Maribel De Nuevo Infiel.
-{Maribel con el albañil. De nuevo mi esposa es gozada por un tipo, ahora por un afortunado albañil.}
Hola escribo de nuevo. Un relato donde estoy con mi esposa Maribel un domingo de resaca, pues la noche anterior me fui con mis amigos a tomar unas cervezas y llegue tarde a casa bastante borracho, me la pasé todo ese día con mi esposa en casa curándome la cruda y ella me acompañó tomando unas latas de bebida preparada a base de brandi.
Ya por la tarde mi esposa Maribel le apetecía salir a tomar el fresco a fuera de la casa pues estaba haciendo calor, me agradó la idea y salimos, ella con sus latas de su bebida y yo con otra cerveza. Nos sentamos en una banquita que tenemos enfrente de nuestra casa. La calle estaba desértica, a esa hora de la tarde casi noche, los vecinos estaban de seguro en sus casas descansando de ese fin de semana caluroso, por lo que solo estábamos mi esposa y yo tranquilamente.
Nos sentamos a platicar de nuestras cosas, nada en particular, mi esposa estaba con un vestido ligero azul marino de una sola pieza, le llegaba hasta por encima de sus rodillas, que al estar sentada con pierna cruzada, se le veían sus bonitos muslos y arriba un pronunciado escote donde se le vislumbraban sus apetecibles senos.
Relajados ambos, empezaba a caer la noche, cuando a lo lejos vimos que venían tres tipos tomando cerveza, los conocimos al ir pasando por donde estamos sentados, eran dos albañiles y un mecánico, que seguido se la pasan tomando después de salir de sus trabajos, en algunas ocasiones me he tomado algunas cervezas con ellos, conocen también a mi esposa, que siempre que la ven, le suelen sacara platica, para poder disfrutar visualmente de su pequeño pero voluptuoso cuerpo, ella solo les saluda sin platicar mucho con ellos, en una ocasión le pidió a uno de los albañiles presupuesto para un trabajo de la casa, quedo de resolverle, pero durante su charla el albañil que se llama Roberto, un tipos alto y robusto como de mi edad, me contó mi mujer que esa vez no le quitaba la vista de su cuerpo, una mirada llena de deseo, ella sentía que la quería desnudar por la forma de mirarla, y luego ella se sintió halagada de la forma que le dio el presupuesto de su trabajo añadiendo que si se animaba a que le hiciera el trabajo en su casa, se lo haría muy bien hecho, que ella quedaría muy satisfecha con lo que le haría y que quedaría tan contenta con su trabajo que luego ella le pediría más trabajitos de esos, se lo dijo en doble sentido y con la mirada lujuriosa a su bello cuerpo.
Ya sola en la habitación mi esposa confesó que se masturbó con las charla en doble sentido que tuvo con el albañil, pues en realidad la puso cachonda. Al pasar por donde estábamos sentados, se veían ya algo ebrios, los tres tipos nos saludaron. Yo hice como que dormitaba entrecerrando los ojos para que no se acercaran a ofrecernos a tomar cerveza.
--Buenas tardes, dijeron los tres tipos.
--Buenas noches, jijijii contestó mi esposa Maribel con una sonrisa encantadora.
--Oh si perdón buenas noches, es verdad, ya está anocheciendo, corrigió Roberto el albañil- y siguieron su camino hasta entrar a una tienda a comprar más bebidas.
De regreso el albañil se le quedó mirando a las piernas de mi mujer que las seguía mostrando en todo su esplendor, y luego la miro fijo a sus bellos ojos, sonriéndole descaradamente, mi esposa le regresó la sonrisa en forma coqueta, esto animó al albañil para acercarse a nosotros diciéndoles a sus amigos que ya los alcanzaba. Yo por supuesto me hice el seguir haciéndome el dormido, pero en realidad debido a mi resaca y las cervezas ingeridas ya me costaba abrir bien los ojos, pero alcancé a distinguir como se acercaba el tal Roberto con una botella de mezcal.
