María

No siempre todo es lo que parece.

s una chica de uno sesenta y uno, con unas impresionantes tetas y una cara preciosa donde sus labios la dan un aire de diosa. María salió del ascensor y sacando sus llaves abrió la puerta de casa. En ese momento alguien la empujó hacia adentro y aplastó su cabeza contra la pared, cerrando la puerta.

Poniendo una navaja en su cuello la dijo.

  • Si hablas te rajo.

María estaba muy asustada y no tenía fuerzas ni para volverse.

Noto como una mano se deslizaba debajo de su falda. Como se acercó a su sexo y lo palpó por encima de su tanga.

  • Si estás empapada putita???.... Que bien ya está toda lubricada.

El hombre la dio la vuelta y sujetándola del pelo la dijo.

  • Bájame la bragueta , saca mi polla y chúpamela.

María indecisa hizo lo que la dijo, saco una polla bastante gorda de unos 17 cm. La miro y acercó su boca a la polla que iba creciendo entre sus labios. Esa polla era muy gorda y justo la cabía en la boca.

El hombre una vez ya erguida su polla sujeto a María haciéndola dos coletas con su pelo y la clavo la polla hasta dentro, hasta su garganta. La lavaba la polla hasta la garganta y la dejaba ahí dentro hasta que María no podía respirar y golpeaba sus caderas.

  • Asiii asii putaa hasta dentro joder, que boquita tienes .

Así estuvo dándola polla en la boca hasta que María sintió que se corría y abriendo mucho la boca grito.

_ Siiiiiii cabrón

La cogió y tirándola del pelo la volvió a poner contra la pared .

María sintió algo frío subir por su pierna derecha,¡¡ era la navaja!!! Subió por su pierna hasta llegar a la cintura de su tanga, donde se paró y de un certero tajo la corto. Ahora fue a la otra pierna e hizo la misma operación. Retiro lo que había quedado dejando desnudo el coñito de María.

Raaaassss el rasgar de una cremallera la hizo estremecer, estaba sacando su polla.

Noto como algo chocaba contra los labios de su coño. Era algo caliente. Entro un poco en ella y noto como las paredes de su coño se iban separando dejando entrar al intruso. Un fuerte empujón lo hizo entrar de golpe. María sintió como la llegaba hasta el fondo de su coño. Eso era una buena polla y gorda. Las paredes de su coño poco a poco fueron ensanchando y sus jugos fueron lubricando el momento.

  • Me sientes bien putita?

  • Sientes mi polla en ti?

No te escucho.

  • Siiiii, la noto hummm siiii

  • Así me gusta.

Un fuerte azote resonó en el aire, dejando un color rosado en el culito de María. María gimió en señal de que el azote la había gustado. Otro azote cayó en su culito y otro y otro más. El hombre se dio cuenta que los azotes la gustaban, tanto que se corrió sobre su polla con abundante líquido.

Agarrándola del pelo la llevo a la habitación. La puso sobre la comoda y la azoto, si eres buena y me cantas todos los azotes, te follare ese precioso culito. Se quitó el cinturón, lo doblo y lo lanzó contra el culito de María.

Uno ahhhh picaaaa

Dos ahhhh

Tres

Cuatro…….

Quiiiiiinnceeeee hummm síii

Aquí paro y María noto como una mano bajaba a su coñito lo acaricio sintiendo ella su coño totalmente húmedo. Fue esté siendo sus jugos por su culito repasando su ano con ellos y por fin la metió un dedo.

  • Te voy a partir el culo puta. Te voy a dejar el culo bien abierto.

María temblaba, su culito no había sido perforado muchas veces y tampoco la había gustado mucho.

Noto como la punta de la polla se posaba en su agujerito y sintió como entraba lo más gordo . Aquí el hombre paro y dejó que las carnes de María se fuesen adaptando a su instrumento. Movió un poco su polla y noto que ya entraba bien. Agarrando del pelo a María hizo que está arqueases su cuerpo para así meterla la polla hasta el fondo. Aquí empezó un frenético baile en que metía y sacaba su polla mientras la tiraba con fuerza del pelo y azotaba su ya dolorido culo.

María gemía y se relamía, nunca la habían follado tan bien el culo..

El hombre la sujetó por los codos y apretando su polla en su culo, la follo sin piedad hasta llenarla el culo con su esperma.

María quedó en el suelo, pues sus piernas no la aguantaban.

Mientras el hombre salía corriendo por la puerta.

María quedó pensativa, que bien ha estado mi amo, me ha concedido todos los placeres pactados.

Esto de ser sumisa no está nada mal