María Jesús (7)

Su glande ya lubricado por mis besos se posesionó de la cavidad externa de mi ano. Poco a poco sentí como ese miembro de pasión ingresaba dentro de mí.....

María Jesús VII

El miembro era grande, de unos 21 cms, grueso, de unos 5 cms. de diámetro. Circuncidado como buen judío, mostraba su glande libre de toda sujeción. Veía como su rostro me transmitía su deseo, cómo sus manos, que sujetaban las mías, me decían: Ya!, te necesito amada mía!!!!. Veía como esos ojitos suyos irradiaban luz de alegría, dicha, pasión.... enorme deseo. Así que cerré mis ojos teniendo su rostro grabado en m mente, mi cuerpo se deslizó lentamente hacía abajo, buscando aquel miembro rico de mi amado. Sentí como éste tocó mi glúteo izquierdo, moví mi cadera para que encontrara mi agujerito ya a la expectativa.....Buscaba con pasión, derecha, un poco a la izquierda....ahí.....ahí estaba. Su glande ya lubricado por mis besos se posesionó de la cavidad externa de mi ano. Poco a poco sentí como ese miembro de pasión ingresaba dentro de mí.....Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh...... que emoción, que placer........ Sentí el glande ingresar todo y aferrarse en su posición. El resto de ese monumental pene latía vigorosamente como reclamando su derecho a ingresar. Mi cuerpo reaccionó. Moví mis glúteos para atrás introduciendo rápidamente todo ese pedazo de carne hasta comérmela toda. Me detuve. Presioné con mis músculos interiores...deseaba poder succionarlo....intente hacerlo con mi culito. Prensaba y soltaba, prensaba y soltaba...hasta que mi adorado reaccionó. El mete y saca fue increíble. Sentía como salía de mi interior para luego meterse hasta el fondo de mi vagina.... se abría paso despacio e ingresaba despacio. Se quedaba en la mitad haciendo algunos giros para luego ingresar y volver a girar. Salía. Entraba. Salía. Se metía unos centímetros deteniéndose para que el glande pudiera ser sentido por mi cuevita en su boca. Ese glande me alocaba. Lo sentía salir y entrar sólo a él....hasta que de pronto cambiaba y se metía hasta el fondo. volvía a salir y a meterse.... ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh que locura...... agggggggggghhhhhhhhhh.... me vine una, dos veces...... ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh........ Quería más y más.................. deliciosoooooooooooooooooooooooooooooo....... entraba y salía con una velocidad increíble. Me sentí alocar cuando nuevamente quedó el glande, esa cabecita deliciosa, entre mis labios vaginales.......ese mete y saca de solo un centímetro me volvía loca....ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh...... dame más!!!!!!!!!!!!!!!...... así, así........siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...... Y luego hasta el fondo. Otro mete y saca que abría mis ojos como suplicando no termine nunca....... Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh..... Otro orgasmo......Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh .... y sentí como ese miembro endiabladamente grande se hinchaba as y dejaba salir a borbotones sus exquisitos manjares.....Aggggggggggggg ggggggggggggggggggggggg..........Sii iiiiiiiiiiii iiiiiiiii........ Me entregué a el con todas mis fuerzas. Eso era lo que recibía de mi adorado y eso era lo que mi cuerpo y alma toda le entregaba. Embriaguez de amor. Placer exquisito. Mi amor precioso......siiiii......mi Daniel.

