Marcos y familia IV Una nueva familia
La separación de los padres de Marcos hacen que todo de un giro, pero él le sacará partido
Al llegar al trabajo Santiago estaba impaciente por darme una noticia.
-Sé quién es la amante de tu padre.
Lo dijo como un crío que conocedor de un secreto está deseando contarlo.
-No me jodas¿Quién?
-Margarita, tú la conoces bien era...
-¿La mujer de Alberto? Imposible¿cómo lo sabes?¿los has visto?.-Alberto era un compañero de trabajo de mi padre, hubo una época que eran muy amigos, incluso mi hermano y yo pasamos fines de semana cuando mis padres salían y nos dejaban a su cargo, Margarita debía de tener los cincuenta si mis cálculos no me fallaban, o sea un par o tres años más que mi padre, hacía siglos que no sabía nada de ellos, a Alberto lo trasladaron a otra oficina y supongo que entre los líos de mis padres etc... perderían el contacto y pasaron a ser otros más.
-Santiago tenía los ojos brillantes, como cuando uno supera una prueba y busca el premio, si no hubiera sido mi padre me hubiera reído de su cara.
-¿Cómo lo sabes?pero ella y Alberto¿siguen juntos?
-A ver, ella vive cerca de mi casa, no sé si sigue casada pero lo dudo pues los vi caminando sin miedo e iban de la mano y bueno ya me entiendes... vamos que de amigos nada, por lo que dudo de que sigan juntos, la verdad es que Margarita está de muerte, tiene unas. -Dijo señalándose las tetas.-¿Y ahora que? Marcos, ahora ya lo sabes, ¿Qué vas a hacer?
-No lo sé Santiago, estoy jodido, si se lo digo a mi madre no sé cómo se lo tomará pues eran amigas, y si no lo digo y se entera que lo sé ¿cómo quedare yo?
-Si quieres un consejo, deja que cada uno resuelva sus problemas, tú haz que no sabes nada y espera a a ver qué pasa, igual no es más que una aventura que no de para más, unas copas un nos...bueno ya me entiendes.
Me pasé la tarde pensando Margarita, parece mentira que con las tardes que me pasé en su casa ahora me costará recordar su cara, tenía que verla, simplemente ponerle cara de nuevo.
Al salir del trabajo me fui directamente a casa, había algo que me ahogaba, una cosa era que mi padre se fuera de putas y otra que tuviera un romance serio, no tenia ni idea de como se lo tomaría mi madre, al llegar a casa la encontré vaciá, ningun ruido fuera de los tópicos la nevera o alguna cañería, en un año mi familia se derrumbava cono un castillo de naipes, decidí cenar alguna cosa aunque no tenía hambre por lo menos pasaría el rato.
Al cabo de dos horas apareció mi madre, desde el sofá la pude ver con su traje de ejecutiva, sus pantalones azul marino, junto a su camisa blanca de la cual me percate que los tres botones superiores estaban sueltos. Se asombró de que estuviera en casa y no conmis amigos.
-¡Marcos!¿Que haces aqui tan temprano?¿Todo bien?-Su cara denotaba preocupación.
-Si todo bien, hoy no tenia ganas de salir.
-¿Has cenado?-Dijo agachandose para darme un beso, al hacerlo se le abrió un poco mas dejandome ver el nacimiento de sus pechos, desprendía una mezcla de olores, su colonia, a menta proveniente del chicle que masticaba y un ligero olor a tabaco, desconocía si había enpezado a fumar, lo obvie no estaba para preguntas.
-Si ya cené.
-¿Seguro que has cenado? -Dijo quitandose la americana de camino a su habitación, entonces lo vi, mi madre tenia un rollo, tenía la camisa por la parte de atrás mal metida, supongo que al pensar que no estaría en casa no se preocupó de arreglársela bien.
La seguí hasta su habitación quedandome apoyado en el marco de la puerta, de espaldas a mi,se estaba acabando de sacar su camisa quedando su sujetador blanco a la vista, no podía aguantar sin abrazarla, me acerqué y rodeandole por debajo de sus pechos acerqué mi boca a su cuello, sin duda había estado con un hombre, un aroma usurpador la delataba.
