Mario. Agitada noche de hotel.

“Una tranquila noche de hotel, que termina como menos me lo espero. Como siempre saciando mi lado más sexual” (CORREGIDO. Ayer lo subí y por error faltaba una pagina. Ahora ya esta completo)

Como sabéis tengo que viajar a veces por trabajo. Unas por corto plazo y otras me suelo quedar más tiempo. En esta ocasión es un viaje de un par de días. Me voy a hospedar en un hotel del centro, por llamarlo de alguna manera. Al ser un sitio de costa está más bien pegado a la zona de playa.

Hace calor y llevo ropa cómoda, por no decir la justa y necesaria. He elegido un vestido con el que no necesito llevar sujetador, porque lleva un pequeño relleno en el pecho. La tela es finita de color blanco, bastante fresquito, por encima de las rodillas y un tanga blanco debajo.

Luis está decidido de que me conozca España y no precisamente por hacer turismo. Aunque reconozco que en ocasiones he tenido la oportunidad de poder disfrutar de la ciudad que he visitado al permanecer más tiempo en ella. En esta ocasión estoy en Málaga. He llegado a las 18:30 y me he ido directamente al hotel.

La recepción del hotel es pequeña y me llama la atención que pegado al mostrador esta la escalera. Justo cuando entro hay una chica en recepción que está a la izquierda justo al pie de la escalera. Está hablando con el recepcionista y le pregunta por la zona de marcha y donde puede cenar algo por allí. Este le indica amablemente y sobre un plano le marca ciertos puntos.

Ella es una chica rubia, muy delgada, lleva un vestido ajustado, muy corto y deja poco para la imaginación. En ese momento baja por la escalera un chico alto, yo creo que pasa el 1´90, moreno y físicamente no está nada mal y deja la llave en el mostrador. Escucha como el hombre de recepción indica a la chica y este le pregunta que si va a salir, él va hacia la zona de marcha y pueden ir juntos. La chica le sonríe y acepta en ir con él. Pasan por delante de mí y se marchan.

El hombre de recepción me mira y me acerco. Nos saludamos y le indico que tengo reserva. Terminado el registro me facilita la llave y subo. Estoy cansada del viaje y necesito una ducha para refrescarme un poco. Me cambio de ropa y como no me apetece cenar en el hotel salgo a cenar fuera. Me he puesto un pantalón corto negro, camiseta de tirantes blanca, tanga y sujetador blancos de encaje y unas sandalias de esparto con cuña de las que se anudan al tobillo.

Camino un rato por la avenida y voy mirando los restaurantes que voy encontrando al paso. Llego a uno que se ve bastante acogedor y no hay mucha gente en ese momento. Aún es pronto, son las 21 h y es de entender que tenga pocos clientes. Decido entrar y sale a mi encuentro el camarero.

-Buenas noches –le saludo

-Buenas noches ¿quiere una mesa para usted sola? –me dice con una sonrisa

-Si, si es tan amable

-Si me permite le indico donde puede sentarse. –camina delante de mí

Nos dirigimos hacia un amplio ventanal desde el que se ve un bonito parque y el mar de fondo. Las mesas tienen mantel de tela y largos hasta el suelo. Me acerca una carta y se retira para que la mire tranquilamente.

-¿Le traigo algo de beber mientras decide que va a cenar?

-Si por favor, una cerveza con limón si es tan amable.

El camarero es un chico joven, no creo que tenga más de 25 años.

Echo un vistazo a la carta, elijo y me dejo aconsejar por lo típico de la zona y ceno tranquilamente. No es de esos sitios que acumulas platos porque están deseando que termines y te marches. Sin duda es de esos sitios al que terminas volviendo por el trato recibido. Me despido del camarero agradeciendo el buen servicio y por lo bueno que estaba todo.

Salgo del restaurante y camino hacia el hotel. Aunque estoy cansada del viaje, decido no regresar por el camino corto y bajo hacia el puerto para ver el mar. Escucharlo me llena de energía y me hace sentir bien. Camino un rato pegada al mar y regreso al hotel. Son las 23:30 h. Las calles están a reventar, las terrazas llenas de clientes y los bares y restaurantes hasta la boca. Para mí el día a terminado, necesito descansar.

