Marina: Mi Gran Amor

Desde que nos conocimos, la atracción fue fulminante, al principio los dos, si bien nos sugerimos con indirectas, mantubimos una distancia, al poco tiempo nuestras miradas y nuestras expresiones fueron delatando el profundo deseo que sentiamos el uno por el otro.

Capitulo I

Marina MI Diosa

Esta es la historia de mi relación con una mujer maravillosa, a quien llamaremos Marina.

Es una morocha de 1,65, ojos oscuros pero luminosos, su piel es suave y siempre con un aroma que es capaz de transportarte al mas sublime de los mundos, el solo abrazarla y sentir su perfume, produce en mi una sensación unica.

Es delgada, su vientre plano y sus caderas generosas, sus pechos bien proporcionados sin ser grandes, estan coronados con unos pezones muy sencibles, enmarcados en grandes aureolas de color café.

Fuimos amantes durante muchos años y hemos hecho el amor miles de veces, pero siempre fue una experiencia alucinante, este relato intenta ser un homenaje a esa mujer que hoy ya no tengo, pero que nunca podre olvidar.

Desde que nos conocimos, la atracción fue fulminante, al principio los dos, si bien nos sugerimos con indirectas, mantubimos una distancia, al poco tiempo nuestras miradas y nuestras expresiones fueron delatando el profundo deseo que sentiamos el uno por el otro,

Recuerdo un dia en que nos toco trabajar juntos y estabamos en mi oficina solos, yo en mi escritorio y ella frente a mi, tenia puesto un sweter de lana rojo, muy ajustado que marcaba en forma impresionante sus hermosos pechos, ademas llevaba puesta una pollera de gamusa, bien corta y ajustada, cada vez que cruzaba sus piernas, yo me ponia mas loco.

No lograba concentrarme, no podia dejar de mirar sus pecho y ni hablar cuando podia ver sus muslos, fuertes y bien formados, que invitaban a ser acariciados, me estaba volviendo loco, pero no sabia cual era su interes a esa altura, ya que hacia unos pocos dias que nos conociamos. Hice algunos cometarios sobre su figura y note que fueron bien recibidos.

Motivado por sus respuestas y con la excusa de un viaje de negocios a una localidad cercana le pedi que me acompañara, junto con otras dos personas de la empresa, acepto encantada.

La pase a buscar la mañana siguiente y fuimos a cargar combustible, antes de recoger a los demas, cuando baje a abonar, aproveche a comprar un chocolate, que le entregue al

subir al auto, en ese momento ella, se acomodo muy sensualmente en su butaca y abriendo la golocina, me convido una porcion llevandola directamente a mi boca.

Yo ya me la queria comer.

Recogimos a los demas y salimos a la ruta, un viaje tranquilo y rapido, al llegar a nuestro destino, una ciudad balnearea, deje a los otros dos pasajeros en la dirección de un cliente y rapidamente me fui con Marina a realizar otras tareas. Lo cierto es que me diriji directamente a la playa y alli estacione el auto.

Al estacionar, me pregunto con cara risuña que hacimos alli, a lo que respondi con un beso en su boca.

Respondio como espera, abrio sus labios y nos dimos nuestro primer beso, humedo, pleno, muy sensual, debo aclara que si bien Marina tiene un cuerpo explendido y me atrae cada centrimetro de el, su boca es hermosa, sus labios parecen el trabajo de un artista, bien dibujados, finos, elegantes, capas de seducir al mas pacato de los hombre, esa es la boca que yo estaba besando por primera vez y con la que aun hoy, a diez años de aquel primer beso, sigo soñando.

Estubimos un rato besandonos y empezando a conocer nuestros cuerpos ya que de inmediato empece a acariciar sus pierna y luego de luchar un rato con una larga pollera de lana que llevava puesta, pude tocar esos piernas que tanto deseaba.

Comence a subir mis manos en busca de su entrepierna y ya el calor que sentia, me adelantaba el mar de sensaciones que me esperaban.