Casi dos horas estuvo mi cuerpo reaccionando a los embates de mi adorado sin sentir esos líquidos de aroma perfecta. Mi cuerpo estaba laxo......increíblemente laxo..... Una paz y tranquilidad increíbles inundaron mi alma. Me sentí feliz....muy feliz.... totalmente satisfecha..... Como nunca en mi vida satisfecha...... Los nombres de aquellos que me hicieran vibrar en su momento pasaron por mi mente...... e iban desapareciendo entre nubes.......Oscar......Juan...........Efraín (pese a todo, mi esposo), Antonio.......Ohhhh que delicia no había punto de comparación pese a que en sus momentos cada uno de ellos había sido para mi alguien especial..... Ahora sólo quedaba agradecimiento, recuerdos, recuerdos.....que se envolvían en nubes y se diluían en un nombre......Daniel....... Sentí como esas manos acariciaban mi cuerpo, como sus dedos jugueteaban con mis piernas como sus labios endulzaban mis pezones mordisqueándolos..... Como otra mano acariciaba mi rostro....abrí los ojos y vi la carita más hermosa que pueda alguien ver jamás......esa sonrisa maravillosa que me embriagó siempre....y ese halo de luz que rodeaba su faz.......Sus labios encontraron los míos. Nos besamos. Sentí su boca como abrazaba mis labios dándome ese calor que nunca había sentido en ellos. Nada de lengua. Solo un beso maravilloso que duró, horas?....... Sus manos seguían acariciándome toda. Mi cuerpo ya no era mió. Era suyo. Se entregó totalmente a esas caricias. Sentí sus brazos rodearme, sentí su cuerpo encima del mío. Ese miembro enorme junto a mi vagina.....jugaba vibrando. Que calor! Mi cuerpo ardía de deseos nuevamente. Sus labios no dejaban de saciar mi sed de placer.... Ahhhhhhhhhhhh.......................me vine nuevamente........sólo con sus besos......que delicia..... Cómo hace eso?..... Mi cuerpo reaccionaba, se movía de un lado a otro dándole a mi amado Daniel todo lo que pudiera salir de mi, mi orgasmo total, mi placer todo era de él en esos momentos. Ohhhhhhhhhhhh. Esos brazos presionaban mi cuerpo y lo hicieron girar para colocarse mi Dan debajo de mi. Me miró a la cara. Me besaba la nariz, me miraba....me besaba los ojos, me miraba. Besaba nuevamente mis labios y jugaba, ahora si, con su lengua.....uniéndola a la mía...... Su enorme muñeco hacía lo suyo por abajo. Crecía. Crecía. Mi cuerpo reaccionó. Me arrodillé encima de el buscando al mismo tiempo que me metiera todo ese precioso pedazo dentro de mi. Me movía buscando. Mis caderas se movían. Levanté una rodilla un poco y lo encontré cerca....sentí ese glande enorme.... lo metí a poquitos dentro de mi......sólo el glande...... ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh que ricura............no aguante mucho hasta que me senté encima sin reparos. Todo. Hasta el fondo. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh...... Presioné y presioné con mis músculos vaginales hasta sentir que lo tenía todo adentro y gozando.......Cabalgué. Cabalgué de arriba a abajo, De arriba a abajo...... mete y saca, mete y saca....... asiiiiiiiiiiiiiiiiiii iiiiiiiiiiiiiii.....................me sentía el mejor jinete del mundo. Mis ojos estaban cerrados....gozando... gozando.....Los abrí......Daniel me miraba.... su carita de gozo me transmitía un placer enorme..... "Mari", me dijo, y seguí moviéndome sin parar. Mi cuerpo se estiró completamente al sentir otro orgasmo..... AGGGGGGGGGGGGGGGGHH HHHHHHHHHHHOOOOOOOOOO...... pero era totalmente diferente............. me electrizaba ese enorme pene que tenía adentro.......... convulsioné mientras salía de mi boca otro ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh riccooooo oooooooooooooooooooooo oooooooo................aghggggggggg ggggggggg ggggggggggggggghhggggg ggggggggggg....... Convulsionaba pero sentía como un lejano mete y saca, un lejano mete y saca.......ya no era mi cadera en movimiento sino la de mi adorado Daniel que subía y bajaba la suya.........mete y saca....mete y saca..... el jinete de pronto se tornó en potrilla y el potro en jinete....... Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii......sentí su peso al girarme y echarse encima de mi...... Sentí como se arrodillaba encima como lo hiciera yo.......sentí como ese pene hermoso se metía muy dentro de mi presionándome todo mi interior. Cabalgaba. Cabalgaba él ahora. Yo tomé con mis manos las cobijas de la cama y sólo atiné a presionarlas muy fuertemente. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, gemía, ohhhhhhhhhhhhhhhhhhh.......... Mete y saca, mete y saca....no había fin para ese mete y saca que me estaba trastornando. Otro orgasmo mío......no se cuántos, ya no los cuento amor mío......pero son para ti......Ahhhhhhhhh.....y otro mas........ Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...... que placer tan enorme....... Sentía esas manos de Dan como acariciaban mis senos. Los amasaban con amor, con pasión, con ternura, con deseos enormes de hacerme suya una y mil veces............ Mis hombros, mi cuello, mis rostro........ ohhhhhhhhhhhhhhhhhhh......... que rico papito siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiigguuuuuuuuuuuuuuueeeeeeeeeeeeee.......... Ahhhhhhhhhhhhhhh....Otro orgasmo. Sentí como Daniel tensaba su cuerpo. Cómo éste se pegaba al mío. Cómo sus manos me preparaban para lo que vendría después. Para lo que me iba a dar.......... Siiiiiii amoroooooo.....siiiiiiiiii........ Cabalgaba rápidamente. Subía y bajaba su cadera con soltura y metía y sacaba de mí ese enorme y preciado pene....... ahhhhhh....... Mete y saca, otro mete y saca dentro de sus subidas y bajadas...... Cabalgaba....... Hasta que de repente sentí como algo salía de él y me llenaba toda. Mis entrañas se inundaron nuevamente de ese líquido caliente. De ese néctar que sólo él puede darme. AhhhhhhhhhSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII..........Seguía saliendo y saliendo mientras que mí cuerpo reaccionaba dándole los suyos... Se sucedían los segundos, los minutos....nuestros cuerpos reaccionaban y se volvían uno....... me relajé totalmente y sentí como mi cuerpo descansaba..... Ya no estaba ahí....flotaba...estaba en las nubes..... Veía al mundo en su belleza total. Sonreía llena de dicha y agradecimiento..... La luz volvió a mis ojos... El peso de mi Daniel volvió a mi cuerpo. Este reposaba con sus codos en la cama para no recaer totalmente encima de mí. Me miraba. Besó mis labios. Besó mis ojos. Lo abracé. Lo amé. Totalmente entregada a el. Lo amé a partir de ahí muchísimo más. Fueron cuatro, cinco horas? Me parecieron más, muchas más.

