Maria jovencita tetona. Vicio en familia 2ª parte

Continuación del relato: “Funeral, una herencia perversa. Vicio en familia” https://www.todorelatos.com/relato/149920/ Si no leíste el anterior te recomiendo que lo hagas antes de comenzar esta segunda parte. Amor filial, sexo no consentido, trio.

Continuación del relato: “Funeral, una herencia perversa. Vicio en familia”

https://www.todorelatos.com/relato/149920/

Si no leíste el anterior te recomiendo que lo hagas antes de comenzar esta segunda parte.

Don Severiano (45 años, sacerdote confesor de la familia durante los últimos 20 años)  y Don Germán (55 años,abogado y administrador de la familia), ambos albaceas del testamento estaban supervisando los preparativos para la cena.

En aquél espacioso y lujoso salón de la finca familiar varios operarios se afanaban en cumplir las indicaciones de los dos hombres.  La grandiosa mesa ovalada donde se había leído horas antes el testamento era sustituida por otra circular enorme con capacidad para unas 20 personas.  Una vez colocada en su lugar el encargado de los operarios se dirigió a los dos hombres

-Es una maravilla de mesa mecánica, las patas de la mesa son hidráulicas y permiten bajarla hasta una altura de 50 cm o elevarla a la altura deseada. Como ven la mesa la componen dos círculos concéntricos que se pueden elevar de forma independiente, por ejemplo pueden

elevar el círculo central que tiene metro y medio de diámetro hasta un metro por encima del resto de la mesa.

-Muy bien, dijo Don Germán, - perfecto. ¿Y estos son los sillones especiales?

-Así es, se controlan con estos mandos a distancia, con una pulsación se abre un orificio central en el asiento del sillón y con otra pulsación sale este precioso falo de látex que podemos regular su vibración y velocidad de subida y bajada.

El hombre procedió a pulsar los botones para que los dos hombres vieran cómo de aquel precioso sillón de piel se abría una abertura en el centro de la que salía un falo mecánico recubierto en látex de unos 20 cm. que en función de las pulsaciones vibraba o subía y bajaba a distinta velocidad.

-Perfecto, dijo Don Severiano, a las hembras de la casa les encantarán estos juguetes, sin poder evitar soltar una fuerte carcajada. Fue en ese momento cuando uno de los mayordomos se acercó a él y le dijo  con voz baja

-Señor Carlos, el hijo pródigo, pone problemas para vestirse según las indicaciones, dice que quiere renunciar a la herencia.

-¿Algún problema? pregunta Don Germán, que no había escuchado la conversación

-El hijo pródigo que quiere ser el primero en renunciar. Estaba dentro de lo previsto, seguiremos el plan, veremos si su madre y su hermana mayor son capaces o no de hacerlo cambiar de opinión.

-Bien, ¿Te encargas tu?, yo seguiré con los preparativos de la cena, dijo Don Germán

-Si, yo me encargo, voy a hablar con las dos mujeres, seguro que serán capaces de convencerle, dijo Don Severiano con convencimiento.

Minutos después de que Don Severiano hablase con las dos mujeres, las dos estaban ante la puerta del dormitorio de Carlos acompañadas por Don Severiano, el confesor de la familia.

-Escúchame bien Carmen, si tu hermano renuncia tú serás la primera en padecer las consecuencias, dejaremos de pagar los costosos tratamientos médicos de tu hijita.- Carmen le miraba aterrada, estaba dispuesta a todo, a lo que fuera, no solo porque su marido se lo había pedido para no perder los cuantiosos ingresos mensuales que les reportaría la herencia sino sobre todo para poder seguir sufragando los gastos que suponía atender cada día la enfermedad de su hija. -¿Que puedo hacer yo, como le puedo convencer?- decía Carmen abatida

-Cobarde, sois unos cerdos, ¿como podéis jugar así con la vida de una niña inocente?, ¿y usted presume de ser sacerdote Don Severiano?, dijo Doña Pilar, la madre de Carmen totalmente furiosa con una mirada que reflejaba destellos de ira