Con un poco creible "a donde vas" intento mantener su dignidad a salvo, mi respuesta, por cierto poco original de " a donde vos me dejes" fue lo ultimo que pudimos decir antes de fundirnos en un sin fin de caricias y besos. Mis manos llegaron al tan anciado tesoro y por primera ves pude acariciar su conchita por encima de su ropa interior, se notaba muy humeda y caliente, intente sacarle la bombachita, pero ese no era el mejor lugar y ademas, debiamos volver por los demas, por lo que decidimos, dejar para luego nuestro primer encuentro sexual.

Capitulo II

Nuestra primera vez

Al dia siguiente, nos organizamos para salir de la empresa sin levantar sospecha y poder ir a un hotel,

Luego de entrar en la habitación, nos besamos apacionadamente por un rato y cuando empezaba a desvestirla, ella decidio ir primero al baño.

Yo me quede esperado y me fui desvistiendo, cuando la puerta del baño se abrio y la vi aparecer, o dios que imagen , llavaba puesto un body blanco que resaltaba su figura y el contraste del color con su piel, la hacia ver como una diosa. Hermosa , fue lo primero que se me ocurrio decir, sus pechos magnificos y su cadera espectacular, le pedi que girara para poder ver como la diminuta pieza de tela se perdia en medio de sus espectaculares gluteos, se aproximo como en un sueño, toda ella es un tributo a la sexualidad. Ya en la intimidad se comportaba como una diosa, camino hacia mi y me beso con pasión.

En pocos instantes la hermosa prenda que llavaba puesta fue a decorar el piso y ya desnuda, segui contemplandola, sin poder creer que esta mujer estubiera a mi disposición. La recoste sobre la cama y empece a besarla, deje su boca para pasar por su cuello y me fui asercando a sus pechos, dos hermosas tetas con pesones color café que comence a besar y chupar como un bebe ambriento. Sus suspiro me indicaron que esa zona era su punto mas sencible, asi que me dedique a bezar, succionar y lamer sus pezones que se pusieron duros apuntando al cielo, largo rato me detube es esas colinas de miel, luego fui bajando, cruzando la mezeta de su vientre, al llegar al ombligo, me pidio que siguiera que no me detuviera, obediente segui hasta llegar a su pubis, una mata de abundante cabellos negros cubria su humeda conchita, me abri paso hasta llegar a sus labios, ella abrio sus pierna para facilita mi acceso y elevo sus rodillas.

Yo de rodillas en el piso y ella de espaldas en el borde de la cama, tenia ante mi por primera ves su hermosa conchita, brillante por el abundante flujo que emanaba, acerque mi boca a sus labios y sus gemido aumentaron, haciendo que yo enloquesiera de gusto, su olor era maravilloso, bese y chupe, pase mi lengua de abajo hacia arriba, saboreando todo y al llagar a su clitoris, ella exploto en un profundo gemido.

Mi lengua, se abria camino entre sus labios y su conchita se abrio mostrando su esplendor, tome de sus jugos, me sentia en el cielo, segui lamindo e ingresando mi lengua en su cueva de amor, busque su clitoris y me dedique a morderlo y chuparlo, mientras mis dedos jugaben en su pochi (asi la llama ella), dos dedos pronto exploraban su vagina y yo seguia chupando, ella gemia y apretaba mi cabeza contra su pubis, mis dedos se hieron mas rapidos en un mete y saca, mi lengua succionaba sus jugos y mis labios apretaba su boton de placer, todo al mismo tiempo, en una caotica sucesión, mas rapido, mas fuerte, mas rico, ella gemia mas y mas, sus expresiones se debian sentir en todo el hotel.

Yo ya estaba como un poseido, esa mujer ahuyava y yo me sentia superman, levante sus caderas con mis manos desde abajo, para poder penetrarla con mi lengua hasta lo mas profundo, mi naris hundida en su pochi rozaban el clitoris y ella exploto, en un maravilloso y prolongado orgasmo, sus jugos llagaron a mi boca y los deguste con delicia, ella seguia gimiendo y pidiendo..mas...mas...uno mas... sus contraciones se prolongaron y aferrada a mis cabellos me seguia apretando para que no saliera de donde estaba ....ya biene ...ya biene ....ahaaaaag..... y al cabo de nos segundo tubo su segundo y expectacular orgasmos, lo grito como si su vida se fuera en ese instante, elevo sus caderas, tenso la espalda y luego se desplomo.