Recuerdo ese momento tan perfectamente que es como si tuviera una película dentro de mí. Daniel, nuestro profesor de informática llegó a mi vida para cambiarla completamente. No fui su gran discípula, por así decirlo, pero si fui quien supo ganarse su amor para siempre.

Recuerdo cuando nos llegó el día de nuestra primera evaluación.

"No suelo tomar exámenes en la universidad, dijo. Lo que hago es evaluar a mis alumnos permanentemente durante el proceso del cumplimiento de sus tareas y demás en clase. Pero se hace necesario para los efectos de los informes a su empresa. Así que les anticipo que la próxima clase tenemos una evaluación de hora y media en la que se incluirá todo lo aprendido hasta la fecha. No se alarmen por ello pues, como saben, si no han aprendido lo básico no hubieran podido llegar a donde están ahora.. Así que, entendiendo eso, entenderán que podrán con cualquier evaluación que se les presente. Alguna pregunta?"

"Si", preguntó alguien por ahí. "Cuando nos darán el resultado del examen?"

"Quince minutos después de terminado saldrá una publicación con las notas de cada uno. La pegarán en el pizarrón respectivo".

Todos estuvimos de acuerdo con ello. Sabíamos que dependiendo de la evaluación seríamos catapultados en el puesto con más trabajo o mejor cargo. Personalmente sabía que era eso último para mí.

Oscar ya no estaba en la empresa como señalé en los relatos anteriores. Juan era el que velaba por que todo saliera bien en RRII…. Y yo me esmeraba en que ello sea cierto.

Los días que pasaba con Juan en la casa de playa habían sido deliciosamente encantadores. Los juegos de naipes con sus amigos habían dado paso a otro tipo de juegos en los que ya no le era posible a él participar dado el monto exorbitante de las apuestas. Él, pese a ganar muy bien, no se podía dar el lujo de apostar así. Por lo que optamos por retirarnos poco a poco. Mufa entendió su posición y quedó claro que la amistad jamás se rompería por una situación así. Sin embargo, fueron las esposas las que me pidieron a mí que siguiera asistiendo a las reuniones. Como teníamos amistad fuerte con ellas les dije todo lo que estábamos pasando en nuestra relación. La imposibilidad de salir más de ciertas horas y otros argumentos. Ellas entendieron y se ofrecieron a darle solución al problema.

Un día, luego de llegar a casa, eran cerca de las 1930 horas, tocaron a la puerta y me di con la sorpresa de encontrarlas a todas.

"Hola Mari, gritaron al unísono, sorpresa!!!! Queríamos caerte de improviso. Trajimos todo para poder jugar un poco por acá."

Y sacaron de los vehículos las bebidas y bocaditos que siempre llevábamos a las reuniones de playa.

Efraín llegó media hora después y se encontró con un grupo de damas jugando bridge, conversando y riendo. Mi hija Marla llegó poco después y se acopló a la reunión cosa que no hizo Efraín. Él sólo saludó y luego de unos minutos se retiró a su habitación sin decir palabra. Marla sin embargo, estaba impresionada por mis amigas y por como vestían. Supo desenvolverse muy bien.