--Señora Maribel, le quiero invitar una copita de mezcal a su marido….. =yo seguía con los ojos entrecerrados.
-No creo que sea posible señor, mi esposo anoche llegó muy borracho y ahorita está con la resaca que no puede con ella y ya casi se está quedando dormido.
--Entonces se la invito a usted señora Maribel, tenga tomo esta copita, vera que esta rico este mezcal, es del bueno.
-Está bien Roberto, solo una para probarlo. …= mi esposa lo tomo de un trago y sintió le raspaba la garganta, pero sin hacer gestos lo saboreó.=
--Qué tal le supo señora, verdad que está rico?
--Uf si, está rico, un poco fuerte pero esta sabroso.
--Pues tome, le sirvo otro, y yo me tomo el mío para acompañarla… =mi esposa esta vez se lo tomó despacio, saboreando su sabor. El tipo desde su posición, parado a un lado del hombro derecho de mi esposa, veía el escote de mi mujer, seguramente deleitándose con el canalillo que formaban sus turgentes senos. Ella lo percibió y se sentía halagada,
--Y aprovechando el momento señora Maribel, lo del presupuesto que le di la anterior ocasión, se lo rebajo a la mitad del precio que le cobraba, esto porque su marido me cae bien, y porque usted es una señora muy guapa.
--Gracias señor Roberto, se lo comentaré a mi esposo mañana que esté más despabilado, porque ahorita, mírelo, no puede ya con su resaca jijijii. =ante esto el albañil se animó a más y pegando su entrepierna al hombro derecho de Maribel, la hizo sentir su excitación al tener su verga dura, y le ofreció la tercer copa.
--Bien señora Maribel brindemos ahora por el trabajito que le voy hacer en su casa, y ya le dije que quedará muy satisfecha cuando termine el trabajito pendiente.=le entregó la copa y restregó su paquete duro en el hombro de mi esposa, ella con el calor del clima y de las copas, se estaba poniendo cachonda y no le recrimino tal acción, al contrario lo animó a mas ella misma moviendo su hombro como masajeándole el bulto formado en su pantalón.
--Bueno Roberto ya en confianza déjame tutearte, y tu llámame Maribel, de acuerdo? =le dijo mi esposa viendo de reojo el importante bulto de la entrepierna del albañil, a escasos centímetros de su cara, sonriendo complacida y caliente el saber que ella era la culpable de que se le haya puesto así de dura a ese tipo.
--Está bien Maribel, y tu dime Bobby es como me llaman mis amigas. Pero no se enojará tu marido de este rol que hacemos? =le decía el tal Bobby a Maribel, acariciando con la yema de los dedos la mejilla derecha y el expuesto cuello de mi mujercita.=
--No lo creo, éste ya no puede ni con su alma, jijijii. =reía mi esposa visiblemente ebria de cachondez y de mezcal, yo obviamente me hacia el dormido, notando el jueguito que se traían, y a la vez caliente por cómo iba seduciendo este tipo a mi querida esposa. =
El tipo ya animado fue bajando lentamente su mano del cuello hasta el escote de mi mujer, que se dejaba hacer, su mano llego al seno próximo, y lo empezó a toquetearlo suavemente, pasando luego a el pezón que ya estaba duro de la excitación que le provocaba este albañil. Maribel no se quedó quieta y ahora con su manita empezó a sobar el paquete que lo tenía cerca de su cara, se lo sobaba a lo largo y lo apretaba a lo ancho, se le notaba tenía un buen pedazo de verga el tipo este que estaba en la gloria con este cacho de mujer que es mi esposa Maribel. Actuaban como si no hubiera nadie ahí, y así era pues la calle ya estaba casi oscuras, no se veía nadie alrededor, solo yo estaba presenciando como este feliz tipo se estaba disfrutando a mi esposa Maribel.
--Que ricas tetas tienes Maribel, están suavecitas y tu pezón se siente duro, se ve que estas calientita verdad señora rica.
