Margarita la Lechera

Margarita desscubre la infidelidad de su esposo y le tiende una trampa con una transexual

Margarita La Lechera

En la navidad del 2001 inicie mi primer trabajo de vendedora, Margarita trabajaba conmigo e hicimos un dúo perfecto, despues de tres meses de trabajar juntas , le conté mi secreto que me había transformado en un transex, tengo como he dicho en anteriores relatos senos, trasero de mujer y una verga entre mis piernas.

Ella lo acepto con reservas al comienzo, pero transcurridas 3 semanas despues, reiniciamos nuestra relación de amistad sin problema.

Era tal la afinidad que comencé a enamorarme de aquella chica de color café claro y de sonrisa caribeña, ella sin embargo iniciaba su relación con su novio que termino en un embarazo no deseado y casándose con el a finales del 2002. Oculte mis sentimientos por respeto a ella

Paralelamente, parece ser que por el mismo embarazo y su casamiento forzoso, Esteban que era el esposo de ella comenzó a salir fuera de la casa y a flirtear con otras chicas.

Margarita me pidió tenderle una trampa para ver si el era infiel, le dije en su momento que no averiguara, que la mayoría de los hombres disfrutan follar fuera del hogar y que era un desahogo debido a la abstinencia que ella tenia por el alto riesgo de embarazo. Ella lo tomo con pesar y no me insistió más en ese tema.

Margarita dio a luz una niña hermosa como ella en Enero del 2003, aquel parto fue normal, hablábamos mucho por teléfono y despues de 8 semanas la fui a visitar a su casa. Al llegar , la sirvienta me hizo pasar a la habitación de Margarita, ella tenia una bata rosada, estaba recién bañada, apenas tenia sus panties puestos, su seno izquierdo amamantaba aquel crío y el seno derecho estaba cubierto por aquella tela fina que apenas cubría la aureola de su pecho.

Margarita tenia los senos pequeños pero aquel embarazo le sentaba bien, había pasado de 48 Kg. a 55Kg (98 a 115/120 libras) .Ella ni se imaginaba lo que yo hubiera deseado ser aquel infante que mamaba su lujuriosa teta.

Margarita estaba tirada en la cama lactando el niño. Al sentarme de frente en una mecedora e iniciar nuestra conversación, aquella amiga no se daba cuenta de la perfección de su recuperada figura y de las miradas furtivas que yo le daba a su cuerpo, principalmente a sus senos y a la provocadora visual que me dejaba cada vez que sus piernas se abrían de par en par dejando a la libre aquel coño que apenas estaba siendo tapado por sus panties.

Se le olvidaba que a pesar de ser una hembra también era un macho, hasta ese momento su marido no sabia de mi secreto, por lo cual seguí intimidando como solo dos mujeres lo saben hacer.

Suerte que andaba en falda ancha que sirvieron de amortiguadores al crecimiento y a la presión que sentía mi polla de levantarse y decir que estaba excitado totalmente.

Al preguntarle por su vida sexual me contó con pesar como Esteban apenas la había follado de nuevo, con mucho cuidado y sin mucho deseo, sospechaba por el olor a sexo que traía en su ropa normalmente que existía una o mas mujeres .

Me pidió una vez mas que "conquistara "a su marido para "joderlo", despues de mucha discusiones de lo pro y lo contra terminaba yo diciéndole que se recordaba que yo era una transex.

Al contrario Dominic me contestaba, eso es lo que mas me arrecha del asunto que se tope con una verga, continuaba con una sonrisa acida, una sonrisa malévola.

Transcurrido un mes planeamos una salida a la discoteca donde íbamos los tres. Hoy me recuerdo con picardía como me vestí ese día, una blusa negra manga larga, semitransparente el cual se veía mi sostén, liguero de negro estilo malla y una minifalda negra, mi ropa interior era blanca, este toque normalmente lo hacia si llevaba ropa blanca de tal manera de llamar la atención de quienes voyeristicamente buscaban mirar la ropa interior de las chicas.

Sabia que Esteban quedo prendado de mi perfume suave, me abrió la puerta de su carro y me asegure que al sentarme, el tuviera plena visual de mi ropa interior, era obvio que había surtido efecto mi táctica, con el pretexto de conversar con Margarita me senté en el centro del carro para que el tuviera una visión perfecta de mi figura...

En el camino el no dejaba de mirarme por el espejo retrovisor, yo le seguía el juego, volteaba la cara y sacaba mi lengua que lentamente recorría mis labios, además estoy segura que por la posición que estaba sentada el podía mirar sin problemas mi ropa interior.

Llegamos a las 11 de la noche, la pista de baile estaba repleta, tuve bailes pretendientes que me invitaron a bailar, mientras tanto Esteban bailaba con su mujer y sin disimular me miraba con los ojos de hombre lobo, cuando me daban la vuelta y se me veía un cachito de mis nalguitas.

