María Jesús (9)

Ya estaba desnuda…para él. Iba a extrañarlo realmente. …Fuera de mi amante fue mi amigo, confidente, compañero bueno y leal, y excelente jefe

María Jesús IX

Habían pasado algunos meses desde mi encuentro con Marla y Jorge. La situación laboral no era la que más hubiera querido. Juan se sentía incómodo con su propia situación en la empresa y me lo dijo en algún momento.

"Amor, creo que tendré que irme de la empresa. Ya no es lo mismo. Pese a todo lo que se hace la situación internacional nos obliga a hacer más sacrificios. Realmente me siento incomodo.

"Y qué harás amor. Tienes algún puesto en mente?

"No acá Mari. Me han ofrecido un puesto de gerente en Paraguay. Muy buen sueldo y demás beneficios. El asunto es que la familia no se quiere ir. Ya sabes como es eso de los jóvenes al cambiar de colegio.

"Lo se papito".

"Y estás tú. No quiero dejarte sola por acá. Y no creo que desees irte conmigo y dejar a tu familia. Verdad?, preguntó como sondeando una respuesta.

"La verdad que no se me ha ocurrido tal cosa amor. Salir a trabajar en otro país. Dejar la empresa, si. Lo tengo en mente. Pero lo que me dices es ya otra cosa. Implicaría mucho para mí. Lo entiendes?

"Por supuesto"

"Tuve una reunión hace dos días con los gerentes de área en la que conversamos respecto a la situación de algunos de los empleados de confianza que tenemos. Tú eres uno de ellos. Parece que desean proponerte ser la asistente de la secretaria de RRII ya que tiene muchísimo trabajo y parece no darse abasto para todo. Les advertí que ese puesto estaba por debajo del que tenías y que no cubrían tus cualidades como profesional."

"Asistente de la secretaria? Qué va amor!.... No pienso rebajarme a eso. Pensé que iba a ocupar un cargo de regular importancia en Finanzas!"

"Lo se. Es el puesto que pedí. Pero se lo han dado a Adrián. Creo que tiene más tiempo en la empresa que tu y, cómo había pedido retirarse de la empresa su gerente lo retuvo con eso."

"Vaya. Y ahora qué? No voy a estar de puesto en puesto toda mi vida."

"Lo se amor. Y lo siento. El acuerdo de ellos fue por mayoría y me veo obligado a presentar esa propuesta ante el Directorio el día de mañana."

Le di un beso y le pedí que me disculpara pues no me sentía bien. Quería pensar en lo que tendría que hacer. Salí y le dije a mi hermana que tenía que hablar con ella urgente. Le dije si podíamos vernos en la casa. Accedió. Me retiré de la fábrica.

Mis pensamientos estaban en una confusión increíble. Tendría que dejar el trabajo. Esa era la única alternativa. Salvo que quisiera ser el hazme reír de todos al ponerme al mando de una secretaria poco capaz.

Un baño me refrescó. Bajé al comedor a esperar a mi hermana. Dos horas después ya tenía mi decisión tomada.

Elenita llegó casi inmediatamente después de salir de la oficina. Le ofrecí un café y nos sentamos a conversar.

Le dije todo lo que había ocurrido en el despacho de Juan y lo incomoda que me había sentido con esa decisión de los gerentes. Le hice conocer mi propia decisión al respecto.

"No me queda otra que retirarme hermanita", dije. "Pero creo que podré obtener de Juan que sea la empresa la que "me retire", por x motivos, a fin de no perder mis beneficios y poder salir con todo lo que me corresponde. Se que es un monto grande".

"No se que decirte Mari. Esto me pone en conflicto también a mí. Si don Juan se va yo quedaría a la deriva pues el siguiente gerente deberá traer su secretaria como es costumbre en la empresa. Te imaginas? Yo sin trabajo?. Dando tumbos por ahí, de oficina en oficina. Tampoco me sentiría cómoda."

"Bueno. Sólo quería contarte lo mío pero, al parecer, el asunto es doble. Entiendo ello. Lo que no entiendo es porque están sucediendo estás cosas. Sabes que soy el sustento de esta casa. Efraín no aporta en nada. El dinero que obtendré es suficiente para unos años… Pero, y luego? Tendré que invertir un poco en algún negocio? Por ahora no tengo ni idea de lo que haré. Mi sueño era retirarme con honores e ir de viaje un largo tiempo. Ahora quedará como sueño. Qué desilusión."

"Teníamos el mismo sueño, recuerdas?. Lo comentaré con mi esposo hermanita."

Elenita se despidió con un rostro de fastidio e incomodidad ante lo que estaba sucediendo. Cuando llegó Marlita conversamos mucho al respecto. Se sintió preocupada también, pero entendió lo que le decía.

Al llegar Efraín, Marla lo recibió en la cocina sirviéndole la cena.

"Papi", dijo, "a que no adivinas. Vas a tener que trabajar. Mi mami se retirará de la empresa", completó.

Efraín ni se inmutó. La miró y se retiró al dormitorio. Yo dormía inquieta en la cama de mi hija.

Dos meses después Juan me propuso acelerar mi retiro con grandes beneficios. Me dijo que no me preocupara por nada pues el iba a solicitarlo personalmente ante las razones contundentes que le dijera el día anterior. Me dijo, asimismo, que había presentado su renuncia irrevocable y que había aceptado el puesto en Paraguay. Su familia iba a ir con el.

Al día siguiente acepté las condiciones de mi salida de la empresa. El dinero era mucho más de lo que debía tener por ley. Juan se había encargado de conseguirme beneficios por todo lado. Me sentí halagada cuando la directiva me llamó para disculparse de lo que pasaba deseándome toda la suerte del mundo. En la reunión de fin de mes tuve la oportunidad de ver a mis antiguos colegas. Lloré. Lloré mucho al despedirme. Una vida de trabajo se iba ese día.

Juan me sacó de la reunión pidiéndole a mi hermana que nos acompañara. Elenita aceptó con gusto pues sabía lo incomoda que se sentiría sola en esa reunión.

Fuimos a Miraflores. El Friend’s estaba algo lleno pero pudimos encontrar sitio para nosotros tres.