-whuo,¿ que te pasa hoy Marcos?-Dijo riendose.
-¿Te puedo hacer una pregunta?.-Le dije besándola en el cuello.
-Ahora sí que me preocupas¿desde cuando pides permiso para preguntar?
-¿Estás saliendo con alguien?-Sus manos que me estaban acariciando se detuvieron, durante un segundo el mundo se detuvo.
-Si, ¿Algún problemaMarcos?.-Dijo girando la cabeza para mirarme directamente, su voz era seca.
-No, mamá no hay ningún problema.
Se giró quedándonos frente a frente, me besó en lo labios sin cerrar los ojos.
-Te lo iba a contar , pero te has adelantado.
-No me tienes quedar explicaciones.
-No te las estoy dando, no te confundas, no busco tu aprobación, tu padre y yo nos vamos a separar, queríamos decírtelo lo dos a la vez , no quiero que pienses que le he puesto los cuernos, si tu padre no me hubiera pedido el divorcio jamás lo hubiera hecho, ¿me crees?
-Por supuesto.-Mis labios se juntaron a los suyos,y nuestras lenguas comenzaron el vals, ella sujetaba mi cabeza con una mano mientras que removía mi pelo con la otra, mis manos desabrocharon su sujetador quedando sus pechos libres, libres para besarlos, jugué con sus maravillosos pezones mordiéndolos suavemente, nos tumbamos en la cama fue la primera vez que hicimos el amor, sin prisas, sin preguntas ni respuestas, no había nadie que nos pudiera interrumpir, nos volvimos a besar como si fuera la primera vez, nadamos entre las sabanas jugando con nuestro cuerpo, no faltaron las caricias, ella me monto suavemente como sin querer hacerme daño, la observaba tumbado con mis manos acariciando los pechos, su cabalgada era lenta hacia delante y atrás, no dejamos de mirarnos ni un solo segundo, era como si mirándonos nos dijéramos "sí,somos nosotros" jamás sentí mayor placer, recorrí todas las partes de su interior, sintiéndola llena e incluso los orgasmos eran tranquilos, así hasta el final quedándonos abrazados, en un duerme vela, sencillamente mágico.
A la mañana me desperté solo en la cama , al levantarme la descubrí en la cocina tomándose su café , al verme entrar apareció una sonrisa mezclada de ternura.
-Buenos días ¿cómo has dormido?
-Muy bien-Le contesté antes de darle un beso en la mejilla.
-¿Te parece bien si le digo a tu padre que hable contigo sobre el divorcio?
-Supongo que no habrá más remedio, ¿ estáis bien? me refiero... ya me entiendes de buen rollo.-La verdad es que no sabía como manejar aquel asunto.
-Creo, que es la primera vez desde hace mucho tiempo que podemos hablar sin miedos ni mentiras. Además conozco a su nueva pareja.-Me quedé parado sin saber si preguntar o dejar que ella me lo contará.
-A sí .-Salí por el camino del medio.
-Si, hable con ella, me pidió perdón por el daño que me hubiera podido hacer, y estaba dispuesta a dejar a tu padre si yo quería, jamás quiso hacernos daño, simplemente sucedió y no lo pudo evitar.
-¿Quién es?.-Tuve que preguntar y romper de una vez con todo.
-Margarita, ¿te acuerdas de ella? era la mujer de un compañero de trabajo de tu padre, te tienes que acordar de ella, hace dos años que se separó.-Hice como que recordaba.
-¡Margarita!.-No sé si mi cara de asombro fue muy convincente, me estaba preocupando, últimamente se me estaba dando muy bien mentir.
-Si, y ahora soy yo la que te quiere pedir un favor¿puedo?.-Sus ojos marrones se quedaron fijos en su taza para levantarla despacio y clavarla en mis ojos.
-Siempre, ya lo sabes.
-Qui...me gustaría que la trataras como a una madre, es lo mejor para todos, y además siempre os quiso mucho tanto a ti como a tu hermano,¿podrás?
-Lo intentaré, ¿pero quieres que la trate igual que a ti?.- Una sonrisa apareció en sus labios entendiendo el doble juego de la pregunta.
