Maria y su amiga Diana

Maria y Diana, disfrutan de una noche de amor y sexo, como dos mujeres.

Maria y su amiga Diana

Hola amigos y amigas. Mi nombre femenino es Maria, pues soy un varón de tengo 35 años. En relatos anteriores ya os conté que desde hace mas un uño, coincidiendo con mi cambio de domicilio vivo como mujer todas las horas de día. Mi rol de mujer, es la de una mujer extremadamente femenina, elegante y quizás un poco clásica. Siempre uso falda o vestido, siempre medias, nunca pantys (pantyhose) , zapatos de tacón ( de al menos 6 cm. de alto ) , nunca uso zapatos con plataforma o deportivos.

En mi nuevo barrio nadie sabe de mi condición masculina. Afortunadamente mi padre cuando murió hace 3 años me dejó una buena herencia en propiedades inmobiliarias (edificios de pisos en alquiler y dos aparcamientos bastante grandes) lo que me permite vivir de forma bastante holgada solo gestionando los alquileres de pisos y aparcamientos. También os conté que en mi nuevo domicilio hice mucha amistad con unos vecinos de mi calle que se llaman Cristóbal y Diana. Recordando lo que os he contado, también os explique que aprovechando que mi intima amiga Diana estaba de visita a casa de su madre por unos días, Cristóbal y yo tuvimos un tórrido y excitante fin de semana de sexo.

La semana pasada estaba una tarde de visita encasa de Diana tomando café, cuando al final me decidí a contarle a mi amiga que era un hombre travestido de mujer, pero no le dije nada de mi relación del fin de semana con su marido.

Estaba muy excitada por haber sido lo suficientemente valiente para haber explicado mi situación a Diana, mi mejor amiga.

Tuvimos una larga charla, pues ella no podía creer que su mejor y muy femenina amiga vecina fuera en realidad un hombre. No fue fácil hacerle comprender que eso no quería decir necesariamente que fuera gay. Le expliqué que era bisexual, que había tenido relaciones con hombres, pero que también me gustaba tener relaciones con mujeres.

Acordamos que durante la siguiente semana que su marido estaría fuera de la ciudad por un viaje de trabajo, pasaríamos una noche juntas.

El día acordado era el miércoles, por el mediodía comimos juntas en un restaurante de un centro comercial y temprano por la tarde nos fuimos cada una a su casa, durante la comida no hablamos demasiado, creo que las dos estábamos bastante nerviosas ante la la visión de nuestra primera cita. Nos despedimos en el aparcamiento, mientras le daba un beso en la mejilla, le dije"Te quiero" y Diana respondió "Yo también te quiero"

Al llegar a mi casa, subí rápidamente al piso superior, donde está mi habitación. Ahora aún estaba mas nerviosa que durante la comida. Tenía mas de 5 horas, pero sabía que las iba a consumir en mi preparación, no tenía tiempo que perder. Primero me afeité a fondo, ya me había afeitado por la mañana, pero quería que no hubiera la más mínima sombra de pelo. Realmente tengo muy poco pelo, que en los últimos meses están remitiendo aún mas debido al uso de las pastillas de hormonas femeninas que he empezado a tomas, asimismo repasé la depilación de las piernas y axilas, y finalmente el área del alrededor de los genitales y el ano. Después, una larga ducha con agua muy caliente para relajar el cuerpo.

Después vino una de las partes más sexys de ser mujer, el maquillaje. Empecé con un hidratante para la cara, luego apliqué un buen maquillaje de base (Clinique), cada vez estaba mas excitada viendo como avanzaba mi transformación. El acto de maquillarme siempre me excita y esa noche no era una excepción. Después una línea negra con el eyeliner, mascara y sombra de ojos, finalmente un poco de color en las mejillas. Por ultimo me pinté los labios de un color marrón oscuro. Me miré en el espejo, había echo un buen trabajo.

A continuación, me arregle el pelo, es mío natural, lo tengo de color marrón, largo y onduladi hasta los hombros. Desde mi toma de hormonas femeninas se ha fortalecido. Lo cepillé bien y lo peine de forma especial para la ocasión

El siguiente paso era vestirme, fui hasta el armario para escoger lo que me pondría. Decidí que para esta primera noche me tenía que poner algo muy femenino y elegante a la vez. Me decidí por un traje chaqueta de color blanco que se sentaba muy bien, colgué el vestido fuera del armario y fui a por mi ropa interior.

Siempre que vistas un vestido de color blanco, la ropa interior debe de ser del mismo color. Escogí una lencería muy sexy para esa noche. La preparé encima de la cama, medias de color claro, braguitas blancas y corselette con liguero del mismo color. También prepare unos zapatos de piel de color blanco de tacón alto (10 cm.).

