Mari una pasion abrazadora
Deseaba tener a Mari. Ella era viuda,durante largo tiempo estuvo sin sexo, pero ese dia de nuestro primer encuentro ella desató su pasión.
Mi nombre es Gustavo y esto sucedió cuando tenía 22 años. Al barrio se había mudado Mari, quien había adquirido el almacén que estaba a una cuadra y media de casa. Ella tenia 41 años, era italiana, viuda, y con un hijo de 24 años. La habían hecho casar con un tipo bastante mayor que ella a los 15, el marido era 25 años mayor, ella estaba embarazada cuando llegaron a la Argentina. Mari hacia 10 años que había enviudado y a partir de esa situación ella solamente le dedico tiempo a la crianza de su hijo con el cual entre el y yo no existía relación de amistad simplemente había un conocimiento de vecino o comercial ya que a veces él atendía en el negocio.
Mari hacia tres meses se había instalado en el barrio y desde el primer día que la vi yo me sentí atraído por ella, lo cual hizo que mis vistas al almacén aumentasen ya que deseaba verla a cada instante. Ella era tierna y agradable, bonita de cara, con un cuerpo atractivo en el que resaltaba un par de tetas descomunales por más que usase ropas sueltas era imposible disimular su tamaño, pero ella no intentaba que pasasen inadvertidas, dado que cuando comenzaron los primeros calores ella se mostraba en remeras bastante ajustadas y escotadas lo cual eran una delicia para mis ojos.
Los sábados nos juntábamos con mis amigos del barrio a jugar al fútbol, y posteriormente y para recuperar energías nos juntábamos en a puerta del almacén a beber gaseosas y alguna que otra cerveza.
Mari se había hecho amiga de una mujer que vivía casi pegado al almacén, ella también era viuda pero bastante zafada en la forma de hablar sin ningún tapujo al encarar algún tema sexual y Mari aunque era más tímida a veces se prendía en esas conversaciones, y debo reconocer que en alguna oportunidad me ruborizaron.
Con el tiempo entre ella y yo la relación aumentó y yo como la deseaba sobremanera me quedaba charlando con ella bastante a la espera de intentar un acercamiento más intimo.
Y empecé a notar que a ella le resultaba agradable mi charla.
Así llegamos a ese sábado, luego de jugar fútbol con mis amigos, nos sentamos en la puerta del almacén a beber como era nuestra costumbre, Mari estaba atendiendo a la gente que llegaba y cada tanto salía a la puerta a charlar con nosotros, yo enloquecía al verla ya que la remera que llevaba puesta era más ajustada y escotada de lo habitual, lo cual hacía que mis ojos se desorbitasen al verla. Luego de estar ahí cerca de una hora decidí ir a casa a ducharme, debía comprar algo en el almacén pero decidí hacerlo más tarde lejos de mis amigos, lo cual me permitiría un mayor acercamiento a ella, me duché y a partir de ese momento surgieron un par de cosas que demoraron en demasía ir a ver a Mari por la hora en que me desocupé pensaba que ella ya había cerrado, llamé por TE y escuche su voz, le dije si aun tenia abierto el almacén a lo que ella respondió, ya bajé la cortina pero si venís enseguida te espero antes de cerrar. Colgué el TE y fui hacia allí casi volando, cuando llegué la cortina estaba baja y solo quedaba un espacio pequeño para pasar por la puerta, entré, ella estaba esperándome, con su 1,65 mt cabello castaño claro corto con una pequeña melenita, grandes ojos color pardo, de rasgos delicados en su rostro, sin maquillar y labios gruesos y carnosos, llevaba una musculosa color verde claro de breteles pequeños, por asomaban un poco los breteles blancos de su corpiño, su remera bastante ajustada dejaban insinuar sus senos redondos y de muy buen tamaño (100), su escote cuadrado los dejaba asomar un poco por el deliciosamente, y al inclinarse estos se veían más profundamente haciendo que mis ojos se deleitasen con ellos, la remera ajustada marcaba un tanto los pequeños rollitos de su cintura, llevaba una pollera estampada con flores donde predominaba el tono verdoso haciendo juego con el color de su remera, su falda llegaba casi a sus rodillas y en ella se marcaba sus buenas caderas y su cola se notaba insinuante, su falda a pesar de ser larga para mi gusto dejaba ver sus bonitas piernas completaban su atuendo sus aros tipo argolla bastante grandes, varias pulseras en su brazo izquierdo y unas sandalias abiertas de taco tipo chino, una sonrisa dulce se dibujó en su rostro cuando ingresé y antes de comenzar a despacharme me pidió si la ayudaba a colocar la puerta en la cortina de entrada ya que para ella se hacia un tanto dificultosa. Costo un poco de trabajo ponerla y mi comentario fue:
G- Se hizo un poco difícil colocarla, indudablemente tiene que hacerse entre dos y si uno de ellos es un hombre mejor
M- Si, es complicada, siempre me ayuda Roberto (el hijo) pero se fue de vacaciones
G- Estas sola?