Mientras jugábamos una de mis amigas dijo:

"Bueno Mari, hemos acordado todas realizar este tipo de reuniones periódicamente, quizá una vez a la semana, en casa de cada una de nosotras. Queríamos invitarte a que vayas a casa de Diana el próximo viernes. De repente nos animamos y nos tomamos un fin de semana juntas en cualquier momento. Con el permiso de nuestros esposos por supuesto".

"Por supuesto", dije, viendo a Marla sonreír.

"Ah, el acuerdo para las reuniones ha sido así: La anfitriona fuera de poner la casa, pondrá un plato fuerte que servirá de cena para todas. Las demás, de acuerdo a esta relación, llevaremos; bocaditos, bebidas, algo de licor, velas e incienso para…. elevar los ánimos….", dijo guiñándome el ojo. Sabía a qué se refería ese elevar los ánimos. "Así todos tendremos algo que hacer y de que preocuparnos sin que nos resulte oneroso. Te parece?"

"Será maravilloso. Voy a tener que hablar con Efraín para ver cómo hacemos. De qué hora a qué hora será la reunión?", pregunté.

"Pues. Como tú y Susy trabajan creemos que podríamos iniciar a las 1900 horas y terminar a las 1200…. O más si nos animamos…..si?"

"Me encantará eso", dije viendo a Marla. "De repente vas alguna vez y me acompañas", le dije. "Podrá en algún momento?", pregunté.

"Por supuesto. Es más, habíamos pensado que si decidimos ir un fin de semana a la casa de playa podríamos llevar a nuestros hijos. Tendrán en donde quedarse sin problemas y divertirse también mientras nosotras proseguimos con lo nuestro. Así que eso tiene solución."

Seguimos jugando hasta las 11:00 pm. más o menos hasta que decidieron acabar con el juego. Las acompañé a sus vehículos.

"Bueno Mari", dijo Diana, "ya encontramos la solución para nosotras. Ahora esta en tus manos el que tú esposo acceda".

"Creo que no habrá problema cariño", le dije. "Eso de que los hijos puedan ir de cuando en cuando ha sido genial".

Así es como se solucionó el mantener nuestra relación de playa.

Los días siguieron y el trabajo se hizo un poco más complicado para mí. Ahora Juan me había pedido que ayude a mi hermana en la redacción de una serie de documentos ya que tenía que exponer la situación laboral de la empresa en unos días. Los gerentes entraban y salían de la oficina para luego, en la tarde, reunirse con algunos del Directorio.

Mis clases de Finanzas se tornaron en monótonas tardes en mi casa en razón a que Juan estaba en esas benditas reuniones.

Pero no así las de informática. Ya mi hermana y yo habíamos entablado un nivel de amistad hermoso con Daniel….. Si, lo tuteábamos, pero sólo cuando estábamos a solas. De cuando en cuando me llamaba por teléfono para preguntarme sobre mis tareas. Bueno, lo hacía con todos. Pero era emocionante poder conversar con el. Un día de esos recibí su llamada como de costumbre.

"Hola María Jesús", me dijo. "Apuesto que ya tienes todo preparado para clases". Dijo graciosamente.

"Hola Dani", le dije. "Sabes que si. Me di un tiempo anoche para hacer esos trabajos de Excel. Voy aprendiendo, voy aprendiendo", dije entre risas.

"Me alegro. Sabes que si tienes alguna pregunta sólo debes de llamarme. Total, puede ser a cualquier hora pues no suelo acostarme hasta algo entrada la noche".

Y empezamos a conversar. Ya no de las tareas sino de nosotros. Supo así lo de mi familia y yo supe algo de él.

"De repente podemos conversar con un café riquísimo", me dijo.

"Bueno, eso sería fantástico. Me estás invitando?" Pregunté.

"No deseo ser causa de un problema en casa Mari", dijo. "Pero si fuese posible. Sería maravilloso también para mi".

Me quedé de una pieza. Daniel me estaba invitando a salir. A tomar un café. Pero ya era algo que, como supe después, no había hecho con nadie. Me sentía totalmente halagada.

"No lo serás Dani", le dije. "Será hermoso poder salir a tomar ese café y conversar un poco ya fuera de cosas de informática".

"Que bien. Entonces…..te parece este jueves después de clases?. Sólo una media hora para que no tengas problema de llegar temprano a casa".