Como que esta noche quería follar a una mujer, pero también deseaba que me follaran, decidí que mi ano tenía que estar preparado. Por lo que con la ayuda de un lubricante me introduje un plug anal de 4 cm. de diámetro y 15 cm. de largo.

Empecé poniéndome las medias, adoro la sensación al ponerme las medias en las piernas, suaves por la reciente depilación, me senté y me puse los zapatos. Una de la sensaciones mas femeninas es la de entrar tus pies enfundados en unas suaves medias dentro de unos zapatos de tacón, me levante y di unos pasos mirándome en el espejo.

El corselette blanco fue el siguiente paso, una vez bien atado y apretado me proporcionó una figura muy femenina, puse mis prótesis de silicona en las copas. Las hormonas ya habían empezado a hacer su trabajo, mis pechos habían crecido un poco, pero aún parecían los de una adolescente, aunque mis mugrones habían aumentado de tamaño y eran mucho más sensibles. Sujete las medias a las ligas del corselette, puse mis braguitas por encima del liguero, pues así te las puedes sacar sin tener que sacarte las medias y el corselette.

Después de senté en el tocador, podía notar el plug en mi interior, iba haciendo su trabajo, estaba relajando y dilatando mi esfínter anal. Sentada, fui pegando una a una mis uñas postizas, una vez estuvieron firmemente pegadas procedí a darles una capa de barniz del mismo color que el lápiz de labios y esperé a que se secara..

Cuando se secaron fue el momento de terminar de vestirme. Miré el reloj y el momento de la cita se acercaba.

Empecé poniéndome la falda, me llega a unos 15 cm. por encima de las rodillas, después la blusa blanca de seda y finalmente la chaqueta, me mire al espejo y orgullosamente pude ver como el corselette hacia su trabajo, ofreciéndome una figura muy femenina, marcaba unas curvas muy femeninas. El toque final fue un collar de 3 vueltas de perlas y un brazalete también de perlas de varias vueltas en la muñeca, algunos anillos y unos pendientes de perlas blancas.

Solo me quedaba tiempo para una última mirada al espejo. Bajé la escalera, mi corazón batía a mil por hora. Al moverme y muy especialmente al bajar las escaleras, notada el plug en mi interior, me estaba haciendo gozar

Poco después oí el timbre de la puerta, era Linda, abrí la puerta, estaba mas maravillosa que nunca, vestía de una forma increíblemente sexy. Iba de negro, con un falda cortita, una blusa de seda del mismo color, sus pierna lucían esplendida en unas finísimas medias de color negro, llevaba unos zapatos negros de tacón aún mas altos que los míos, debían de ser de 12 cm., iba perfectamente maquillada..

Aunque increíblemente nerviosa me acerque a ella y le dije lo fantástica que estaba. Ella, elogió mi vestuario y lo sexy que eran mis zapatos de tacón alto.

Como la noche aún era joven, le sugerí que nos sentáramos a cenar acompañadas de una buena botella de vino, fuimos hacía el comedor, nos sentamos en la mesa donde yo había dispuesto una cena fría de marisco y ensaladas.

Durante la cena me di cuenta de que seriamos una buena pareja, hablábamos relajadas como dos mujeres, después de la cena y de otra botella de vino, Diana, quiso ir al servicio, como no cerró bien la puerta vi como repasaba su maquillaje y su pintura de labios, aproveché la oportunidad y entre, ella al principio se extrañó, pero me puse a su lado e hice lo mismo.

Le sugerí que tomáramos otra copa de vino sentadas en el sofá. Nos sentamos y bebimos nuestra copa, las dos mostrando nuestras piernas que las teníamos cruzadas con nuestras cortas faldas. me preguntó si me sentía atraída por ella. "Siiiiii", respondí. Le comente que era mi primera cita con una mujer que a la vez era mi mejor amiga. Dejando el vaso de vino en la mesilla me dijo"¿Puedo besarte?", "Claro, por favor" y nos dimos nuestro primer beso de amantes.

Empezó suave, pero este primer beso se volvió apasionado e intenso. En un pequeño intervalo del beso, Diana, dijo "Es la primera vez que beso a una mujer, me entusiasma besar una boquita pintada como la mía", nos volvimos a besar, apasionadamente, nuestras, lenguas se encontraron, se enroscaron. "¿Podemos ir a la habitación? "me pregunto. Yo, como respuesta la cogí de la mano y la acompañe escaleras arriba.

Dentro de la habitación nos estábamos besando, nuestros cuerpos se abrazaban, sus manos recorrían mi espalda y mis nalgas.

