Marina una chica con sorpresa.
Como Marina me abrió la mente a nuevas experiencias bisexuales.
Hola soy Leo. Tengo 25 años me gusta hacer deporte. Suelo ir al gimnasio a hacer musculación tres o cuatro veces por semana. Cuando estaba entrenando había notado últimamente que me miraba bastante una chica nueva. Era rubia, alta con buen tipo, con unas buenas tetas y más o menos de la misma edad que yo. Un día que no había mucha gente entrenando me acerqué a ella y estuvimos hablando. La verdad me cayó bien, me dijo que se llamaba Marina. Después de terminar le sugerí que si quería quedar para tomar unas cañas. Ella me dijo que sí. Después de ducharme la estuve esperando y nos fuimos por ahí. Estuvimos hablando mogollón de rato y me pareció una tía muy simpática. Al final quedamos en que teníamos que repetir y quedar más veces.
Al cabo de un par de días volvimos a vernos en el gimnasio y quedamos para salir el fin de semana. Estuvimos cenando en un italiano y luego fuimos por ahí de marcha.
A mí, la verdad, me parecía una tía muy atractiva y me lancé y le dije que me gustaba mucho. Marina se quedó muy cortada y me dijo que yo a ella también le gustaba, pero que me tenía que decir una cosa. Y de repente me soltó que en realidad no era exactamente una chica... que era un/una transexual, que se había hormonado pero que no se había operado el pene, porque decía que se sentía a gusto como era. Yo me quedé parado, y ella me dijo que ya sabía que iba a reaccionar así y que siempre le pasaba igual. A mí me gustaba mucho, así que, aunque no estaba muy seguro, le dije que me daba igual y que me atraía mucho.
Al final nos acabamos enrollando y Marina me dijo que si quería acompañarla hasta su casa.
Cuando llegamos a su casa me llevó hasta su habitación y nos empezamos a enrollar y ella me empezó a desnudar. Yo estaba a mil. Me tiró en la cama y agachándose se metió mi polla en la boca y empezó a chupármela. Luego se quitó los pantalones y la camiseta que llevaba y se quedó con un conjunto de sujetador y tanga blancos. Yo cogí y le quité el sujetador, dejando sus pechos al aire. Sus tetas eran redondas y no muy grandes. Ella cogió y se quitó el tanga mostrándome un pene más bien pequeño pero totalmente erecto ya. Marina estaba totalmente depilada. A mí me daba un poco de corte porque no soy gay y me gustan las tías pero ella según estaba yo tumbado en la cama se dio la vuelta y se puso encima. Me empezó a chupar la polla y al tiempo me puso la suya encima. Yo abrí la boca y empecé a chupársela. La verdad me parecía muy excitante. Al tiempo empecé a masturbarla metiéndole un dedo en su culo. Ella empezó a gemir y se corrió en mi boca mientras me decía "Sí, sí, sigue...". Me tuve que tragar todo su semen, porque no podía apartar su pene de la boca. Casi al mismo tiempo me corrí yo en su boca.
Luego estuvimos fumando un cigarro y después le dije que la iba a follar.
Ella trajo un frasco de vaselina y me empezó a masturbar hasta que se me puso dura, masajeándome la polla con un poco de vaselina, yo le di la vuelta y empecé a untarle la entrada de su ano con un poco y luego puse mi pene a la entrada de su culo y empujé. Al principio me costó un poco introducirle el capullo, pero luego le entró sin dificultad. Empecé a follarla mientras ella me decía que le gustaba sentirme dentro yo estaba como una moto y al cabo de un rato me corrí en su ano mientras ella me decía Sí, Leo, córrete en mi culo, fóllame, soy una puta.
Luego nos estuvimos besando a lo bestia... Desde ese día Marina me ha abierto a nuevas experiencias y me ha quitado prejuicios estúpidos que te meten en la cabeza. En otra ocasión os contaré más. Si alguien quiere intercambiar relatos conmigo mi e-mail es: leoforever1@hotmail.com
Leo.