"Ha sido un honor para mi trabajar contigo Elena, dijo dirigiéndose a mi hermana. Eres una maravillosa mujer y profesional. Sólo espero que la suerte te acompañé siempre. No podré estar para cuando tengas tú que retirarte pero he hablado con las personas indicadas para que me devuelvan muchos favores. Cuando tomes esa decisión saldrás como lo hace ahora Mari."

"Gracias don Juan", dijo mi hermana entre sollozos.

"Yo ya no estaré con ustedes. Pasado mañana salgo a Paraguay adelantándome al viaje de toda la familia. Sólo quería estar con ustedes unos momentos más para desearles suerte y decirles que me tienen a su disposición para lo que deseen."

Lo miré a los ojos y supe que decía la verdad. Era un hombre maravilloso.

"Te extrañaremos Juan", dije. Mi hermana me miró como dándome a entender que lo estaba llamando por su nombre. No lo había hecho nunca delante de nadie, ni siquiera de mi hermana. Juan la miró y le dijo:

"Elena. Creo que sabes que entre tu hermana y yo existe mucho más que amistad. La vida nos juega muchas triquiñuelas y esta ha sido una de ellas para mi y se que para Mari también. La quiero muchísimo.", dijo tomándome de la mano. Pero se que nuestra situación no nos llevaría a mucho. Eso es lo que me duele. Mas que retirarme del trabajo de muchos años me duele enormemente el tener que dejarla a ella."……y siguió hablando y hablando de mi.

"Yo lo sabía don Juan, mi hermana me dijo algo al respecto pero desee que sea de ella y solo ella la decisión de proseguir esa relación. Parece que fue hermosa mientras duró, verdad?"

"Así es Elena. Llenó mi vida tu hermana. Y lo seguirá haciendo de lejos."

Una hora después mi hermana pidió permiso para retirarse. Nos dejó a solas.

Tomé de las manos a Juan y le dije:

"Amor, tienes tiempo para llevarme al Marriot nuevamente?". Juan me miró a los ojos. Sabía que ese sería nuestro último encuentro. No me importaba la hora. Lo quería a mi lado. Llamó al mozo y pago la cuenta. Nos dirigimos al hotel.

Cuando subíamos Juan sólo me miraba…y yo a él. No teníamos que decir nada. Ya todo estaba dicho y no había vuelta de página. Llegamos a la habitación. Al retirarse el valet se acercó a mí y me besó. Sentí todo el calor de su cariño en ese beso, toda la ternura que me quería transmitir. Lo tomé del rostro y besé sus mejillas, sus labios, su nariz, su frente…besé aquellos ojos, que veía con lagrimas, una y mil veces.

"No digas nada amor", le dije. "Vendrán tiempos mejores para ti y tu familia así como espero vengan para mi y la mía. Pero recuerda siempre que esta lejanía sólo será física. Nos tendremos muy dentro de nosotros, ambos. Serás mi papito siempre, mi adorado".

Mientras le decía eso retiraba de su cuerpo su vestimenta. Lo tomé de la mano y lo llevé al borde de la cama. Se sentó mirándome. Retrocedí y empecé a desvestirme, calmadamente sin dejar de verlo a los ojos. Quería darle un último regalo y lo hice silenciosamente. Mi cuerpo empezó a verse desnudo. Había pasado un tiempo realmente hermoso con Juan. …Mi blusa rodó suavemente por el suelo… Había hecho que mi otro yo saliera un poco más de lo que Oscar me lo hiciera ver. …Mi falda se unió a la blusa. Juan me veía con ojos de amor y placer. Aún llorosos. Su cuerpo temblaba. Había permitido que explorara mi ser todo y confiara en mi misma como mujer. …Mis senos se hicieron ver... Saltaron para su gusto. Pezones totalmente erectos. Me acerqué a él. Observé nuevamente sus ojos. Radiaban de alegría ante la vista que se le ofrecía. Tomé sus manos y las pasé por mi cuerpo con delicadeza, ansiosa, llena de deseos…. Se dejó llevar. Las pasé por mi pecho deleitándome sin dejar de verlo. Besé sus dedos para luego bajarlos otra vez a mis senos. Lo solté. Mis manos bajaron lentamente por mis caderas llevando consigo la última prenda que tenía puesta…mi trusa. Ya estaba desnuda…para él. Iba a extrañarlo realmente. …Fuera de mi amante fue mi amigo, confidente, compañero bueno y leal, y excelente jefe… Su pene enorme se hacía notar ya desde hacía mucho. Me acerqué a la cama y lo eché en ella. Mi cadera giró llevando a mi golosa vagina encima de su boca…sentí sus brazos alrededor mío…sus manos acariciando mi culito….su lengua buscando mi placer. Cerré mis ojos. Me llevó al cielo. Su pene erecto estaba a mi disposición. Lo besé tomándolo con las dos manos. Pase mi lengua por todo ese duro y enorme miembro. Sentía esa lengua suya jugar ahora con giros dentro de mí…..

"Ahgghhhhhhhhhhhggggggggggggggggg…..amor", dije. Mi grito fue apagado cuando esa masa de músculo cavernoso se metió en mi boca.

La metía y la sacaba jugando con su glande para luego volverla a meter en mi boca. Pasé mis brazos por debajo de sus muslos sin dejar de chupar tan rico manjar, movimiento que me permitía ver su culito. Jugué por todo el con mi lengua para volver a meterme esa carnosidad. Juan me mamaba, Juan me chupaba, Juan me hacía vibrar….mi clítoris endurecido y enorme parecía su biberón. El placer de ambos empezó a llenar la estancia. Sus brazos igualaron a los míos al rodearme él por encima de mis muslos. Ambos habíamos hecho lo mismo para poder ver nuestros huequitos y saborearlos al máximo. Su lengua entró a mi culito rápidamente, gemí, gemí nuevamente al sentir que esa lengua entraba y salía a su gusto. Yo, chupaba y chupaba….me deleitaba al hacerlo. Las manos de mi amante me rodearon las caderas acariciándome toda. Me sentí feliz, muy feliz. Pero quería darle más placer. Mis rodillas se desenredaron de sus brazos y empecé a mover mi cadera con movimientos hacia delante. Sentí los vellos de su pecho unirse a los de mi pubis mientras besaba sus muslos y piernas. Encontré su pene en el trayecto y lo tomé con una mano para meterlo dentro de mí. Sólo un poco mientras acomodaba mi cadera….y me sentaba encima de mí amado Juan. Sabía que esa posición le encantaba. No podía verlo a la cara pero el veía mis agujeros a su plenitud. Sentí todo su pene penetrarme…empuje más y más para que se sintiera feliz. Luego moví mis músculos interiores como chupándole el miembro. Juan gimió. Le alocaba que hiciera eso. Succionar su pene con mi vagina. Volví a hacerlo…más y más. Juan dejo escapar un

"Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh, Mari, amor"……..