Al terminar el baile me dirigí junto a Margarita al tocador de damas,

Dominic le dije a mi marido que te sacara a bailar esta es tu oportunidad, la miraba a través del espejo su vestido amarillo de color brillante le sentaba bastante bien y la seriedad de su frase me hacia reflexionar si hacia lo correcto.

Ernesto me esperaba en el asiento y me extendió su mano de caballero indicándome con su gesto que bailáramos aquel merengue.

La pista estaba bastante llena y nos fuimos casi al lado opuesto donde quedaba nuestra mesa, Margarita se quedo platicando con una pareja de amigos que nos encontramos en la discoteca.

Al tomar mis brazos y ajustar su cuerpo al mío, sentí el calor de su pene que rozaba mi cintura y se instalaba en aquel triangulo de la bermudas, sin saber el que aquel diminuto pantie chocaba con mi verga, para mas joder, no desaprovechaba la oportunidad de posar sus manos en mi trasero.

Yo me deje hacer todo lo que una zorra en busca de su macho desea hacer, Esteban siguió sus avances y aprovecho el cambio de música de merengue a regaetton para darme mas cintura , aproveche la oportunidad para bajar mi cintura y restregarla en aquella polla de hombre mujeriego, me tomaba la cintura y mis muslos con sus manos, tocándome mis senos, estaba tan calenturiento que creyó que aquel bollo delantero era un tremendo sexo femenino, se excito mucho mas cuando mis manos masajearon su polla por debajo del pantalón.

El regaetton se acabo y "me hice que me sentía un poco mal", el plan era que Ernesto me llevara a la casa mientras que Margarita se quedaba con sus amigos. Ella accedió rápidamente a mi pedido e insto a su esposo a que me llevara.

El muy gustoso y generosamente me llevo, en el camino no hubo palabras, mis manos se posaron en su pantalón y saque su polla afuera mientras le hacia una rica paja con lentitud para que el se excitara mas, mi boca lamió su capullo y el se dedico acariciarme el trasero.

Al llegar al apartamento, subimos la escalera frenéticamente y al abrir la puerta lo tire contra la pared, ofreciéndole una espectacular mamada en su verga, mientras mis dedos recorrían su pecho y sus tetillas.

Chorreo su leche en mis labios, trate de saciar su orgasmo entrando su falo hasta el final de mi garganta.

Mas calmado por su venida me llevo al sofá y comenzó a besarme mientras sus manos me quitaban el sostén y comenzaba a darme una mamada en mis tetas, a pesar de no quererlo y desearlo me comenzaba a gustar como Ernesto se metía en su boca mis pezones y como me los chupaba jalándomelo y lamiéndolo.

Ya con un pantie y el mamándome mis tetas, sus manos bajaron mi pantie y se topo con mi verga totalmente erecta. Se levanto como si hubiera sido un fantasma

¿Que mierda es esta? ¡!!

¿Que coño eres? ¡!!

Soy un transexual Ernesto y si no quieres que te liguen a mí, espero que follemos ricamente porque Margarita esta esperando un informe mío.

Ernesto le has sido infiel múltiple veces, tienes que perfeccionar tu jugada.

Además dime si no te gusto la mamada que te di, y como me mamaste mis senos, nadie tiene que saber que soy una transex, si es eso lo que te aflige,

Fíjate en tu polla como esta empalmada de nuevo,

¿Quieres mi trasero? Se que lo quieres

El silencio de Ernesto fue mi mejor arma

Para aproximarme a la polla y comenzar a darle una nueva mamada mientras que le tome de la mano para que me agarrara el trasero.

La historia de Ernesto es la de muchos hombres, los hombres piensan con la polla y cuando esta estimulada debidamente buscan como follar.

Al recibir su falo en mi garganta se excito nuevamente y en posición de misionero busco mi trasero hasta llegar a mi raja masculina y clavarme sin misericordia.

Todas las palabras sucias desfilaron por su boca, quería probarse a si mismo que era un hombre hecho y derecho, sus palabras eran en efecto la defensa mental que le gustaba follar con una transex y especialmente por aquellas nalgas que eran la delicia de mujeres y hombres que han pasado por mi vida.

Cuando comencé a mover mi cadera de abajo hacia arriba, sentí como el chorreo mi culo, aquel hombre lo venció su instinto, se abalanzo sobre mío y lamió como un niño mis senos paraditos.

Estaba nervioso y sudoroso, no podía imaginar que aquello le había gustado, tomo mi verga por despecho y comenzó a masajearla, se acerco lentamente como alguien que quiere desenvolver un regalo.

Mi polla lo espero y el comenzó a lamerla y a buscar su polla, chocándola con la mía, en los próximos minutos que cambiarían su vida, me baje a su trasero y comencé a lamerlo y a entrar por su ojete.

Fue perdiendo su masculinidad, se sintió hembra por primera vez, ya la lengua penetraba por su virginal culo, cuando comenzó a gemir y a pedir que se la metiera.