Me acerque despacio y me acoste a su lado y la bese con ternura, pense que necesitaba descanzar, ella me respondio con un gracias amor y me dio un dulce beso.

Capitulo III

El postre, un regalo tan ansiado

La imagen de esa mujer dormida a mi lado, llenaba mi espiritu de paz y de una profunda alegria.

Ella estaba boca a bajo con su rostro de costado, con una expresión de tranquilidad, que la hacia parecer una niña, su cuerpo aun con el brillo de la traspiración producto de la sesión de amor que habiamos tenido, resaltaba la suavidad de su piel.

La contemplaba casi con devoción, su cuerpo, magnifico, su cabellera corta y oscura marcaba el inicio de una espalda de carnes firmes que teminaba en una diminuta cintura, la que a su vez daba el marco incial de unas caderas amplias, bien proporcionadas.

Hay señor que caderas, una cola que me habia vuelto loco de deseo, cuando la veia caminar por la empresa.

Si señor, que cola, como dijo el poeta, "Me han traido hasta aquí, tus caderas y no tu corazon" y hoy deberia agragar "ten cuidado chaval, te estas enemorando" . Lo cierto es que en ese momento me sentia feliz de tenerla a mi lado.

La comece a despertar con pequeños besos en su espalda, suavemente la fui recorriendo con mi boca, mientras mis manos acariciban su cola, empece a arder nuevamente de pasión, si bien ya habiamos hecho el amor un par de veces, verla asi me exitaba al extermo.

Fue despertando y una hermosa sonrrisa se dibujo en sus labios, empezo a suspirar, casi ronroneaba y yo mas me exitaba, ella al ver que mi exitación me estaba poniendo a punto y que mi cintura estaba a la altura de su cara, tomo suavemente mi pene y comenzo a besarlo, logrando que mi empalme se hiciera total.

Guiro su cuerpo y quedamos en posición de 69 de costado, ahora tenia ante mi su pubis, bañado aun por le resultado de un anterior y placentero polvo, nuevamente me dedique a besar su conchita, mientras ella iba lamiendo mi mienbro de abajo hacia arriba.

En un momento me detubo y me pidio que me acostara boca arriba y que me relajara, ovediente me recoste y me entregue a sus caricias. Se puso en cucliyas y me empezo a besar, me cerro los ojos con besos y fue bajando, paso por mi boca, sin besarla directamente, sus besos pasaron por la comisura de mis labios y siguio bajando, paso por mi cuello, y siguio por el pecho, cuando llego a los pesones, se detuvo en ellos y los mordisqueo y lamio, haciendo que sintira un gran placer.

Yo aun con los ojos cerrados disfrutaba de cada momento y sentia como la sangre me golpeba las sienes, bajo hasta mi vientre y tomo mi pene, en ese momento abri los ojos ya que no me queria peder el espectaculo, lo tomo con suavidad pero con firmesa.

Yo acomode las almoadas para que mi cabeza quedara mas elevada y asi poder ver con detalle. Con una mano tomaba el tronco y con la otro acunaba mis testiculos, vi como contemplaba la roja cabeza de mi pene instantes antes de comenzar a deboralo, todo era suavidad, despacio fue cubriendo la cabeza con sus labios y su lengua empezo a dibujar circulos en el, fue acariciando la superficie, luego empezo a bajar la boca, tragandose literalmente mi polla, yo sentia una deliciosa sensación y veia como poco a poco parte de mi cuerpo iba desapareciendo dentro del suyo.