Levantó su torso llevando sus manos a mis senos. Los masajeó suavemente para luego hacerlo con más fuerza. Yo seguía succionando su miembro con mi vagina. Beso mi espalda, mis hombros. Llevé mi cabeza hacia atrás para que besara mi cuello. Giré mi rostro y nos dimos un beso maravilloso mientras que mi cuerpo todo sentía ese miembro como vibraba. Su cuerpo cedió a mis embates y se recostó nuevamente tomando mis caderas. Con sus manos seguía mi ritmo y lo hacía más raudo…queriendo sacarme más los jugos que ya le daba…. "siiiiiiiiii…… siiiiiiiiiiiiiiiiiii"…..gemíamos. Estuve en esa posición, cabalgando a mi adorado Juan hasta que este ya no pudo resistir y me llenó totalmente. Los chorros de semen salían a raudales, calientes, fuertes. Los sentía muy dentro de mí para luego sentir como estos, por la gravedad empezaron a salir de mi interior para caer en Juan y luego en la cama. Me recliné hacía delante para darle un poco de reposo a mi guerrero sexual. Sus manos acariciaron suavemente mi culito. Descansando. Nuestras mentes estaban muy lejos de ese lugar….pero juntas. Fue delicioso.

Minutos después me recosté a su lado acariciando su rostro y besándolo con ternura. Mis manos fueron de nuevo a su miembro jugando con el. Al poco tiempo vi con agrado como crecía y crecía. Lo tomé en mis manos y bajándome a él lo chupé nuevamente. Lo quería enorme. Grande. Muy grande. Lo logre unos minutos después. Sin dejar de acariciarlo subí a su rostro y lo besé.

"Dámelo por atrás amor", dije. "Quiero sentir como me llenas por atrás. Quiero ver tu carita feliz."

Así que me puse en posición en el centro de la cama…de cúbito ventral… una almohada gruesa debajo de mi vientre para que le sea mas fácil la penetración. Mi pierna derecha extendida y mi pierna izquierda flexionada hacia delante. Juan puso una de sus rodillas entre ambas piernas y la otra a la diestra de mi pierna derecha. Levantó con sus manos mi pierna izquierda y empezó a besármela. Suavemente, jugando con la lengua mientras que su miembro se acomodaba por abajo buscando primero meterse en mi, ya con ganas nuevamente, vagina. De repente sentí como todo ese pedazo de carne se metía de golpe dentro de mí.

"AGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHHH", gemí. "Papi".

Juan empezó a moverse metiendo y sacando todo ese enorme pene con una rapidez increíble.

"Asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii amor, asiiiiiiiii".

Seguía metiéndomela toda y haciéndola girar en el proceso. Mis orgasmos volvieron a salir uno en uno. Mis chillidos se hicieron gritos de placer. Seguía con mi pierna tomada en sus brazos. Su mano derecha jugaba con mi culito metiendo de cuando en cuando uno y dos dedos en él. "Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh"…… riquísimo. Luego de varios orgasmos míos Juan se propuso complacerme. Sacó ese delicioso pene y lo colocó en la entrada de mi ano. Plaffffffffffffffffffffff……metió el glande.

"Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, Juan". No pasaron tres segundos antes de tener todo esa masa dentro de mí. Un "AggggggggggJuannnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn", salio de mi boca. Juan empezó el mete y saca de inmediato mientras que sus dedos jugaban con mi clítoris en un movimiento circular rapidísimo. Mete y saca. Mete y saca. Mete y saca. Mete y saca. Mete y saca. Mete y saca. Mete y saca.

"Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh", seguía gritando. Mis orgasmos salían como ríos. Uno tras otro. "Ahhhhhggggggggggg. Siiiiiiii". Pasaban los minutos y Juan seguía dándome y dándome placer. En un momento mi cuerpo sintió como esos jugos deliciosos de mi amante se unieron a los míos en un cóctel de amor inigualable.

"Juannnnnnnnnnnnnnngggggggggggghhhhhhhhhh"….decía. Juan cerró los ojos mientras esto sucedía.

"Mari, Mari"…..salió de sus labios. Su cuerpo se echó sobre el mío descansando, dejándose llevar por esos pensamientos de relax, pensamientos puros…..

"Mari, Mari", volvió a decir. Me abrazó y besó tiernamente tratando de que su miembro no saliera de su lugar predilecto.

Salimos tarde del hotel. Fueron cerca de siete horas en las que Juan y yo nos olvidamos del mundo para ser uno. Para ser nosotros mismos. Ya cerca de la casa en el parque, detuvo el vehículo y me besó.

Lo vi partir. No quise que me viera caminar a casa. Lloré esos pocos metros que tuve que caminar. Cuando ingresé me esperaba Efraín y Marla. Me vieron con los ojos tristes y les dije:

"He decidido retirarme de la empresa. No puedo sostenerme como estamos actualmente y menos con lo que vendrá.", seguí caminando en dirección a las escaleras.

"Mami, llamó mi tía Elenita. Nos contó algo de que su jefe iba a salir de la empresa"

"Si hija. No tengo ganas de hablar ahora. Mañana conversamos. Voy a dormir". Me fui a dormir. Luego de bañarme me dirigí al dormitorio de Marlita y me eché en su cama. Cerré los ojos. Todo me pareció nublado. No sabía que hacer a partir de ese día. Marla entró y se recostó a mi lado.