--Ahhh si Bobby me estas calentando rico, y tu pene duro se siente que es grande como me gustan.
--Porque no lo compruebas por ti misma, Maribel. Sácamela y ve si es de tu agrado mi palo, jejeje. . =mi esposa no se hizo de rogar y desabrochando el cinturón y bajando el cierre del pantalón, libero del bóxer del tipo un cacho de pene grande que salió desafiante y bamboleante ante la cara de mi esposa, esta se le quedó viendo con lujuria y admiración.
--Wow Bobby está grande tu pene, como a mí me gustan.
--Pues es todo tuyo mamacita, tómalo y salúdalo con besitos jejeje. =mi esposa lo tomo con ambas manitas y la empezó a palpar por toda su extensión, al llegar a la punta se encontró con un glande que estaba amoratado por la excitación que le ponía al estarlo masajeando las manitas de mi esposa, le tomó suavemente el gordo glande y acerco sus carnosos labios dándole un beso de admiración, siguiéndole otros más húmedos hasta que se animó a darle un lengüetazo a la punta donde emanaban gotitas de líquido pre seminal, dejándola limpita de la punta de líquido, para seguir dando pequeños besitos a la punta como mimando ese pedazo de carne dura que ya la sentía como suyo.
Con una mano bajo acariciar sus gordos peludos huevos acariciándolos y empezando a masturbar subiendo y bajando su manita sobre ese grueso pedazo de carne, más grande que el de su marido, quien ya caliente se sobaba su erecto pene, amparado en la semi oscuridad del anochecer, viendo como su mujercita masturbaba la estaca de ese afortunado albañil.
Ahora el tal Bobby disfrutando de las caricias que le producía esas manitas, tomó su carita de mi mujer para atraerla hacia él y besar sus carnosos labios, lamiéndolos , chupándolos, y metiendo su apestosa lengua oliendo a mezcal en la de mi esposa igual de olorosa a mezcal, encontrando la lengua de mi esposa que aceptaba esa lucha de lenguas en forma frenética, parecía un lobo hambriento, comiéndose la boca de mi Maribel, quien seguía acariciando sus peludas pelotas y masturbando esa erecta verga que de su grueso glande seguían manando gotitas de ese líquido viscoso y transparente pre seminal que le escurría entre los dedos de la manita de mi esposa. Después de comerle y saborear un rato la boca de mi esposa, metió entre sus abiertas piernas su tosca mano para tocar por encima del tanga rojo de mi esposa y sentir que estaba bastante mojado allí abajo.
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Uf Maribel, estas toda mojada por aquí zorrita caliente, -empezando a sobar su panochita por encima de su tanguita, sintiendo la humedad en sus toscos dedos que buscando por un lado de su ropita interior, logró colar un dedo en su húmeda y jugosa panocha, mientras Maribel jadeando de placer seguía masturbando ese grueso palo que estaba tan tenso que parecía que a cada subida y bajada de su manita, crecía aún más. Le saco el dedo de su encharcada vagina impregnado de sus flujos calientes se lo llevo a la boca y se lo saboreo, chupándolo con deleite como si fuera un rico manjar.
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-Mmmm, que rico sabes Maribel, ven prueba. =y le volvió a besar metiendo toda su lengua dentro de la boca de mi esposa, dándole a probar de su esencia que ella saboreo directamente de la lengua del caliente albañil. Luego la tomó de sus excitadas tetas y le ordeno.
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--Chúpamela Maribel, quiero sentir tu caliente boquita, comiéndose mi verga. =mi esposa obediente, acerco su preciosa carita hacia el hinchado glande, sacando su lengüita le dio un suave lametazo al orificio de donde bailaban gotitas de su lubricante natural y lo degusto, al parecer le agradó su sabor a sudor de macho, porque de nuevo volvió a regalarle otra serie de besitos y lamidas a ese palpitante glande del albañil, para bajar un poco y empezar ahora a darle largas lamidas a lo largo y ancho de todo el tronco venoso de ese rígido trabuco, llegando a la base y aprovechar dándole un par de besos y lamidas a sus duros y peludos huevos, dejando un rastro de saliva en todo su trayecto, el afortunado Bobby solo seguía disfrutando, acariciando suavemente con una mano la blonda cabellera de mi mujercita y con su otra mano dando masajes y apretones a los duros pezones de mi esposa.