Llego a recepción y pido mi tarjeta. El recepcionista esta al teléfono y no nos cruzamos ni una palabra, solo un gesto para despedirnos. Subo por la escalera pues estoy en el primer piso. Mi habitación queda en la parte izquierda de un pasillo bastante largo. La habitación es bastante grande, tiene dos camas separadas por una mesita, escritorio y un baño amplio con ducha.

Me desnudo y me meto en la cama, no sin antes poner el aire acondicionado. Hace mucha calor y me cuesta coger el sueño, pero al final venzo y termino cayendo en los brazos de mi querido Morfeo.

Un ruido me despierta sobresaltada y medio dormida intento asimilar que está pasando.

-Joder y pensar que yo hago ruido cuando follo. Telita como se lo están pasando Uffff –resoplo

En la habitación de al lado hay una pareja follando. La chica jadea y gime con ganas. Imagino que no voy a poder dormir hasta que terminen. Miro el móvil y son las 2 de la mañana. Solo he dormido dos horas y me caigo de sueño.

Con este jaleo no soy capaz de dormir ni queriendo. Solo de escucharla, me da por pensar como soy yo en la cama y precisamente no soy silenciosa. Creo que debería de insonorizar mi casa o irme a vivir en mitad del campo, así no molestaría a los vecinos.

-¡Por dios! ¿Pero que le está haciendo? Uffffff –siento envidia cochina solo de escucharla

Me levanto de la cama y paseo por la habitación. Escucho como jadean y gimen sin parar. Al cabo de un rato me paro al llegar al baño. No sé cuánto llevan haciéndolo, pero se escuchan muy acelerados. En ese momento escucho el tintineo de unos zapatos y creo que nuestros baños dan pared con pared.

-¿No me jodas que se ha puesto los tacones a estas horas? ¿O los llevaba puestos?

Escucho como debe de estar lavándose, porque se escucha el agua correr de un grifo.

-¡Bien! duró menos de lo que imaginaba. Al final voy a poder dormir.

Camino hacia la cama y me tumbo. De nuevo el tintineo de los tacones y escucho un zasca. Le han dado una palmada en el culo. En ese momento la chica empieza a jadear de nuevo.

-No me lo puedo creer ¿van a repetir? –yo también lo haría, me digo en silencio

Me levanto de nuevo y voy al baño. Me siento el wc para mear y pienso en la larga noche que me espera. Al limpiarme veo que tengo flujo y que la situación me está calentando.

-¿Y qué esperas Paola? La envidia es muy mala –me digo a mi misma resoplando

La chica sigue jadeando y gimiendo. Me levanto del wc y la chica da un grito.

Se vuelve a intensificar la respiración, los sonidos, jadeos, gemidos, el zasca del chico chocando con ella y no quiero pensar en nada más.

-¿Dónde puñetas deje los auriculares? Creo que debería de escuchar música y mañana sin falta me compro unos tapones para el ruido.

Siento como mi pecho se hincha con fuerza, como cada vez estoy más excitada, me muevo por la habitación como si fuera una leona enjaulada. Me pongo un camisón corto porque estoy hasta el gorro y estoy por ir y pedir que se controlen un poco.

Por mi cabeza pasa hasta la idea de golpear la puerta y unirme a la fiesta, estoy que me va a dar algo. Necesito follar o tocarme hasta correrme como una loca.

Miro el reloj y son las 3:15 de la mañana. Tengo sueño y a la vez un estado de excitación bastante interesante. De nuevo escucho como la chica se corre. Cojo aire con fuerza en un suspiro de alivio. Y vuelvo a escuchar el tintineo de los zapatos.

-Estoy por ir y quitarle los puñeteros zapatos. Por muy morboso o excitante que sea, no puede estar con zapatos a estas horas. Que poca consideración hacia los huéspedes del hotel.

Engancho  la tarjeta por si se cierra la puerta y salgo. Justo en ese momento veo cómo sale el chico de la habitación, solo con un pantalón y sin camisa. Cierra la puerta y se me queda mirando.

