María Jesús (3)

Vi sus ojos cómo me miraban. Vi su cuerpo cómo reaccionaba a mi mirada. Noté, en el disimulo de mi mente, cómo su pene estaba crecido. Mi cuerpo sintió un rayo. Bajo éste de la cabeza y llegó a mi clítoris……. Fue tremendo.

María Jesús III

Amaneció temprano ese día. Mi hermana me recogió como siempre y nos dirigimos al trabajo. Lo de siempre. Los fríos buenos días de unos, las miradas picarescas de otros ahora detectadas, otras miradas también frías de algunas conocidas…. Lo de siempre. Un amigo se me acercó a recepción y me dijo:

"Estás bellísima Mari", sorpresa para mí. Era un amigo que jamás tuvo la audacia de decir esas cosas….

"Gracias", dije, "qué milagro es este?".

Oscar llegó también temprano pero encontró a muchos recorriendo el pasillo y cerca de mi escritorio. Saludó como siempre e ingresó a la oficina. Al poco rato salió diciéndome que iría a la gerencia general. Una hora después ya había recibido la información del día y se disponía a transmitirla a quienes correspondiera.

"Marita", me llamó, "ven un momento por favor".

Cerré la puerta como siempre lo hacía. Me acerqué a él y me besó con avidez.

"Buen día amor", me dijo, "soñé contigo toda la noche"

"Igual yo papito. Sueños riquísimos".

Me comentó el inicio de las clases de informática para luego informarme que también estaba dentro de un programa de capacitación en contabilidad y finanzas. Me dijo que tendríamos que dejar de vernos, con mucho pesar de su parte, al menos por esos días en que tuviera que estar en clases a fin de que prestara la máxima atención y mejores calificaciones. Manifestó su deseo que todo saliera muy bien para mí pues ello iría en beneficio de mi carrera en la empresa. Había la posibilidad, según él, de que me trasladaran a Finanzas luego de la culminación del curso. Eso me sorprendió.

"Reubicarme", dije realmente sorprendida, "porqué? Acá estoy bien contigo."

"Yo también amor. Pero ese recorte de personal esta haciendo que se busque la reubicación aceptable de aquellos que permanezcan. Finanzas ha solicitado tu capacitación y espera contar contigo dentro de poco según la gerencia general."

Eso fue todo. Luego de decirnos lo que sentíamos uno del otro y que ello no cambiaría para nada lo nuestro continuamos realizando nuestras labores.

Al día siguiente se daría inicio al curso de Contabilidad y Finanzas y la semana siguiente comenzaría el de Informática en nuestra sucursal de la Avenida Argentina. La rutina diaria dió paso a la salida. No pude ver a Oscar ese día pues había ido a finiquitar términos de contrato con la empresa del curso de informática. Quería solicitar al mejor profesor que tuvieran. Mi hermana y yo salimos a la hora normal.

"Quién como tu Mari. Dos cursos al mismo tiempo. Creo que te están tomando en cuenta para alguna comisión sabes?" Dijo.

"Algo así me dijo Oscar", le manifesté. "Dijo que tenía la posibilidad de ir a trabajar a Finanzas".

"Oscar?, tuteas a tu jefe?, preguntó sorprendida.

Me quedé helada. No supe de inmediato qué decir, pero tenía que decir algo porque no deseaba que mi hermana sospechara siquiera el grado de intimidad que mantenía con él.

"Claro que no!", le dije, "sólo te dije Oscar porque ese es su nombre."

"Pues no se te ocurra llamarlo así delante de tus amigas por allá pues ya sabes como podrían interpretar esa intimidad con el jefe", casi regañándome. "Que te vaya muy bien hermanita", añadió, "mañana empiezas con tus clases de Finanzas así que no se si te vendrás conmigo. Cuando lo sepas, dime cómo son tus horarios para coordinar esto, ok?".

"Por supuesto Elenita"….. Nos despedimos. La noche se pasó sigilosamente…..

Oscar, al día siguiente, estuvo algo triste. Me dijo que lamentaba no poder verme tanto como lo hacíamos hasta la fecha. Pero que veríamos la manera de que esto se solucionara para la felicidad de ambos. Me alegré al verlo feliz luego de que tuviéramos unos minutos a solas en la oficina. Decidimos buscar juntos la solución. Su carita resaltó de alegría cuando lo besé.

