mi amiga, que cerdito eres, venga explícamelo todo con detalle.
YO: ¿Perdona?
MARISA: Que me lo expliques, como si fuera una película con todos los detalles.
YO: Pues verás, yo estaba sentado en el sillón, ella se ha agachado para coger algo de un armario bajo y se le ha subido la falda enseñándome las bragas y…
MARISA: ¿Como las tenía?, ¿de qué color eran?, ¿tanga o braga?, ¿especifica que has visto?
Me besó otra vez con cariño.
YO: Joder, no sé, a ver eran de color clarito, creo que estampadas, no sé si florecitas o redonditas, eran bragas y las llevaba la mitad metidas por el culo, se le marcaba el coño perfectamente…
MARISA: Vale, sigue por favor…
YO: Me he levantado, la verdad es que sin pensármelo mucho le he metido la mano por detrás agarrándole todo el culo, con los dedos he notado el agujero del coño con las bragas mojadas.
MARISA: Que cabrona, lo sabía, la he pillado varias veces mirándote el paquete cariño, seguro que ahora se está haciendo una paja de puta madre.
YO: Pues será como tú dices pero la ostia que me has “calzao” no me la quita nadie.
MARISA: Perdóname Javi, es que tenía que hacer algo para quedar bien con ella, pero el próximo día se va a enterar esa guarrilla. Por cierto me has puesto cachonda explicándome como le has metido mano y ahora quiero que me la metas a mi igual.
Saqué la llave del coche abriendo la puerta, le bajé la cabeza para que la metiera primero sacando el culo apoyando una rodilla sobre el asiento, le metí la mano por debajo de la falda subiéndosela por los muslos agarrándole el culo igual que a su amiga, con dos dedos le presioné el agujerito del coño metiéndoselos un poco con las bragas que las tenía mojadas de lo cachonda que iba, se las aparté y le metí un dedo en la vagina lubricada, con los otros le frotaba los labios menores y el clítoris, empezó a gemir y se apartó sentándose en el coche.
MARISA: Vámonos por favor, busca un sitio para que podamos follar en el coche que me tienes cachonda perdida joder.
Llevé el coche hasta un descampado, avanzamos los asientos delanteros todo lo que pudimos y pasamos los dos a la parte trasera besándonos con locura, ella me cogía el paquete apretándomelo y yo el coño frotándoselo por encima de las bragas, me desabrochó el pantalón con nerviosismo y se metió la polla en la boca chupándola rápido y nerviosa, succionando con una fuerza que pensaba que me la arrancaba de cuajo, se quitó las bragas y se sentó encima de mí dándome la espalda metiéndosela hasta el fondo, se empezó a mover a golpes de caderas descontrolada de cojones de lo caliente que iba, hasta correrse pegando unos gritos tremendos, yo todavía seguía con la polla tiesa palpitando.
MARISA: Qué hija de puta, así que tenía las bragas mojadas la cabrona, esa tenía unas ganas de polla que te cagas.
YO: Una cosita cariño, no podrías seguir follándome un poquito más, para ver si me corro de una puta vez que me tienes escuchándote decir tonterías y cachondo perdido coño.
Empezó a moverse otra vez lentamente, aumentando el ritmo, le ayudaba yo teniéndola agarrada por las caderas.
MARISA: Esa se va enterar, tengo que pensar en algo.
A mí ya me estaba subiendo el orgasmo, antes de que pudiera acabar de hablar me corrí pegándole unos cuantos lechazos en el coño, ella antes de salirse se subió las bragas, se salió poniéndoselas y se sentó a mi lado.
MARISA: Ya sé que vamos a hacer, luego te lo explico.
YO: Vale cariño, lo que tú digas.
Marisa trazó un plan, me dejé caer una tarde por un bar que ella sabía que estaría Sonia haciéndome el despistado para encontrarnos como si fuera por casualidad, y así fue, después de pedir una cerveza y sentarme en la barra ella apareció por detrás.
