Mariano (parte 1)
Ahí estaba en mi recamara con un hombre que había deseado por tanto tiempo, se me quedo viendo y me dijo, Te gusto verdad?, no supe que decir, me quede congelado, el siguió hablando Se que te gusto, lo veo en la forma que me miras en clase, lo se por como me estas mirando ahora
Mariano (parte 1)
Como saben ya muchos que me han leído soy un chavo de 24 años, bisexual, que vive con su wey desde ya hace varios años y que afortunadamente tengo una relación abierta por lo que tengo permiso de Coger con cuanto wey se me ocurra sin afectar mi relación, a menos de que sea un trio, que seguro afecta la relación pero para bien.
Pues la historia que les voy a contar sucedió un par de años atrás, cuando yo ya llevaba un poco mas de 2 años en la universidad, y fue ahí donde conocí a Mariano, él era de mi misma edad, alto, moreno, no guapo, no feo pero con algo que lo hacia atractivo para mi, era fornido, con un buen pecho y buenos brazos, se percibía un buen cuerpo debajo de esas camisas a cuadros que siempre vestía.
La primera vez que lo vi fue en clase, el llego tarde y como siempre que alguien llega tarde a clase, todos voltean a ver a aquel tardista que interrumpe la clase, y entre esos todos que voltearon a verle estaba yo, desde que lo vi sentí cierta atracción hacia él, a pesar de que no era mi tipo había algo en el que me agradaba y durante el resto de la clase no pude quitarle la mirada de encima, se había sentado un par de filas frente a mi permitiéndome observarlo detenidamente.
Las semanas siguientes no pude sacármelo de la cabeza, durante las clases lo observaba y el a veces lo notaba, logre conseguir su nombre completo y pasaba cerca de el cuando lo veía en los pasillos de la universidad, todo esto lo hacia Yo únicamente para verle, había notado que él se portaba tan macho, tan heterosexual, que no intentaba ligarlo de ninguna forma.
Pasado algún tiempo me encontraba yo platicando con una amiga en las escaleras de la uni cuando escuche que alguien bajaba e instintivamente levante la mirada y vi a Mariano, no se si fue por tantas miradas durante clase, o por esta mirada en particular pero en ese momento él se acercó y me Saludo, dijo: “Como estamos? Todo bien?”, No supe que mas decir así que solo lo salude y me quede confundido por lo que acababa de Suceder.
Durante las siguientes semanas trate de comprender lo que había Pasado, sus palabras “todo bien?” me hacían pensar muchas cosas, acaso había notado mis miradas, claro que las había notado!, pero que era esto?, Un reclamo?, una invitación? Y No suficiente con la confusión que tenia, aquellos encuentros casuales en los pasillos de la universidad habían pasado de ser simples miradas furtivas de mí hacia él, a Saludos que repetían las palabras que me confundían “Todo Bien?”.
Si esto era una afrenta había funcionado en sentido contrario, no deseaba alejarme, ahora creía que había una posibilidad, me estaba obsesionando con el, lo buscaba en los pasillos para que me ofreciera uno de sus saludos, conseguí su correo electrónico y hasta llegue a pedirle un libro.
A medida que pasaba el tiempo conseguí bastante información sobre él y no toda era satisfactoria, aparentemente tenia novia y muy guapa, lo cual me desanimo bastante y llegue hasta desinteresarme, convenciéndome que aquel “todo bien?” de cada día era un simple reclamo de un hetero que como dije ni si quiera era mi tipo.
Llego la temporada de lluvias y en aquellos tiempos yo aun no compraba mi auto por lo que a veces me quedaba mojándome bajo la lluvia, y fue uno de esos días que una de mis fantasías se hizo realidad.
