Marcos y familia
Marcos consigue vencer el miedo y consigue sacar el morbo de su madre
Para más información aconsejo leer” Dos hermanos y una Santa”. Pero tampoco es necesario.
Esta es mi historia después de conseguir follarme a mi madre, es cierto que con la ayuda de mi hermano Daniel, para los que no me conozcan les diré que antes era un chico con diecisiete años que era muy tímido, la verdad no me comía una rosca, no es que fuera feo, vaya tampoco me considero un modelo, digamos que estoy en el montón, no hago gimnasio ni pesas ni nada por el estilo, y mi polla es lo suficientemente grande para dar placer a una mujer, lo que sí he aprendido es a quererme más, y con un poco de práctica y echando huevos nunca mejor dicho se consigue todo.
Bueno iré a la historia.
Después de follarme a mi madre en la casa de campo, decidí que no podía quedar en un polvo esporádico, y quería follarme a mi madre tantas veces como pudiera, así que empecé a acosarla al principio no me dejaba, decía que todo había sido un calentón y que no podría repetirse, aprovechando que mi hermano Daniel tuvo que irse a Londres a estudiar, y mi padre se aficionó a las cervezas y a jugar al póker, mi madre fuera del gimnasio tenía poca vida social, cosa que aproveche para animarla un poco, estábamos en Julio yo había empezado las vacaciones y tenía todo el verano por delante para estar follandome a mi madre, simplemente tenía que hacer que ella lo deseara, recordé algunos trucos de mi hermano y eche mano de ellos.
Mi padre trabajaba en una empresa de vendedor, así que estaba todo el día fuera solo venía a casa para cenar y después irse a dormir pronto pues empezaba muy temprano.
-Mama, podíamos ir tú y yo a la playa. Le dije un día a mi madre, quería empezar el juego.
-Por mi bien, cuando quieras nos vamos, aunque ya sabes que a mí me gusta llegar muy pronto a la playa, si no se llena y no hay donde poner la toalla. Contesto mi madre.
La playa estaba a uno cuarenta minutos de coche, eso significaba salir de casa sobre las ocho de la mañana, a mí me fastidiaba siempre, pero esta vez era diferente, necesitaba sacar a mi madre de casa, para poder extraer a la mujer dejando de lado la parte maternal, así que lo primero que tenía que hacer era mostrarle a mi madre lo que se perdía al no follar conmigo, convencí a mi madre de comprarme bañadores con la excusa de los que tenía estaban pasados de moda, me costó un poco pero al final la convencí, llegamos al centro comercial y empecé a buscar bañadores, vi que ella también estaba buscando bañador, mi polla estaba tiesa pensando en mi madre en la playa a cuatro patas y yo dándole verga.
-Mama. ¿Por qué no te compras uno, y así vamos los dos de estreno? Le pregunté imaginándomela en el probador comiéndome la verga, todo era para mí posturas con mi madre de protagonista, ella se giró mirándome con cara de enfado, creo que sabía lo que yo estaba pensando, pero al girarse de nuevo pude apreciar cierta sonrisa, eso me dio esperanzas, al final cogí uno y se lo enseñe a mi madre.
-Mama, ven conmigo y me dices cómo me queda. Le dije mientras le estiraba de la mano dirección a los probadores.
-Los bañadores no se pueden probar Marcos, lo pone en el letrero. Me dijo antes de llegar al probador. Me quedé mirándola y cogí un pantalón largo y poniendo en medio el bañador le dije.
-Solucionado, no me voy a comprar un bañador sin probármelo antes. Dije. Cosa que a mí madre le hizo reír.
-Marcos!! No se puede repetir lo del otro día ¿Entiendes eso? Me dijo borrando la sonrisa de su cara, adivinando mis intenciones.