SONIA: Hola Javi, no te había visto nunca por aquí, ¿no tenías nada que hacer y has pensado en venir a tocarme el culo?
YO: Lo siento Sonia, no sé que me pasó, te vi en aquella posición y estabas tan bonita que perdí la cabeza.
Me miró a los ojos sonriendo.
SONIA: ¿Tanto te gustó lo que viste?
Tal como me dijo Marisa ya había picado el anzuelo.
YO: Claro, además era un momento que Marisa no estaba y no lo pensé la verdad.
SONIA: Pero Marisa es tú novia.
YO: Sí que lo es, pero eso no quiere decir que no vea cuando una chica es más guapa y me pone más que ella, hay, perdona que te estoy importunando otra vez.
SONIA: No te preocupes que no lo estás haciendo.
Como la conocía Marisa, a la que le insinué que ella era más guapa se interesó.
SONIA: ¿Nos sentamos un rato y hablamos?
Lógicamente le dije que sí, buscó una mesita apartada en un rincón donde acabarnos las cervezas, íbamos hablando y cada vez la notaba más cerca de mí hasta que le toqué la cintura, ella me miró a los ojos y nos besamos.
SONIA: Ostia que caliente me estás poniendo.
YO: ¿Quieres que vayamos a un piso del que tengo las llaves y no está muy lejos?
SONIA: ¿Un piso, de quién?
YO: Donde vive Marisa con su compañera, ahora no están y volverán tarde, por eso he salido a tomar algo, para hacer tiempo.
SONIA: Joder Javi, no sé.
YO: Vamos va, no se va a enterar y podemos follar en la misma cama que me la follo a ella, ¿no te da morbo?
Joder si le dio morbo a la cabrona, se levantó al momento cogiéndome de la mano, fuimos a buscar el coche, entramos en el piso de Marisa y Tere con todas las luces apagadas, la llevé directamente a la habitación y nos besamos con pasión, le metí la mano por debajo de la camisa tocándole una teta por encima del sujetador, ella pasaba las suyas una por mi espalda y la otra me acariciaba el pecho, le quité la camisa y le desabroché el pantalón, se estiró de espaldas en la cama levantando las piernas para que le pudiera quitar el vaquero, me desnudé completamente quedándome de pie delante de ella.
SONIA: Que hija de puta esta Marisa, no me extraña que tenga la cara de felicidad que tiene siempre con semejante pollón follándosela joder.
Me acerqué a la cama, se sentó para agarrarme la polla sin dejar de mirársela iniciando una paja para hacerla crecer, se la metió en la boca, chupaba suavemente profundizando poco a poco consiguiendo meterse la mitad más o menos, en esos momentos ya la tenía tiesa del todo.
SONIA: Ostia Javi, me parece que ya no me cabe más polla en la boca tío.
La cogí de la cabeza sujetándola, di un pequeño empujón de caderas metiéndole un poco más, levantó la vista mirándome con los ojos muy abiertos, antes de que reaccionara se la metí hasta notar que tocaba la garganta, le vino una arcada sacándosela de golpe con la cara muy roja a punto de vomitar y los ojos llorosos, le volví a acercar la polla a la boca sin decir nada, me miró y volvió a meterse la punta, poco a poco se la fui introduciendo de nuevo como si la follara, le metía un poco y la sacaba, un poco más y volvía a sacarla, así hasta estar a punto de llegar otra vez al tope de su boca, última metida y la aguante dentro, se apoyaba en mis muslos y aguantaba la respiración cayéndole un par de lagrimones, la saqué lentamente.
YO: Así Sonia, que buena eres, eso no me lo sabe hacer Marisa.