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De pronto abrió su boquita y se comió todo el glande, dejándolo ahí un rato acariciándolo con su lengüita, para ya decidida se fue comiendo poco a poca más trozo de carne dura, hasta que hizo tope, creo le llego a su garganta, por la arcada que le vino, el tal Bobby jadeaba como un perro caliente, se lo vi en el rostro de sátiro, en un momento giró su cara a verme y alcanzó a ver como entrecerraba los ojos, dándose cuenta que estaba al tanto de la mamada que le hacía a mi esposa, pero esto no lo amedrentó al contrario tomó de la cabeza a mi esposa y se la empezó a coger a un ritmo frenético por la boquita de mi esposa que aguantaba los envites de la verga del albañil dentro de su cavidad oral, a punto de correrse se la sacó de un tirón dejando a mi esposa recuperar un poco el aliento, luego la tomo por los hombros y la levantó para darle un buen morreo, restregando su dura verga por la entrepierna mojada de Maribel, tomándola de sus dos preciosas nalgas haciendo más fuerte el sobeteo, y ella se dejaba hacer todo ya presa de la calentura que le provocó ese cabron albañil .
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--Ven Maribel necesito meterte la verga ya, vamos aquí al lado de este lote baldío, hay una mesa que nos puede servir para poder cogerte rico,
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--Si Bobby yo también estoy muy cachonda, y quiero que me metas esa vergota que te cargas. =mi esposa echándome una mirada y comprobar que seguía en la misma posición y creyendo que en realidad estaba dormido, se abrazó al albañil y se fueron al lote baldío, yo los dejé llegar y raudo me puse a espiarlos en la esquina del lote, los veía con la luz de luna que había esa noche. Llegaron a la dichosa mesa y Bobby la empujó sutilmente para quedar apoyada de codos, con su rico trasero en pompa, le subió el ligero vestido y de un tirón le arrancó su tanguita rojo, se colocó detrás de ella, contemplando el rico culo desnudo de mi esposa Maribel, se tomó con su mano su dura verga y le pasó el glande por los labios de la jugosa vagina de mi mujercita, estuvo un rato así, mientras mi mujercita gemía de placer moviendo su culo despacio, disfrutando del toqueteo que ese hinchado glande le producía en su mojada vagina, luego volteo a verlo y con una cara de puta le dijo:
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--Por favor Bobby métemela ya, estoy muy caliente, métemela por favor. quiero sentir tu gruesa verga dentro de mi =rogaba mi caliente esposa, entonces el albañil dejando solo el hinchado glande en la entrada de la mojada vagina de mi esposa, la tomó de sus anchas caderas y la fue metiendo toda esa carne dentro de mi mujer, hasta que se la clavó entera, dejándola enterrada dentro de la mojada vagina de mi esposa, , mientras que mi mujer lanzaba un gemido de excitación al estar completamente ensartada por esa gruesa estaca del albañil, así se la dejo metida un momento, para de pronto sacarla hasta la mitad toda mojada de los fluidos calientes que emanaba la conchita de mi esposa, para volver a penetrarla en lo más profundo de su vagina, dejándola ensartada y moviendo en círculos su verga para que mi esposa la sintiera toda la verga palpitar del gozo como si tuviera vida propia estando dentro del caliente chochito de Maribel. De pronto inicio un lento mete y saca, afianzándose firme a las caderas de mi caliente mujercita, que movía ella también su culo para ayudar a su macho a sentir más placer cada clavada que ella misma se asestaba, con esta ayuda estiró sus manos por debajo de los codos de mi mujer, facilitando para agarrar los colgantes senos de mi esposa y acariciarlos, dándole ligeros pellizcos a sus endurecidos pezones, con esta maniobra quedó su barriga encima de la estrecha cinturita de mi mujer, parecía que estaba cabalgando a una yegua, seguían con su caliente cópula.