A las 1200 horas en punto me llamó don Juan para decirme que me esperaba en tal parte y que de ahí veríamos a donde ir a conversar.

Salí y lo encontré a pocas cuadras de la empresa como había pedido. Bajé del Taxi y don Juan, al verme, bajó de su vehículo y se cercó a recibirme:

"Hola Mari. Gracias por venir. Almorzaste?", preguntó.

"No", respondí, "estaba preocupada por su llamada y decidí salir sin hacerlo".

"Mejor Mari. Desearía que me acompañes a almorzar mientras conversamos", dijo invitándome a subir s su auto.

Mientras nos dirigíamos a Miraflores me conversó sobre la situación que se había presentado con el asunto de los cursos. Sin embargo a todo se encontró solución, según él. Llegamos al Hotel Marriot. Luego de instalarnos en uno de sus comedores pidió una botella de vino blanco para acompañar a la corvina que comeríamos. Don Juan inició la conversación esperada diciendo:

"Marita, es de esperar que tengas una cantidad enorme de preguntas respecto a estas nuestras reuniones por lo que te pido me las hagas. Todas las que se te ocurran. Estoy para responderte antes de iniciar esta relación de amistad que me brindas".

"Don Juan, es cierto que tengo un montón de preguntas….", empecé a decir.

"Llámame Juan por favor. Creo que será mejor para ambos que cuando estemos juntos sea sólo Juan y no el don Juan de la empresa. Si?"

Lo miré con cierto asombro pero aprobé su pedido.

"Esta bien Juan. Gracias por la confianza. Me gustaría saber cuál es la situación real que se te presenta como para pedirle un favor a alguien a quien conoces poco. Nos conocemos, si, pero no tanto, no te parece?", pregunté.

"Cierto Mari. He venido observándote desde hace algún tiempo. Se de tus cualidades de profesional así como también se que eres una mujer hermosa, muy bella, que cautiva los corazones de muchos. Tu hermana me dice que estás felizmente casada. Eso debe ser grato para ti".

"Gracias Juan por esos halagos. No pensé que vieras en mi algo más que a la profesional. Eso me sorprende. Pero no creas lo mucho que se dice de mi y de mi matrimonio. Es, creo, como el de muchos…. Con problemas.", dije dándome cuanta que estaba tuteando al gerente general de la empresa.

"Yo soy de pocas palabras Marita. Siempre he sido de aquellos que van directamente al punto antes de darle vueltas y vueltas al asunto. Si te digo que eres bella es porque me siento atraído por ti y tu belleza y que veo que a eso se añade una combinación perfecta con tu desempeño profesional. De eso no cabe la menor duda. No puedo negar que me atraes pero se también que tienes las responsabilidades de una mujer con una hija así que eso lo respeto. Si tienes problemas con tu esposo supongo que eso es algo tan común para la época como comer una corvina. Conversaremos en su momento al igual que lo haremos de la situación de mi propia familia…. Que, para anticiparte algo, ya no la es pues estamos separados desde hace tres meses….", dijo.

"Supongo que los problemas familiares no son tan poco comunes como queremos ver", dije.

"Así es Marita. Pero dime…. Desde cuando tienes problemas con tu esposo?", preguntó.

"Creo que desde sus inicios Juan. No fue mi mejor decisión el casarme con él. Pero tuve que mantenerlo así por que me resultó cómodo y porque no tuve la capacidad ni fuerzas suficientes como para cortar ese vinculo."

"Que raro. Yo me siento exactamente igual Mari. Mi matrimonio tiene dos hijas que son mi bendición… pero no es lo que desearía. Desde hace unos años nos dimos cuenta que la cercanía de uno y el otro no era sino rutina. Y eso fue el inicio de la decadencia."

"Igual yo. Cualquier tipo de vínculo con Efraín, así se llama mi esposo, a partir de la noche de bodas quedó rota para convertirse en esa rutina de la que hablas. Una que conlleva a la falta de dialogo y pocos deseos de sentirlo cerca pese a quererlo en algunas ocasiones."