-Buenas noches –le digo

-Ahhhh buenas noches. ¿Ocurre algo? –me dice

-Pues no lo sé ¿Ya habéis terminado? –le digo en tono sarcástico mientras recorro al chico con la mirada.

Es el chico que vi en la recepción del hotel cuando llegue. Imagino que en la habitación está la chica con la que se marchó de fiesta. Sin duda no son pareja y él se marcha a su habitación. Sin lugar a dudas, está mucho mejor sin la camisa que llevaba al salir. Es moreno de piel, castaño oscuro, lleva barba cuidada, espalda ancha y calculo que tiene unos 35 años.

-Lo siento, de verdad. ¿Hemos hecho mucho ruido? –tiene una sonrisa canalla que me puede.

-Imagino que no es tu pareja ¿verdad?

-No, la he conocido al llegar.

-Porque he estado a punto de llamar a la puerta y quitarle los jodidos tacones. A parte de pediros que me dejarais unirme o que te pasaras por mi habitación cuando terminaras con ella. La verdad es que no eres consciente de cómo me habéis puesto, joder.

La sonrisa que se le dibuja en sus labios es más canalla aún. Tiene labios carnosos. Se acerca hasta mi y me mira fijamente.

-Creo que puedo hacerme una idea –me dice bajando el tono de su voz

Le miró fijamente a los ojos y no digo nada.

-Mi habitación está un poco más allá y necesito una ducha. Por si aún lo deseas y me quieres acompañar.

-Yo también necesito una ducha para refrescarme.

Miro la puerta de mi habitación y la cierro.

Sonríe y camino a su lado.

-Soy Mario ¿y tú?

-Me llamo Paola, encantada.

-¿Cuánto mides? – he salido descalza y no dejo de mirar hacia arriba.

-1´98, pero tú no saltas el 1´60 ¿verdad?

-1´57 y espero que no sea un problema

Llegamos a la puerta de su habitación, la abre mientras me mira fijamente y acerca su cara a la mía

-Me encantan las mujeres bajitas, me vuelven loco.

Sonrío

-Qué suerte la mía, porque a mí me gustan altos.

Entramos en la habitación y justo al entrar está el baño.

-Entonces nos duchamos juntos ¿no?

Deja caer al suelo lo que lleva en las manos y pegándose a mí me agarra por debajo del culo, me eleva y le rodeo con las piernas.

-Veo que no te gusta perder el tiempo –le digo sin dejar de mirarle.

-No te andas con tonterías como la Barbie y eso me encanta. ¿No llevas nada debajo?

Sonrío. Sus manos se cuelan por debajo del camisón y nota que no llevo ropa interior. Me mete en el baño y me sienta en el lavabo. Lleva las manos al pantalón y un tremendo bulto se marca bajo este.

-Guauuuuu no me extraña que gimiera así.

Sonríe mientras lo abre y deja que se deslice por sus piernas. Se lo quita con los pies y lo deja en el suelo. Mi cara es un poema y me estoy arrepintiendo de haberle dicho nada. Eso no es una polla, es un arma. Calculo unos 20 cm, pero es muy gruesa. Me mira fijamente, lleva las manos a mi camisón y subiéndolo quedo desnuda. Lo deja sobre el lavabo y me recorre con la mirada.

-mmmmmm rasuradito como a mí me gusta. –me dice mientras su mano se desliza por mi entrepierna y uno de sus dedos se cuela entre mis labios mojándose con mis flujos.

Veo como la sube y la mete en su boca para chuparlo.

-A la ducha, vamos.

Me vuelve a agarrar en brazos y me mete dentro apoyando mi espalda en la pared. Siento como su polla roza mi coño. Le beso y hundo mi lengua. El abre el grifo y el agua empieza a caer sobre nuestros cuerpos. Deslizo una mano por mi pelo echándolo hacia atrás sin dejar de besarlo. Cada vez es más intenso y gimo en su boca. Sus manos están en mis nalgas y siento como una de ellas va hacia mi coño, lo acaricia y hunde un par de dedos dentro.

-mmmmmm –gimo en su boca

Yo no puedo dejar de clavar mis dedos en sus hombros, en la parte alta de su espalda. Gimo sin parar en cada movimiento de sus dedos. Muerde mi labio y desliza la lengua por estos. Yo gimo con la boca abierta y echo un poco la cabeza atrás. Mi piel esta erizada y mis pezones como piedras rozan su piel.