M- Si
G- No fuiste con él?
M- No se fue con la novia, yo estorbaría.
G- Porque? Ellos pueden hacer su vida y vos la tuya
M- No voy a ir hasta allá para pasarme la mayor parte del día sola.
G- No creo que alguien tan bonita como vos este sola mucho tiempo
Su cara al oír mis palabras se ruborizaron un poco, lo cual le dio un toque de timidez que me sedujo aun más intentó que nuestra conversación tomase otro camino pero yo seguí insistiendo
G- Bueno pero podes cambiarte y salir aunque más no sea a mirar vidrieras.
M- No ya es tarde, además me tengo que levantar temprano mañana a abrir el negocio, ¿necesitas algo más?
En ese momento vi que las botellas de vermouth estaban en uno de los estantes superiores con lo cual para poder bajarla debía subirse a la escalera .así que ese fue mi último pedido. Ella puso la escalera en posición y subió por ella, yo clavé mi vista en su cola deleitándome con sus movimientos en la medida que ella subia, por otro lado al subir cuatro o cinco escalones su pollera me permitió ver un poco más de sus piernas y la parte más oculta de ellas dejaba ver su hermosura, ella comenzaba a bajar y yo me acerqué para ayudarla diciendo:
G- pasame la botella a ver si te caes de ahí
Ella me acercó la botella yo la deposité en el mostrador y apoye delicadamente mi mano a su cintura ayudándola a bajar, sentí en mi cuerpo un hermoso temblor cuando deposité mis manos en ella. Había bajado totalmente mi mano continuaba en su cintura, ella se movió de forma que mi mano ya no la tomaba, su cara volvía a ruborizarse, tomó la escalera que era móvil y volvió a depositarla en el lugar donde la había retirado, en el lugar donde ella había quedado estaba un tanto encerrada ya que el único lugar por el que podía salir era donde yo aún estaba, por mi mente y en forma acelerada corrieron varios pensamientos, la deseaba sobremanera y estaba total y absolutamente sola, entonces fui hasta donde ella estaba, no eran más de dos pasos, estaba acomodando aún la escalera, no me sintió llegar y dije:
G- Cuando subiste la escalera pude comprobar que tenés unas piernas sumamente hermosas, te quedaría espectacular usar unas polleras más cortas.
Ella giró hacia mí escasos centímetros nos separaban los cachetes de su cara habían tomado un rubor intenso suavemente mi mano volvió a tomar su cintura mientras decía:
G-Pero tus piernas no son lo único, vos sos hermosa, estoy loco por vos tanita
Mis dos manos sujetaron su cintura, y mi boca se acerco rápidamente a la suya en busca de la carnosidad de sus labios ella giró su cabeza para evitarlo al tiempo que sus manos intentaba alejarme, entonces mis labios se depositaron en su cuello y le di pequeños besos en él mientras mi boca repetía " Mari me gustas mucho" "No hago otra cosa que pensar en vos" "No seas arisca, este es el momento para que hagas realidad mis sueños, te deseo como a nadie en el mundo".
En determinado momento logré mi objetivo parte de sus labios tomaron los suyos ella se resistía, pero yo ya estaba dispuesto a todo para hacerla mía, mi mente no concebía otra cosa mi boca se depositó sobre sus labios y los besé con ímpetu y deseos ella ofrecía cierta resistencia pero no podía movilizarse mucho, segundos después note que su cuerpo se aflojaba, su mano tímidamente con mucha suavidad tomó mi cintura y su boca se entregó por completo a ese beso que en la medida que el tiempo iba transcurriendo comenzó a demostrarme toda la pasión y entrega que ella tenia reservada durante tanto tiempo. El beso fue apasionado con unos deseos enloquecedores de ambas partes que se prolongo durante más de 10 minutos.
Cuando nuestras bocas se separaron nuestra respiración era agitada y violenta y su voz entrecortada me pidió que cerrase la puerta del almacén. Me dirigí hacia ella giré la llave. No la había escuchado llegar cuando giré ella estaba detrás mío levó sus manos a mi cuello y dijo:
M- Espero que no te desilusiones mi marido murió hace diez años y desde ese momento jamás estuve con ningún hombre
Yo la tomé por la cintura y dije:
G- No me vas a desilusionar mi cielo, me gustas y te deseo por completo tanto como para hacerte recuperar en poco tiempo esos diez años perdidos.
