Marga la mejora amiga de mi mujer parte 3
Continuamos la historia
Marga la mejor amiga de mi mujer 3
Muchas gracias a las personas que me habéis escrito, y claro como, no especialmente a las chicas que lo habéis hecho, espero que sigáis animándoos y animo a las españolas que parece que les cuesta más decidirse…
Si alguna de las personas que me lee es nueva puede leer los dos relatos anteriores para adentrarse en la historia.
Salimos del coche acalorados, la verdad como para no estarlo, No todos los días uno tiene la suerte de coincidir con una mujer tan maravillosa en todos los sentidos. Ciertamente me tenía totalmente atrapado. Mi mente fantaseaba con mil y una locuras y a la vez no podía evitar acariciar su culo con mi mano libre. Su respuesta de gatita mimosa me gustaba y me provocaba aún más. El rubor en sus mejillas, su pelo alborotado lejos de desfavorecerla la hacían aún más atractiva y el conjunto con su camisa suelta... era realmente sujerente y excitante a la vez.
Abrimos la puerta de su casa, y nada más atravesarla le di la vuelta para besarla, ¡Qué necesidad tenía de saborearla tranquilamente, de sentir el sabor de su boca sola para mí y más ahora que nadie nos iba a molestar! Bueno eso sí, por mi cabeza seguí rulando el ver como nos organizábamos para ir esa noche al monte con nuestras parejas.
Besándonos y desnudándonos por el camino caímos sobre su sofá, ¡Qué bueno es el sofa para los primeros calentones! Dejé un momento de besarla para observarla, una diosa sin duda preciosa, sus pechos preciosos una gotita caídos que le daban aún más sensualidad a la bella dama que los poseía, si en ese momento hubiese tenido que votar para darle una putuación hubiese roto el marcador jeje.
Para mí Marga siempre había sido preciosa, y ella siempre lo habia sabido también, pero en estos precisos momentos era mi diosa de nadie más, su miraba lasciva invitaba a todo, entre todas las maravillas de su cuerpo no pude dejar de observar su pelambrera negrita tapando ese maravilloso manjar que era y es su chochito húmedo tan rico y del que estaba ansioso por probar.
Sabía que iba a tener un poco de trabajo ahí, retirando esa mata de pelo pero que os voy a contar, se me hacía la boca agua solo de pensarlo.
Le pedí que me pusiera un gin tonic, muy suavecito, no quería que nada enturbiase mi noche, pero tampoco tenía prisa, hacía solo un ratito que había descargado y uno necesita un ratito...
La acompañe a la cocina donde puso dos Gintonics uno para cada uno, mientras yo me deleitaba y abusaba un poquito abrazándola por detrás.
Casi tira todo cuando coincidió uno de mis besitos en su cuello con un leve apretón de sus pezones duritos, me encanta cuando el calentón hace perder el control a una mujer.
Una vez en la sala, fui a su baño buscando las mejores herramientas para el trabajito que le tenía que hacer, unas tijeritas, cuchillas de afeitar y abundante jaboncito de espuma, suficiente material para trabajar.
Llene una palangana con agua tibia y me acerqué a ella a la sala, no se había movido, creo que aún estaba recapacitando sobre lo que estaba ocurriendo. Momentos que si dejas que continuen pueden acabar con toda tu historia así que decidí ir al grano y sin decirla nada me puse a sus pies, le abrí las piernas y cuando ella pensaba que iba a empezar mi trabajito, le di una lametazo con mi lengua abierta en medio de su botoncito a la vez que la agarraba fuerte de la caderas contra mí.
-¡ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh cabrónnnnnn!
El grito lo tuvo lo que oír hasta su marido a 40 kilómetros de distancia, ¡Qué gran placer mutuo es ese momento en el que conectas tu lengua con el botoncito! ¡Qué maravilla cuando sientes el sabor y a la vez notas el escalofrío que le recorre el cuerpo, seguido de una explosión de humedad! Pocas cosas dan más placer que hacer disfrutar a la persona con la que estás. Me pasaría el día lamiendo un precioso conejito.