"No te preocupes mamá. Ya veremos como salimos de esta", dijo.

"Si? Por el momento no encuentro solución hija", dije, "pero se que sí la encontraré".

Efraín ni se acercó. Marla me dijo que había conversado con Elena al respecto y que le había dicho que él arreglaría lo que hubiera que arreglar.

Seguro, pensé. Irá a beber con sus amigos un poco menos que de costumbre. Y si le digo que se vaya?....Se me metió a la cabeza en esos momentos que sería mucho mejor para los tres. El se iría con su mamá a La Molina mientras yo decidía mi futuro y el de mi hija.

Como siempre, mañana sería otro día. Mañana.

Algunos días después Juan ya no estaba. Elenita permanecía en su puesto a la espera de decisiones del Directorio y yo había sido llamada por la gerencia de Finanzas.

El gerente me dijo que lamentaba mi negativa de quedarme a trabajar con ellos y el bla, bla, bla, de siempre cuando le quieren hacer grato un momento ingrato. Pero que la empresa no podía mantenerme en mi puesto por lo que habían aceptado las recomendaciones de Juan y

Al día siguiente ya no estaba en la empresa. Juan cumplió su promesa de hacer de mi retiro uno saludable económicamente. Muy saludable diría. Más que saludable. Excelente. Tanto que hube de abrir una cuenta personal en otro banco sin conocimiento de nadie en casa, salvo mi hermana Elena, para que no se preste a súbitos cambios de necesidades de quien ya saben. Al terminar el mes me llamaron de la empresa para invitarme a la fiesta mensual.

Recibí una condecoración, unos documentos, las flores de rigor y el cheque por la totalidad faltante por mi salida. Fue casi de inmediato al banco. Mis amigas y amigos me daban "consejos" de lo que pondría hacer para lograr un mejor sistema de vida. Es raro, pareciera que a todos los que se retiran los creen tan ineptos como para no hacer lo debido con su dinero y pensión de retiro. Yo me había preparado toda una vida para ello. Ahora con estos cambios financieros a favor veía la vida de otra forma. Sabría que hacer en su momento. Ahora, no lo era.

De Oscar no supe nada. No me llamó para decirme algo al respecto de mi salida. Nada. Sin embargo, seguía deseándole suerte. Mis amigas de la playa vinieron todas a saludarme al enterarse del viaje de Juan y mi salida de la empresa. Hicimos una reunión bonita entre todas en casa. Mi hija estaba presente. Ningún hombre. Sólo nosotras. Decidimos ahí que me recogerían el viernes para ir a Santa María a jugarnos "una partidita" de bridge. Miré a Marla y aceptamos felices.

Efraín me dijo al día siguiente que podíamos ir, como siempre. Dijo asimismo que había hablado con su mamá y esta le había aceptado que fuéramos a vivir con ella a fin de poder alquilar la casa y tener un ingreso extra. Vivir con su mamá!!!!! Ya se imaginan la respuesta que le di.

Unos días después yo amanecí temprano como de costumbre. Marla ya había salido a sus estudios, Efraín no estaba en casa pero dejó una nota en la que decía que iría a ver un taller de mecánica. Vendrían tarde. La empleada en casa limpiaba la sala cuando bajé a tomar desayuno.

"Señora", saludó. "Le sirvo algo?"

"Si, gracias, Clotilde", dije, "unas tostadas, café con leche y papaya"

Y me fui al jardín a pensar un poco. Tenía como una película en mi mente. Pasaron los "frames" como le pasa a quien esta en conflicto con la muerte, no estándolo yo. Parte por parte lo que había hecho hasta ese momento. Me sentí feliz con mucho de ello y un poco triste con algunas cosas. Soy joven aún, me decía. Necesito seguir pensando así. No había llegado aún a los cincuenta. Me sentía feliz. El milenio entrante sería bueno para mí en todo sentido.

Clotilde llegó con el desayuno. "Señora, el joven Jorge está al teléfono preguntando por Marlita. Qué le digo?".

Jorge. Me vino a la mente esa noche en que vi a Marlita siendo suya para después hacerlo mío. Jorge.

"Pásame el teléfono Cloti", le dije. "Y cuelga luego adentro. Gracias". Al poco tiempo Cloti me entregaba el teléfono.

"Jorge?. Hola. Habla Maria Jesús".

"Hola, me dijo. Me enteré por mi papi que ya no trabaja y pensé que la encontraría ahí". Dijo medio nervioso.

"Pues si Jorge. Ahora estoy de ama de casa", dije riéndome. "Pero dime, va bien todo con mi hija?"

"Si, muy bien. Pensé en ir a visitarla ahora que tengo tiempo y…..", se quedó callado un momento.

"Y?....Estás con ánimos de venir en este momento?"....Le dije.

"Pues, me gustaría. Si, claro. Pero no sabía si estaba su esposo en casa".

"Pues no está. Y Marla como sabes viene en la tarde. O sea que dentro de ocho horas estarán ambos en casa. Son las 0900 de la mañana. Vienes?"

El si de Jorge no se hizo esperar. Llegaba en unos cinco minutos. Llamé a Cloti y le dije:

"Quiero que vayas a comprar las cosas que faltan para el almuerzo", dije.

"Pero si no falta nada señora", me dijo.

"Que es lo que hay en el refrigerador?, pregunté". Cloti me indicaba uno a uno las cosas que había para la comida de hoy. No dijo que había pescado.

"Pues no hay lo que quisiera comer ahora. Pescado. Cómprate un kilo de corvina y cebolla morada. Haremos cebiche el día de hoy. Ya sabes, como te enseñé". (Si alguien desea mi receta…sólo tiene que pedirla). Cloti fue a quitarse el delantal antes de que le diera el dinero para salir a comprar. Normalmente compraba en Wong ese tipo de alimentos. Iba y venía en Taxi para más seguridad. Así que no estaría de vuelta hasta dentro de una media hora.

"Llevate la llave Cloti. Yo estaré en el dormitorio de Marla bañándome. No me pases llamadas por favor. Sólo di que he salido"

Tenía otras cosas que comprar, pero en ese momento no le dije nada. Se fue. Diez minutos después llegaba Jorge. Toco el itercom y me saludó.