-De eso no me tienes que dar explicaciones, la verdad es que se ve muy bonita, por cierto ya que nos estamos confesando¿Qué tal con Maite?, por qué estáis saliendo¿me equivoco?.- Me había pillado fuera de juego.
-Más o menos¿ desde cuándo lo sabes ?
-Desde que empezaste a salir con ella, tu tía me lo dijo, bueno me la describió y a partir de ahí saque mis conclusiones, aunque no lo he sabido hasta ahora que me lo has confirmado.- Me la había jugado y yo caí en la trampa.
-¿Te importa?.-Dije serio.
-Sabes que no quiero darte explicaciones de con quien salgo o no, pues con las mismas tampoco te las pido, lo único que quiero es que no descuides tus estudios¿ me entiendes? y me gustaría que dejaras el trabajo y te dedicaras por completo a estudiar, no te preocupes, hable de ello con tu padre y estamos de acuerdo, te asignaremos una paga, pequeña la misma que estás cobrando¿ te parece bien?
-Bueno uf muchas cosas a la vez, pero si es lo que queréis a si será.-Total iba a cobrar lo mismo y sin trabajar, empezaba a gustarme esto de ser hijo de padres separados.
-¿Quién es?ya sabes con quién...
-Ya tardabas en preguntar.-no me dejo acabar la frase.-Es un buen hombre, lo conocí en el trabajo, se llama Antonio, viudo y con dos hijos, si quieres lo podrás conocer esté Domingo, María nos a invitado junto a tu tía Sofía, quiere hacer una cena en su casa, me comentó que si querías también estabas invitado, pero no sé si te gustara" cena de maduras" .- Dijo haciendo las comillas con los dedos en el aire,aunque ella sabía que estando mi tía y Maribel juntas eso no me lo podía perder.-Y de paso puedes traer a Maite y así la presentas en sociedad. -Una sonrisa de niña mala dibujo su rostro.
-Se lo pregunto.-La idea de estar con ellas tres en una misma casa me excitaba, me vino a la mente el vídeo de María en el almacén con Juan.
Hable con Maite y después de una hora convenciéndola de que mi madre lo veía bien y no habría ningún problema accedió a acompañarme.
Nos abrió María, llevaba unos tejanos ajustados y un jersey fino el cual marcaba sus tetas.
-Hombre pareja.-Dijo abrazando a Maite para darle dos besos.
-Y tu grandullón¿cómo estás?.- Sus brazos me estrecharon pudiendo notar sus tetas en mi pecho, puse mis manos en la frontera entre sus nalgas y el final de la espalda, me di cuenta que iba ya un poco empalmado cosa que seguro que no se le pasó.
Pasamos a la terraza donde estaban todos sentados en la mesa, habían empezado a cenar, al verme mi madre sonrío pues no las tenía todas a que iría, vi al nuevo compañero de mi madre, su cara demostró cierta tensión al verme, pero una madre agarrándole la mano lo tranquilizó, mi tía Sofía fue la primera en saludarme, sentí su aroma envolviéndome, en ese momento aún la deseé más, pero la notaba a miles de kilómetros de mí, luego mi tío con un fuerte abrazo me hizo saber que a pesar del tiempo aún sentía que era su sobrino, llegó el turno de Antonio, se levantaron los dos y fue mi madre la encargada de las presentaciones.
-Marcos,Antonio.-Lo dijo mirándome con dulzura, cada día la amaba mas, lo mire intentando transmitirle la mayor calidez, en sus ojos quise leer "gracias"
Me senté al lado de María, si digo que fue casualidad mentiría, pues me podía haber sentado al lado de mi madre, pero esa noche tanto para ella como para mí era mejor guardar las distancias, y que mejor sitio que al lado de María, empezamos a cenar, la conversación pasaba por tiempos lejanos, ya sabéis sus fiestas, las ropas y los novios que habían tenido, me daba cuenta que mi tía no me quitaba el ojo de encima, me sonreía y volvía a la conversación, mi madre brillaba de felicidad, quizás fue la primera vez que podía sentir su felicidad desde hacía mucho tiempo, mientras Maite y yo no éramos más que simples espectadores, nos reíamos sin saber el porque, tenía la pierna de María pegada a la mía, en un momento baje la mirada y me percaté de que tenía las piernas abiertas,con lo cual la tenía pegada porque quería que la notará, posé mi mano en su muslo, solo un segundo para ver qué reacción obtendría de tal movimiento, no obtuve ningún tic que me hiciera ver que no la aceptaba, la volví a subir pues seguía bajo la mirada de mi tía, no entendía por qué estaba bajo vigilancia de parte suya. Mire hacia Maite y vi que me había descubierto tocando a María, acercándose a mi mejilla para como si fuera a darme un beso.
