Mario el bombero italiano (2)

Continuación del relato Mario el bombero italiano. Tras haber intimado nos vamos a cenar... y al volver a casa...me hace una demostración de fuerza cabalgando sobre mi de una manera muy especial...

Bueno, aquí estamos otra vez para seguir contándoles cómo sin comerlo ni beberlo me he encontrado con un bombero italiano en mi casa de alquiler. Como les he dicho en el anterior relato alquilo un apartamento a turistas en el centro de Madrid, y en esta ocasión el inquilino se llamaba Mario y era un bombero italiano que venía ha hacer unas pruebas y entrevista a Madrid.

Tras habernos vestido, yo al final pude encontrar alguna prenda de ropa suya que me quedase medianamente bien, mientras la mía quedaba colgada en el tendedero de casa.

Verle como se vestía, para mí era todo un espectáculo, escogió unos boxers ajustados verde oscuro con una banda roja en la parte superior, se colocó el paquete y se miró al espejo, el culo que le hacía era precioso, se lo hubiera vuelto a comer allí mismo, se dirigió al armario y escogió una camisa más bien ajustada, de manga corta, y un pantalón de lino verde oscuro, cogió unos ejecutivos del cajón y se dispuso a ponérselos, me encantaban sus pies, quizás sea un fetichista de los pies de los tíos, pero me encanta ver unos pies de hombre bien bonitos y cuidados, los de Mario eran espectaculares, se notaba que hacía la pedicura, ni una sola dureza en todo el pie, era un pie de anuncio; vi como iba poco a poco deslizando el ejecutivo sobre la piel de su pie, suavemente, al terminar se veía el pie de Mario enfundado en el ejecutivo, me parecía super erótico y me comenzaba a ponerme cachondo, pero, como quería enseñarle Madrid de noche decidí meterme en el baño para lavarme la cara y refrescar un poco el calentón.

Al coger la toalla para secarme la cara, veo sus zapatillas de deporte al lado del cesto de la ropa sucia, de pronto unas imágenes me asaltaron la mente no ayudando nada en bajarme el calentón, me imaginaba las zapatillas puestas por Mario en el gimnasio durante tantas horas de entrenamiento, ¿olerían?, seguro que algo sí, aunque parecían bastante nuevas, sin pensarlo un momento más me acerqué a una de las zapatillas, la cogí y la olí, olían a cuero y se notaba ligeramente la mezcla de sudor de sus pies, entonces abrí el cesto de la ropa y encontré unos calcetines blancos de deporte nike que no dudé en coger y oler, era un olor algo más fuerte pero tampoco mucho, estaba bastante cachondo cuando al poner de nuevo en su sitio los calcetines me asaltó otra idea no menos morbosa, intentar descubrir algún calcetín ejecutivo que llevase un par de días sin lavar o un calzoncillo y olerlos, la verdad es que estaba un poco avergonzado de mi mismo por los pensamientos y por lo que estaba haciendo, me sentía un poco pervertido, pero no creo que estuviese haciendo mal a nadie. Remuevo un poco la ropa y encuentro un slip suyo, lo cojo y me lo acerco a la nariz por la parte delantera, inhalo y trato de respirar todos esos aromas que habían quedado impregnados en él tras un día de actividad, ejercicio en el gym, pruebas.... nunca había hecho semejante cosa y no entendía qué me había hecho Mario para estar actuando de esta manera, yo seguí absorbiendo esos aromas que eran mezcla de sudor, orina y algo viscoso que no logré identificar... cuando de pronto entra Mario en el baño y se encuentra con el siguiente cuadro: yo con su slip en mi cara, el cesto de la ropa sucia abierto y una zapatilla de deporte descolocada. Mi cara era todo un poema, me puse rojo como un tomate y simplemente acerté a decir "lo siento" o "perdón", y volví a poner el slip en el cesto, lo cerré y me propuse a volver a refrescarme la cara cuando le miro de reojo por el espejo guiñándome un ojo y se va del baño con una sonrisa pícara tras haberme dado una palmadita en el culo.