Lo fue tragando hasta que sus labios casi tocaron los huevos, yo estaba en la gloria y aun no habia empezado lo mejor, lo fue sacando, hasta casi salir, pero repitio la maniobra y de nuevo bajo hasta la base, repitio lentamente la operación un par de veces y luego, empezo a moverse con mas velocidad, me estaba pajeando con la boca en una manera sublime, yo elevaba mis caderas y ella aprovechava para acariciar mis huevos bajando la mano hasta casi legar a la entrada de mi ano, yo ya suspira fuertemente y ella seguia con el mete y saca de su boca.

Me dolia de dura que tenia la pija, dios que hermosura, como ya habiamos hecho el amor, estaba seguro de poder aguantar un buen rato y me dedique a disfrutar de tan maravillosa situación.

Yo queria hacer algo para ella, acariciarla, algo, pero no me dejo, saco la pija de su boca y me pidio que me quedara quietito, vos disfruta que ahora me toca a mi darte placer, te tengo una sorpresa, te mereces un premio por lo bien que me hiciste sentir, quiero hacerte feliz, dijo sonrriendo.

Siguio dadome placer con su boca, bajo a los huevos y los beso, los chupo y acaricio, luego levanto mis cadera y paso su lengua por la raya de mi culo, uhauu que bueno, me pidio que girara y me comezo a besar la espalda y los gluteos, los que fue mordisquendo con suavidad, habrio mis piernas y se arrodillo entre ellas, ya mas abierto separo mis gluteos y paso su lengua por mi raja, hasta llegar a la puerta de mi culo, la que beso en profundidad metiendo la punta de la lengua, yo ya volaba de placer, su mano por debajo de mi cuerpo tomo mi pija y la fue acariciando al mismo tiempo.

¿Cuanto mas podia aguantar?, era la pregunta que me hacia en mi interior, cuando vio que yo estaba a punto de caramelo, se detuvo y me dijo: ahora es la hora del postre, este es mi regalo para vos y es la primera ves que lo doy.

Me pidio que me corriea a un costado y ella fue esta la cabecera de la cama y arrodillada con los brazos contra la pared, parando la cola, me pidio que me acercar por atraz y con una infinta dulzura no exenta de lacibia, me pidio que se la pusiera en la cola.

Se que la deceas desde que nos conocemos, no te voy a negar que han intendo hecermelo en otras oportunidades, pero nunca resulto, hoy estoy segura que es el momento y vos sos la persona que quiero que me haga el amor por primera ves por la cola.

No podia creer lo que me estaba pasando, realmente habia fantaciado cantidad de veces con esa cola y ahora iba hacer mia, a pesar de mis ancias, queria que nada fallara, que fuera bueno para los dos y tambien sabia que si pretendia seguir disfrutando de su cola, debia lograr que ella disfrutara y no sufrira.

Empece a acariciar su espalda y levemente separe sus piernas, con mi mano empece a cariciar su entrepierna por detrás, Mi mano tomaba toda su entrepierna, llevandola desde el inicio de sus labios hasta la cola. Encontre que su conchita estaba empapada, producto de la exitación que nos probocaba esta situación.

Aproveche sus jugos y lubrique lo mejor que pude su raja, fui llevando su nectar hasta la puerta de su colita y lubrique lo mejor que pude su culito. Luego acercandome a su cuerpo la abrase con un brazo y con la mano disponible, tome mi herramienta y la puse entre sus pierneas, haceindo que se empapara con sus propios jugos, una vez bien lubricada la apoye en la puerta de su culito y comence a precionar con mucha suavidad, (ahora es facil decirlo, pero en ese momento yo queria entrar de un saque y saciar mi impetu, pero me contuve y fui los mas suave que pude).

Ya con mi cabeza en la puerta, fui entrando de apoco, cuando sintio que empezaba a penetrar mi glanden, suspiro profundamente y preciono su cola para que yo pudiera ingresar mejor, asi poco a poco fui entrando en ella, le pregunte si se sentia bien y me respondio que se sentia muy rico y que ahora sabia que no se habia equivocado con el regalo que me daba, mi ego llegaba a alturas insospechadas.