Parezco un mono abrazada a él e intentando trepar un poco al sentir como hunde sus dedos todo lo que puede. Mi coño se contrae en ellos, estoy muy excitada, no puedo dejar de gemir y él sabe que me voy a correr.

-uuufffffff ¡joder! Vas hacer que me corra –resoplo

-Sí, vamos córrete para mi Paola. –y se tira de nuevo a mi boca

Gimo sin parar en su boca ahogándolos por el beso. Con el calentón que llevo, no voy a aguantar nada. Mi cuerpo se tensa, me abrazo a él con mucha fuerza y mi coño se contrae en sus dedos. El mínimo roce de mi clítoris con su cuerpo me vuelve loca. Me corro en sus dedos, mi coño se contrae con fuerza una y otra vez. Sigue con el mete y saca hasta que siente como aprieto con menos fuerza. Saca los dedos y los lleva a su boca para chuparlos.

-Que bien sabes Paola, me encantas. –me susurra pegando su frente a la mía.

Cierra el grifo y baja la mano de nuevo. Su mano dirige su polla a la entrada de mi coño y empuja. Poco a poco hunde el glande y apretando consigue que empiece a entrar el tronco.

-¡Joder que gruesa es! -Siento como la piel de mi coño se estira para que entre

Sigue empujando y consigue meterla un poco más. Creo que debe de llevar por lo menos la mitad. Me mira fijamente  y siento como sus dedos se clavan en mis muslos.

-uffffff joder que estrechita eres nena, siento como me aprietas la polla. No quiero sacarla de ahí.

Me da un puntazo y clava su polla hasta el fondo.

-ahhhhhhhhh ¡joder! Me vas a reventar el coño. –le digo agarrada con fuerza e intentando subir un poco para despegar su polla del fondo de mi coño.

Su cara es puro vicio y se dibuja una sonrisa en sus labios. Su cadera comienza a moverse y lo hace con fuerza y ritmo.

-ahhhhhhhhhhhh

-ufffffffffffffffff

-¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! –grito con fuerza

Cada movimiento me llena, me abre y siento tanta fricción que va a hacer que me corra de nuevo sin mucho esfuerzo. Su ritmo es infernal, menudo movimiento de cadera.

--¡Joder me corro! –mi coño se contrae mientras percute dentro de mi chocando en el fondo sin parar.

Estoy muy excitada, estoy muy cachonda y su polla es brutal. Siento tanta fricción que no puedo controlar mi cuerpo. Me besa con ansia ahogando mis gritos mientras mi cuerpo se estremece de placer sobre su polla. Se mueve lentamente y deja que termine de correrme. Mi respiración esta disparada, mi pecho se hincha con fuerza, tengo la piel tan erizada que duele y los pezones como piedras. Saca su polla de mi coño y me baja. Me agarra por las nalgas y sus manos suben por mi espalda. Sonríe sin parar mientras me recupero.

-Tu coñito me lo está poniendo muy fácil.

Pone jabón en sus manos y se enjabona. Veo como frota su polla y su pecho. Desliza las manos por su pelo echándolo hacia atrás y poniendo jabón en sus manos, comienza a frotarme. Siento como las piernas me tiemblan.

Deslizo la mano por sus huevos, por su polla y la acaricio. Está muy dura, parece una barra de acero. El hace lo mismo por mi coño y limpia mis flujos con su mano.  Después de un rato cierra el grifo y agarrando una toalla me la pasa.

Me seco un poco y me envuelvo en ella. El hace lo mismo, pero en su cintura.

-Eres muy estrechita y eso me vuelve loco. Suerte que me corrí antes o te juro que me hubiera corrido contigo.

Caminamos fuera del baño y él se dirige hacia la puerta de la pequeña terraza abriéndola por completo. Cuando llego al lado de la cama él se acerca y agarrando mi toalla me la quita dejándola caer al suelo. El hace lo mismo con la suya.

-Vamos ven –me dice.