Nos unimos en un abrazo y un beso por demás apasionado, ahí comprendí que Mari estaba entregándose por completo y con desesperación por tanto tiempo de abstinencia, nuestro beso era enloquecedoramente apasionado, sus manos tomando mi cuello las mías bajando de su cintura hacia su culo, acariciando sus nalgas por encima de la pollera y se torno más violento cuando mis manos se introdujeron bajo su pollera, su cintura era elastizada así mis manos entraron por ella y comencé a acariciar sus nalgas por sobre su bombacha, ella se entregó más a ese beso enloquecedor, segundos después mis manos bajaban su pollera, la que cayó al piso, ya liberada de ella mis manos tomaron contacto directo con la piel de su cola introduciéndose bajo su bombacha. Así entre besos, caricias enloquecedoras llegamos hasta su habitación, nos acostamos en la cama sin dejar esa pasión que estaba a punto de hacernos estallar. Casi con desesperación mis manos retiraron de su cuerpo la remera, un corpiño blanco cubría sus exuberantes senos, el corpiño no era pequeño pero sus tetas desbordaban por el; entonces desprendí el broche que lo mantenía adherido a su cuerpo, y sus senos quedaron totalmente expuestos, eran una belleza redondos cual inmensos pomelos, inmensa aureola rosada rodeando sus pezones totalmente erguidos por la pasión desatada y mi boca deseosa se sumergió en ellos, durante largos e interminables minutos mi boca los saboreo por completo, los bese, los lamí, los chuponee a más no poder, sus pezones habían tomado un tamaño y una rigidez impresionantes su cuerpo se revolcaba sobre la cama, sus manos aferraban las sábanas, de su boca brotaban enloquecedores gemidos y gritos de placer e instantes después un profundo grito nació de su boca y su cuerpo estalló dando origen al primer orgasmo entre mis brazos.
Luego me incorporé de la cama quité mi ropa casi con desesperación en instantes estaba solo cubierto con mi slip, en el que podía notarse el bulto de mi pene erecto y deseoso de su cuerpo, volví a su lado, tomé su cuerpo nos entrelazamos y volvimos a besarnos y a acariciarnos en medio de una increíble pasión, su piel se sentía suave al contacto de mis manos y de mi boca ella iba demostrando a cada instante la pasión latina de su cuerpo el que hacia mucho tiempo que nadie visitaba, ya estábamos desesperados mis manos llegaron hasta su bombacha empecé a bajarla cuando Mari desesperadamente me tomo en sus brazos me besó con inusitada pasión y su cuerpo volvió a estremecerse en un nuevo y violento orgasmo, nuestras bocas se separaron cuando su cuerpo volvió a estabilizarse entonces mis manos bajaron su bombacha, un delicado vello cubría la entrada de su vagina, nos colocamos en posición su cuerpo estaba deseoso por recibirme en su interior, deposite mi pene en las puertas de su vagina sin penetrarla jugué así más de un minuto, me encantaba ver su rostro deseoso su cuerpo agitado vibrando sobre la cama, pero ya no soportaba más entonces introduje mi pene en ella lentamente saboreando como penetraba en ella, Mari era un concierto de gritos y gemidos, de vibraciones inconmensurables, así lentamente fui avanzando dentro de su cuerpo hasta recibir su vagina todo mi pene entonces comencé a moverlo dentro de ella, hasta imprimirle un acelerado movimiento, se notaba que ella hacia esfuerzos por detener un nuevo orgasmo yo le pedía que demorase el mismo, pero noté que su cuerpo estaba por estallar, así que imprime un mayor ímpetu a ese vaivén, sentía que mi pene estaba por estallar entonces dije "ahora" fue una orden perfectamente acatada, su cuerpo y el mío vibraron al unísono en interminables convulsiones mientras nuestros cuerpos y nuestras bocas se unieron disfrutando ese maravilloso momento.
La noche continuó con nuevas penetraciones, ese cuerpo empezaba a recibir el tratamiento para recuperar los años perdidos, luego de tener sexo dos veces más nos que damos dormidos agotados abrazados haciendo cucharita y con mis manos abrazados a sus senos, por supuesto al otro día ella no abrió el almacén era tarde cuando nos despertamos y fue muy hermoso despertarme con su cuerpo entre mis manos y ahí surgieron nuevas caricias, nuevos besos que nos llevaron a tener una nueva penetración.
El tiempo siguió ese día y los siguientes volvimos a tener sexo reiteradamente no cabía ninguna duda que ella no estaba dispuesta a rechazar ninguna incursión, lo único que me demandó un tiempo (15 días) fue convencerla en tener sexo anal, nunca lo había hecho y tenia temores. Obtener la virginidad de su culo fue algo muy especial.
Durante un par de meses estuvimos manteniendo sexo casi cotidianamente, luego eso fue distanciándose nuestras relaciones comenzaron a ser más esporádicas pero cuando nuestros encuentros se consumaban la pasión se apoderaba de nuestros cuerpos. Un año y medio después ella volvió a mudarse, y con eso todo terminó definitivamente.