Salimos del apartamento dirección a un restaurante, yo seguía un poco sofocado después de haberme encontrado oliendo y husmeando su ropa interior, al fin y al cabo yo era su casero durante esa semana y me parecía que había invadido un poco su intimidad.

Cenamos en un restaurante que se llama Madrilla, en el barrio de Chueca, con un vino blanco albariño riquísimo. Me contó un poco su vida en Italia, era de un pueblo de la Calabria , estaba casado, no tenía hijos y se declaraba bisexual, había tenido alguna aventurilla con alguna chica tras enterarse que su mujer le ponía los cuernos con uno de sus mejores amigos, le pregunté si se había enrollado alguna vez con un tio, me contestó que una vez en un pub de Milan encontró a un chico que le propuso relaciones pero todo había sido un poco frio; asi que es bisexual pero sin mucha experiencia con los tíos. Pero, según me comentó, las pajas que se hacía pensando en tios, incluso con algún compañero de trabajo eran monumentales.

¿Por qué no te separas de tu mujer? – le pregunto.

Eso es lo que estoy intentado hacer , pero tengo que seguir con la farsa, ella sabe que soy bisexual, se lo comenté tras haberme dicho que se estaba follando a mi mejor amigo. Su padre es político en Italia y el mio es un empresario también muy conocido en Italia. Si me separo, mi vida corre peligro.

¿Peligro?, ¿por separarte de tu mujer?

Por separarme de una mujer que me declarará gay ante mi gente, deshonraría a su familia y a la mia y la mafia me cortaría las alitas.

No sé que tiene que ver la mafia en todo esto.

Todo – responde- la mafia en el sur de Italia está metido en todo, en política, en economía... todo, incluso el cuerpo de bomberos está dirigido por uno de la mafia. Yo he venido a Madrid para hacer las pruebas y unas entrevistas, depende de los resultados me decido a abandonar mi vida anterior o no.

Se le veía abatido por los recuerdos y decidí hacer que esa noche no la olvidase fácilmente, sobre todo después de saber que tenía frente a mi a un bombero, italiano, casado con familia relacionada con la mafia, sin casi experiencia con chicos y su culito virgen. ¿qué más se podría pedir?

En cuanto a mi le comenté mi situación actual, tras 6 años de relación con chico lo dejamos por incompatibilidad de caracteres, de vez en cuando nos vemos y tomamos un café juntos pero nuestras vidas habían tomado caminos muy distintos.

Tomamos unas copas en un par de sitios de ambiente de Madrid, todo estaba abarrotado y Mario estaba cansado ya que hoy había sido un día muy duro para él.

Cuando llegamos a Sol yo me disponía a pillar un taxi para irme a casa ya que estaba un poco perjudicado , no suelo salir mucho ni beber demasiado, cuando de pronto me abraza y me susurra al oido que le encantaría que le acompañase a casa a tomar una última copa.

Yo accedo, no hizo falta insistir mucho, además tenía mi ropa en su casa, jeje.

Durante el camino a casa me sobetea el culo disimuladamente poniéndome a cien, yo solo pienso en volverle a hacer una mamada y a dejarme hacer lo que quiera.

Cuando llegamos cierra la puerta y me besa apasionadamente, nuestras lenguas se unen y pelean por llegar mas hondo, me coge por la cintura y me va dirigiendo al sofá, tras unos cuantos besos me arrodillo a sus pies y comienzo a quitarle los zapatos, poco a poco le voy desabrochando los cordones y acercándome sus preciosos pies enfundados en ejecutivos negros, le doy un beso en los pies voy lamiendo poco a poco el empeine , bajando hasta los dedos, su olor era muy especial. Parece que le gusta ya que echa la cabeza para atrás y solo es capaz de suspirar, hago lo mismo con el otro pie mientras él va sobandondome el paquete con el pie que le había dejado libre. Le tenía a cien desde hace un buen rato, el bulto de su entrepierna era espectacular, pero todavía quería hacerle sufrir un poco más. Le quito un ejecutivo lentamente y le comienzo a lamer el pie ahora desnudo, sus dedos, la planta del pie, el empeine... El no puede más y cogiéndome la cabeza la acerca a su boca para plantarme un beso interminable.