"Te entiendo. Yo llegaba a casa con deseos de tener a mi mujer cerca y amarla tanto como ambos deseáramos. Pero todo ello se fue a la porra y ahora mis deseos, pese a ser fuertes, ya no son para con mi mujer sino para alguien a quien admiro enormemente"

"Bueno. Esas cosas son muy personales Juan. Gracias por confiarlas. Supongo que todos tenemos similares problemas".

"Supongo que también tu tendrás deseos de estar con tu pareja pero, dado lo que me cuentas, no tienes alternativas".

"Las tengo, claro Juan. A veces me siento horriblemente usada. Como el gallo y la gallina… no se si me entiendes…. ", dije.

"Gallo y la gallina?", preguntó como no entendiendo.

"Pues si. El gallo cuando desea estar con la gallina se acerca a ella y está que la rodea y picotea. Un momento después se pone encima de ella y "plaff", la coge. Segundos después salta glorioso y triunfante de su "eventual presa" y la deja para irse a comer piedrecillas necesarias para su digestión. Así me siento a veces…. Como la gallina", dije sonriendo.

"Jajajajaja", rió Juan, "que buena es esa. Entiendo porque te puedes sentir así de mal. Eso implicaría que tu esposo, como el gallo, termine mucho antes de que siquiera tu empieces a sentir las delicias que pretendes sentir con esa relación", dijo ya entrando de lleno a un campo que pronto vería nos llevaría a otras cosas.

"Siiiiiiiii", respondí riendo, "así me siento. Una gallina que no siente lo que desearía sentir siempre. Sabes que esos sentimientos me fueron inculcados por mis amigas? No pude aprenderlo con mi esposo! Increíble pero cierto. Hasta hace poco", dije recordando a Oscar, "he podido saber lo que se siente en una real relación…. Así y todo, según mis amigas, todavía me falta muuuuuchooooo que aprender", dije riéndome.

"Pues ya somos dos Mari. No en el mismo sentido que tu lógicamente, sino que yo desearía poder tener una excelente relación y no tengo con quien y tu teniendo con quien no las tienes. Cierto?"

"Pues si. Así es.", dije. "Cómo es tu mujer Juan", pregunté.

"Pues creo que la conoces. La he llevado a las reuniones de la empresa un par de veces. Estabas tu ahí", dijo.

"Cierto", dije a la vez que pensaba que me había visto en esas reuniones, "pero me refería a cómo es en su trato".

"Así como la sentiste. Fría con mis compañeros de la empresa. Así la siento siempre."

Juan y yo habíamos iniciado una conversación mientras degustábamos los alimentos y el excelente vino. Poco a poco ésta se fue haciendo más y más íntima de ambas partes. Nuestras almas pareciera se habían abierto para dar paso a las verdades mas profundas de nosotros… aquellas que nos estaban haciendo daño. Al menos eso pensaba. Yo me sentía así. El contarle a Juan mi situación marital fue tanto como contárselo a Oscar en su momento y sentir un peso menos en el alma.

Juan de su parte, estaba contentísimo narrándome sus vivencias conyugales. A las 1500 horas ya habíamos concluido el almuerzo y la botella de vino. Se puso de pie y tomándome del brazo me dijo que iríamos a continuar con nuestra charla en una sala pequeña cercana. Al llegar al lugar nos ubicamos frente a la playa de Miraflores. El paisaje era hermoso y se sentía la calma del mar y la brisa nos traía esos aromas ya conocidos. Juan me dio a escoger entre un café y otra bebida. Le pregunté qué es lo que tomaría él.

"Tomaré un Pisco Sour. Lo hacen delicioso acá", dijo.

"Está bien. Te acompañó con lo mismo", dije.

Al poco tiempo de conversar de lo mismo trajeron las bebidas. Las copas no eran tan pequeñas como había pensado. Eran copas grandes y estaba delicioso.

Bebimos y seguimos conversando. Efraín y la esposa de Juan resultaron ser la pareja perfecta y nosotros llegamos a ser aquellos quienes descubrieron eso. Mi hermana estuvo en nuestros recuerdos y conversaciones. Marla, mi hija, también. Comentamos lo referente a los despidos que se estaban suscitando y de la posibilidad de que algunos gerentes también debían de salir. Dentro de la conversación se detuvo mi mente un momento. La mezcla de vino con Pisco ya estaba teniendo sus efectos en mí. La segunda copa de Pisco Sour resultó más exquisita. Pero, dijo gerentes? Oscar? Estaría él dentro de esa "relación"?