-Yo también quiero, a ella me refiero.- Dijo besándome la mejilla.
Repetí su movimiento.
-Ya somos dos y no me importa compartirla.-Dije besándola en los labios, todo bajo la mirada de mi tía.
La noche transcurrió entre risas y botellas de vino, Alberto se despidió pues entraba a trabajar ,tenía el turno de noche, con lo cual sentí que si jugaba bien mis cartas de esa noche no pasaba sin tirarme a María.
-Voy a hacer café.-Dijo María levantándose de la mesa, cosa que Maite no desaprovechó y ofreciéndose a ayudarla la siguió hasta la cocina.
-Marcos,¿por qué no les echas una mano?.-Sin duda mi madre sabía lo que buscaba.
Fui despacio hasta la cocina, no sabía lo que estaba haciendo Maite, me quede en la puerta sin que me vieran para poder observar la jugada de Maite.
-El otro día te vi en Luz Star.-Era la discoteca o pub que trabajaba Maite y el famoso Juan.
-Si, a veces voy,está muy bien.-Dijo con cierto temor.-¿Tú también vas?
-Bueno, yo trabajo allí, sabes el otro día Juan me enseñó un vídeo.- Mientras decía eso tenía una mano en su hombro acariciandolo.-Maribel se quedó parada sin aceptar que ella hubiera visto aquel vídeo.
-¿Vídeo?-Se quiso hacer la loca, pero sabía perfectamente que Maite sabía mucho más de lo que ella creía.
-¿De verdad?recuerdo verte, estabas preciosa. -Maite la había girado para quedar cara a cara, una mano estaba sobando una teta por encima del ,jersey, mientras la otra le recorría su melena como peinándola,María fue a hablar cuando Maite la callo con un beso en los labios, al principio hubo resistencia pero en unos segundos cedió a la fuerza de Maite que ya tenía introducida una mano por dentro de sus tejanos, antes había desabrochado y justo su cremallera había descendido por la fuerza de la mano de Maite, se podía ver en los movimientos de la mano que un par de dedos la estaban masturbando, se separó mirando como María cerraba los ojos sujetando el brazo que la masturbaba a la vez que unos gemidos se escapaban entre sus labios.
Al ver que Maite me había cogido la vez, me dispuse a entrar y hacer yo mismo el café, si no se notaría mucho que faltáramos tanto tiempo y viendo como se había comportado mi tía no me extrañaría que se presentará para ver lo que pasaba.
María al verme entrar se asusto, me acerqué a ella y la bese, le metí la lengua hasta la campanilla para luego.
-No te preocupes, yo me encargo del café , dejamos lo nuestro para otro día .-Simplemente me dijo que si con la cabeza, para después mirar la mano de Maite que en ese momento le estaba bajando los pantalones hasta las rodillas metiendo su cabeza entre sus piernas.
Tenía una cafetera Nexpresso con lo cual no fue difícil encontrar el café mientras ellas estaban a lo suyo,María se mordía el labio para tapar los gemidos,acabe de hacer los cafés y los fui sacando, mi tía y mi madre no dejaban de mirarme cada vez que servía uno. En uno de las veces que volví a la cocina María estaba desnuda de cintura para abajo Maite la tenía con dos dedos en su coño y dos en el culo, la estaba follando duramente mientras la llamaba puta, zorra.
Sali fuera y me senté al lado de mi madre esperando a que salieran, no tardaron,aparecieron como dos santas, riendo como si se hubieran contado un chiste.
Iba a ser una noche muy larga.