Esto ya era cosecha mía, con Marisa habíamos hablado como conseguir llevarla al piso para follarla pero a partir de ese momento era cosa mía, pensé que si la hacía sentir que la chupaba mejor que su amiga le pondría más interés, y joder si le puso, me agarró la polla con una mano apretándomela mirándome a los ojos, se la fue metiendo en la boca hasta llegar al final cerrando los labios alrededor del tronco, succionando con unos ruiditos de su garganta, y más lagrimones que le caían de tener la polla tan adentro, me estaba volviendo loco de gusto con ganas de correrme y pegarle unos lechazos directamente en la garganta, pero tenía otros planes, así que se la saqué, le di un beso en los labios y le quité el sujetador, la estiré en la cama, le abrí las piernas metiéndome en medio para lamerle la parte interna de los muslos, subiendo lentamente hasta tocarle con la nariz las bragas que las tenía empapadas con un fuerte olor a coño, se las quité y le metí la lengua en medio del chocho lamiéndolo, haciéndole dar un gemido fuerte y darle un calambrazo en las piernas del gusto, le empecé a lamer suavemente el clítoris, ella me cogió de la cabeza apretándomela más fuerte cuanto más cerca estaba del orgasmo, cuando calculé que no le debía de faltar mucho para correrse por los gritos que pegaba, le saqué la boca del chumino y me puse un condón, ella me seguía esperando con las piernas abiertas y con la cara desencajada de lo cachonda que estaba, le puse la punta de la polla delante del agujerito del coño totalmente empapado, ella incorporada apoyada sobre los codos en la cama miraba con los ojos muy abiertos como mi polla se hacía sitio abriéndose el paso dilatando su chocho, metiéndosela despacio pero sin parar hasta llegar al fondo, dando Sonia un grito espectacular de verse empalada de aquella manera.
SONIA: Joder, la madre que me parió, me tienes empalada y con el coño lleno…
No la dejé hablar más porque se la saqué y se la volví a meter en un movimiento rápido, haciéndola gritar de nuevo cogiendo un ritmo de follada que la tenía sin parar de gritar y gemir, giraba la cabeza de lado a lado cogiéndome fuertemente por el culo con sus manos clavándome las uñas, esperé a que estuviera a punto de correrse de nuevo y paré de follar.
SONIA: Eres un cabrón Javi, es la segunda vez que me paras cuando estoy a punto coño.
No le dije nada, le di la vuelta y la dejé a cuatro patas levantándole el culo, para que quedara el agujero perfecto para apuntar y meterle la polla de golpe hasta el tocar el fondo, pegó un alarido girando la cabeza mirándome con los ojos encendidos de lo caliente que estaba, se la saqué rápido y volví a meterla con un golpe seco y fuerte que le hizo volver a gritar, acomodó la cabeza encima de la cama levantando más el culo, exponiéndome a la vista más fácilmente su chocho que me empecé a follar como un poseído, Sonia fue enlazando gritos cada vez más fuertes, se acabó corriendo temblándole las piernas, saliéndole por la boca saliva en cada gemido y grito que daba, cuando ya no pudo más se dejó caer boca abajo recuperándose.
Me mojé la palma de la mano con saliva y se la pasé por el agujero del culo, intentó moverse, pero estaba tan cansada que antes de que se diera cuenta le había metido el capullo dentro del culo, a Sonia le salió un gritito cansado de su garganta, me miró con unos ojitos intentando dar pena para que no lo hiciera, empujé y le metí media polla, volvió a gritar y apoyó su cabeza en la cama mirándome relajada y pasando de todo lo que le pudiera hacer, lentamente se la fui metiendo hasta tocar con mi pubis sus nalgas, se las abrí con mis manos y todavía le pude meter la polla más adentro dejándola quieta un momento, para empezar a sacársela hasta la mitad y volver a meterla, luego un poco más rápido, en cada penetrada aceleraba el ritmo hasta llegar a follarle el culito con buenos golpes de caderas, cuando lo tenía bien lubricado y dilatado le saqué la polla, separándole las nalgas a los lados para verle el agujero del culo que le había dejado de grande, buff, era tremendo, se la volví a meter hasta el fondo cogiendo un ritmo rápido con intención de correrme, pero el morbo podía conmigo, tenía que ir parando para abrirle el culo y mirarle el agujero, de aquella manera me ponía más cachondo y seguía follándoselo con más fuerza, cuando estaba a punto de correrme me saqué el preservativo y le levanté la cabeza, ella se arrodilló abriendo la boca porque sabía que es lo que yo buscaba, me hacía una paja y se la metía en la boca para que la succionara, mantenía la boca abierta apretándome los huevos con una mano, de golpe empecé a soltarle lechazos en la boca, por los labios, la cara, por los ojos y el pelo sin poder parar de correrme, me estiré a su lado a descansar, ella se levantó metiéndose en el cuarto de baño, salió, se vistió y me dio un beso en los labios.