_Mama, simplemente quiero probarme un bañador y me gustaría que me aconsejaras, me quedo claro lo del otro día. Le dije con seguridad mirándola fijamente a los ojos. Durante unos segundos nos quedamos mirando, mi madre evaluaba mis palabras intentando adivinar realmente mis pensamientos, al final se dibujo una pequeña sonrisa y cogiendo un bañador que había estado mirando nos dirigimos a los probadores.
Entramos al probador y empecé por quitarme la camiseta pues realmente hacía calor, el día anterior me había depilado, como dije al principio no tengo un cuerpo de gimnasio, pero la suerte es que no tenemos un gramo de grasa, soy muy fibroso pero es de familia, salí a mi madre, estaba dándole la espalda a mi madre quería ver su comportamiento a través del espejo, notaba que estaba un poco nerviosa, todavía no se sentía segura, continúe con mis pantalones hawaianos, lo hice despacio para darle tiempo a mi madre a verme, de reojo a través del espejo iba viendo sus gestos, deje la ropa en el perchero, comencé con mis slips, mi verga estaba un poco parada, los saque y me di media vuelta para quedar de frente a mi madre, giro su cabeza intentando no verme, a la vez que estiraba su brazo entregándome el bañador.
_ Venga mama, no te preocupes soy tu hijo, y lo que paso pues paso, no vas a ver nada que no hayas visto” y que no hayas probado” pensé. Y cogiéndola por los hombros le di media vuelta, no se resistió y dándose la vuelta se me quedo mirando, había lágrimas en sus ojos.
_ Ya lo sé hijo, pero es muy fuerte lo que paso, no sé lo que me ocurrió, y tengo miedo de darte confianza y lo tomes en otro sentido. Dijo
_ Tranquila y relájate, vamos a pasarlo bien. Dije poniéndome el bañador, era un bañador de piscina, lo hice porque en estos bañadores se marca más el paquete.
_ ¿qué te parece? Pregunte a mi madre.
Esta se lo quedo mirando, notaba esa mirada de no saber si era el bañador o mi verga lo que más le atraía.
_Si a ti te gusta, para mí está bien. Dijo intentando Y ahora cámbiate que me quiero probar el mío, Contesto.
Esta vez no me di la vuelta, me cambie delante de ella mirándola a la cara y sin decir nada, notaba que mi verga iba cogiendo fuerza, me cambie rápido pues no quería que mi madre se pusiera incomoda, todo llegaría pero había que darle tiempo. Una vez cambiado le dije.
-Venga mama, cámbiate tu.
_Ni lo sueñes que me voy a cambiar delante de ti, he visto que tu verga está cogiendo forma y no voy a darte más motivos para calentar mas el asunto, venga sal fuera y espera. Me dijo, hice como si no me hubiera enterado y salí a esperarla.
Al final salimos de los grandes almacenes, se nos hizo tarde, sonaba Jazz en la radio era su música favorita, me hice el dormido y puse mi mano en su rodilla, no tenía intención de subirla, simplemente quería ver su reacción, de reojo veía que en un principio me miro un poco nerviosa, pero al ver que mi mano no se movía se quedo más tranquila, tenía que conseguir que mi madre se tranquilizara, que se dejara llevar, se relajo tanto que incluso se lanzo a cantar alguna canción, yo la miraba de reojo, cada vez me costaba mas no lanzarme a comérmela, no sabía lo que me había pasado con ella, nunca antes me había sentido así con ella, siempre supe que era una mujer hermosa, pero desde que paso lo que paso no me sentí tan atraído sexualmente por ella.
Al poco llegamos a casa, mi padre no había llegado aun, le dije a mi madre que me iba a duchar, recuerdo que mi hermano dejaba la puerta de manera que mi madre lo veía a través del espejo del lavabo.
Así que entre dejando la puerta estratégicamente abierta, no sabía si vendría mi madre pero por si acaso, me desnude despacio dando tiempo a mi madre, al cabo de cinco minutos decidí masturbarme pensando en mi madre, en sus hermosas tetas, pasando por su coño depilado, no me podía creer que me hubiera follado a semejante hembra, por supuesto no se lo había comentado a ningún amigo, ni siquiera a Rafa que era mi mejor amigo. Mientras me masturbaba miraba al espejo intentando ver la cara de mi madre reflejado en el, me corrí y pude descargar después de estar todo un día empalmado. La verdad que no me percate si mi madre me había espiado, así que decidí ducharme.