-Esto no es un juego MALDITA PUTA, te aseguro que hoy haré que se te baje ese orgullo y esa soberbia que tienes- respondió Don Severiano. Me habría conformado con que convencierais a Carlitos para que no se echase atrás y esperar a los juegos de esta noche en la cena, pero después de esto ya no es suficiente, vamos a entrar dentro, le vais a convencer para que no renuncie y le vais a demostrar que vosotras si que estais dispuestas a todo para no quedaros en la puta calle, así que os lo vais a follar también, me has entendido Doña Pilar, le vas a poner dura la polla a tu hijo y te lo vas a joder y luego veras como se jode a tu hija mayor y si no lo hace perderéis a tu nieta, tu hijita querida Carmen, y os quedaréis sin nada, en la puta calle. ¿Me habéis entendido MALDITAS ZORRAS?

Las dos mujeres sabían que estaban en manos de aquellos hombres, no podían hacer nada si querían mantener la herencia, nada que no fuese obedecerles en todo lo que les pidiésen, así que las dos se mordieron los labios y asintieron con la cabeza.

-Eso esta mejor, mas os vale poner interés en lo que os he dicho- recalcó Don Severiano al tiempo que llamaba a la puerta del dormitorio de Carlos.

-Adelante- se oyó desde el otro lado, y abriendo la puerta pasaron las dos mujeres y el sacerdote. Carlos estaba recogiendo sus cosas, parecía dispuesto a dejar la casa.

-Creo que no lo has meditado bien, tu decisión puede tener consecuencias- Dijo en tono serio Don Severiano

-No quiero el dinero de mi padre, cuando me marche de casa ya lo hice renunciando a él, no estoy dispuesto ahora que ha muerto a convertirme en una marioneta - dijo  Carlos

-Veras Carlos, María tu novia nos ha dicho que el dinero os vendría muy bien ahora que vais a casaros para pagar vuestras deudas, debéis mucho dinero del apartamento que os habéis comprado, creo que deberias pensarlo - insistió Don Severiano

-Me da igual, no quiero el dinero, saldremos adelante, todo esto parece una broma de mal gusto, pretendían que bajase a cenar desnudo completamente, llevando solamente una pajarita en el cuello y un aro que me aprisionan los huevos. Todo esto es solo la locura de una mente enferma, nose si la de mi padre o de algún otro peor que él, pero no estoy dispuesto a colaborar en esta farsa- insistió Carlos

-Hijo se que no te he dicho nada desde que has vuelto, he estado muy dolida todos estos años desde que te fuiste de casa, mucho. Tu decisión no solo te afecta ati, nos afecta a todos, si tu te vas nosotras dos también perderemos nuestra parte de la herencia- Dijo Doña Pilar en tono serio, afligida, con poca voz

-La decisión es mía, afecta a mi parte de la herencia, a la cual renunció con gusto, no entiendo que tenéis que ver vosotras dos en mi decisión.

Ahora fue Carmen la que tomó la palabra, -estamos en sus manos Carlos, nos han encomendado converte para que renuncies, sino lo haces nosotras también perdemos nuestra parte, no podemos hacerlo, no solo es cuestión de dinero, yo tengo una hija que tu no conoces porque llevas 5 años fuera, está enferma y sus cuidados médicos exigen una elevada cantidad de dinero constante que no tenemos si renunciamos a la herencia, no quiero perder a mi hija, por favor hermano, esta gente es capaz de dejarla morir si nos quitan la herencia, son capaces de todo. Nos han enseñado el clausulado de la herencia y estamos en sus manos, el criterio para desheredar a cualquiera está en sus manos, tan sólo con alegar que no llevamos la vida que ellos quieren, es decir si no hacemos todo lo que nos pidan.-  Carmen se echó a llorar desconsoladamente, y se arrodillo a los pies de su hermano.