"Me alegro que esta primera reunión te haya sido de provecho Juan. Estás contento", dije.

"Eres tu la que sabe como alegrarme. Si te has dado cuenta, no han sido mas que sonrisas desde que estoy contigo conversando", respondió.

"Me alegro. Dijiste que algunos gerentes se irían. No se si podré preguntarte esto pero de todas maneras lo hago. Don Oscar también se irá?", pregunté tímidamente. "Si el se va ya no tendré trabajo en RRII, no crees?"

"No te preocupes por ti Mari. Tú tienes y seguirás teniendo trabajo en la empresa. Por eso es que te propuse para el curso de Finanzas. Pero como es un curso que se ya llevaste no me preocupo mucho por ello. En el auto tengo los libros que te pediré que estudies para actualizarte un poco. Pero si, Oscar está dentro de aquellos que dejaran la empresa. Sólo la sede del Callao. El ha sido enviado a una nueva gerencia en San Isidro. Recién lo sabrá dentro de unos días. Así que no lo divulgues por favor."

"Por supuesto que no Juan. Me alegro por él. Pero, que pasará conmigo?"

"Finanzas te está solicitando", dijo, "y, mientras duren los cursos veremos donde ponerte. Si te pudiera dar un consejo te diría que estudies lo que más puedas que lo otro llegará en su momento. No te preocupes por ello. Confía en mí en eso. Ok?"

"Lo haré. Gracias."

"Pero dejemos eso de la empresa Mari. Me alegra enormemente conocer a la Mari mujer además de la profesional".

"Yo siento igual Juan", dije. La tercera copa de Pisco Sour la trajo el barman. Yo no se si era copa o copón. Mi mente estaba agitada. La información que recorría por ahí era tan vasta que parecía que ligaba cada neurona a su paso. Me acordé de mi hija y me congratulé por no haber perdido mi trabajo y por estar pronto a ingresar a una nueva responsabilidad. Me acordé de Oscar y me dije que ese cambio resultaría en que nos veríamos con mucha menor frecuencia. Pensé en mi hermana y me pregunté si ella no había sabido de todo esto; y, si lo hubiera sabido, porque no me informó al respecto? Vi a Juan beber unos sorbos de Pisco y deleitarse con él. Su mirada se hizo fuerte. Me miraba con ojos de agradecimiento pero a su vez con unos ojos de deseo que me halagó. Me tomó de la mano y nos acercamos a un sofá cercano. Mi mente dio vueltas y vueltas. Sentí como los brazos de Juan me sujetaban y cómo me sentaba en aquel sofá.

"Eres muy hermosa Marita, lo sabes?, dijo.

"Gracias Juan", dije ruborizándome más de lo que me permitía el exceso del alcohol.

"Pero me ves con ojos de Pisco Sour", le dije riendo.

"No Mari", dijo aceptando la sonrisa, "ciertamente eres muy bella". Me tomó de las manos y acercó su rostro a mí. Mi corazón se detuvo. Qué esta pasando? Me pregunté. Sus manos acariciaban las mías, su rostro se acercaba al mío. Me besó en los labios. No opuse resistencia alguna. Sólo acepté el beso con los ojos cerrados. El palpitar de mi corazón se hizo más fuerte. Qué está pasando? Sus manos buscaban las mías nuevamente sentí esas caricias y observé esa mirada bella que me daba. Nos miramos fijamente. Juan tomó su copa con lo poco que le faltaba en ella. Hice lo mismo. Juntamos los vasos sin decir palabra y bebimos lo último de la tercera copa.

"No quiero despertar Mari", me dijo, "no quiero".

Vi sus ojos cómo me miraban. Vi su cuerpo cómo reaccionaba a mi mirada. Noté, en el disimulo de mi mente, cómo su pene estaba crecido. Mi cuerpo sintió un rayo. Bajo éste de la cabeza y llegó a mi clítoris……. Fue tremendo.