Me agarra de la mano y me saca a la pequeña terraza. Hay una mesa de hierro y dos amplios sillones. La terraza está cerrada en los laterales lo que nos da intimidad. Mario se sienta en uno de los sillones y yo me arrodillo entre sus piernas. Esta recostado y con la piernas bien abiertas. Sus brazos reposan en los reposabrazos y me mira. Yo deslizo las manos por encima de sus muslos. Agarro un cojín y lo pongo bajo mis rodillas para estar más cómoda. Deslizo la mano por su pubis y rodeo su polla. No esta tan dura como antes, pero sigue erecta. Que aguante se gasta este chico.

-uuffffff –resopla al ver como acerco mi boca a su polla

Escupo en el glande y lo restriego con mi mano. Bajo la boca y deslizo la lengua por sus huevos. Los recorro, estiro la piel con mis labios, sigo lamiendo por debajo de ellos. Los levanto con mi mano y lamo todo sin dejar un cm de piel sin recorrer con mi lengua.

-ufffff ¡joder que boquita! –resopla una y otra vez

Su polla se tensa en mi mano y siento como poco a poco se pone más dura. Subo y bajo por ella, deslizo el pulgar por el glande y agarrando uno de sus huevos lo meto en mi boca. Succiono y lo estiro para que sienta como lo tenso con mi boca. Al hacerlo poco a poco me retiro y este va saliendo de mi boca hasta dejarlo caer. Deslizo la lengua por ellos y voy al otro. Hago lo mismo y le miro.

-¡JODER! Como me gusta lo que me haces. Uffffff

Desliza la mano por mi cabeza y yo subo por su polla

Me acerco colocándome cada vez más sobre ella y mirándole fijamente la dejo entrar. Su polla se hunde, se va perdiendo en mi boca y le pajeo con la mano. Mi boca la babea, la moja, pero aun así la escupo para restregar mis babas por toda la polla. La meto y comienzo a chuparla con ganas, con vicio, con ansia. Jadeo en ella mientras subo y bajo, succiono y suelto.

-Ahhhhhhhhh uffffffff

Sigo sin parar de mamarla. Prácticamente se le devoro con la boca. Mis babas se deslizan por la polla. Siento como se tensa, como palpita y deja de acariciar mi cabeza para empujar. Sus manos agarran mi cabeza. Su polla entra más y su cadera se mueve por inercia para encajarla más al fondo. Me provoca una arcada y abro más la boca, lo que hace que la meta más al fondo. Su glande intenta entrar por mi garganta y me mantiene ahí.

Siento como babeo, como me falta el aire, las lágrimas se deslizan por mis mejillas y me debo de estar poniendo roja como un tomate.

-AHHHHHHHHHHH JODER SIIIIIIIIIIII

Agarrándome del pelo tira de mi para separarme de su polla y le miro cogiendo aire a bocanadas con la boca abierta. Veo como se retuerce y resopla. Se mueve en el sillón y mirándome fijamente se acerca y desliza la lengua por mi mejilla limpiando las lágrimas que se deslizan por ella. Me besa con ansia y cogiendo mi mano me ayuda a levantarme. Directamente me voltea y me apoya en la mesa haciendo que pegue mi pecho sobre ella. Me pone la mano en la espalda y me empuja contra la mesa. Con la otra mano coge su polla y la restriega por mi coño arriba y abajo. Escucho el chapoteo que provoca al restregarla. Estoy muy excitada y mojada por la mamada.

Baja la otra mano y siento como abre mis nalgas y empuja metiendo el glande.

-ufffff joder como me abres – le digo al sentir como me llena

Resopla y no deja de empujar metiendo poco a poco su polla. Mueve su cadera en un mete y saca suave. Se hunde más y más hasta que siento como mis muslos se clavan en la mesa. Roza el fondo de mi coño y mueve mi cuerpo en cada movimiento. Empuja y me pone de puntillas mientras me agarro en el borde de la mesa con mis manos.