"Me parece muy bien", dije sonriendo. "Pero, no crees que será algo incomodo que nos vean salir juntos del local?"

"Cierto. Pensaba más bien en esperarte en algún sitio de tu preferencia, cercano al local."

"Ok. Entonces espérame en el Centro Camino Real. Debajo del Banco de Crédito hay un restaurante italiano agradable que tiene una zona reservada. Es simpático."

"Creo ubicarlo en mi mente", dijo. "Es un reservado en un segundo piso de madera, con baja luz … muy agradable por cierto".

"Hummm" dije, "creo que ya has estado por ahí". Pensando en que había llevado a alguna chica.

"Pues si. Hicimos ahí en algún momento una reunión de profesores para homenajear a quienes cumplían años en el mes".

"Bueno. Estaré ahí unos 15 minutos luego de salir el jueves. Está bien?"

"Está perfecto Mari. Estaré a la hora. Te dejo trabajar". Y se despidió.

Mi corazón latía a cien por hora. Daniel me había invitado a tomar un café. No sabía si decírselo a mi hermana o no. Estaba feliz.

Al terminar el día salí con mi hermana con dirección a casa. Conversamos algunas cosas de la empresa. Me animé a contarle lo de Daniel y lo hice:

"Hermanita, sabes que?..... Daniel me invitó a tomar un café el jueves!!!!!!"

"Daniel? El profe? Noooooooo", dijo. "Cómo así, cuéntame".

Y le conté en detalle lo sucedido ese día. No salía de su asombro y no dejaba de mirarme de reojo mientras manejaba. Cerca de casa se detuvo y estacionó el vehículo junto al parque que ya tanto conocía.

"Mari, no te habrás insinuado con él", preguntó.

"Nooooooooooooo, claro que no. Cuando conversamos lo hacemos siempre juntas. Tú y yo. Pero hoy día conversamos un poco más. Ya no sólo de las tareas como suele hacerlo sino de nosotros. No te parece lindo?"

"Pues claro. Pero qué le dirás a Juan al respecto. Le dirás? Y Efraín? Yo sé cómo están las cosas con ellos…. Pero también pienso en que debes de tomar decisiones muy personales al respecto. No crees?"

"Lo sé hermana. Sólo quería contarte lo que me pasó hoy. Y que me siento muy contenta con ello".

"Será que estás enamorada Mari?"

"No digas eso Elenita. Sabes que el sólo escucharlo me hace sentir cosas raras en el cuerpo. Pero se que lo mismo le sucede a muchas de nosotras…creo que también a ti.

"Es muy guapo Mari. A cualquiera le puede pasar eso."

"Supongo que si. Pero espero que la amistad nuestra sea lo linda que quisiera."

"Igual yo Mari. Sólo te pido que te cuides mucho."

"Lo hago hermanita. Siempre". Acordándome de todo lo que había pasado desde mi primer encuentro con Oscar.

Pasaron las horas y llegó el día de nuestra cita. Las clases se llevaron normalmente. Al concluir mis amigas y yo nos dirigimos, como acostumbrábamos, al sanitario para arreglarnos un poco. La mayoría de ellas eran recogidas por sus esposos o novios. Mi hermana se retiraba con su esposo e hijos mientras que yo pedía siempre un taxi para ir a casa. Ese día mi destino fue otro. Subí al taxi y le dije que me llevara al Centro Camino Real.

En el trayecto vi a muchas de las parejas del local tomados de la mano. Radiantes de alegría y amor. No tardó ni cuatro minutos el Taxi en llegar a destino. Bajé e ingresé. Mi paso era firme. Estaba tranquila, feliz. Ya había visto s Daniel en clases. Lo había "sentido" al tocarme el hombro para indicarme algo que sucedía en pantalla. Vi su sonrisa. Su rostro cerca al mío. Sentí que mi cuerpo hervía a su lado. Hasta que mi hermana me tiró un codazo diciéndome:

"Hermanita, cuidado. Que acá los ojos ven más allá de lo que deben ver".

Así que mis sentimientos trate de calmarlos ante la presencia de Daniel. Al llegar al restaurante no lo vi. Pensé que demoraba un poco en el local. Pero uno de los mozos se acercó a mí y me preguntó:

"Señorita María Jesús?"

"Si?", respondí

"El Ing. Daniel esta esperándola arriba". Y me acompañó a donde estaba. Había reservado una mesa que no se podía ver desde donde me encontraba. Lo vi ponerse de pie. Un beso en la mejilla y un "Hola Mari" fue el comienzo de esa noche.