Juan me tomó del brazo y nos dirigimos a tomar un poco de aire. Creo que lo necesitaba. Sólo teníamos que salir de ese salón a la terraza. La vista se amplió maravillosamente pero mi cabeza giró como carrusel.

"Juan", grité, "mi cabeza me da vueltas", dije entre risas y asombros por lo que había hecho. "Creo que no debimos tomar tanto Pisco luego de una botella de vino. Jajajaja," dije.

"Marita. Son las cinco y quince. No deseo dejarte en casa cómo estás. Puedo ofrecerte descansar un rato?

"Está bien Juan. Creo que lo necesitaré. Crees que podríamos descansar acá? La gente va y viene y me sentiré horrible."

"Puedo alquilar una habitación en la que puedas remojarte un poco y descansar con la ventaja de que nos despertaran a la hora que les digamos. O puedo llevarte a descansar en el auto frente a la playa. Ahí si no se si nos despertaran", dijo riendo.

"Tramposo", le dije, espero que tengan una buena ducha pues creo que eso me relajará muchísimo. Gracias.", dije dando por concluida la charla del dónde.

Juan me llevó al sillón nuevamente para luego besar mi mano y decirme que esperara unos segundos. A los minutos ya tenía en mano la llave de la habitación. Subimos y entramos a ella. Era enorme. Había una cama king, una salita pequeña, una cocinita…. Y, el baño………. Tenía jacuzzi!!!!!!

Juan se acercó al refrigerador y sacó dos botellitas. Las abrió echando su contenido en dos vasos que ahí había. Se acercó a mí que no salía de mi asombro al ver el jacuzzi.

"Te mereces esto y más Mari", dijo, "espero estés cómoda". Al mismo tiempo me daba el vaso con whisky que había servido.

"Ya que te vas a bañar no creo que te haga mal una copa en la mano mientras lo haces", dijo.

Mi cuerpo no respondía ya. Bebí casi de un sorbo aquella copa. Juan me tomó de la mano y me condujo a la cama. "Creo que tienes que desnudarte antes de meterte en el jacuzzi", dijo. "Voy a preparártelo. Esto llena rápido felizmente".

Sentí que se alejaba no sin dejar de verme. Lo perdí en el baño. No atinaba a qué hacer. Me dirigí al closet y encontré una bata. Poco a poco me desnudé dejando caer mi ropa al suelo. Me miré al espejo. Mari, me dije, qué haces?.... Me veía bella. Mis senos estaban duros, mis pezones erectos. Mi cuerpo vibraba a 100 por hora. Mi vagina estaba llena de jugos que no sabía cómo habían salido. Deseaba sentir ese algo que ya conocía. Me puse la bata y me dirigí al jacuzzi. Juan estaba arreglando el baño con hojas de rosas y burbujas. Acercó el teléfono para caso de querer llamar. Acercó las copas nuevamente escanciadas. Pidió por teléfono dos jugos de naranjas naturales heladas pero sin hielo. Al verme entrar se puso de pie mirándome toda. Me tomó de ambas manos y me atrajo hacía si. Mirándome a los ojos me besó como lo había hecho abajo en el sofá. Me acerqué a él y le devolví el beso atrayéndolo hacia mi. Sentí entre mis piernas como su muñeco se movía deseando salir de su cubierta.

"Que tengas un feliz baño Mari", dijo besándome y retirándose. No supe qué hacer. Lo vi cerrar la puerta y me quedé viéndola como confundida.

Cerré mis ojos y me desnudé por completo ingresando a la deliciosa agua caliente. "ayyyyyy", grite al sentir el agua fría. "Esto está helado", dije.

Juan tocó a la puerta preguntando si estaba bien todo. Le dije sobre el agua y me dijo que era lo mejor para el cuerpo y que si ponía el agua caliente iba a ser peor. Creí entenderle y poco a poco con mi cuerpo erizado me metí al jacuzzi. Mi cuerpo reaccionó vigorosamente. Me tensé toda. Mis senos se sintieron fuertes, mi vagina latía caliente como deseando hervir a su entorno, mi clítoris seguí el ritmo que le daba su dueña. Me eché en el agua reposando mi cabeza en ella y mojándola. Luego me recliné en el borde del jacuzzi y cerré los ojos. Las imágenes más inverosímiles acudían a m mente. Oscar haciéndome el amor, Efraín haciéndolo en tres minutos y preguntándome si estaba rico, Juan….. "Juan", grité dentro de mi. Lo veía acercarse a mi rostro y besarme en los labios. Alcé mi cara como para devolverle el beso poniendo mi boca en la correcta forma… Mi cuerpo se electrizó…..