Marga con sus manos hacía amagos de retirarme, más bien disimulaba, porque el movimiento de sus caderas apretándose contra mi boca contradecía los gemidos mezclados de insultos hacia mi persona, eso debe ser la doble personalidad jiji, aunque soy una persona que me gusta que me respeten he de reconocer que me encanta que me insulten en casos así jejeje.
No tenía ninguna intención de masturbarla con los deditos, mi intención era darle lengua y lengua, pero el calentón que me estaba pegando a mi mismo me jugo una mala pasaba así que no pude evitar levantarme y penetrarla en la misma posición en la que estaba.
-¡Keeeeeeeepa! Cabrónnnnnnnn!
-¡Margaaaaaaaa!
Ahora éramos los dos los que gritábamos al unísono, cuantas ganas tenía yo de sentirme dentro suyo. Me mantuve apretando hasta el fondo, mirándola a los ojos, levante sus piernas encima de mis hombros, ¡cómo me gusta esa postura! Es maravillo sentir como dominas la situación con sus piernas en tus manos como si fuesen remos.
- ¡Kepa, Kepa por dios! ¡No te has puesto condón!
- Lo sé, y no voy a ponérmelo ni ahora ni ninguna vez que lo haga contigo, (yo sabía que no puede quedarse embarazada, sabía que no había tenido aventuras con nadie y yo tengo la vasectomía hecha además de que en los últimos meses solo había tenido relaciones con mi mujer).
-Joder que no quiero quedarme embarazada
-Pues yo te voy a preñar Marga, no sé si de esta o de todas las veces que pienso llenarte con mi lechita.
En todo esto ni un amago de retirarse, tan solo presionar aún más su pelvis contra mi polla.
Volví a mirarla a los ojos.
-Marga ¿Quieres que pare? (no tenía ninguna intención vamos, pero hay que ser cortés)
-¡Ahhhhh dios eres un hijo de puta Kepa!
-¿Entonces paro? ¿Me salgo? (no hay como sentir cuando pierden en control)
-¡Sigue cabrón, como pares te mato!
-Así si me gusta, actitud colaboracionista, (siempre me ha gustado la gente proactiva jejeje)
Plaf, plaf plaf, fui subiendo la cadencia de mis embestidas, el haberme corrido antes favorecía que no tuviese problemas para aguantar.
Marga movía sus caderas, buscaba retorcerse, sin duda intentar controlar algo, pero eso polvo lo llevaba yo, y no iba a permitir que tomase la delantera.
Plaf, plaf plaf plaf, sus caderas iban acelerando, sus gemidos subían en intensidad y a mí ya me costaba aguantar sin llenar su chochito.
Coloqué sus dos piernas flexionadas contra mi pecho sujetándolas con una mano mientras la otra libre la dediqué a masturbar su botoncito a la vez que seguía bombeando.
-Ahhhhhhhhhhhhhhhh, Kepaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Para para para por dios que me matas!
Su chochito me había inundado mi polla y mi mano, ¡Que rico!
Sin sacar mi polla de su coñito, paré con ella dentro en lo más profundo y liberé sus piernas que cayeron suavemente. Estaba agotada.
Forcé a darnos la vuelta y que se quedase encima de mí, penetrada y recostada en mi pecho. No tenía fuerzas ni de levantar la cabeza.
Yo soy una persona que disfruta sin necesidad de correrse, y además eso permite seguir la guerra a posteriori, así que suavemente le acariciaba la cabeza mientras susurraba en su oído lo bien que lo había pasado y lo mucho que me estaba haciendo gozar.
-Descansa Marga, La tarde-noche solo acaba de empezar.
Y claro mientras tanto los dos móviles sonaban en modo vibración de vez en cuando desde que entramos en casa, parece ser que había algunos preocupados por nosotros.
Mientras Marga dormía ligeramente me puse a pensar que leches de excusa pondríamos para no ir, pero si de algo estaba seguro es de que no íbamos a ir esa noche a ningún lado que no fuese la cama de Marga, la preciosa Marga y Toni.
Muchas gracias por los comentarios y los correos, y espero volver a escribir lo antes que pueda.
Saludos desde Bilbao