Nos sentamos en la cama una al lado de la otra, me dijo "Eres una mujer muy atractiva", en ese momento de dije " tengo un regalo para ti, bueno, es para las dos", de di una caja envuelta en papel de regalo, lo abrió, dentro había un consolado un poco especial, es del tipo de una braguita de látex con un consolador delante de buena medida y por dentro tiene dos penes de látex uno mayor para que la mujer se lo introduzca en la concha y otro de un poco mas pequeño para meterlo en el ano, después lo usaríamos.

Después se levanto y me dijo "quiero que veas como me desnudo, me que quedé en la cama sentada con la piernas cruzadas. A la luz de las velas empezó a desabrocharle los botones de la blusa, mire silenciosa hasta que terminó de hacerlo, se sacó la blusa, después bajó la cremallera de la falda, no dejaba de mirarme. Su falda cayó al suelo, en ese momento me di cuenta de que no llevaba braguitas, quedo solo en sujetador, medias, ligueros y zapatos de tacón.

Dando unos paso provocativos en sus tacones hacia mi dijo "¿Cómo estoy?", "Fantástica", respondí. Después acarició mi pecho, mi culo, mi entrepierna, yo hice lo mismo. Nos besamos, le pregunté "¿Quieres que me desnude para ti", " Si, claro", me desabroché la chaqueta, lentamente me la saqué, después me saque la blusa de seda, dejando ver mi corselette. Bajé la cremallera de la falda, quedé solo en lencería, joyas y zapatos

Me senté a su lado en la cama, nos besamos, nos abrazamos, nuestras manos recorrían nuestros cuerpos, después sentí como su mano en mi entrepierna, apretaba suavemente mi sexo. Suavemente me sacó mis braguitas, rodamos hacia atrás en la cama besándonos y abrazándonos. Quería hacerle el amor, le bese de forma apasionada sus pechos, ella tomo mi pene en sus manos.

Nos unimos en un 69 apasionante, ella succionaba mi pene de forma frenética y yo lamía de forma frenética su clítoris."¿Qué es esto?", preguntó al ver la base del plug en mi ano."Es para estar preparada cuando me folles", delicadamente me lo sacó, mi orificio anal quedo bastante abierto y preparado, sentí como introducía un dedo.. Después ella rodó por la cama y dijo "¿Puedo ser yo la primera en tener una polla en mi interior?". Le respondí "Por supuesto, encantada", después de unos masajes en mi pene, apunte a su concha que estaba súper lubricada.

De una sola, lenta, pero profunda envestida mi polla la penetro hasta el fondo, nos besábamos en la boca. Realmente, Diana era una mujer muy, muy caliente. Empecé con un movimiento de meter y sacar. Ella tenía los pezones erectos. Al poco llagamos a un orgasmo, las dos juntas, fue fantástico, vi las estrellas.

Tras un breve descanso, le susurré al oído "Ahora es mi turno, yo también quiero ser follada". Ella respondió "Por supuesto", saqué mi pene semi flácido de su interior y me tumbé sobre mi espalda.

"En la mesilla hay un tubo de lubricante", vi como se lo aplicaba en su ano, se puso su braguita de consoladores, con gestos evidentes de satisfacción. Tenía los dos consoladores en su interior. Esa es una de las cosas que envidio de las mujeres genéticas, la posibilidad de ser penetradas por dos orificios a la vez Yo por mi parte puse un cojín debajo de mis riñones, para facilitar el ángulo de penetración. Vi como ponía mucho lubricante en el consolador con el que iba a penetrarme. Me preguntó "¿Estas preparada?". No dije nada, respondí levantando las piernas, abriéndolas y ofreciéndole mi orificio anal.

Con los dedos me puso un poco de lubricante directamente sobre mi ano, para asegurándose de que estaba a punto, me puso un dedo hasta el fondo, haciendo rotaciones, después dos dedos. Yo ya estaba dilatada esperando ser penetrada. "Por favor, penétrame ahora, ya, no puedo esperar mas". Colocó la punta del consolador en la entrada de mi sexo y despacio, muy despacio, empezó a penetrarme, realmente era un consolador grande (22cm. x 5cm:), pero conseguí tragármelo todo. "Como estas" me pregunto, "Fantástica, me siento una mujer, penetrada y llena".

Empezó con un movimiento de mete y saca que me dio el mas grande de los placeres, pero ella también estaba gozando con los dos consoladores que tenia en su interior. Después de unas fuertes envestidas llegamos a un fantástico orgasmo al unísono, quedamos muy unidas, continuando penetrados por nuestros 3 agujeritos.

Asi, abrazadas nos quedamos dormidas.