Durante una semana fui calentando a mi madre, me arrimaba a su culo con cualquier excusa, dejaba la puerta del lavabo abierta para ducharme o incluso me hacía una paja, le daba un beso en el cuello cogiéndola por la espalda. Hasta que llegó un día en que todo giro.
Al salir al comedor mi padre acababa de llegar y estaba en la mesa esperando que mi madre trajera la cena, lo vi un poco cargado seguro que antes de llegar habría estado en el bar con los amigos tomando unas cervezas, por un momento sentí rabia, mi padre no sabía lo que tenía en casa, pero por otro lado eso me ayudaba para conseguir a mi madre. Llevaba solo puesto el pantalón de pijama pues en esa época hace mucho calor, entre en la cocina sin hacer ruido, mi madre estaba preparando una ensalada en el mármol de la cocina, no me podía ver pues me daba la espalda, llevaba sus mallas las cuales dejaban adivinar un hermoso culo, redondo y duro como había podido comparar, me acerque por la espalda y dejando notar mi paquete le di un beso en la mejilla, se asusto pues no me vio venir.
_ Te ayudo en algo mama. Le dije sin apartar mi paquete, la note un poco tensa y unos pequeños tonos rojos aparecieron en su mejilla.
_ Pon los cubiertos si quieres. Me dijo sin apartar la mirada de la ensalada.
_ Por cierto, mañana vamos a la playa, así que no te acuestes tarde. Me dijo.
_ No te preocupes mañana estaré listo.
Cenamos como cada día y me acosté pronto no sin hacerme otra paja pensando en las posturas y situaciones follando con mi madre.
A las siete y media estaba tomando café cuando entro mi madre con su bikini blanco, llevaba un pareo a modo de falda y unas chancletas, nada más verla mi verga volvió a su posición que últimamente parecía estar más cómoda, ósea tiesa como una barra, mi madre se dio cuenta pues yo aun estaba con el pantalón de pijama. Continúe tomando el café sin darle importancia, le regalaría la vista a mi madre.
_Todavía estas así. Dijo intentando disimular.
_ Acaba pronto, te espero en el coche, al final llegaremos y no abra sitio. Acabo diciendo.
_ Voy, no te preocupes la playa no la quitan. Le dije a la vez que la abracé cariñosamente, sabiendo que notaba mi erección en su ombligo.
Salimos de casa sobre las ocho de la mañana, mi madre se coloco sus gafas de sol y su cinturón el cial hacia que sus tetas sobresalieran mas, el camino se complico pues en esa epoca todo el mundo va a la playa pues es de los primeros días de la temporada, y claro todo el mundo piensa como mi madre, si no vas pronto no hay sitio.
Mi verga continuaba parada viendo de reojo a mi madre, el fular que llevaba se iba abriendo dejándome ver las maravillosas piernas hasta la ingle, hice el dormido y como el que no quiere la cosa coloque una mano en el muslo de su pierna, esperando que me la retirará, noté a pesar de que ella llevará gafas de sol que miró hacia esa mano que amenazante al percatarme la deje quieta para que se acostumbrara a ella, la caravana me estaba dando la oportunidad en avanzar en mis planes, note que al principio estaba tensa pero poco a poco se fue relajando, tenía que sacar a esa mujer que llevaba dentro y hacer que se olvidará de la parte maternal, mi madre era muy fogosa eso lo sabía, solo había que desenterrarla. Mi mano al cabo de diez minutos estaba situada en la pantorrilla a menos de un palmo o como lo calculaba yo a cinco minutos de su entrepierna, volvió a ponerse tensa, notaba que sus ojos iban de mí entrepierna viendo mi erección a mi mano en su pantorrilla, como si tuviera miedo de perderse algo, y sé que estaba pensando en las consecuencias, sabía que mi verga estaba duró por ella y esa mano en sus piernas lo estaban encendiendo mas, hizo un amago de quitarme la mano pero al adivinar sus intenciones la quite como el que no quiere la cosa, a la vez que me eche hacia atrás y separando las piernas para estar más cómodo lo cual aún dejaba mas a la vista mi paquete, note cierto cambio en sus pezones.