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--Que rico te estoy cogiendo Maribel, tienes un culo precioso, siempre soñé con estar así contigo mamacita, toma verga zorra siéntela toda…
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--Aahhh, si mi macho, siento rico como me la metes, sigue cogiéndome así de rico, mmmmhhhh, ahhhh, siiiii me corrooooo aaahhhh =ahora era mi esposa la que se movía, ensartándose ella solita comiéndose aquella dura estaca de ese afortunado cabron, quien le siguió el ritmo y siguió entrando y saliendo dentro del encharcado chochito de mi caliente Maribel que disfrutó correrse ensartada por ese duro trabuco. Yo observaba todo desde la esquina, con mi verga de fuera y masturbándome frenéticamente gozando y viendo como le daban pija de la buena a mi caliente esposa.
Pero el tipo aun no terminaba, vi que retiró de la jugosa vagina de mi mujercita su dura estaca brillantemente impregnada de los caldos emitidos de la corrida de ella, quien seguía reposando su corrida en la mesa que de seguro era del albañil y le dio el mejor uso que se imaginó. Maribel con su culo en pompa sobre esa mesa de madera, rezumando calor de su sexo, provocó en Bobby un aumento de su excitación, se arrodilló tras su expuesto trasero, abrió sus carnosas nalgas con ambas manos exponiendo su caliente raja acercando su cara para lamérselo, pasando su asquerosa lengua desde su mojado chochito, hasta repasar por el orificio anal de mi querida esposa, después de unas cuantas lamidas dejando algunas babas por la raja, la cara de Maribel era de auténtica puta caliente ante ese repentino tratamiento, empezó a gozar de nuevo de esas lamidas del tal Bobby. Luego se incorporó masajeando su duro palo, para que no decayera su erección, mientras mi esposa esperaba inmóvil, con su culo a la espera de nuevo placer.
--Ábrete el culo Maribel, que ahora quiero romperte ese culito rico que tienes, no sabes las ganas de tenerte así, desde que te conocí me gustaron tus nalgotas. que tienes mamacita =Mi esposa obediente echo los brazos hacia atrás abriéndose las ricas nalgas y exponiendo su rosado anito. Bobby se acercó con la verga bien parada, puso su amoratado glande en el ano de Maribel y escupió abundante saliva al culito de mi esposa para lograr mayor lubricación. Y empezó a empujar con cierta dificultad, dilatándolo despacio pero avanzando hasta lograr embutir la punta de su duro palo. Mi esposa se quejaba débilmente, separándose sus nalgas todo lo que podía para dejar vía libre a la entrada de ese trabuco en su culito. Otro empujoncito y logro meter la mitad de la dura verga, otro empujón más firme y logró embutir la totalidad de carne dura en el ano de mi esposa Maribel, hasta chocar su barriga a las carnosas nalgas de mi querida mujercita.
La tomó de sus portentosas caderas y empezó un lento mete y saca, clavándosela con profundidad, extrayéndola un poco y volverla a ensartar hondo. Al mismo tiempo que se acercaba al cuello de mi mujer para darle lamidas y mordiscos a sus orejas, haciendo esto jadear más de placer que de dolor a mi caliente esposa, a la que veía como disfrutaba con la boca abierta y la cara roja de placer, y sus tetas balanceándose al ritmo de las clavadas que recibía sintiendo como se la estaban ensartando por el culo. Yo escuchaba claramente los gemidos de mi mujer desde la esquina de ese lote baldío. Bobby acelero las embestidas en forma más fuerte sobre el dilatado culo de mi infiel esposa, hasta que vi que el tipo se tensó soltando fuertes rugidos, apretando y atrayendo las caderas de Maribel hacia su pelvis, dejando su duro pene en el fondo de las entrañas de mi mujercita, quien de seguro sintió toda la leche que le descargo ese afortunado albañil en lo más profundo del recto de mi entregada esposa.