SONIA: Me voy que estoy preocupada de que llegue alguien y nos pille aquí.
YO: Vale, pero dime si te ha gustado por lo menos.
SONIA: Calla cabrón.
Se fue y yo me aseguré que la puerta del piso estaba bien cerrada, entré a la habitación y abrí el armario, donde estaba escondida Marisa, salió y me pegó una ostia en toda la cara para empezar.
MARISA: ¿Cómo que Marisa no sabe hacerlo?, pero como eres tan cabrón y te la follas tan bien, te voy a matar gilipollas, me has puesto celosa de la ostia, he estado a punto de salir y daros una paliza a los dos por cabrones.
Yo estaba otra vez con una mano tapándome la mejilla de la hostia que me acababa de calzar.
YO: Coño, que la idea fue tuya joder.
MARISA (mosqueada): Ya lo sé, y por eso me da más rabia coño, ves a ducharte anda, y quítate el olor a esa guarra.
Me duché, al salir del cuarto de baño y entrar en la habitación me la encontré en tanga y a cuatro patas enseñándome el culo.
MARISA: Y ahora ya me estás follando a mi mejor que a ella o la vamos a tener tú y yo.
Me fui acercando donde estaba tocándome la polla para ver si la podía reanimar.
YO: Desde luego nena como sois las mujeres.
MARISA (cabreada): ¿Cómo somos, eh, cómo somos, me lo quieres decir tú?
A mí se me escapaba la risa.
YO: No, no, tranquila que no seré yo quien te lo diga cariño.
Me paré detrás de su precioso culo, le bajé el tanga hasta las rodillas metiéndole la lengua directamente en el coño, abrió las piernas lo que el tanga le dejó sacando el culo para que pudiera llegar por todo el chocho con la lengua, se lo estuve lamiendo de un lado para otro, se excitaba gimiendo cagándose en todo por haberme follado a su amiga, cuanto más le lamía menos hablaba y más gemía, le enganché el clítoris con los labios y le fui pasando la lengua por encima suavemente, poco a poco se lo fui intensificando hasta hacer que se corriera una primera vez.
MARISA (jadeando): Porque eres la ostia de bueno haciendo estas cosas que si no.
Me levanté con la polla tiesa de oír sus gemidos corriéndose.
YO: ¿Que si no qué?
Se la metí en el coño hasta el fondo.
MARISA (gritando de placer): Cabronazo.
Fui moviendo las caderas sacándole un trocito de cipote despacio, pero metiéndolo con fuerza de un golpe seco chocando contra su culito, sacándole un grito de gusto en cada embestida, cada vez le sacaba mas polla chocando con más fuerza, cuando se la sacaba y se la metía entera empezó a acelerar los gritos y los gemidos, corriéndose de una manera tan escandalosa que tuvo que taparse la boca con un cojín para ahogar un poco los gritos que pegaba, le empujé el culo para dejarla totalmente estirada boca abajo, me senté encima de su muslos mojándome dos dedos con bastante saliva pasándoselos por el ojete del culito lubricándolo, ella todavía se estaba recuperando del último orgasmo, se giró y me miró con sus ojitos abiertos.
MARISA: Te voy a dejar porque se lo has hecho a ella y no quiero ser menos.
Le metí dos dedos suavemente abriéndole el inicio del agujero.
YO: Te la voy a meter porque eres mi novia y te quiero, me da igual si se lo he hecho a ella o no, contigo no quiero tener ningún tabú en el sexo ya lo sabes.