A los cinco minutos volví a colocar mi mano a dos dedos de su entrepierna directamente manteniéndola quieta esperando su reacción, noté que se puso tensa y sus pezones ya aparecieron en todo su esplendor, estaba cayendo la madre y salía la mujer fogosa, no dijo nada, empecé a subir mi mano rozando la braga del bikini pero sin pasar de ahí, me di cuenta que sus piernas se abrieron un poco, la tenía pero quería que mi victoria fuera total, mis manos seguían moviéndose pero no quería pasar ese límite aunque la verdad me costaba, ella esperaba que en cualquier momento pusiera mi mano en su coño. La notaba cada vez más tensa esperando ese movimiento de mi mano, pero sabía que no era el momento, la tuve así durante prácticamente una hora. Al llegar no había mucho sitio pero al final encontramos en la orilla, pusimos nuestras toallas, coloque la sombrilla y me metí al agua más que nada para relajar mis huevos pues los tenía prácticamente para explotar, la playa es de las que enseguida te cubren a dos metros de la orilla el agua te llega al cuello, esto te permite bañarte sin miedo de perder tus cosas de la vista, mi madre se quito el pareo y mirándome me indico con la mano que saliera, sabía que era para ponerme crema pues esa es su manía, cosa que siempre odié, pero esta vez iba a ser diferente..
_ Ven y túmbate que te ponga crema, todavía estas muy blanco y te vas a quemar. Me dijo señalando mi toalla.
Me tumbe dándole la espalda, empezó por mis tobillos subiendo por mis piernas, primero por fuera y luego comenzó por el interior de mis piernas, subía sus manos lentamente llegando a rozar mis huevos con las puntas de sus dedos, los cuales al llegar a esa zona su movimientos eran más lentos, cosa que me estaba matando, no le podía ver la cara pero seguro que estaba disfrutando haciéndome pasar por lo mismo que yo a ella en el coche, me dio una palmada en el culo, señal de que me diera la vuelta, sin darse cuenta de que no me había puesto por la espalda, señal de que su prioridad no era proteger mi piel, pensé. Por supuesto que al darme la vuelta apareció mi verga luchando por salir, en ningún momento intenté ocultarla sino al revés abrí mas las piernas, empezó por mis hombros despacio mirándome fijamente a través de sus gafas de sol, sus tetas estaban a la altura de mi pecho y notaba sus pezones duros como pitones, continuó bajando hasta la altura de mi bañador insistiendo en él un buen rato como admirando ese bulto, al cabo de un rato bajo a mis piernas y comenzó a frotarlas primero por delante para ir subiendo hasta la altura de mis huevos, siempre con movimientos lentos como si no quisiera acabar, en uno de esos movimientos le sostuve la mano un segundo a la altura de mis huevos, la dejo quieta encima de mi paquete, y la retiró.