-Ahhhhhhhhhhhhhhh joder ya no entra más. –le grito

-uffffffffff pues aún queda un poco para que la sientas toda dentro –me dice resoplando

Apoya las manos en la mesa y acerca su cara a la mía. Comienza un mete y saca suave. Gime en mi oreja y eso me excita sobremanera. Besa mi cuello y muerde mi hombro. Acelera los movimientos y va cogiendo ritmo. No deja de golpear en el fondo y cada embestida es más dura. Mis gemidos pasan a ser pequeños gritos. Sigue sin parar y cada vez más rápido. La fricción es máxima, me llena demasiado y me hace perder el control de mi cuerpo. Comienzo a gritar y al escucharme lleva su mano a mi boca para ahogarlos. No baja el ritmo y cada vez es más rápido e intenso.

-ahhhhhhhhhh uffffffffff –resopla sin parar mientras embiste.

Para ser una mesa de hierro y con peso la mueve. Sigue ahogando mis gritos en su mano. Mi piel se eriza sin parar. Me da una palmada en el culo sin dejar de embestir y mi cuerpo se tensa.

-mmmmmmmm mmmmmmm –no puedo gritar

Mi coño se contrae en su polla y nota como me corro en ella. Retira la mano un poco y ve que grito con fuerza y la pone de nuevo.

-Vas a despertar a medio hotel –me dice

-mmmmmmm mmmmmm –no puedo gritar con fuerza

Sigue embistiendo hasta que termino de correrme. Poco a poco baja el ritmo y empuja contra mí haciendo que sienta su polla hasta el fondo. Me agarro con fuerza a la mesa sin poder evitar sentir como me llena por completo. Tengo el borde de la mesa literalmente clavado en mis muslos. Sale poco a poco de mí y se sienta en el sillón. Sigo sobre la mesa sin moverme. Mi cuerpo tiembla de placer y no soy capaz de moverme. Las piernas se me doblan.

Le miro. Esta deslizando la mano por su polla y sus huevos. Restriega mi corrida por ambos. Me incorporo y apoyo mis manos en la mesa. Camino hacia el sillón y colocando las manos sobre sus hombros me siento sobre sus piernas.

Al sentarme hago que su polla quede entre mis labios para poder frotarme en ella. El agarra mis nalgas y me azota.

-auuuuuu mmmmmm –protesto

Sube por mis costados en busca de mis tetas. Las amasa, las aprieta y las junta. Acerca su boca y desliza la lengua por mis pezones. Los rodea, los lame, los chupa, los succiona. Abre su boca e intenta meter todo lo que puede en ella. Mi piel se eriza y mis manos se deslizan por su cabeza acariciándolo.

-mmmmmmmm –jadeo

No dejo de restregarme sobre él y el roce de mi clítoris hace que me estremezca. Su boca hace que mi piel se erice sin parar. Suelta mis tetas y azota mis nalgas mientras muerde uno de mis pezones.

-auuuuuu ¡joder! –protesto porque siento como pica

Me muevo sobre él y me levanto ligeramente para poder agarrar su polla y llevarla a la entrada de mi coño. Empujo ligeramente y llevo mi mano a su hombro. Mis dedos presionan su piel. Me dejo caer sobre su polla y esta se clava literalmente en mi coño.

-ufffffffffffff joder como me abre –resoplo

Su polla me atraviesa. Me da un azote y al hacerlo siento como sus manos empujan hacia abajo para que la sienta más.

-ahhhhhhhhhhhhhh –un escalofrío me recorre

Mi culo choca en sus piernas y siento como mueve su cadera dándome un puntazo.

-¡JODER! –grito

Comienzo a moverme sobre su polla. Subo y bajo, subo y bajo, no dejo de cabalgarlo. El sigue lamiendo y chupando mis tetas.

-uffffffffffffff  -no dejo de resoplar

-oh si nena no dejes de moverte, joder como aprietas mi polla. Uffffffff –resopla y gime sin parar

Mi coño y su polla están súper lubricados de mis flujos y corrida.

No puedo dejar de moverme sobre él. Siento escalofríos y mi cuerpo se estremece de tanto placer.

-joder ufffffffffffffff

Entro en un ritmo rápido en el que me dejo caer directamente sobre su polla y subo por inercia al chocar con ella. No dejo de gemir y se me escapa algún grito al pasarme en la caída. Sus manos no dejan de recorrer mi cuerpo. Pasan de mis tetas a los costados, pasa por mis caderas, suben por mi espalda y ahí… ahí es zona peligrosa en la que pierdo el control y me corro como si no hubiera un mañana. Me besa y en ese momento me corro sin parar apretando su polla y llenándola de mis flujos. Mi cuerpo se retuerce, se estremece y paro mi cabalgada del placer que siento. Ahoga mis gritos en su boca.