"Jorge, dije, procura estacionarte un poco más adelante. Deja libre el frente de la casa, si?"

"Ok", dijo. Luego regresó y volvió a tocar.

Abrí la puerta eléctrica y lo recibí en la sala.

"Hola", saludé. "Sigues bronceadito por el sol. Buena vida".

"Hola". Se acercó y me dio un beso en la frente.

"Quieres tomar algo?"

"No, ya tomé desayuno, gracias.

Jorge estaba nervioso aún. Le vi su carita juvenil y sonreí.

"No tienes que preocuparte. La empleada acaba de salir a comprar a Wong. Regresara en unos 20 minutos. Subimos? Ahí no irán a molestarnos".

"Si", dijo.

"Ah. Llámame Maria Jesús. Creo que eso será lo mejor para que no estés nervioso. Verdad? Así nos sentiremos mas a gusto ambos".

Subimos. Yo vestía mi bata de seda color vino. Mi ropa de dormir dos piezas debajo de ella. Subí despacio esos escalones. Jorge venía detrás de mi. Pude sentir sus ojos en mi cuerpo y ver en el momento de girar el las escaleras, como su miembro ya estaba crecido. Contorneaba mis caderas un poco más de lo normal, sin ser exagerada. El efecto fue tremendo en Jorge. Sus manos tocaron mis glúteos como diciendo déjame llevarte así, tocándote. Giré mi cara y le sonreí. Me detuve un momento y lo besé en los labios. Jorge respondió de inmediato con su pasión juvenil. Me pegó a la pared y juntó su cuerpo al mío haciéndome sentir su virilidad. Seguí besándolo dejándome llevar por sus impulsos. Lo tomé de las manos y rápidamente nos dirigimos al dormitorio. Pensó que iríamos al mío pero seguí jalándolo hasta llegar al de Marla. Ahí había preparado mi baño de burbujas. Ingresamos y cerré con llave la puerta. Siempre abría la posibilidad de que tenga que salir Jorge en una emergencia, y lo haría por la ventana directamente al jardín posterior y de ahí a la calle. Jorge tenía los ojos desorbitados. Mi bata de seda ya estaba en la cama; y yo, mostrándole mis encantos a un joven encantador… Me acerqué a él y le retire sus camisa, luego su pantalón. Deje que el se quitara su ropa interior al mismo tiempo que yo me quitaba lo mía. Ambos ojos saltaron de alegría al verme desuda nuevamente. Lo tomé de la mano y lo conduje al baño. Sin dejar de verlo alcé mis piernas una a una para meterme en las aguas tibias llenas de burbujas. Jorge hizo lo mismo. Su pene estaba enorme. Se quedó de pie esperando una reacción mía. Tomé su duro pene y lo acerqué a mi boca mientras me ponía casi de rodillas. Me volví golosa con el. Tanto que no pasaron ni cinco minutos antes de que me diera a beber su néctar lechoso que brotaba con fuerza de su interior. Su cara de gozo me hizo gozar. Lo lavé todo nuevamente. Jaboné su cuerpo parte por parte permitiendo que me haga lo mismo. Luego me puse de pie y salí del baño. Hizo lo mismo. Me sequé y me dirigí a la cama a esperarlo. Dos minutos después lo tenía a mi lado…con su pene nuevamente enorme.

Me coloqué al borde de la cama y esperé a que se acercara antes de levantar mis piernas y ponerlas encima de sus hombros. Jorge no sabía mucho de posiciones ni de sexo como pude ver. Así que lo inicié en esas lides con delicadeza….para su placer y el mío….Lo miré a los ojos diciéndole que besara mis piernas al mismo tiempo que jugaba su pene buscando mi agujerito. Torpemente lo hacía. Lo que el quería era cachar, cachar, coger, coger…..su juventud se iba en ello. Bueno, me dije, ya tendremos una conversación al respecto. Ahora

"Métemelo Jorge", le dije. "Cáchame como desees hacerlo. Estoy lista para recibirte".

Jorge no espero más y me la metió de un sólo golpe. "Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh", gemí. Esa pija entraba y salía como si la vida se le fuera en ello, Mis piernas seguían levantadas dándole mas cabida en mi interior. Jorge se aproximaba a mi como deseando besarme pero la posición y el movimiento de mete saca no le permitía el hacerlo. Lo tomé de la cabeza en un momento y lo atraje bajando las piernas de sus hombros. Todo el peso de su cuerpo se apoyo en el mío. Besé a Jorge con pasión, con ganas locas de ser cachada. Quería venirme muchas veces…. Y lo hice, una y otra y otra vez….. "Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh". Jorge había pasado sus brazos por debajo de mis hombros y me tenía sostenida de ellos. No quería despegarse. Sus movimientos ahora eran de giro y giro y de mete y saca. Siguió así por varios minutos antes de gemir un "Mariaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa"……………….. y eyacular nuevamente dentro de mi. Su agitación se notaba. Moví mi cadera en redondo y giré dándole a mi cosita la oportunidad de crecer nuevamente. Para apurar el proceso lo coloqué debajo de mi al borde de la cama y sus pies en el piso. Tomé su pija nuevamente y la chupe con fuerza. Mamé deliciosamente sintiendo como ese pedacito de convertía en lo que quería para mi. Mis besos pasaron a sus muslos. Levanté sus piernas y besé su culito. Jorge gimió "desesperado" de placer. El dedo gordo de mi mano derecha se clavo con uña y todo en ese culito girando y girando en búsqueda de un masaje prostático que le gustara. Jorge cerró los ojos. Yo chupaba y chupaba tan gran pedazo. Los gemidos de Jorge se hicieron algo fuertes por lo que me acerqué a él y lo besé. Sentía ese pene en mi cuerpo. Puse mis rodillas encima de la cama y me senté encima de el. Tome su pija y la metí en mi vagina, sentándome fuertemente en ella.

"Agggggggggggggg", grité.