-Bueno, no creo que te quemes con toda la crema que he puesto, me voy a bañar. Dijo levantándose a la vez que dejaba sus gafas de sol para zambullirse, ése era el momento, y no lo podía dejar escapar, me levante y tirándome de cabeza bucee hasta donde estaba, colocándome detrás de ella y al salir la cogí por su cintura, marcando mi paquete en su culo a la vez que la abrazaba, no dijo nada, simplemente esperaba mis movimientos, la besé en el cuello, el agua la cubría prácticamente hasta la barbilla con lo cual nuestras manos quedaban fuera de la vista de posibles mirones. Mis manos recorrían su vientre hasta el bañador, quería que fuera ella la que me llevará mi mano a su coño, y pese a mis ganas de hacerlo me resistí sabiendo que la fruta estaba madura, simplemente había que esperar a que callera, seguí con mi movimiento de mano y apretando mi verga a su culo, notaba que su respiración era más acelerada, podía sentir nuestros corazones latiendo más rápido, hasta que me cogió la mano y acompañándola la introdujo dentro de su bañador quedando mi mano en su coño, lo empecé a acariciar suavemente, frotando sus labios mayores para después empezar con los menores, separando los labios y empezar a meter un dedo despacio, echando una mano hacia atrás busco mi verga, me baje el bañador a las rodillas para facilitarle la faena, cosa que aprovecho para cogerla y empezar a masturbarme despacio, podía ver la cara de zorra que vi cuando nos la follamos mi hermano y yo, pero esta vez no iba a ser una equivocación, le baje el bañador hasta medio muslo y girándola para quedar de frente empecé a follarla con dos dedos a la vez que la morreaba, sin pensar en lo que dijera la gente, separando la cara me dijo.
_Marcos, esto está muy ma..
La corte metiendo mi lengua en su boca, jugábamos con nuestras lenguas en un beso eterno.
La seguía masturbando ya con tres dedos, notaba como su coño me apretaba los dedos capturándolos, abrió sus piernas todo lo que le permitía su bañador alojado en sus rodillas, apretó su cara contra mi pecho, agarrándome con fuerza mi brazo que la estaba matando de placer, sus ojos medio cerrados y su boca abierta intentando coger aire, soltó mi polla y paso sus brazos por mi cuello como si de un baile se tratará, sus piernas perdían fuerza. En ese momento saque los dedos de su coño y me la quede mirando.
_ ¿Quieres que continúe? Le dije al oído. Ella se quedo mirando.
_Si. Por favor.
_Si ¿Qué? Dime qué quieres que haga. Mama. Dije resaltando la palabra mamá. Se quedo mirando, asomó una sonrisa de sus labios y.
_Quiero que me folle con esos dedos de mi h-i-j-o. Dijo resaltando hijo y llevando mi mano a su coño, la bese, mis dedos volvieron a su coño empezando a darle placer, le introducía ya mas fuerte, ella se retorcía apretándose más todavía a mi cuerpo, me olvide de mí, solo quería que se corriera en mis manos, eso es, que mi madre se corriera en mis manos, sentí como estirando su cuerpo se corrió, nos quedamos un rato apretados y.
-Lo has conseguido, cabrón. Me dijo al oído.
-¿Te gusto? Sabes que te gusta, no lo puedes negar, mi padre es gilipollas dejándote abandonada, y tú lo sabes, pero a partir de ahora todo lo que mi padre no te dé, te lo daré yo, porque tú lo quieres ¿No?
-Sí, lo necesito, sé que tu padre en sus partidas de poder se folla a las putas, lo siento por vosotros. En ese momento la bese con amor ella me entregó su boca como una colegiala en la puerta del instituto. Nos separamos y fuimos a la arena, yo tenía la verga que me reventaba y al tumbarme en la toalla mi madre disimuladamente me dijo al oído.
-No te preocupes eso te lo bajo yo. Se levanto me dio la mano y me dijo vamos a dar una vuelta.
¿Y las cosas? Dije mirando a nuestros objetos. Se me quedó mirando con cara de zorra, al lado nuestro había un matrimonio mayor, y mi madre dirigiéndose a ellos les pregunto si podían vigilarnos las cosas pues teníamos que ir a la cruz roja, tenía miedo de que le hubiera picado una medusa a su hijo, se me quedaron mirando, empecé a rascarme la pierna para disimular, me cogío mi madre y sin esperar respuesta me arrastro detrás suyo hasta un bar en el paseo marítimo, el bar estaba tan lleno que ni siquiera se fijaron en nosotros, entramos directamente a los lavabos, mi madre miro alrededor para comprobar que no había nadie y me empujó al lavabo de señoras,
este siempre está más limpio. Me dijo con una sonrisa en la cara.