-Esta locura es mucho peor de lo que me imaginaba, no tendría que haber venido a este maldito funeral- decía Carlos -levántate hermana lo solucionaremos no permitiré que sufra ningún daño mi sobrina.

-Eso no es todo hijo- se oyó la voz de Pilar su madre -esta gente y por lo que se ve tu difunto padre no se conforman con humillarnos, quieren degradarnos de la forma más asquerosa que puedas imaginar, ¿te crees que nosotras vestimos así por gusto?

Carlos se fijó en el vestuario de su madre y su hermana, hasta ese momento estaba tan absorto en su propio cabreo que ni se había fijado, su madre y su hermana que siempre vestían de forma tan discreta, tan pudorosa…. ahora las dos llevaban sendos vestidos negros idénticos, dos vestidos de fiesta muy cortos, de finos tirantes al hombro con amplio escote en forma de pico que dejaba ver casi en su totalidad sus abundantes pechos, con la espalda descubierta por completo dejando ver hasta el comienzo de las nalgas, medias negras altas al muslo que apenas el vestido alcanzaba a cubrir su comienzo y zapatos de tacón de aguja muy altos.

No se lo podía creer, las miro a la cara, jamas habia visto a su madre ni a sus hermanas maquilladas, agua y jabón decía su padre siempre, ahora las dos llevaban una gruesa capa de maquillaje sobre la que resaltaban especialmente los labios exageradamente rojos de las dos, estaban grotescas, parecían dos caricaturas de putas baratas. Pero no estaba hablando de cualquiera, estaba hablando de su madre y de su hermana.

-Adivino lo que estás pensando, seguro que ahora te parecen dos zorras de puticlub, ¿verdad Carlitos?, dijo Don Severiano, alzando los brazos y poniéndose entre las dos mujeres apoyando un brazo en el hombro de cada una

-Maldito Cabrón, hijo de puta- Carlos alzó el brazo con el puño cerrado con intención de golpear al cerdo de Don Severiano, que parecía cualquier cosa menos el bondadoso cura que había conocido desde niño.

Carmen intervino para evitarlo -Nooo, por favor hermano, no lo hagas, no quiero perder a mi hija, por Dios, no lo hagas, ayúdanos o la perderé, por favor ayúdanos, deja que hagan lo que quieran, eso no importa, solo importa que no muera mi hija por falta de cuidados, por favor, por favor…-

-Maldito cerdo, que a gusto te reventaría la cabeza, esta bien, tu ganas, no dejaremos que le pase nada a la niña, sois unos hijos de puta-

Don Severiano levantó el brazo del hombro de Carmen y lo bajo entre las piernas de Doña Pilar, metiendo la mano  bajo el vestido al tiempo que bajaba el otro brazo del hombro para agarrar con fuerza un pecho de la mujer -Mira chaval aquí el único hijo de puta que hay eres tu,  Por cierto una puta muy rica, mira que bien se conserva tu mama para sus 48 años, mmm vaya tetazas tiene- dijo al tiempo que las amasaba con fuerza con una mano, -¿se parecen mucho a las de la puta de tu novia verdad? jajajaj,

-Separa más las piernas jodida puta, quiero que te vea bien el coño- dijo al tiempo que levantando el vestido, le bajaba el diminuto tanga negro transparente, -Ves, el felpudo también se parece al de tu novia, ¿verdad?, seguro que las dos son igual de guarras y no se lo han afeitado en la puta vida- decía regodeándose Don Severiano

-Maldito enfermo, déjala en paz- volvió a replicar Carlos

-Si, la voy a dejar, las voy a dejar a las dos para que te las folles, les vas a joder la boca a las dos, te la van a poner dura, te pondrán la polla a reventar y luego las joderas a las dos, bien jodidas, les follaras el coño y el culo a las dos, a tu madre y a tu hermana. Lo harás sin una puta queja más porque no les voy a dar ninguna otra oportunidad, ¿verdad que lo hará Carmen?