"Ahhhhhhhh, Maria Jesús", dijo Jorge………y seguí con mi juego del Llanero Soliario. Cabalgar, cabalgar, "siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii", rico. Subir y bajar, subir y bajar. Sentir como ese miembro se engrosaba haciendo que Jorge convulsionara a cada momento. Su cadera subía acompañando a la mía.

"Aghgggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh". Mis jugos salieron a montones. Pero quería ser ingeniosa con este joven para que lo sea a su vez con mi hija. Cuando le hube dado tantos orgasmos como deseé. Me retiré de la cama besándole todo el cuerpo. Lo tomé de la mano y lo atraje a la ventana que da al jardín y patio posterior. Abrí las cortinas dejando que las luces de la mañana y la brisa marina ingresaran a la alcoba. Abiertas las ventanas me percaté de que Clotí estaba haciendo limpieza en el patio. Acerqué dos sillas que tiene mi hija al lado de la ventana, las puse una frente a la otra, de lado a esta y algo alejadas. Puse mis codos en el borde de la ventana y me arrodillé en las sillas. Mis piernas quedaron abiertas. Mi culo se presentaba a Jorge para lo que quisiera. Mi conchita estaba deseosa de besos y caricias. Yo miré de lado a Jorge y lo llamé en silencio.

"Abajo esta la empleada", le dije quedo. "No hay que gritar…pero si gozar. Deseo que te pongas debajo de mi para sentir tu cara entre mis piernas".

Jorge miró hacia abajo y vio a la empleada. El juego le agradó. Se arrodilló debajo de mi y buscó su comodidad para que su cabeza estuviera entre mis piernas. Logró su cometido con una almohada. Su lengua se pegó a mi conchita como una lapa. Metía y sacaba esa lengua conociendo el sabor de mis jugos y bebiéndose los que empezaron a salirme. Mantenía mis ojos cerrados mientras Jorge se saciaba con ese tremendo desayuno reparador. Gemí. Gemí. Gem텅..Jorge me tocaba las piernas mientras su boca surcaba mi vagina por todos lados.

"Cloti, llamé. Hazme el favor de regar las plantas el día de hoy". Jorge se quedó helado. No sabía que estaba haciendo.

Puse mi mano derecha cerca de su carita y le dije que siguiera. El continúo mamándome deliciosamente.

Cloti me había visto en la ventana con los ojos cerrados y tuve que decirle algo al abrirlos y percatarme de que estaba viéndome.

Jorge se detuvo. Se puso de pie. Su pene enorme empezó a juguetear con mi culito. Me acomodé mejor para sentirlo. Le pedí su almohada y la coloque debajo de mis brazos recostando en ellos mi cara. Jorge introdujo su glande suavemente para luego meterme toda su verga hasta "el rincón de las ánimas".

"Aggggggggggggggggggggg", gemí suavemente. "Jorge, que rico". Y empezó a meterla y sacarla. El mete y saca fue fabuloso. Pasaron cerca de media hora entre mis jugos y su mete y saca…era aguantador el muchacho. Cloti seguía ahora regando el jardín mientras que su presencia me sacaba de mis casillas a mi. Era algo más que considerar…el ser vista. Tener a alguien tan cerca mientras hacemos el amor y no dejar que se entere es algo que la excita a una mucho. Además era un juego nuevo para Jorge. De pronto Jorge me dio todo su vigor. Me llenó con su leche caliente.

"Maria Jesusuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!", volvió a decir. Se inclinó a mi cuerpo y me besó el culito y mi espalda mientras yo cerraba los ojos en mi almohada. Respiraba esa brisa fría que llegaba a través de la ventana.

Bajé de las sillas y tomé de la carita a Jorge dándole un beso tierno y placentero. Lo llevé a la cama y me eché a su lado. Su juventud lo era todo en ese momento. Se sentía el hombre de la casa, el macho latino, el amante…….Me miraba a los ojos y me llenó de besos. Los acepté gustosa. Dejando que hiciera con mi cuerpo lo que deseara hacer. Lo besó todo. Me puso boca abajo y besó mi espalda y culito deleitándose con mis piernas.

"Eres maravillosa Maria Jesús". Quisiera que esto durara para siempre. Me siento en las nubes", dijo.

"Asi es como deseo que se sientan tu y Marla". Dije. "Se que lo lograras. Eres un joven maravilloso, bueno, tierno. Ya veremos como recompensar tu entrega a mi hija. Se que te adora, verdad?"

"Si. Yo también. Pero me gusta también estar contigo. Ese es mi dilema."

"Dilema? No tienes que sentirte con dilemas. Yo no tengo edad para ti. Lo que sentimos ahora solo es el fruto de la pasión de ambos. Pero recuerda que la pasión no lo es todo en la vida. Hay otros sentimientos que se deben conjugar para hacer a una pareja feliz. Cada uno de ellos los tienes que ganar con esfuerzo. Nada se te otorga sin que en ello implique una entrega tuya. Marla esta bien para tu edad. Solo espero que se realicen ambos y concluyan el algo hermoso. Yo los apoyaré siempre."

"Gracias Maria Jesús. Que bello consejo. Pero no quiero perderte como mujer sabiendo que tengo a Marla."

"No lo harás Jorge. Te dije que veremos la forma de hacérselo saber y lograr que sean felices. De cuando en cuando me sentiré feliz dándote un poco mas de felicidad. Dime. Hay algo que te gustaría hacerle a una mujer. Algo que hayas soñado alguna vez?"

"Pues muchas cosas. Pero ya contigo estoy cumpliendo algunas."

"Dime alguna de ellas".

"Pues he querido hacerlo siempre en un avión en vuelo. En el baño quizá. Hacerlo también con mi maestra de biología, que esta buenísima"…dijo.

"Eres un pervertido", dije riéndome. "Esas cosas se pueden cumplir. De repente me presentas a tu maestra y la convenzo para que estés con ella". Le guiñe el ojo.

"Contigo también?", preguntó. "No sabía que podías estar con alguna mujer".

"Bueno esas son cosas de cada una. Pero si te gusta una mujer solo tienes que pensar positivamente y arriesgarte. Si no lo intentas nunca sabrás si pudiste hacerlo. Porqué te gusta tu maestra de biología?", pregunté.