Al ver que paro, me agarra de las nalgas y me echa contra su cuerpo. Empieza un mete y saca frenético en el que su polla literalmente me va a partir en dos.

-AHHHHHHHHHHHHHHH ¡JODER!

-bésame – me dice

No soy capaz de besarlo. Pego mi cara a la suya y mis gritos estallan en ella. Cojo aire a bocanadas. No me he recuperado del anterior orgasmo y siento que me va arrastrar a otro.

-AHHHHHHHHHHH AHHHHHHHHHHHHHHHHH

Grito una y otra vez sin importarme nada y él no baja el ritmo. Su respiración se dispara y su cuerpo se tensa. Esta vez sí que se va a correr.

-joder me voy a correr, siiiiiiiiiiiiiiiiiii –grita en mi cara

Escucharle fuera de control hace que me dispare y me corro con él.

-AHHHHHHHHHHHH

-AHHHHHHHHHHHHHHH

Los dos gritamos fuera de sí, retorciéndonos de placer y mi cuerpo tiembla sobre el suyo. Mi piel se eriza una y otra vez. Sus manos me rodean al clavar su polla hasta el fondo y pararse con ella ahí. Siento el calor de sus chorros y de cómo me llena. Nuestras respiraciones están disparadas, ambos cogemos aire a bocanadas y nos miramos.

Le beso suavemente. Mueve despacio su cadera en un mete y saca en el que siento como su corrida sale de mí y se desliza por su polla. Me suelta y quedo sentada sobre su polla.

Cuando nos recuperamos, me levanto de encima de él y voy al baño. Me limpio un poco y me pongo el camisón. Busco la tarjeta de mi habitación y la encuentro en la entrada. Salgo a la terraza de nuevo y me despido de Mario.

-Fue un placer conocerte, pero debo marcharme. – le digo mientras me acerco y le doy un pico

-Muchísimas gracias por esta noche. Me ha encantado. –le digo sonriendo.

-El placer ha sido mío Paola, menuda nochecita. –me dice

Salgo de la terraza y vuelvo a mi habitación.

Al final solo consigo dormir 3 horas. Al día siguiente tengo una reunión con un compañero en su oficina. Esperan a un posible compañero que si todo sale bien, se unirá a la empresa.

Me levanto cansada, pero aun así pongo mi mejor sonrisa. Me ducho, me maquillo y me visto. Para la ocasión he elegido un conjunto de lencería rojo con encaje. Me pongo un vestido bastante veraniego de color rojo por encima de la rodilla y no demasiado ajustado. Dejo el pelo suelto y me pongo mi perfume favorito.

Un taxi me lleva a la oficina y al entrar en esta sale a mi encuentro Marc. Nos hemos visto en alguna ocasión y me parece un tipo magnifico. Me dice que aún no ha llegado nuestro posible compañero y que llegara en breve. Ha llamado para avisar que llegaría con un poco de retraso porque ha ido a recoger a su esposa al aeropuerto. Nos tomamos un café mientras y unos 30 min después me indica de que está entrando en la oficina.

Salgo de la oficina de Marc  y en la misma puerta veo quien es nuestro posible compañero. Mi cara es un poema cuando veo a Mario de la mano de su esposa. Sonrío maliciosamente y me acerco a saludar.

-Buenos días, soy Paola encantada de conocerles.

Mario me recorre con la mirada y estás se encuentran.

-Soy Mario y esta es mi mujer Laura.

-Es un placer -les respondo con una sonrisa en los labios

La reunión transcurre tranquila y queda pendiente la respuesta de si se unen o no. Después de comer juntos vuelvo al hotel, recojo mi maleta y vuelvo a casa.

Unos días después, Marc me llamo para decirme que Mario había aceptado. Me alegro la noticia, porque sin esperarlo, vamos a estar en contacto por trabajo. Otro interesante viaje que acaba bien.