Una vez que estubo la mitad de mi pija en su cola, me detuve para que se acostumbrara a su nuevo amigo, la deje que se relajara y cuando note que su cola se empezaba a dilatar y su respiración se hizo mas calma, empece a profundizar mi penetración, hasta que llegue a ponercela toda adentro, ya estaba, ahora empezaba lo bueno, fui moviendo mi cuerpo asia tras y adelante con un ritmo tranquilo, ella empezo a gemir y a compañar con su cadera mis movientos, pero en sentido contrarios, con lo que profundizaba la penetración, el placer que sentia en ese momentoera especial, aun hoy al escribir estas lineas me pongo loco solo de recordarlo, sus gemidos y sus movimientos se hicieron mas fuertes, dandome via libre para que liberara mi pasión y en unos momento estabamos cojiendo por el culo de una manera salvaje, si bien yo ya era una hombre maduro, nunca una mujer me habia permitido cojerla de esta manera por el culo, me asombraba, ver como se habia dilatado ese hermoso culo y como se trajaba mi pene.

Estaba en las nuves, sudabamos como en una competición de fuerza, ella gemia y me decia cuanto le gustaba y cuanto me amaba, yo por mi parte me sentia con el pene inchado como nunca y liberaba mi pasión, nuestras caderas tomaron un ritmo demencial, girabamos haciendo circulos, mis huevos revotaban contar la entrada de su conchita y mis manos por momentos tomaban sus tetas o acariciaban su clitoris, luego se posaron con firmesa en sus caderas, haciendo que el vaiven tomara un ritmo enloquesedor, tomaba sus caderas con fuerza y la penetraba profundamente, mas y mas, nuestros gritos y suspiros crecian junto con la pasión, estabamos llegando al climax.

Ella arqueava su cintura, parando la cola, por el moviemto ya nos habiamos separado de la pared y casi estaba en cuatro, yo aferrado a su cintura e imprimia un ritmo rapido y profundo.

La sensación que exprimentaba en ese momento era de gran placer, no solo fisico, sino ademas el placer y el morbo que me producia la situción de estar haciendole la cola y que ella disfrutara tanto como yo. El ver como mi pija entraba y salia, los gemidos que ella producia a cada envestida, el calor de los cuerpos y el estar cumpliendo con un deseo tan profundo psicologicamente me producia un nivel tal de extais que aun hoy, persiste profundamente en mi.

Nuestro cuerpos se convulsionaban freneticamente en cada envestida, nos entregamos en cuerpo y alma al mas dulce de los gosos, ella era totalmente mia y yo era ya parte suyo, cuando un prundo gemido salio de su garganta anunciando su primer orgasmo anal, sabiendo que simpre tenia unos mas, trate de retener mi final y segui con el mismo ritmo, fuerte profundo, bufaba como un animal, queria morirme en ese instante, ella me aviso que ya venia el segundo y con un, vamos juntos, vamos mi amor, expoto en un prologado y expectacular orgasmo, que por ser tan prologado me permitio llagar tambien al mio. Me derrame en su interior en una forma colosal, si bien no en cantidad, si en calidad.

Nos derretimos, ya sin fuerzas, quedamos uno sobre el otro, aun estaba yo dentro de ella y sentia como mi pija se iba achicando, me separe para verla, estabamos empapados, felices, nos abrazamos y nos besamos con ternura, me miro a los ojos y me pregunto si me habia justado el postre.

A partir de esa vez, casi simpre que tubimos oportunidad, nuestros encuentros amorosos, terminaron con el postre, mil veces mas hicimos el amor por la cola, pero esta primera vez, era digna de ser contada.

CapituloIV

Nunca el amor fue tan dulce:

En nuestra relación nunca hubo tabues, siempre nos manejamos con total libertad de criterios, solo respetabamos la premisa de que nada debia se violento o que causara mas dolor del que acompaña al placer.

Convertiamos en relidad todas nuestras fantacias y nos encantaba el imaginar alguna situación y luego convertirla en relidad.

Una mañana en que ibamos asia un hotel, se me ocurrio una idea. Pare el coche y ingrese en un mercedo donde compre varios productos.

Marina, no entendia que me proponia, pero estaba segura que algo se me habria ocurrido y no dudaba a esas alturas que algun juego ibamos a practicar.