"Pues es una mujer con un cuerpo como el tuyo. Unos senos que dan ganas de comérselos y unas piernas largas, así como las tuyas"….., no terminó.

"Dime. Estando conmigo has imaginado tenerla a ella?"

"Solo ahora que me lo dices. Te veo y la veo a ella. Se que es mayor que yo. Mucho. Y entiendo lo que me dices de nuestras edades. Pero a veces mis hormonas se vuelven locas. Incluso cuando estoy con Marla. Ya en son de broma le he conversado al respecto."

"Y, que de dice ella?"

"Marla?"

"Si."

"Pues se intriga también con mi forma de ser pero sabe que la respeto siempre. Aunque esto de nosotros no se lo he dicho."

"Bueno, veremos la forma de complacerte en eso de tu maestra. Te interesaría?"

Me miró dubitativo y me preguntó:

"Porque harías eso?"

"Pues porque deseo que sientas los placeres mas hermosos para que puedas hacer que mi hija lo sienta igual o mejor. Te parece?"

"Entonces, me gustaría eso y todo lo que me des tu", dijo acercándome a el y besándome nuevamente. Su pija empezó a crecer de inmediato. Ahora el fue el que me puso en la cama boca arriba y colocó un almohadón debajo de mis caderas, no de lado sino a lo largo de ella. Se inclinó encima de mí sin dejar de besarme abrió mis piernas y me introdujo su miembro en toda su dimensión. "Ahhhhhhhhhhhhhhhh", volví a gemir. Para poder asegurar su posición colocó sus rodillas al lado de mis caderas sin sacar ese pene airoso. Me tomó de los hombros y empezó a meter y sacar. Mete y saca, mete y saca…. Dejó mis hombros para tomar mis manos que lo presionaron de inmediato. Su cuerpo se movía con ritmo en ese mete y saca tremendo. Sus besos no se hicieron esperar. Presioné mis piernas para que esa pija se sintiera más en las nubes. Jorge cerraba y abría los ojos como si estos se le fueran a salir de sus orbitas. Duró bastante en esta oportunidad. Una hora después de otras posiciones y vuelta a esta descrita me entregaba sus jugos, llenándome totalmente.

Descansamos una hora antes de decidirnos a bañarnos. En la ducha me cogió nuevamente cachándome de pie como recuerdo lo hiciera el hijo de Don Corleone en la película El Padrino. Con fuerza y un seguido mete y saca. Gemí de placer. Que muchacho este! Que delicia!......."Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh"…….. Ya vestidos ambos le dije que esperara para percatarme que hacía Clotí en la casa.

Abrí la puerta y salí revisando cada dormitorio de la planta alta. Bajé y no encontré a Cloti. En la cocina sólo hallé una nota que decía:

"El almuerzo está en el horno. Cuando baje con don Efraín recuerde decirle que tiene que ir mañana a casa de su mami. Llamó por teléfono pero no quise molestarlos."

Me quedé de una pieza. Había escuchado algo y pensó que estaba con Efraín. Bueno, por lo menos es confiable en ese sentido pensé. Al ver la hora me percaté que ya faltaban dos horas para que regresara mi hija.

Bajo Jorge y le dije que mejor sería que saliera y llamara a Marla a su celular. Si querían podían salir a algún sitio esta noche o quedarse en casa como lo hacían con frecuencia.

Me dió un beso y salió diciéndome.

"Estuviste maravillosa Maria Jesús. Veré cómo hacer para que conozcas a mi maestra". Me tomó de la cara, volvió a besarme y se retiró.

Marla llegó una hora después. Conversamos mucho. Ahora que ya no trabajaba podía dedicarle más tiempo a mi hija.

Esa noche soñé con la empresa. Mis días buenos, mis días malos. Soñé con Daniel y con lo agradable que fue tenerlo como profesor. Les comenté en uno de los capituloa anteriores acerca de mi relación con él y cómo se volvió más y más fuerte. Lo cierto es que desde saliera de la empresa no se volvieron a dar esos cursos de informática.

Mientras estuve en el curso de informática salí con Daniel varias veces. Era divino. Su trato sumamente agradable. Un carisma increíble. Don de gentes. Conversador. Era capaz de sobrellevar una charla sobre cualquier tipo de tema sin ningún problema. Pasaba de la filosofía a la química o física haciendo cada uno de esos temas interesantes para quien escuchaba. Nuestras clases se dieron maravillosamente bien. Al concluir éstas fuimos felicitados todos por haber alcanzado niveles altos en la capacitación. Sometidos luego a evaluaciones internas de la empresa sirvió de mucho lo aprendido para aquellos que tuvieron la suerte de permanecer laborando.

Daniel me llamó un día para decirme que deseaba conversar conmigo. Acepté gustosa. El día convenido lo encontré en el Friday’s de Miraflores. Estaba guapísimo como siempre.

"Hola. Estás preciosa", me dijo

"Igualmente. Gracias", dije algo avergonzada por el igualmente. Se me salió.

Conversamos de muchas cosas antes de que me dijera que tenía que salir de viaje a Francia. Iba a ver algunos proyectos que tenía en mente pero que tenía previsto regresar en un par de meses. Me dijo que deseaba escribirme con frecuencia preguntándome si lo podía hacer. Mi respuesta fue rápida también. Quería saber de él a cada momento. Le dije que me escribiera y le di mi apartado postal. Ya sabía mi correo electrónico.

"Sabes Mari", dijo, "me siento a gusto conversando contigo. No sólo a gusto sino que has cambiado mi forma de ver a la mujer en estos últimos tiempos. Desde que te conocí no ha sido más que pensar en ti. Creo que lo sabes, pues al vernos cuando salimos no hago mas que observarte. Admirarte diría yo. Eres increíble para mí… y me gustaría que fuera así. Se que no es posible lo que te pido pero lo hago con el corazón en la mano. Estoy enamorado de ti y no quería irme sin decírtelo".

"Pe…..", empecé a decir

"Lo se. Por favor deja que termine. Se que es casi imposible, dada tu situación, el pretender que hagas tu vida conmigo. Es que mi ser todo me pide decirte mi sentir y siempre le hago caso. Me harás mucha falta cuando me vaya. Eso también quería decirte. Sólo desearía que nada cambie cuando regrese".