Dio un pequeño grito al notar los dedos en el culo, mirándome enamorada pasando una mano para atrás agarrándome una de las mías apretándola confirmando que me daba permiso para hacer lo que quisiera, con dos dedos de una mano le iba lubricando y dilatando el agujerito, con la otra me cogía la polla pasándosela por el chichi manteniéndola excitada, noté como ella se había metido una mano por debajo de su cuerpo tocándome la polla, acariciándose haciéndose una paja, con los dedos poco a poco profundizaba más hasta tenerlos enteros dentro, entonces le fui dando vueltas lentamente para ensanchárselo, Marisa lo aguantaba con una sonrisilla, medio de placer por la paja que se iba haciendo, le saqué los dedos y avancé mi cuerpo levantándolo un poco, para poder apuntar con la punta de la polla el agujero de su culo bastante dilatado, le metí el capullo dentro y dejó ir aire junto a un gemido que me animó a seguir metiéndosela poco a poco, hubo un momento que ella apoyo una mano sobre mi pierna para que parara, dejándole la picha dentro quieta, respiró profundo y me dio una palmadita para que siguiera metiéndosela despacio hasta el final.
Me estiré encima de ella besándole la nuca y el cuello, notaba como sus dedos seguían moviéndose por su coño cogiéndome los huevos amasándolos despacio, me estaba poniendo cardiaco pero no quería perder la cabeza y hacerle daño, así que seguí lo más lento que pude sacándosela un poco para volver a metérsela lentamente, de ahí le saqué casi la mitad volviendo a penetrarle el culito, al poco rato se la estaba metiendo y sacando entera notando el roce con las paredes, en contra de lo que pensaba al principio con su paja se estaba calentando y excitando cada vez más jadeando y gimiendo, en esos momentos ya podía follar a buen ritmo, acerqué mi boca a su oído.
YO: Cariño te voy a dejar un agujero del culo tan dilatado que te la va a poder meter cualquiera que no te vas a enterar.
Se le escapó la risa en medio de un gemido.
MARISA: Fóllame cariño, fóllame fuerte y reviéntame.
Aceleré un poco las embestidas pero pensando en no pasarme, quería que se lo pasara bien para repetirlo siempre que quisiera sin traumas, pero al no quejarse ni una sola vez, viéndola como se iba masturbando con más vigor aumentando sus gritos, no pude aguantarme animándome a hacerlo con más fuerza, se consiguió correr pegando unos gritos tremendos, teniendo que taparse la boca de nuevo con la almohada, eso me puso a punto de correrme, me incorporé sacándosela del culo abriéndole las nalgas mirándole la dilatación del agujero, si con Sonia fue espectacular creo que a ella todavía conseguí abrírselo más, se la volví a meter de golpe dándole cuatro o cinco golpes de caderas fuertes subiéndome la corrida, salté de la cama, ella se puso a cuatro patas para acercar la boca a mi polla que me la estaba machacando con la mano descontrolado perdido a punto de correrme, soltándole el primer lechazo en medio de la cara, movió la cabeza y los siguientes disparos le entraron en la boca, por la nariz y toda la cara, me hacía temblar las piernas pegando unos gritos corriéndome sin ningún control, cuando acabé se arrodilló cayéndole el semen de la cara a las pedazos de tetas preciosas que tenía, me miró sonriendo haciéndome ojitos.
MARISA: ¿De verdad me quieres Javi?
Me senté delante de ella abrazándola.
YO: Te quiero muchísimo Marisa, y es por tus meritos cariño, cada día me haces más feliz.
Se me abrazó pringándonos los dos del semen que le caía de la cara acariciándome el pelo.
MARISA: Yo también te quiero mi amor.
Después de aquella repentina declaración de amor, seguimos con nuestra vida de enamorados, viéndonos cada día con fines de semana de playa y mucho sexo, yo que venía de relaciones más o menos normales en el sentido de fidelidad a la pareja, estar con Marisa me abrió nuevos horizontes, a ella no le importaba que follara con otras chicas si ella lo sabía y sobre todo estaba delante.