Me bajo el bañador y se metió mi polla en la boca, con una mano me sobaba mis huevos mientras que con la otra me pajeaba para mamármela después, jugaba con su lengua en mi capullo, volvía a sacármela escupía en ella y volvía a la carga, sonaron unos nudillos en la puerta cosa que mi madre ignoro, sentía que me corría y mi madre apretando su boca hizo que me viniera, solté leche acumulada de una semana, pero mi madre como buena zorra no dejó escapar ni gota, al final me miró con cara de puta...
-¿Te ha gustado la mamada que te ha hecho tu m-a-d-r-e? Dijo riéndose. La cogí y le di uno de mis mejores morreos que he dado en mi vida. De fondo seguían los golpes en a puerta, nos separamos riéndonos y salimos cogidos de la mano como dos adolescentes, había una mujer mayor esperando para entrar al lavabo la cual nos miró con cara de enfado, nos reímos y volvimos a nuestra toalla la cual había estado vigilada por nuestros vecinos, preguntaron sobre la picadura, mi madre los convenció de que había sido una falsa alarma, pasamos la mañana con cierta normalidad, de vez en cuando unos roces o unas miradas perdidas pero nada más. A eso de las cuatro recogimos y emprendimos el viaje de vuelta, volvimos a coger caravana, pero esta iba a ser diferente, me quedé mirando a mi madre no me acababa de creer que hubiera conseguido a una mujer como ella, mi madre se percató y poniéndome la mano en mi bañador empezó a frotar mi verga, metió su mano y.
- Me ayudas o todo lo tengo que hacer yo. Me dijo.
Me baje el bañador y agarrándome la verga empezó a masturbarme a la vez que conducía, al llevar cambio automático facilitaba las cosas, sus movimientos eran lentos, como si quisiera disfrutar del momento, empecé a sentir que me venía al darse cuenta aumentó la velocidad de su mano hasta que explote llenando su mano, siguió con sus movimientos hasta que mi verga adoptó su postura de descanso.
-De momento es suficiente hasta que lleguemos a casa. Dijo mirando a la carretera.
Llegamos a casa sobre las siete después de habernos tragado la caravana y un accidente, mi padre siempre llegaba sobre las ocho dependiendo de las cervezas que se tomará en el bar. Mi madre me dijo que entrara yo primero a la ducha y luego iría yo. Ya estaba debajo de la ducha cuando oí la puerta del lavabo abrirse, entró mi madre completamente desnuda, fue la primera vez que pude apreciar su cuerpo por completo, sus maravillosos senos se movían creando una coreografía perfecta con el movimiento de sus caderas, tanto tiempo deseando este momento y había llegado, no quería apartar la mirada no fuera que solo fuera un sueño.
-Tenemos poco tiempo, tu padre está al llegar. Me susurró al oído bajando sus manos para Cojer mi verga.
La bese recreándome con su lengua, buscando todos los rincones de su boca, mientras su mano subía y bajaba la piel de mi verga despacio pero continuó, se fue arrodillando a la vez que su lengua recorría mi pecho recreándose en mis pezones para continuar su viaje hacia el centro de mis piernas, una vez situada sacó su lengua y empezó a jugar con mi glande, para hacer desaparecer toda en su boca, la engulló toda y aguanto, sin signos de arcadas desde luego mi madre había echo muchas mamadas eso se notaba, comenzó un mete saca a la vez que aprovechaba para sobarm los huevos, cuando vio que ya estaba apunto se levanto y apoyándose con las dos manos en la pared me dijo.
-Folla a la zorra de tu madre, quiero sentir tu leche en mi coño, follame joder. Decía mirándome como una puta.