Nos sentamos y empezamos a conversar. Ya no de informática sino de nosotros. De mi familia, mi trabajo, del suyo y de la familia que tuvo en algún momento. De sus logros profesionales y expectaciones. Daniel ya era un hombre maduro y aún tenía expectaciones. "Como debe ser", me dije. Lo miraba y saboreaba en mi mente esa bella sonrisa. Parecía que leía mi mente pues cada vez que iba a preguntar algo el se anticipaba dándome una respuesta que no lo era…sino que era la continuación de su narración. Le conté algunas cosas del trabajo y haciéndolo me vino la tristeza. Recordé a Oscar y a Juan….."Juan un recuerdo?", pensé. Me dejó hablar sin dejar de mirarme a los ojos. Vio que por ellos recorrían algunas lágrimas y tomó mi mano.

"No tienes por que contarme esas cosas que te duelen", dijo. "Dejemos que sea el tiempo el que las borre y el que nos diga lo que debemos hacer…", no dejó de soltar mi mano mientras le respondía

"Está bien, gracias. No quiero que estos momentos lindos se malogren con un melodrama de mi vida."

"Gracias por lo de momentos lindos. Esperaba que lo fueran para ti. Y, gracias por aceptar mi invitación. Espero que no te haya perturbado mi….osadía de pedirte salir a tomar un café."

"Por supuesto que no. Al contrario, me sentí feliz…..", dije sin pensarlo mucho.

"Verdad?, gracias nuevamente entonces por la aceptación y por que te sentiste feliz."

Conversamos unos minutos más hasta que me dijo que creía que ya era tiempo para retirarnos pues iba yo a llegar tarde a casa. Salimos a la avenida y me despidió con un beso en la mejilla luego de detener un Taxi para mí.

"Quizá podamos vernos pronto. Te parece?"

"Me encantaría Daniel", dije.

"Entonces que sea el día lunes en que no tenemos clases. Si? Espero que puedas a la hora de salida. Te llamaré a medio día".

"Esta bien", dije. Un beso en la mejilla selló ese compromiso.

Ya en casa recibí la llamada de mi hermana. Marla me había dicho que estuvo llamando a cada momento.

"Mari", preguntó, "que tal te fue?"

"Encantador hermanita. Es una persona muy especial, tal y como siempre creí que sería. Creo que también lo supiste tú al conocerlo."

"Me alegro. Esperaba que no te hubiera retenido más de la cuenta… y así fue al parecer. Cuéntame mas….".

Y nos pasamos una hora conversando y detallando lo que quería saber. Hasta que Efraín llegó a casa.

Al día siguiente me llamó Diana para decirme que si podíamos ir a la playa con mi hija. Sería viernes, sábado y domingo en su casa. Que no me preocupara de nada que tendríamos todo, incluido amiguitos para Marla para que no se aburra. Consulté con Efraín y recibí una aprobación rápida.

"Si vas con Marla no hay problema", dijo. Y puso fin a la conversación como deseando eludir más el tema.

Le conté a Juan que iría con Marla y las chicas a Santa María. Se disculpó por no ir aduciendo que tenía labores acumuladas.

Elenita me dijo que tuviera cuidado y, lo que siempre dicen las hermanas…..

A eso de las 1800 horas nos recogió Diana e iniciamos viaje a la playa. Marla estaba encantada pues en el vehiculo había una chica de su edad con la que se puso a conversar casi de inmediato. Diana y yo nos mirábamos de reojo de cuando en cuando como aprobando que se hicieran amigas tan rápidamente. Al llegar ya Mufa tenía dispuesto donde dormiríamos. Le preguntó a Marla si no tenía inconveniente de dormir con Estefanie, la hija de Diana, obteniendo de ambas una respuesta aprobatoria. Lo que no sabían era que iban a otra casa a dormir junto a otras dos chicas. Supieron luego que la casa estaba al lado de la de Mufa y que era de una de las señoras que me acompañaban. Se sintió mas segura por ello…y yo también.

Ya a solas en la casa conversamos de muchas cosas. Como siempre estaba el tema del gobierno corrupto de turno, del gobernante "cholo" drogadicto y demás inmundicias de los políticos.

Los juegos siguieron como de costumbre para nosotras. Los muchachos no estaban todos por asuntos de trabajo pero los esperábamos para el día siguiente.