--Aaaaarghhhh, toma toda mi leche zorrita, siéntela todaaaaa, siiiii, arghhhhhh….Seguía rugiendo Bobby al descargar todo su semen dentro del culo de Maribel, y poco después veía el balanceo de sus tetas iba cesando a medida que el tipo iba disminuyendo las embestidas. Al fin el agotado albañil, resoplaba en su nuca dándole pequeños besos y lamidas, en agradecimiento de que mi esposa lo haya hecho el hombre más feliz de su vida, por dejar de disfrutar de los tres orificios de mi mujer, en esa mesa que de seguro Bobby la hizo sin imaginar que ahí se gozaría a una hembra preciosa como Maribel. Luego se apartó de ella, extrayendo la verga despacio, mi esposa sin voltearse se irguió para colocarse su arrugado y húmedo bikini rojo, para detener la leche que le brotaba por los lados de su pequeño bikini. Cuando se volvió a él, estaba abrochándose sus pantalones. Se le acercó y Bobby le dio un morreo que ella recibió con gusto abriendo su boquita y corresponderle.
--Te ha gustado mamacita?. --Sí, pero no cuentes nada de esto, por favor te lo pido
--Tranquila señora preciosa, no diré nada. Creo que tú y yo nos vamos a entender muy bien. Porque desde ahora vas a ser mi putita verdad?. =le dijo el albañil acariciando sus mejillas.
--No sé, pero creo que sí. Luego vemos eso.=Contestó mi esposa ruborizada.
--Bien señora Maribel. Gracias por dejarme gozar su cuerpazo. Me retiro a mi casa ya a dormir feliz, no sea que tu maridito se despierte y te eche de menos jajaja. =Se le acercó de nuevo para despedirse con un último beso húmedo, que por supuesto mi esposa le correspondió de la misma manera. Se retiró y mi infiel mujercita se arregló bien su ropa para regresar a donde me había dejado. Pero fui más rápido y me metí a mi casa a esperarla. Fui al baño y al salir, ella ya estaba tomando un vaso con agua en la cocina.
-Hola mi amor, disculpa que me quedé dormido, cuando estabas charlando con ese latoso tipo, espero no te haya enfadado mucho. Pero me desperté y no te vi, creí que habías venido al baño.
--No te preocupes amor, platiqué un poco con Bobby, digo con el señor Roberto, y nos invitaba una copa de su mezcal, pero como tú te hacías el dormido, solo le acepté un par de copas por cortesía y se estaba poniendo un poco necio de que me vendía una mesita de madera, y como tú ya de plano estabas dormido, me llevó a verla en el lote que está al lado, pero quedé de comentarte a ti si te interesaba, a mí la verdad me gustó mucho porque la sentí muy resistente. Y quedé de resolverle en otra ocasión si aceptaba su oferta.
La charla de mi esposa era en doble sentido, sabía que esa oferta propuesta por el albañil no era la mesa, sino que era el aceptar ser la putita de él. Me hice el despistado.
-Ok. Maribel, si te gustó mucho la resistencia de esa mesa, acepta la oferta de Roberto, y quédate con ella, pero por favor mi amor ya vámonos a dormir que ya me siento muy cansado y desvelado con esta resaca que me cargo.
--Si gracias Aurelio, solo deja me doy una ducha refrescante y te alcanzo en la habitación.
Al poco rato de estar en la cama matrimonial, la sentí fresquita acostarse a mi lado y la abracé atrayendo su voluptuoso cuerpo que acababa de ser disfrutado por el afortunado albañil de la colonia. Y así abrazados nos quedamos dormidos, como la pareja feliz que somos……..