Juan había entrado con el llamado que hice. Al verme en posición de beso se acercó y me besó. No tuve que decir nada solo sentir sus labios hicieron que mi cuerpo se estremeciera y gimiera de placer…."Ahhhhhhhhhhhh"…… mi primer orgasmo fue casi eléctrico, dentro del agua….. Tomé su cara y bajé mis manos a su hombro. Estaba desnudo dentro de esa bata.

"Juan", pregunté, "qué estamos haciendo?"

Juan me miró a los ojos y los abrió con un beso. Se detuvo a mirarme. "Que bella eres Mari", dijo. "Adorable". Luego se puso de pie y dejó caer su bata al piso. Miraba extasiada. Yo echada en el jacuzzi mirando hacia arriba como Juan se despojaba de su bata……. Que enorme!!!!!!!!!!!!!......... Dios santo me dije, cómo puede haber algo tan descomunal!!!!!!!!!!!!!......... "Juan", mascullé, no sabiendo qué más decir por el impacto. Era enorme y estaba totalmente erecto. Lo que veía me quitó todo resto de licor que había dentro de mí. Era enorme!!!!! Y grueso!!!!!! Yo recuerdo haber visto algo parecido en una revista de esas porno que llevó en algún momento una de mis amigas. La había encontrado debajo del colchón de la cama de su hija……. Y se estaba acercando. Tenía vida!!!!.... Bajaba hacia mí. Con ritmo calmo bajó las dos gradas que lo separaban del agua fría. Al tenerlo más cerca mis ojos no dejaban de verlo. Mi boca no dejaba de llenarse de saliva. Mi lengua no dejaba de moverse internamente. Juan se sentó dándome frente y abrió sus piernas para que las mías pudieran sentirse cómodas. Me tomó de las piernas y alzándolas me jaló hacia él con suavidad. Mi cuerpo recorrió los centímetros que nos separaban latiendo tremendamente. Mi vagina sintió como esa enorme masa de carne se pegaba a ella. Juan no dejaba de verme. Yo no dejaba de ver a ese delicioso monstruo erecto totalmente. Juan tomó mi cara y dirigió mi mirada hacia la suya…. Como buscando aprobación a lo que tenía que pasar. La afirmación no se hizo esperar. Mis labios fueron en búsqueda de los suyos y lo besé reclamándole….. Qué le reclamaba?..... Qué buscaba?....... Me tomó de los senos acariciándolos….. Qué deseaba? Me tomó de mis caderas y me levantó……. Acomodándose debajo de mi me dejo caer con lentitud mientras que ese tremendo pedazo de carne se confundía en mi interior con la mía

"AAAAAAAAAAHhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!" Que placer tan increíble. Solo presionó un botón en el borde para que las burbujas empezaran a verse. Los gemidos de ambos se escuchaban mezclados con el de la bañera. Nuestros cuerpos se llenaron de burbujas que explotaban por el calor……Calor? Juan tomó dos toallas pequeñas que estaban estratégicamente ubicados y colocó una debajo de cada una de mis rodillas. Entendí lo que deseaba y me arrodillé sin salirme de ese manjar. Gemía de placer al hacerlo. Mis piernas encontraron esos cojines de algodón y se acomodaron en ellos. Me acomodé encima de su muñeco y cabalgué, cabalgue….. Gemía de placer…… los orgasmos se suscitaban uno tras otro….. Mis "Aggggggggghhhhhhhhh" no llegaban a terminar en mi garganta cuando aparecía otro…… "Ohhhhhhhhhhhhhhh"….

Vi el rostro de Juan y lo vi gozar. Sus gemidos se hicieron tan fuertes como los míos…. Mi cabalgada lo llevó al máximo de su placer cuando sentí sus manos en mi culito presionándome hacia abajo…….

"Mari", gimió…… y sentí como un latigazo cuando sus jugos se metieron totalmente dentro de mi vagina y como ésta le devolvía los suyos a raudales

"Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, que ricooooooooooooo, ohhhhhh".