Lo miré a los ojos. Era sincero en lo que decía. Hubiera deseado en esos momentos retroceder muchos años para poder darle la respuesta que esperaba oír.

"No cambiará nada Daniel", dije. "Me siento feliz con lo que me dices. También yo siento algo muy especial por ti. Para mi eres maravilloso. Pero no creo que pueda solucionar lo mío de la forma que desearías o, yo desearía. Se que lo haré en algún momento. Pero no me decido a ello por ahora".

"Entonces te esperaré. Sabes que te amo. Eso es lo que tendré como bastión para esperarte. Me conoces bastante. Soy de las personas que sabe entender la fragilidad humana y aprende mucho de ella. Lo que siento es una fragilidad.", me tomó de las manos acariciándolas con sus dedos. "Ahora estoy sumamente frágil con mi sentimiento hacia ti."

La declaración de Daniel me dejó feliz. Después de comer algo en el restaurante salimos con dirección al parque de Los Olivos en San Isidro. Dejó el vehículo parqueado y fuimos caminando. Me tomó de las manos en todo el trayecto. Sus palabras ingresaban a mi mente como pétalos de rosas. Pero sólo oía ese susurro que ya sabía que perduraría para siempre…."Te amo….Te amo"….

Nos sentamos en uno de los bancos mientras me contaba parte de su vida.

"……y, luego me dediqué a la docencia en la universidad, paralelo a las empresas de las que te hablo……" Mis ojos no dejaron de verlo ni un solo instante. Veía moverse sus labios pero mi mente estaba en otra cosa. Quería saber como era íntimamente y no sabía como iniciar esa conversación. Como siempre el me llevó a ello permitiéndome hacer las preguntas que deseaba me absolviera.

"En cuanto a como soy con las mujeres. Pues se que soy diferente a muchos amigos que conozco. No me comporto como se comporta el gallo con su gallina", sonrió.

"Y eso?....Cómo es eso?", pregunté. De ahí fue de donde saqué el concepto que tanto uso cuando converso con amigos.

"Pues el gallo cuando desea estar con una gallina empieza su melódica canción junto con su baile de alas, así lo llamo. Estiran sus alas y danzan alrededor de la gallina como insinuándosele. La gallina se voltea toda coqueta y sigue corriendo mientras busca picotear por todo lado en la tierra. El gallo insiste hasta que la gallina se acomoda para la penetración"…..mientras me contaba mi cuerpo empezó a vibrar al verlo. Me imaginaba ser esa gallina y él ese gallo.

"El problema Mari es que el gallo se monta encima de la gallina y en un dos por tres se retira. Luego va a comer piedritas y a cantar por ahí mientras que la gallina se queda solitaria. Bueno. El paralelismo es solo superficial siendo esos animales inferiores, pero es como para dar ejemplo de lo que son muchos varones en la actualidad. Pican y se van dejando a su pareja con unas ganas locas de sentirse mujer. Se que yo no soy así. Tengo la fuerza mental como para sostenerme tanto tiempo como lo necesite mi pareja para sentirse muy feliz. Eso me complace, sabes?"

Mi cuerpo seguía hirviendo. No supe como seguir la conversación sin darle a conocer lo que estaba sintiendo.

"Cuando te conocí Mari supe de inmediato que eras la mujer ideal para mi. La fragancia especial que tu cuerpo emite lo sentí a la legua. Es una delicia. Supe en ese momento que eras especial."

"Si? Como así especial?", dije mirándolo fijamente y con una sonrisa oculta.

"Pues para mi lo eres. Eres especial en muchos sentidos. Lo especial de tu ser como mujer es que siento que tienes esa misma fuerza, que tengo, para sostenerse estando en la intimidad y si fuese así también la de ser multiorgásmica, entregada totalmente a esos momentos de placer indescriptibles para muchos. Sólo aquellos que tenemos la convicción de dar todo para recibir todo sabemos de lo que hablamos. Verdad?"

Sólo lo miré. Mis ojos contestaron su pregunta.

"Ahora sabes mucho más de mi", dijo. "Y yo de ti. Sólo quería saber lo que sentías Marí. Sabes ahora que te amo y que lucharé por ese amor con todas mis fuerzas. Sabes que no soy egoísta en eso del amor. Se compartir si la felicidad es parte de ese entendimiento".

No lo entendí muy bien en ese momento. No quise preguntar detalles. Pero supe luego que sabía que me sentía feliz plenamente estando con un hombre como con una mujer siempre y cando hubiera esa compatibilidad en ambos…o en los tres.

Daniel me tomó de las manos y me besó. Cerré mis ojos y me deje llevar…..el paraíso estaba allí en ese parque….el Olivar fue testigo de ese primer beso. Mi cuerpo todo se lleno de pasión. Lo abracé devolviéndole el beso. Mi cuerpo se sacudió. La ternura me envolvió. No había tiempo para más.

Daniel se fue a Francia dos días después. El día anterior nos llevó a comer a mi hermana y a mí. Disfrutamos muchísimo ese día. El mismo día de su partida me llamó a casa para darme un beso de despedida…un volveré pronto. Fue divino. Esos recuerdos los vivo a diario a partir de ahí empecé a sentir ese algo especial que me cambió totalmente.

Sin embargo hubo un sentimiento de pena en mi casa en esos días. Mi esposo falleció en un accidente de auto. Sufrí por mi hija esa pérdida. Y algo por él. No fue su culpa el haber sido como fue. Hay relaciones de padres e hijos que conllevan a la delimitación de la vida de estos últimos. La liberación de esas ataduras sólo es posible si el que las tiene logra entender el problema y se libera solo. En el amor de parejas no hay terceros familiares que deban jamás intervenir. Eso fue lo que sucedió en mi hogar…ahora de dos. Pero la vida debe seguirse enfrentándola con toda la fuerza que tenemos. Las piedras que nos hicieron trastabillar no deben hacer lo mismo en el futuro. La experiencia vale muchísimo….aunque no la quieran ver algunos "especialistas" en la actualidad.