Diana y yo nos retiramos temprano a dormir. Los dormitorios estaban todos asignados. El mío lo compartí con ella ese día.

Cerramos la puerta. La presencia de mi hija en la zona me llenaba de seguridad más aun al saber como era esa joven amiga nueva que tenía. Mi cuerpo deseaba un baño y le dije a Diana si podía hundirme en las aguas de la tina por unos minutos antes de que ella lo hiciera.

"Sigue corazón", me dijo. "Yo entro después".

Ingresé al baño y me desnudé. Vi mi cuerpo en el espejo y lo sentí aún atrayente. Pensé en Daniel, en cuando me tomó de las manos. En su mirada. Pasé mi recuerdo hacia Juan, Oscar, Antonio, Gaby…. "Que bello cuerpo tiene", me dije. Diana se me vino a la mente. Era una mujer de 1.75, alta, caderas bien formadas y cintura como la mía, angosta. Tenía un rostro hermoso aunque según dijo se había hecho alguna que otra mejora estética. Pero era bella. Cabello rubio lacio que le llegaba a los hombros. Una boca carnosa. Le encantaba darle besos a su esposo según supe de ella en un momento. Mi cuerpo reaccionó al agua caliente. Se relajó. Pase mis manos por el como deseando darme masajes. Cerré mis ojos. Increíblemente se me vino a la mente Efraín. No sabía porqué me puse a pensar que había accedido muy rápido a mi pedido. "Estará con alguna mujer por ahí?", me dije. "Bueno, espero que le vaya bien en ese aspecto y que la pobre sepa desde el principio quien es realmente".

Diana me encontró en la tina con los ojos cerrados y sumida en mis pensamientos. Ingresó con una bata de seda roja sin perturbarme. No me di cuenta de su ingreso hasta que sentí su mirada muy cerca.

"Que piensa esa cabecita", me dijo? "Espero que no estés con problemas. No son momentos para ello. Ahora sólo debes descansar".

Abrí los ojos y la vi. "No", le dije. "Sólo recordaba momentos agradables y deseaba sentir el calor del agua".

"Te acompañó?", me preguntó. La miré a los ojos. Eran bellos. Accedí.

"Claro, hay espacio acá para dos. Así podremos conversar".

Su bata cayó al suelo con lentitud. Mis ojos permanecieron mirándola. Tenía un cuerpo bellísimo. Me miraba. Así, sin dejar de hacerlo, se introdujo en la tina calmadamente como deseando que la admirara en todo momento. Su cuerpo empezó a mojarse con las aguas que bañaban el mío. Se sentó frente a mí. Sus pies se abrieron para que los míos ocuparan ese espacio. Se mojó el cuerpo con las manos, luego el rostro antes de meterse de cuerpo entero resbalándose en el agua para luego salir. Su rostro radiaba alegría. Me sonrió. Tomó mis piernas nuevamente para acomodarlas entre las suyas. Un pie sintió las caricias de sus manos. Jugaba con cada uno de mis dedos masajeándolos. Mi cuerpo se relajaba, sentía esas caricias…esos masajes. Siguió mi pantorrilla. Poco a poco sus masajes me hacían sentir cosas bellas en mi cuerpo. Siguió el otro pie, luego la otra pantorrilla…. Diana sabía como calmarme. Mi cuerpo veía al suyo y quiso hacer lo mismo. Tomé sus piernas y empecé a darle masajes calmados. Una pierna subió a mis pechos la tomé en mis manos y llevé esos dedos a mi boca. Besé cada dedo de esos maravillosos pies. Diana reaccionaba. Mi cuerpo también. Replegó ambos pies para ponerlos frente a mi cuerpo debajo del agua buscando…..buscando. El dedo gordo del pie derecho se volvió travieso y empezó a buscar mi interior. Mis piernas sintieron esa búsqueda y se abrieron raudas. Sentí en esos momentos como ese dedo ingresaba calmadamente a mi agujerito lleno ya de mis jugos. Deseaba sentirlo dentro. Y lo sentí. El dedo se introdujo casi todo dentro de mí. Se movía como un pene pequeño girando para todo lado. Mi boca quiso gemir pero Diana no me dejó. Sentí como una de mis piernas salía para dirigirse a su boca. La besaba con pasión. Me gustaba, sentía vibrar mi cuerpo. Veía a Diana con los ojos cerrados. Su cuerpo pegado a mi pierna en una posición sólo nuestra. Ese dedo suyo estaba dándome un placer increíble. Nos miramos me eché para adelante. La besé. Sentí la respuesta de sus labios y la exquisitez de su lengua. Reposé luego mi cara en su pecho para sentir sus caricias en mi cabello. Sus manos acariciaron también mi cuerpo…. Masajeándolo con dulzura.