Cuando llegamos a la habitación, yo baje con mi bolsita con lo elementos y fue ahí donde me pregunto, con una sonrrisa complice, que me proponia, sin darle muchas explicaciones, empece a sacar y alistar mis implementos, primero un jarro para café de ceramica, una brocha de afeitar (como la que usaban nuestro abuelos), un pote de jabon de afeitar, una maquina descartable y un pote de dulce de leche.

Cuando vio los elementos, comezo a reirse y a preguntar que me proponia hacer, le explique, que si bien adoraba su conchita peludita como ella la usaba, siempre soñe con verla totalmente depilada y que me proponia afeitarsela todita.

Me va a picar luego, se quejo, pero le roge que me diera el gusto y por ese entonces

jamas se negaba a un pedido mio.

Esperamos a que la habitación tuviera una temperatura agradable y comence a preparar el esenario, traje del baño unos toallones, que coloque sobre la cama, llene el jarro con agua tibia, la desnude y la recoste sobre la toalla.

La brocha debia jugar un roll fundamental, ya que al ir enjabonado todas sus partes intimas debia producir una sensación muy suave y probocar en ella un gran placer. Por lo que la deje en el agua para que se fuera suavisando y tomando una temperatura agradable.

Luego comece a poner un poco de jabon en la parte superior de su pubis y comence a hacer espuma con la brocha, la sensación debia ser muy rica, ya que ella empezo a gemir al solo rece de la brocha en su intimidad, a medida que el jabon hacia mas espumas, yo le iba cubriendo mas zona, hasta dejar todo su bello cubierto con la blanca espuma.

Lenta y suavemente comece a afeitar de afuera hacia dentro toda su conchita, cuando le hacia abrir las piernas para pasar la maquina podia ver como sus labios ya estaban hinchaditos y la humedad de su interior empezaba a rebalzar, esta era una situación altamente exitante para los dos, yo porque podia ver sus encantos mas intimos y ella recibiendo las caricias de la brocha con espuma y mis manos que a compañaban a la maquina de afeitar refrescando cada centimetro de su piel, despues de ser afeitadas.

Con mucha delicadesa y sin haber probocado, ni un solo corte, fui terminando mi obra de arte. La hice girar, para que quedara boca abajo y yo poder terminar de afeitar todo su culito, al terminar nuevamente la puse boca arriba para limpiarla adecuadamente.

Es dificil el poder explicar el placer que me provoco esta situación, cuando termine de limpiar con una toalla humeda toda su emtrepierna y pude contemplar mi obra, quede como hipnotizado.

Nunca la habia visto totalemete depilada, era como el pubis de un angel, suave, rosadito, y fundamentelmente mio. Era hermoso, su vientre plano, ya sin la frontera del bello, se extendia para terminar en el monte de venus que se elevaba orgulloso, para luego convertirse en el acantilado donde nacian sus labios mayores, protectores y custodios del clitoris que podia observar en plenitud por primera vez.

Pero si la visión del frente, me impacto, como trasmitirles la impresión que tube al verla acostada boca a bajo.

Cuando le pedi nuevamente que se girara, ella se recosto y abrio levemente las piernas sacando cola. Yo me encontarba parado a los pies de la cama. La visión de sus largas piernas, que como dos flechas dirigian mi visita hasta su culito era espectacular. Su cadera ancha y parada, oficiaba de marco a su entrepierna que dajaba ver su vulva en planitud, talves por haber sido recian afeitada se veia tan rosadita. En ese momento me convenci de que la naturalesa hiso a la mujer para ser penetrada por detrás, ese espacio que queda entre la cola y las piernas marca justo el lugar por el que pija debe ingresar en el mas sublime templo de amor.

Teminado mi trabajo, tome el pote de dulce de leche y empece a untar su culito, los cachetes, la rajita y por su puesto el anito rosadito. Todo el duce fue cubrindo su cuerpo y luego como un goloso, que soy, empece a comer el dulce chupando y succionando cada centimetro de su piel.