-Si, si, haremos lo que quiera, no digas nada hermano, por favor no digas nada, déjame a mí- decía suplicando Carmen al tiempo que se quitaba el vestido y le pedía a su madre que la imitase, las dos mujeres se desprendieron del vestido y luego del tanga que cayeron al suelo.

El sujetador idéntico de las dos mujeres hacía que los pechos quedasen al descubierto, solamente los sostenía por abajo, elevandolos y juntandolos, las dos mujeres semejaban que llevaban sendas bandejas que les sostenían las tetas, dos pares de tetas grandes, tremendas, acampanadas, de grandes areolas oscuras y pezones pronunciados.

Doña Pilar 48 años y Carmen 23, ambas altas, morenas, de pelo largo, que siempre habían llevado recogido y ahora lucían suelto, una melena hasta media espalda, de pelo abundante un poco rizado. Carmen consecuencia de la depresión había perdido mucho peso, sus grandes tetas  ahora estaban mas caidas que las de su madre, gracias al sostén las mantiene en su sitio pero desde luego la madre no tenía nada que envidiar a la hija, las dos con una abundante mata de vello negro que cubría su sexo, desde luego eran de tal palo tal astilla

-Por favor no digas nada- seguía diciendo Carmen al tiempo que se arrodillaba frente a su hermano para desabrocharle el cinturón y comenzar a bajarle el pantalón, su madre al momento la imito, pero era Carmen la que llevaba la iniciativa. Bajo el calzoncillo de Carlos y saco el pene flácido de este, un pene no muy grande que a Carmen le recordó el de su marido.

Carmen acostumbrada que a su marido también le costase mucho empalmarse decidió probar como con su esposo a meter un dedo en el culo de su hermano deslizando la mano derecha entre las nalgas de él y buscando la entrada del ano de Carlos al tiempo que con la otra le amasaba los huevos y comenzaba a lamer el glande con sus labios

-Seguro que no te importará que me folle a tu madre mientras espera su turno, ¿verdad Carlitos?- dijo Don Severiano, sacándose la polla del pantalón y arrodillándose a la espalda de Doña Pilar -Abre mas las piernas ZORRA, tu necesitas que te la meta un hombre de verdad, me parece que tu hijo es un poco maricona, jajajaj- dijo agarrandose la verga con una mano y  presumiendo de ser bastante más grande y completamente empalmada buscando la entrada del coño de la mujer desde atrás.

Carlos, sin decir nada, miraba como se follaban a su madre a cuatro patas a sus pies y comenzó a empalmarse sin poder evitarlo sintiendo una fuerte excitación, cosa que aprovechó su hermana para metérsela por completo en la boca mientras no dejaba de meter y sacar un par de dedos en el culo de su hermano.

Carmen temiendo que se corriese en su boca, sacó los dedos del culo de su hermano y liberó la polla de su boca -ven Carlos, me pondré sobre la cama, follame desde atrás- le pidió

-Nada de eso, dijo Don Severiano, -que se la chupe su madre ahora, MAMASELA PUTA, comeme bien la polla a tu hijo mientras te follo, VENGA-

Carlos se giró hacia su madre facilitando que llegase para alcanzar la polla y metersela en la boca al tiempo que recibía unas fuertes embestidas desde atrás por parte de  Don Severiano que se la estaba jodiendo a gusto -mmm asi asi PUTA, cometela toda, mamasela bien mmmm, voy a joderte el culo antes de que lo haga tu hijo, mmmm

Don Severiano sacó bruscamente la polla del coño de Doña Pilar para apuntar a continuación a la entrada del ano de la mujer -mmm te la voy a meter hasta el fondo CACHO PUTA, y tu Carmen acércate, ponte frente al acercarme el coño para comermelo mientras le follo el culo a tu madre mmmm, eso es asi mmm que ricoo- decía al tiempo que comenzó a presionar con fuerza haciendo que poco a poco aquella gran verga fuese entrando en el estrecho culo de la matriarca de la familia.

