Maribel…, maribel…, maribel

Acabo de correrme por segunda vez…, son las tres de la madrugada de este último día de junio de 2020

El relato lo empecé noche y lo escribo esta mañana hora de España, cuando son las once y media AM.

Lo publicaré en breves minutos…

El día de ayer había empezado muy cachondo…

Anabel me había llamado y había quedado con nosotros en casa con un nuevo amigo.

Ya conocen a Anabel por mi último relato…, de título:

“No podía dejar de hacerlo…”

Marga estaba ansiosa de polla, llevaba meses sin disfrutar de una enorme polla como aquella.

Ismael era joven pero muy morboso.

Incluso no le molestó como lamí parte de su leche de su gran corrida en los tetas de Marga

El resto del día estaba removido, a pesar de haberme follado mientras tanto a Anabel.

Al llegar de pasear sobre las once de la noche, estaba en la puerta del edificio paseando a su perrita Erika la chilena.

Esa muchacha me tiene loco, ya les hablaré de ella.

Ese culo enorme y macizo fue el primero en que pensaba mientras me follaba a mi mujer por primera vez anoche…

El paseo había sido más o menos relajado, ya que el calor de estos días había hecho mella en las escasas ropas de algunas mujeres…

Había disfrutado de lo lindo mirando piernas, culos y pechos…

Algunos cuerpos eran dignos de película, mientras otros me hubieses valido para un ratito...

Desprecie muy pocas…

Mentalmente hubiese deseado follar con al menos cuarenta o cincuenta de aquellas mujeres de todas las edades que me había cruzado.

Nos habíamos acostado muy pronto esta noche del 29.06.2020 y terminaríamos ya en la madrugada del día siguiente, el ultimo del mes de junio.

Marga me había empezado a comer la polla y cuando la tuve lo suficiente dura, me había dicho que la follase…

Mientras ella se empezaba a correr follando, yo pensaba en Erika, la bella chilena. Es muy joven pero muy sensual…. También repasaba mentalmente las decenas de mujeres que me haba cruzado en el paseo.

Mientras escuchábamos música lenta en una emisora de FM,  follábamos y seguíamos follando…

No dejaba de correrse.

Cuando ella me lo dijo…,  me corrí.

Soy demasiado educado para contradecirla.

Seguía excitado.

Con mi polla aún dentro, sin que se me aflojase seguía follándola sin parar…, aunque en este segundo polvo empezaba poco a poco…,  hasta obtener la oportuna dureza para darle fuertes sacudidas…

Estaba incasable Marga.

Yo también.

Estaba viciosilla Marga desde esta tarde con Ismael y Anabel.

Yo me había follado nuevamente el culo de Anabel. Tenía la  niña ese capricho y se lo di.

Ese culo es fantástico y me tiene ido.

Pero en mi mente, mientras me follaba a Marga…,  por segunda vez…,  no había nadie salvo ella…

Durante horas seguimos follando.

Durante horas Marga se estuvo corriendo.

Cerca de las tres de la mañana, Marga me preguntó si me volvería a correr.

Le dije que sí.

Dámela…

Toma…

Con los ojos cerrados, mientras me corría nuevamente…

Pensaba…

Maribel…, Maribel…, Maribel…

(Por si no lo recuerdan, Maribel es una antigua vecina que tendrá en la actualidad unos 40 años, soltera…,  y que me tiene loquito por sus huesitos…)

Hasta pronto amigos…

Mi correo,  saben,  que está a su disposición…

Por cierto…, marga se ha levantado tarde… estaba rendida.

PEPOTECR.