Juan cerró los ojos cuando eyaculó, pegó su cuerpo al mió y me abrazó con fuerza como no deseando que me saliera de la posición.

Pasaron muchos minutos cuando decidí dejar de moverme. Juan me miraba a los ojos. Me besó nuevamente. Se puso de pie con algo de incomodidad y luego me sacó literalmente del jacuzzi. Nos metimos ambos en la ducha y nos bañamos nuevamente. Salimos y Juan se dedicó a frotarme con la toalla. Me secó toda dedicándole más tiempo a mis partes intimas. Se secó y me permitió secarle la espalda. Yo acariciaba sus nalgas con dulzura y suavidad. Me tomó de los hombros y piernas y me cargó. Así se dirigió a la cama. Me reclinó suavemente al borde de ella para luego reclinarme despacio. Sus rodillas tocaron el suelo. Llegó así su boca a mis labios inferiores. Inició un mete y saca de su lengua, que era también enorme, que mantuvo durante media hora….. Mi cuerpo convulsioné mientras esa lengua retorcía mi clítoris y se lubricaba con mis abundantes jugos. No quería que esto terminara sentía la necesidad de tener más y más orgasmos…..

"Ahhhhhhhhhhhhh"… que delicia……… Mis jugos perfumaron el ambiente y se sentían por doquier…. Esa lengua…. Que deliciosa lengua!!!!..... Levantó mis piernas en un momento y su lengua me penetró por mi culito…….

"Aggggggggggggggggggggggggggghhhhhhhhhhh"….. Entraba y salía con tal rapidez que mis jugos rebalsaban ya permitiéndole beber ese néctar y lubricarme toda. "Aghhhhhhhhhhhhghghhhhhh". Placer. Que tal mamada me daba…… No había cuando terminara… ni quería yo eso. Se turnaba la lengua entre ambos huequitos. Rápidamente. No permitiéndome a mi terminar un orgasmo para iniciar nuevamente otro…. Sus labios subieron en un momento por mi vientre dejando por ahí los logros de su lengua…. Mi cuerpo se estremecía más y más….. Llegó a mis senos y los chupó. Ahora con salvaje fuerza, tierna fuerza, dulce fuerza……. "Ohhhhhhhhhhhhhh"…….. Esa lengua… que deliciosa lengua. Mi cuello sintió las punzadas de la gloria cuando esos labios me chupaban con suavidad. Mis labios fueron luego los suyos.

Que placer tan bello. Mi cuerpo reclamaba más y más. Detuve su goloso ímpetu para dedicarme yo a besarlo. Lo eché literalmente en la cama girando rápidamente. Mi cuerpo besó su pecho y bajó a deleitarse con su manjar preferido. Al hacerlo, mis senos lo sentían…. Me movía para acariciarlo con ellos. Seguí bajando y besé sus bolitas. Chupé una a una metiéndomela toda en la boca para jugar con ella y mi lengua. Me turnaba entre ambas. Baje al punto medio entre su delicioso manjar y su culito pasándole mi lengua por ahí. Juan gemía de placer y gritó cuando mi lengua se introdujo en su culito. "Mari", gimió de placer. Seguí en ello por unos minutos sintiendo como ese manjar se endurecía más y más. De pronto subí mi boca y me lo metí casi todo en ella. Qué golosina mas sabrosa!. Mi lengua empezó a juguetear y deleitarse mientras que mis manos ayudaban en el sube y baja que inicié con la boca. Muchos minutos después Juan sucumbía a mis caricias regalándome nuevamente sus jugos exquisitos…… "Ohhhhhhhhhhhh"… cuánto… no tenía cuando acabar. Me trepe a la cama sin dejar de chuparlo y le entregue mi cosita para que hiciera lo mismo….. el 69 fue increíblemente delicioso

Juan, en un momento mucho después, me echó en la cama. Mi cuerpo estaba totalmente laxo. No había rezago alguno de licor en él… pero si de unas ganas locas de poseernos uno al otro sin tregua. Mi cuerpo quedó reclinado boca a bajo cerca del borde de la cama. Me arrodillé al borde brindándole mis dos agujeritos a su vista. Juan se arrodilló y nuevamente sentí como succionaba mi clítoris y jugaba con su lengua por ahí….. Mis orgasmos no se hicieron esperar….. Uno seguido del otro….. Un "Agggg", seguido de otro….. Mis manos sujetaban con fuerza el edredón y las sabanas debajo. Se puso de pie y de un solo golpe me lo metió hasta el fondo…….

"Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh"…………. Mete y saca, mete y saca, mete y saca…. Tan alocado que hizo que salieran lágrimas de mis ojos… lágrimas de placer, de gozo, de una serie de sentimientos encontrados que no sabía cuales eran….. Todo dentro de mí estaba lubricado. Juan lo sabía pues fue parte de ese proceso…… Se detuvo un momento entre mis orgasmos y sacó su pene. Lo colocó en mi ano y lo introdujo en el. Primero con suavidad…. Luego totalmente

"AYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY amor, ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh", atine a decir. Lo mantuvo dentro unos momentos dejándome sentir como latía esa enormidad. Poco a poco empezó ese mete y saca que me alocaba. Minutos después me llenó con todo lo que tenía adentro. Rico, delicioso, perfecto. Mis jugos no se hicieron esperar cuando me entregaba los suyos. Sus manos me movían con ritmo como deseando le sacará hasta la ultima gota.

Que delicia. No supe cuánto tiempo estuvimos así. Entregándonos nuestros jugos y gimiendo de placer sin cesar. Tenía dentro, totalmente dentro, a ese muñeco adorable, me movía como loca y lo besaba de frente….. Cuando sonó el teléfono. Una, dos, tres veces….

"Mamita", me dijo, "es hora de irnos. No deseo que llegues tarde a casa". Cuando vi la hora ya eran las 8 pm.

"Tiempo…. Ingrato tiempo….. Pero te agradezco. Me hubiera quedado así toda la noche y hubiera tenido problemas tremendos". No quise dejarlo. Me sentía en la gloria. Pero nos dimos fuerza con muchos besos para lograr ponernos de pie.

Nos bañamos y salimos de la habitación. De la mano. Como lo hacen las parejas que se aman. Se aman? Pero si esta ha sido la primera cita!!! Dios santo. Qué pensará de mi!... Ya en el auto y en trayecto a casa no hacia mas que mirarme y decirme lo adorable que era. Que no había mujer mas tierna y hermosa que yo….. En fin….. Lo miré fijamente como deseando ver su interior. Supe que decía la verdad cuando me besó en un alto de semáforo….. Fue un beso sencillo pero muy tierno…..

Al llegar a casa les conté a Marla y Efraín los "pormenores" de mis nuevas clases y la posibilidad de algunos cambios futuros. Marla quiso hablar conmigo. Ya a solas me preguntó si pasaba algo.

"No", le dije, "porqué lo preguntas".

"Pues llamé por teléfono a tu oficina y no estabas. Llame a tía Elena y me dijo que estabas en clases. Y se que las clases terminan a las 1600 horas…. Mami, pasa algo?", preguntó.

"No hija. No pasa nada de lo que tengas que preocuparte".

"O sea que sí pasa algo de lo que no me debo preocupar?", dijo con una sonrisa. "Mami, mami…. Que estarás haciendo?", agregó. Sonrió, me dio un besó y se fue a dormir.

Yo me dirigí a ducharme como todos los días. Luego de hacerlo me puse la bata y al salir encontré a Efraín con su cara… de deseo…… "Oh", pensé. "Y ahora que hago?"

Efraín se acercó a mí y, felicitándome por mis logros, me besó en los labios. No pude eludir esos pegajosos besos. Pero no lo devolví. Me sacó la bata y acariciando mi cuerpo me atrajo hacia si echándome en la cama. Se subió encima y me penetró rápidamente.

Fue un mete y saca por reloj….. Casi tres minutos…. Hasta que se vino y me regó toda al salir…..

Al poco tiempo sentí como bajaba a la cocina a comer algo para recuperar fuerzas…. Pensé en ello sólo unos segundos. Luego la noche me abrazó y me quedé dormida. Tenía otros motivos para soñar. Nuevos motivos…. Y antiguos motivos….. Y soñé, soñé… y en mis sueños grité un nombre