Carlos mientras hacía esfuerzos por no pensar que era su madre la que le estaba mamando la polla con ganas al tiempo que veía como el confesor de la familia la estaba dando por el culo, temió correrse cuando el grito del sacerdote aullando como un lobo indicaba que se estaba vaciando en el culo de Doña Pilar -ahhh mmm ahhh joder que gustazo, vaya polvo  mmm menuda puta es tu madre chaval, mmm ahora vas a ser tu quien se la meta en el culo lleno de mi leche, VENGA, JODER, follale bien el culo a tu madre, VAMOS- gritaba Don Severiano que apenas le había dado tiempo a levantarse

Carlos obedeció, sacó la polla de la boca de su madre y se dirigió a ocupar el sitio del sacerdote, un instante después era él quien le follaba el culo, pero dada la diferencia de tamaño de verga de los dos hombres Pilar se sintió aliviada.

-Ven aquí Carmen, chupamela, limpiamela bien ZORRA- ordenó Don Severiano y Carmen volvió a ponerse de rodillas, ahora frente al que había sido su confesor durante tantos años. Carmen se esmero en dejarla reluciente -ya está bien ZORRA, suelta, dejame la polla- se quejó Don Severiano, -Y tú Carlitos, basta de joder el culo a tu madre, túmbate boca arriba en el suelo, ahora te toca que te joda tu hermana

Carlos se tumbó boca arriba, manteniendo una buena erección al tiempo que a su hermana Carmen le ordenaban montarlo a cuclillas, Carmen se esforzaba por cumplir todas las indicaciones que recibía, su cuerpo botaba sobre su hermano notando como la polla de este se le clavaba una y otra vez hasta el fondo, estaba sudando, sus manos se apoyaban en el pecho de su hermano

-Pilar ponte en cuclillas sobre la boca de tu hijo, quiero que le pongas el culo en la boca, te esta chorreando mi leche, quiero que se la coma toda, VENGA ESPABILA ZORRA VIEJA-

La mujer obedeció y se colocó como le pedían, para Carlos en un dia era la segunda vez que tenía que lamer las corridas de otro hombre, la noche anterior había tenido que hacerlo con su novia después de que se la  hubieran follado los camioneros en el área de descanso, como recordarán los lectores.

En silencio, sin reconocerlo, Carlos estaba excitado por la humillación recibida, lamía con ganas el culo de su madre que chorreaba leche del cura y hacía que su polla se pusiera dura como una piedra para que su hermana lo siguiera cabalgando.

-Malditas zorras estais los tres salidos como perras en celo, follatelo bien Carmen, follate a tu hermano mmm eso es asi, asi, quiza tengas suerte y te quedes preñada otra vez

Carlos no pudo aguantar más y apretó los labios que lamían el culo de su madre, su cuerpo se  tenso y un fuerte espasmo recorrió su cuerpo al tiempo que decía -me corroooo- Carmen cesó el sube y baja y se quedo sentada sobre la polla de su hermano que poco a poco se iba desinflando.

-Se que no lo reconoceréis nunca, pero habéis disfrutado los tres, como un cerdo y dos perras salidas, el difunto no se equivocaba, sabía que seríais capaces de cualquier cosa a su muerte. Me conformo, de momento, arreglaros para la cena, tendréis ocasión de sacar vuestra parte más sucia para todos los demás. Ahh por si os queda alguna duda todo lo que ocurre en estas habitaciones es grabado en video por varias cámaras ocultas desde distintos ángulos para evitar tentaciones de que queráis cambiar de opinión.

-No era bastante la humillación, para que necesitan grabarlo en video tambien-, pensaban los tres, sin que ninguno se atreviera a decir nada.

¿Cuantas más aberraciones tendrían que soportar aquella noche?, era una pregunta que no tardarían en conocer, la hora de la cena estaba cercana.

Pero para eso tendremos que esperar al siguiente relato, gracias por vuestros mensajes y comentarios, besitos para todos  mis queridos lectores

Mariaruizred