Nos miramos nuevamente poniéndonos de pie. Una toalla ocupó el lugar del piso y nos paramos en ella para secarnos mutuamente. Tomados de la mano nos dirigimos a la habitación. Diana se sentó en la cama atrayéndome hacia si. Mis senos quedaron al alcance de sus labios. Aprovechó el momento y los besó, uno a uno, succionándolos, deleitándose con ellos mientras mi cuerpo se arqueaba y gemía de placer. Mis pezones alcanzaron su dureza mayor. Diana estaba radiante. Una mano acariciaba fuertemente mi culito y buscaba ese agujero que deseaba ser objeto de placer. La eché en la cama abriendo sus piernas y me arrodillé entre ellas. Su vagina quedó a mi alcance y la puse en mi boca. Chupe ese clítoris que se me presentaba maravilloso. Mi lengua jugaba y se enriquecía con tantos manjares. Mi lengua penetró en su agujero, mis dedos también encontraron lo suyo. Diana gemía. Su cuerpo se llenó de vibraciones. Mi cabeza era sostenida con fuerza como deseando que no la dejara…. Sentí un gemido fuerte. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, Diana me daba su primer orgasmo. Que delicia. Mi cuerpo se agitaba con el de ella. Besé sus muslos y jugueteé con mi lengua en ellos. Diana seguí moviéndose. Otro Ohhhhhhhhhhhhhh, salió de su boca. Su cuerpo giró un poco y me atrajo hacia si. Mi cuerpo comprendió el mensaje y giró con el de ella. Mi vagina quedó al descubierto. Sus ojos me contemplaban mientras mi lengua jugaba con su clítoris. Sentí como su boca se cerraba en el mío. Sentí como esa lengua me succionaba, empezando a vibrar. La tenía encima de mí. Mi vagina era presa de sus pasiones y la de ella de las mías. Nos abrazamos mientras nuestros cuerpos se llenaban de placer y caricias. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh de ambas. Otro Ohhhhhhhhhhh fue el que nos llevaba al paraíso. Estuvimos disfrutando de esa posición por muchísimos minutos. Diana se relajó con un gemido. Su cuerpo quedó en la cama. Estaba bellísima. Quise proporcionarle mas placer. Yo era multiorgásmica, ella no. Pero sabía disfrutar de lo que tenía. Besé sus ojos para abrírselos. Lo hizo.

"Querida", me dijo. "Es maravilloso sentirte".

"Ah", respondí, "no creas que he acabado contigo, recién empezamos", le dije guiñándole el ojo.

Sonrió. La tomé de la cintura y la volví al borde de la cama. Alcé su cadera y la hice arrodillarse en el borde. Su culito quedó a mi merced. Su vagina reluciente de sus jugos seguía latiendo. Me arrodillé nuevamente. Metí mi cara en ella y puse mi lengua en ese culito que se abría….. Diana gritó…..

"Mari, qué haces?"....

Seguí metiendo mi lengua por ese agujero delicioso. Metía y sacaba. Mientras que mis dedos hurgaban por su vagina y clítoris. Bajé mi lengua y se topó con ese clítoris ya lleno de vida. Chupé hasta que sentí a Diana convulsionar. No quise que se detuviera. Mis dedos buscaron ese potito delicioso y penetraron en el. Uno a uno….dos eran suficientes, por ahora. Los metí suavemente Diana gemía. La recliné de lado con la pierna derecha subida. Mi lengua seguía chupando esa conchita deliciosa mientras que mis dedos hacían que Diana sintiera cosas maravillosas. Gimió.

"Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. Mari".

Y me entregó otro orgasmo delicioso. Su culito se abrió para mí nuevamente mientras que Diana suspiraba con cada metida. Ahhhhhhgggggggggggggggggggggggg.

"Mari.iiiiiiiiiii.", decía.

Se relajaba, su cuerpo se pegó al mío. Así nos dormimos. Mañana sería otro día. Diana sabría que hacer conmigo. Nos dormimos abrazadas. Su pecho palpitaba junto al mío. Voltee para darle a mi culito el placer de su cercanía. Diana se pegó y me abrazó tomándome de los senos. Dulces sueños para ambas. Nos dormimos.