Una ves que termine con el culito la gire nuevamente y comence a depositar mas dulce en los pesones, en su pancita y por su puesto su clitios. Asi estube lamiendo todo el nectar que formaban el duce de leche y sus jugos, hasta que la lleve un un hermoso y muy muy dulce orgasmo.

Era tal la exitación que yo tenia despues de haber afeitado todo su coño, y haber cubierto su cuerpo con dulce, que mi pija parecia que hiba a reventar.

Cuando ella reacciono de su acabada y vio mi polla como un mastil, me recosto en la cama y la cubrio con abundante dulce de leche, primero la empezo a lamer como quien come un helado, con la lengua bien abierta y de abajo hacia arriba. Asi fue quitando la mayor parte del dulce, para luego meterce la polla en la boca dejando muy pocos centimetros sin cubrir, se la trabaja hasta la base y volvia a sacarla, yo ya no podia mas, pero ella cuando la sacaba de la boca, me decia lo rica que se sentia la mescla del dulce con mis liquidos pre seminales y nuvamente, se la volvia a meter en la boca. Yo ahuyaba de placer y Marina con maestria me apretaba con su mano la base de mi pija para que retardara mi explosión.

Se detubo por un momento y me volvio a untar, pero esta vez, las bolas y el culo, me puso en cuatro, con la cabeza apoyada en el colchon y el culo en popa. Ella arrodillada detrás de mi, comenzo a lamerme las bolas, con grandes lambetazos, fuertes, hasta dejarlas limpitas y relajadas, para luego ir subiendo, hasta llagar a mi ojete, el que se encontraba cubierto de dulce, cuando empezo a lamerme el culo y a limpiarlo, metiendo su lengua en la entrada, yo crei que enloquesia, fue espectacular,

Yo ya estaba al borde del orgasmo, no podia agunatar mas, la sesion de lamidas que estaba recibiendo y la imagen de su conchita depilada, vista desde atrás, me estaban enloquesiendo, asi que con todo el dolor del alma la hice detener.

La puse en cuatro para primero deleitarme con la visión de culo y concha lisitos y como un poseido la penetre por la concha, con toda la fuerza que me quedaba, tengo que reconocer que fue todo menos sutil mi envestida, ya que de un solo envion se la meti hasta lo mas profundo.

Los dos estabamos esperando ese momento, cogimos como endemoniados, todos los juegos previso nos habian predispuesto ha un profundo y acalorado polvo, ahuyabamos como lobos, los dos estabasmo al maximo, necesitabamos eso, coger con fuerza, mas adentro, mas rapido, mas fuerte, mas, mas, mas, gritando cada sensación, cada contracción.

La tenia tomada de la cintura y la penetraba con todas mis fuerza, ella arqueaba la espalda y hechaba su cabeza para atrás y gritaba que me queria, que le gustaba, que ya venia, ahora, ahorrrrrrrrraaaaaaaaaaaaa, mas por favor mas, mas, si, si, siiiiiiiiiiiiiii ya, ya viene otro, si ahora siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

Yo senti venir mi leche desde los mas profundo de mis bolas, el pito me dolia de duro y por los terribles empujones que le estaba dando, pero estabamos calientes como nunca y no queria que aquello terminara, mas aceleraba mi movimiento y mas me pedia ella. Freneticos los dos estabamos en un climax de alto nivel hasta que llego la explosion, recuerdo que ella se hecho para atraz clavandose mas si fuera posible y sus manos apretaron el colchon con fieresa, mientras yo arremetia con mi ultimo envion y sentia como brotaba mi semen, liberando una tensión casi magica.-

Cuando terninamos, me desplome sobre ella y asi quedamos los dos, uno sobre el otro jadeando, traspirados, pegajosos, pero con una felicidad infinita. (eran dias muy felices)

Nos quedamos asi un buen rato hasta que nos fuimos a bañar para sacarnos el pegote que teniamos encima.

El haber afeitado a Marina fue una de las experiencias mas exitantes de mi vida, no se por que, pero, aun hoy recuerdo esa imagen de ella recien depilada, boca abajo y la extraño profundamente.