Mientras le voy desabrochando la camisa acariciando su pecho y pellizcando sus tetillas, él hace lo mismo conmigo y acabamos desnudos de cintura para arriba. Le digo que se ponga en pie delante de mi , mientras voy desabrochando poco a poco el cinturón del pantalón y besando su ombligo, lamiendo cada parte de su cuerpo que estaba a mi alcance. Bajo sus pantalones hasta los tobillos, dejando su abultado paquete a mi altura , el cual voy acariciando lentamente; acerco mis labios, sus huevos y su polla se distinguían perfectamente a través de sus boxers ajustados, su tamaño que ya conocía se distinguía como un mástil preparado para introducirse en mi culo, soñaba con ello desde esta tarde, soñaba con sentir su hombría dentro de mí, soñaba con sentir su roce en mi culo, soñaba con sentir su leche caliente dentro de mi. Su boxer estaba húmedo por la excitación y traté de saborealo, mmm, que rico, intentaba profundizar cada vez más mi cara en su abultada entrepierna, absorber todo ese aroma de sexo que emanaba, él me acariciaba la cabeza y poco a poco iba presionándomela a su paquete dejándome en ocasiones sin respiración.

Le indico que se gire y comienzo a lamerle el culo a traves de su boxer, intento también absorber su aroma, todo su interior..., se lo bajo poco a poco hasta ver su raja que lamo desesperadamente con mi lengua, sigo bajando el boxer y comienzo a comer su culito duro y firme.

De pronto se gira y me levanta, me lleva a la habitación, en el camino me quita el pantalón y se termina de quitar el boxer. Le pido que tenga un poco de paciencia y me deje hacer. Le indico que se ponga sobre la cama a cuatro patas, me obedece como corderito degollado pero no muy convencido y comienzo mi lamida del siglo, le introduzco la lengua lo máximo que puedo hasta el fondo, acariciando sus huevos e introduciendo algun que otro dedo entre sus gemidos de placer, eso me excitaba todavía más, le introduzco un dedo, dos, y comienzo a follarle de este modo. De repente se da media vuelta me quita el slip que tenía puesto todavía y se mete todo mi paquete en su boca , me siento atrapado por sus fuertes brazos de rodillas sobre la cama sin poder detenerle, sigue chupando como un experto mamador hasta que estoy a punto de venirme, él lo sabe y para.

Se levanta dejándome tumbado en la cama, cuando vuelve me dice que cierre los ojos, en su mano traía un ejecutivo que le había sacado anteriormente. Me ata el ejecutivo a la cabeza tapándome la visión de mi bombero, de ese cuerpo de gym que me enloquecía, trato de oler el aroma del ejecutivo pero me es imposible, solo logro oler algo de su mezcla ; al poco sudor de esa misma noche. Oigo que se va , yo supongo que a coger lubricante para comenzar a meterme su mástil y sí, al rato siento que abre mis piernas y comienza a untarme el ojete del culo con algo viscoso, me va metiendo un dedo, luego otro, follándome y preparando mi culito para su verga, mientras va acariciándome y besando toda la parte de mi cuerpo que está a su alcance, tras un rato de gemidos siento como su verga intenta introducirse en mi agujero, yo trato de relajarme ya que solamente me había penetrado mi novio hacía mucho tiempo y me había dolido un montón, trato en vano de relajarme, comienzo a gritar de dolor y placer, gimiendo como nunca había gemido, sólo había introducido la punta de su verga, me levanta más las piernas y apoyo los pies en sus hombros, él me coge de la cintura y me inserta un poco más su aparato, yo siento como va penetrando y va abriendose paso a traves de mis músculos anales, trato de no pensar, sigo gimiendo desesperadamente, él comienza a comerme los pies con un arte y una maestria nunca sentida anteriormente, mientras me come los pies siento un bombeo despacito, muy despacito, saca su polla y vuelve a meterla entera un par de veces, siento el vaivén de su cuerpo con el mío, yo no paro de gritar de placer, sigue bombeando un buen rato y para en seco, me deja tumbado en cama y se va, yo no puedo ver nada, estoy a punto de quitarme el ejecutivo que tenía de antifaz para ver que había pasado, no me gusta que me dejen a medias y sobre todo esos cambios de ritmo, cuando le siento de pronto a mi lado que me dice:

Túmbate boca abajo, dejadome la entrada de tu culito abierta para mi, putita. Eres un niño malo- sigue susurándome - que grita mucho y va a despertar a mami y a los vecinos. Voy a tener que castigarte niño malo.

Yo estaba excitadísimo imaginando la escena y mudo al mismo tiempo cuando me pregunta:

vas a seguir gritando asi, putita?

No papi.

Buen chico. Porque sino te voy a tener que poner un bozal para que no despiertes a nadie.

De pronto siento algo cerca de mi nariz y de mi boca que me es familiar, trato de olerlo e identifico los calcetines que había estado husmeando antes de salir de casa, eso me excita todavía más, él va acariciando con el calcetín sudado del gym toda mi cara; luego acerca a mi nariz otra prenda, y me dice:

Huelelo, putita, que sé que te gusta.

Lo huelo, era el slip, que también había olido antes de salir de casa.

Se que te gusta , y lo vas a lamer todo si sigues gritando, además – sigue diciendo- esta mañana me hice una paja y me corrí en él, todavía esta aquí reseco pero con tu saliva lo vas a poder saborear rico rico.

Mientras me iba diciendo todo esto él estaba tumbado sobre mi y sobando su polla a mi raja intentando meterla hasta que lo logró levantandome un poco el culo. Cuando siento de nuevo su polla dentro no puedo dejar de soltar un grito y varios gemidos de dolor-placer. El me mete su sucio slip en la boca y me ordena que lo chupe, que lo empape todo y lo vaya saboreando, mientras me lo introduce en la boca, no deja de bombear, y cabalgar sobre mi, me tapa la boca con su mano y el slip dentro, sigue cabalgando como un jinete sobre su caballo, embistiendo duramente, yo trato de gritar pero me tiene sujeta firmemente la cabeza con su mano y con la otra por debajo del hombro; sobre mi me encontraba todo el peso de su cuerpo que introducía su verga de una manera desenfrenada en mi culo.

  • Lo estas haciendo muy bien, putita, lo haces muy bien- me decía- Papi está muy contento con su niño. Te gusta que te cabalgue tu papi, verdad? Pues te voy a seguir cabalgando hasta que te inyecte toda mi lechecita dentro. Eres un niño muy bueno

Continuó un buen rato follandome de esta manera, bombeando y embistiendo de una manera bestial mi culo, hasta que soltó un gemido de placer, y yo sentí dentro de mi culo un torrente de líquido calido y abundante.

Quedó quieto sobre mi exhausto, yo sintiendo el peso de todo su cuerpo y de su polla dentro de mi culo.

Tras un rato me tumba boca arriba y me empieza a mamar las tetillas mientras me masturba con una mano y con la otra me va introduciendo dos dedos por mi ano recién enculado y lubricado, baja al ombligo comiendome a besos hasta llegar a mi polla a punto de estallar. Se mete todo mi aparato en su expléndida y apetitosa boca diciéndome:

-Dale a papi tu lechecita calentita.

Yo , sin poder evitarlo, me corro en su boca como nunca había imaginado.

Nos dormimos abrazados como dos niños pequeños.

Al día siguiente, al despertame me giro y me doy cuenta que no había sido un sueño y sigue mi bombero italiano dormido profundamente a mi lado; rememorando lo pasado el día anterior comienzo a acariciarle y suspirar el aroma de su piel, sintiéndo su calor...

(continuará....?) Depende de ustedes, solo espero que les haya gustado, habiéndo disfrutado tanto como yo cuando lo he estado escribiendo. Agradecería sus comentarios y críticas, buenas o malas, asi como sugerencias de cómo les gustaría que continúe el relato...