Marcos y Taras en la biblioteca...

Es la continuación, esta vez en la biblioteca... momentos después de la clase de historia clásica griega...

...Me quedé parado...en pié junto al quicio de la puerta de los lavabos intentando reaccionar a lo que Marcos, me había dicho al salir...no dudaba en cuanto a lo realizado...sino a sus palabras...Había estado tan seguro al decirme que era Suyo...¿qué había querido decir exactamente?...era una locura momentánea...tal vez su insolencia...o una velada amenaza...

Intenté colocarme la ropa...y delante del espejo contemplé aún, mi imagen poseída por lo sucedido...la piel seguía mostrando el enrojecimiento producido por su barba sobre mi...así es que con agua fría en estallidos continuos sobre los ojos y la boca...quité...el amargo y placentero regusto de su ausencia...

Aquel lavabo...había sido un territorio sórdido...pero de haber querido él...habría sido capaz de restregar mi falo...por su cara, por sus nalgas...o por el borde del mundo...y tal vez, alguna estrella fugaz se habría quedado allí sobre mi glande para quemarme con los restregones de su cara, su barba, su boca...los dientes...

¡ Cielos ¡...quiero que me muerda que se alimente de mi....ser devorado...entre sus manos...su espalda...Ser césped...musgo...heno...y transformar los charcos en excelentes rincones para la masturbación...

Cuando creí...que estaba sólo...la puerta se abrió...Marcos detenido ante mi...me alargaba la mano...y dejó una nota en mi propia mano...y se marchó...otra vez...dejando que leyera a solas...

Taras...en la segunda planta de la biblioteca te espero

¡ Ven !

Tomé el montón de libros y mi chaqueta...y comencé a caminar por los pasillos hacia delante...subía los peldaños de la escalera...de dos en dos...no sabía que iba a decirme...pero desde luego...no podía ni imaginar lo que me esperaba...

Al llegar, me hizo un gesto para que me sentara a su lado...todos estaban en silencio, incluso el bedel, andaba ocupado en sus asuntos sin hacer caso de mi...

Marcos tenía ante él unos libros...en ellos imágenes de guerreros troyanos, griegos y espartanos, combatían desnudos...en algunas escenas, se veían con sus sexos

excitados y las armas en las manos, embrazados a sus escudos o con el penacho de sus cascos sobre la cara del amante...No había mujeres, eran hombres...hombres en la lucha...y amantes en las noches...

Marcos me miraba...

Su sensualidad en los gestos era sutil...tomó mi mano deslizándola bajo la mesa...noté su miembro apretado contra la cremallera...su falo que tanto me había enloquecido...estaba finalmente en mis manos...comencé a moverlo con suavidad...mientras sus ojos y los míos enloquecían...

mirando lascivos...

En voz muy baja...me preguntó...¿ eres mío ?

¿Suyo?...claro que sí le grité en un silencio sin palabras...Soy Tuyo...

Bien...te quiero bajo la mesa ¡ahora!

Los compañeros de otras clases estaban con sus caras entre los libros...pero yo me imaginaba que todos estaban viendo lo que pasaba...como si sintiesen lo mismo que yo...

Al principio intenté ser discreto...pero su rostro al mirarme me indicaba que podría continuar...y lo hice...

Bajo la mesa...empecé a lamer el glande...con intensidad succionadora...luego...cuando creí que todo terminaría así...en unos instantes...el detuvo mi cabeza...y le escuché hablar con alguien...llamaba al bedel...mientras yo estaba bajo la mesa...

-espera...me dijo...que ya viene...

El bedel traía otros libros...entonces Marcos me pidió que continuase con mi felación bajo la mesa mientras el hablaba...

En semejante locura de excitación, no podía pensar sino obedecer...y así lo hice...con mi boca tragándome su tallo duro, y cálido...y mi mano sujetando mi propio miembro...y Marcos...hablaba...hablaba con él...como si nada sucediese...y yo bajo esa mesa territorio de libros y palabras..¡.enloqueciendo...!

Se derramó sobre mi cara...sobre mis ojos...sobre su esclavo...

SÍ soy suyo...lo sé...y el también...