Espere humedecerla mucho, ya que sabía que la primera vez es la más dolorosa, lo acosté de espalda y me dedique a masajearle su verga, mientras puse una almohada debajo de sus nalgas.

Se mostraba impaciente y nervioso, mi polla sabia que tenia que aterrizar, violo aquel territorio masculino, escuche el grito y el dolor de aquel macho que hacia de mujer, me encarame y a ritmo de tambores africanos y caribeños pude entrársela toda.

En mis adentros sabios que en cualquier momento Margarita abriría mi habitación, le había dado una copia extra para precisamente ver la escena, pero la chiquilla no acababa de llegar y los deseos de chorréame aquel trasero hicieron acto de presencia.

Ernesto se masturbaba con mi mano violentamente cuando me venia sobre sus entrañas, entendió aquel mundo bisexual, su semen chorreo su estomago, de espalda a mi oí como su mujer se fajo a dar un aplauso.

Ahora entiendo dijo ella, lo puta que eres Ernesto, no tan solo follas a mujeres sino a transex…uhmmmmm...quédate como estas, si eso es lo que te gusta prepárate para lo que viene...

Me hizo sacar la polla del culo de su marido, me abofeteo frente a el y luego me dio un largo beso de lengua.

Nos hizo poner en posición de perrito a los dos y con dos cepillos de diente eléctricos nos fue excitando nuestro esfínter y orto hasta que nos follo a cada uno al mismo tiempo.

Sabia de muchas mujeres que les encantaba las masturbaciones con cepillos eléctricos, con esta disimulaban no tener un vibrador.

Aquel falo eléctrico recorrió mis entrañas…mientras veía a Ernesto coger su polla y comenzar a masturbarse de nuevo. Para mi gusto prefería sentir la penetración profunda y rítmica que me producía aquel instrumento manejado magistralmente por Margarita.

Me provoca risa recordar como Margarita saco el cepillo de diente de mi trasero y obligo a su marido a la obediencia, hizo que el se cepillara con el.

Si no hubiera sido mi apartamento estoy casi seguro que me hubiera ido, Margarita estaba totalmente irreconocible, aproveche esa situación y me puse debajo de su falda y comencé a lamerla con todo y pantie, le di lengua en esa pantie que fue fácil saborear el sabor de su sexo.

Aquella era mi única oportunidad de poderla follar y así lo hice, esta vez mi polla cumplió como hombre, descubrió aquella raja humedecida y seductora y se la clave desde atrás mientras ella dejaba su clítoris en la boca de su esposo.

Aquel hombre tenia que mamar aquel sexo mientras que sentía como mi verga entraba y salía, ella sacaba mi pene y se lo restregaba en su sexo exterior, haciendo que Ernesto mamara su coño y mi verga.

Que mas puede pedir una chica como yo, me dedique a follarla y a sentir de verdad lo mejor de los dos mundos.

Ella se chorreo en los brazos de sus maridos con mi polla adentro.

Aquel hombre humillado se comía a besos a su "nueva esposa", ella comprendió que en el sexo hay que ser puta, ramera, dominadora, comprendió su nuevo rol si quería mantener su matrimonio.

Paso luego de venirse a comencé el culo chorreado de semen de Ernesto, lo lamió con tantas ganas como si fuera una raja femenina.

Mientras lo hacia yo complete mi circulo vicioso de experimentar con Margarita, le abrí su trasero y le chupe su trasero como ella hacia con su marido, ella se iba quedando sin aire, aproveche para insertar uno de mis dedos y comenzar a dilatar aquel culo dominicano.

Mamaba su bollo mientras la follaba con los dedos, hice que Ernesto tomara participación de esa mamada y luego tome su polla en la mano, le di una chupada y la encamine por el culo de su mujer.

Aquel culo que por decencia nunca había sido follado, tenía que ser deseado por Ernesto nuevamente.

Margarita sintió como aquel falo delgado penetro su culo mientras yo me concentraba en mamarle su coño, berreo pero no se negó, quería ser aquella puta que su marido quería que fuera, aquella zorra maldita que los hombres buscan cuando están en celo.

Sus gritos agggghhhhh...siiiiiiiiiii…no….maldito……me duele…..no…me duele….me duele…agggghhhhh..No la saques, me vengo……asiiiiiiiiii Dominic…chúpamela

Hazme olvidar todo…..agggghhhhh...noo...siiiiiiiiiii….me cago…ahí….cogeme…amor...cogeme…duro...siii...si...aghhhh

Terminaba aquella descomposición sexual. Nunca supe si Ernesto se vino, solo se que aquella pinga penetro aquel ojete

Al terminar Margarita nos beso a los dos, tomo la mano de su marido y se marcho de mi hogar, perdí a una amiga, ella no quiso verme de nuevo, mucho menos Ernesto quizás le dio miedo aquella experiencia, hoy tras 3 años de aquel evento pongo en una balanza la amistad y haberla follado.

Y saben que...al interior me quedo siempre con haberla follado y haber mamado su coño.