No lo pensé acomode mi verga y de un empujón se la metí hasta los huevos, le empeze a dar con fuerza mientras que ella acompañaba los movimientos con su cadera, le coji el pelo echando su cabeza hacia atrás arqueando su cuerpo, gemía moviendo su cabeza arriba y abajo, estuvimos diez o quince minutos bombeando hasta que sentía como me corría llenando su coño, sentí un poco de rabia pues ella no se corrio, se saco mi polla, mirándome a los ojos me dijo.
- Tranquilo te vas a follar a tu madre siempre que quieras, ahora vete que si no el cornudo de tu padre nos puede pillar. Era la primera vez que oía llamar así a mi padre.
Al cabo de diez minutos llego mi padre, hoy venia para variar con unas cervezas de más, cosa que no me importó , pues quería follar con mi madre en todos los sitios de casa y si estaba mi padre mejor más morbo, al salir al comedor mi padre como siempre estaba sentado en la mesa viendo la televisión, me acerqué a la cocina, mi madre estaba preparando la cena, llevaba una fina bata casi transparente que dejaba apreciar su hermoso culo, llevaba un tanga y carecía de brasier, sin duda algo había cambiado, cerré un poco la puerta aunque mi padre y la cocina eran dos mundos diferentes, me acerqué y pasando los brazos por su cintura acaricie sus senos.
-Veo que no has tenido suficiente. Me susurró mi madre echando el culo hacia atrás para apoyarlo en mi verga.
-Pues no, todavía me queda mucho, sacando sus tetas para manosearlas, agarre sus pezones y jugué. con ellos, mi madre apoyo su cabeza en mi hombro y me ofreció su boca, mis manos desataron su bata y recorriendo su cuerpo entraron por dentro de sus bragas para alcanzar su coño, notaba que mi madre comenzaba a sentir placer, tenía una mano en su coño y la otra jugaba con su pecho, notaba como empezaban a aparecer los fluidos, su boca estaba medió abierta, ya conocía a mi madre y eso era señal de que sentía placer, empecé un mete saca de mis dedos, se podía oír el flap- flap entrando y saliendo la gire poniéndola de frente a mi, tenía miedo que mi padre entrará en la cocina así que sin sacarle los dedos de su coño caminamos hacia la puerta la cual había dejado un poco abierta, podía ver a mi padre sentado mientras su hijo estaba masturbando a su mujer, mire a mi madre tenía una sonrisa de puta, ella estaba disfrutando de la situación más que yo, me agaché y le baje las bragas hasta sacárselas después le quite la bata dejando a mi madre desnuda en la cocina y empujándola hacia abajo para que se arrodillará, ella no dudó en bajarme el pijama y meterse mi verga en la boca y comenzar a mamar, mientras yo seguía vigilando a mi padre el cual entre las cervezas con sus amigos y el fútbol de la televisión no se enteraba de nada, y ahí seguía mi madre comiéndome la verga, la sacaba, me masturbaba y engullía, me iba a venir, entonces le dije que se pusiera a cuatro patas, me la iba a follar en ese momento, mi madre no dudo y girando la cabeza separó sus nalgas para facilitarme la penetración, metí mis dedos en su coño para masturbarla un poco y viendo que estaba súper mojada se la clave de un solo golpe y empecé a follarla deprisa, no teníamos mucho tiempo.
-Córrete en mi boca, quiero tragarme tu leche. Decía mi madre entre jadeos.
Se oía el golpeo de mis huevos contra su culo, yo seguía mirando a mi padre, pensaba que en cualquier momento se levantaría y vendría a la cocina a ver qué pasaba, pero de momento seguía a lo suyo, ajeno a lo que pasaba a apenas diez metros de distancia, seguí dándole a mi madre, había notado que mi madre se había corrido, entonces sentí que me corría y sacando mi verga de su coño se la puse en su boca, esta la absorbió llenándose su boca con todo mi semen, seguía mamándomela a la vez que me miraba, hasta que no se tragó todo y me la dejó bien limpia no se levanto.
Después de esa noche pasaron más cosas, mi madre me demostró lo morbosa que podía llegar a ser. Pero eso son otras historias.