Aquel viernes estaba tan nublado como lo estuvo el resto de la semana, Salí de clases y estaba dispuesto a llegar a mi departamento; para salir de la uni debía cruzar el estacionamiento y cuando ya iba a la mitad comenzó a llover bastante fuerte, ni si quiera intente correr, ya estaba mojado y correr un poco no iba a evitar que me mojara mas, Así que seguí caminando, de repente un auto Naranja se detuvo junto a mi, lo reconocí, naranja, la estampita de la cruz roja y las placas, era el auto de mariano, bajo la ventanilla y me dijo: “Te llevo?”, no lo pensé mas de un segundo y acepte, rápidamente entre al auto, él estaba también bastante mojado, me dijo que se había mojado tratando de llegar al auto y que no me preocupara por mojar el asiento al fin él también estaba mojando el suyo.
Platicamos algunas cosas de la uni en camino a mi depa y yo lo observe durante todo el camino, pensaba en como hacerlo entrar a mi casa, y tras pensarlo mucho lo invite a pasar a tomar un café para agradecerle el viaje, pensé que diría que no pero afortunadamente aceptó.
Entramos y le dije que me cambiaria pero que como él estaba también mojado debería de cambiarse o se enfermaría, por lo que le ofrecí algo de mi ropa, lo invite a mi habitación y fue ahí que todo comenzó, por fin lo pude ver como tanto lo deseaba, se abrió la camisa y pude ver su pecho y su abdomen, su pecho amplio invitaba a lamerlo y su abdomen que aun sin estar marcado era bastante apetecible, deje de cambiarme para poder observarlo, se quito los pantalones y dejo ver unos boxers negros de lycra que se pegaban a su piel y marcaban la figura de sus nalgas, redondas y grandes, ese bóxer dejaba ver el bulto grande que siempre había imaginado que Mariano poseía, se quito los zapatos y calcetines, ahí estaba en mi recamara con un hombre que había deseado por tanto tiempo, se me quedo viendo y me dijo, “Te gusto verdad?”, no supe que decir, me quede congelado, el siguió hablando “ Se que te gusto, lo veo en la forma que me miras en clase, lo se por como me estas mirando ahora” lo tenia casi desnudo frente a mi y entonces se me acerco me tomo por lo brazos y me planto un beso, al principio no respondí, pero después seguí la situación, comencé a acariciar sus brazos y el beso se fue intensificando.
Terminamos recostados en la cama, mis manos recorrían todo su cuerpo, sus brazos, su pecho, lamí sus pezones, pase mi lengua por su abdomen y seguí bajando; bese su bulto por encima del bóxer, olfatee el olor a macho que desprendía su paquete, lamí sus bolas a través de la fina tela que me separaba de ese paquete con el que tanto había soñado y por fin comencé a desenvolver ese paquete como si fuera un niño en 6 de enero, ahí estaba su verga media unos 16 cm, circunciso y era gruesa, la mas gruesa que hubiera visto hasta ese momento, la olfatee un poco y pase la lengua por su glande, pude sentir como tembló un poco cuando hice eso, estuve un rato jugando con su verga, lamiendo, saboreando pero sin metérmela a la boca, podía sentir como aumentaba su deseo, de pronto me tomo la cabeza y la empujo hacia su verga y dijo, “cómetela ya, por favor, lo necesito”, no opuse nada de resistencia, la metí en mi boca, abrace con mis labios su sexo, decidido a darle el mejor sexo oral que jamás hubiera sentido.
Estuve un rato mamando su verga, mientras con mis manos recorría su cuerpo, llegue a sus nalgas, las empujaba hacia mi haciendo que se pene entrara aun mas profundo en mi boca, las acariciaba, eran perfectas, necesitaba comerlas, así que lo voltee, el opuso un poco de resistencia y tuve que tranquilizarlo diciéndole que le gustaría, y así sería.
Con mis manos separe sus nalgas y lentamente coloque mi lengua entre ellas, rodee su pequeño y cerrado ano con mi lengua, comenzó a gemir, poco a poco mi lengua fue dilatando su ano, Saboree con mi lengua cada pliegue de su apretado culito, con mi lengua rodeaba su circunferencia una y otra vez, Mariano apretaba los puños y mordía la almohada para no mostrar el placer que estaba sintiendo, pero cuando mi lengua comenzó a penetrar su ano, no pudo contenerse y gemidos intensos salieron de su boca, con una de su manos separaba sus nalgas mientras que con la otra estimulaba su pene, de igual manera yo aumente la velocidad lamia su culo como si de un delicioso manjar se tratara, y para mi eso era, era el culo macho de Mariano que tanto había querido tener frente a mi.
Comencé a meter un dedo pero se opuso, así que cambie de posición, me recosté la cama e hice que se colocara encima de mi, listos para un 69, pero yo seguí lamiendo su culito, dejándose llevar por el placer que estaba sintiendo comenzó a chupar mi verga, se podía notar que era su primera vez pero la calentura lo estaba guiando y a pesar de que no me gusta que me la mamen de cabeza eso lo mantenía ocupado mientras yo seguía intentando meter mis dedos en su culito.
Logre meter 3 dedos en su culo, había ido lentamente y cada vez que se quejaba empujaba mi pene dentro de su boca y chupaba sus bolas, había dilatado su culo y tanto el como yo sabíamos lo que vendría, así que me levante y fui por un poco de vaselina y un par de condones.
Regrese y lamí un poco su culo, tome un poco de vaselina y comencé a dedearlo, su culo parecía recibir mis dedos muy bien pero él no estaba del todo seguro, tenia que apresurarme antes de que se arrepintiera, me puse el condón y pude ver un poco de preocupación en sus ojos así que lo calme, le dije que si no le gustaba nos detendríamos, coloque mi pene en la entrada de su culo, lentamente fui empujando, entro la cabeza y me detuve, apretando los ojos me indico que siguiera, lentamente fui metiendo el resto de mi pene en su ano, el coloco sus manos en mis caderas indicándome cuando seguir o detenerme, cada vez que se la empujaba sus dedos se hincaban en mis caderas y cuando estuvo toda dentro se relajo un poco, espere unos segundos antes de comenzar y cuando sentí que era el momento comencé una penetración lenta y constante, puse una de sus piernas en mi hombro y la otra la doble colocando su pie en mi abdomen, esto abriría un poco mas su culo y permitiría que el sintiera un poco mas de placer, la cogida era constante, y sus gemidos iban en aumento, al principio parecía resistirse pero después de un rato se dejo llevar, su pene seguía erecto pero ya no lo tocaba ahora estiraba sus brazos y apretaba mis nalgas, jalaba mi cuerpo hacia él, me quería dentro y lo disfrutaba.
Seguí penetrándolo cada vez mas fuerte, sacaba mi verga de su culito y la volvía meter inmediatamente, a cada penetración el arqueaba la espalda y hacia muecas, podía ver el placer que se dibujaba en su rostro, me deje llevar por el placer, le di algunas nalgadas, apreté sus pezones y lo cogí tan fuerte como pude.
Estaba cerca del éxtasis así que abrí sus piernas, me incline hacia el frente, lo bese y seguí penetrándolo, ahora sentía su aliento mientras me lo cogía, sus manos se colocaron en mi espalda, estaba cerca del orgasmo igual que yo, saque mi pene y me masturbe, un chorro de leche salió disparado y cayo en su pecho, el empezó a masturbarse, y tras apenas unos movimientos su cuerpo lanzo varios chorros de semen que también cayeron en su pecho y abdomen.
Durante unos segundos ninguno dijo nada, solo nos miramos, fue el quien rompió el silencio, únicamente para decir que debía irse, apresuradamente se puso la ropa que le había ofrecido, dijo que me la daría después y se fue sin decir mas, sabia que le había gustado, solo que tenia la culpa y las dudas que todo hetero tiene tras estar con otro hombre.
Espero les guste esta historia,
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