Marcos y Cristina decisiones correctas

Dejo claro que los dos finales me gustaron mucho, no pretendo ofender a nadie, solo exponer cual hubiera sido mi final, un gran saludo a Cristina y Marcos (Autores)

Marcos y Cristina decisiones correctas

Me encuentro en Barcelona, al final acepté el puesto de arquitecto, eso me ha devuelto la vida otra vez. Es muy gratificante crear un proyecto y ver como ese proyecto va tomando forma hasta ver el edificio terminado, sentado con una copa en la mano hecho la vista hacia atrás.

Roberto sigue con vida, en el último momento llame al chino para cancelar la orden, perdí los 50.000 euros, pero por lo menos conserve el alma. Que fue lo que hizo que cambiara de opinión. Cuando íbamos en el coche y Cristina contesto a los mensajes con una sonrisa, me di cuenta de que Roberto no le obligaba a nada.

A Cristina le gustaba eso que le ofrecía Roberto, aunque este desapareciera. Nuestra vida jamás volvería a ser la misma, Cristina jamás volvería a ser la misma con la que yo me case y no quería vivir un cuarto de mi vida, quería mi vida entera.

Ese fin de semana aprovecharía para mudarme a la casa de mis abuelos en Motril. Cuando llegue al estudio, lo primero que hice fue escribir mi carta de dimisión. Pase el día haciendo los presupuestos y los cálculos de unos antiguos proyectos, solo quería pasar el día para marcharme a casa y recoger todas mis cosas.

Cristina y Roberto se irían a la una y media, Durante el día tuve un par de llamadas de Cristina que no quise atender, solo tenía dos salidas y una vez descartada la del asesinato de Roberto, la segunda era empezar una nueva vida lejos de Cristina.

En uno de los descansos llamé al estudio de Arquitectura en Barcelona y les dije que aceptaba la oferta, me daban quince días para hacer todas las gestiones pertinentes. Pase por recursos humanos, para decirles que me despedía y que me cogía mis quince días de vacaciones.

Una vez en casa empecé a empaquetar todas mis pertenencias, lo que me había regalado Cristina o lo que compramos entre los dos se quedó en esa casa. No quería nada que me recordara a ella, bastante duro estaba siendo esto para mí. Serian unos cuantos viajes, pero esperaba poder llevarme todo ese mismo fin de semana para no tener que ver la cara a Cristina, temía que terminara por convencerme de quedarme con ella y no ir a Barcelona.

Cuando iba a salir de la casa, le deje una pequeña nota con las palabras “Hasta siempre, que sean muy feliz” y sobre ella la alianza que en estos momentos no significaba nada. En cuanto llegara a Barcelona iría donde un abogado especialista en derechos de familia, no me fiaba de ninguno de Granada.

Pase por casa de mis padres, no tenían buen aspecto, estaban tristes parecían espectros.

• Madre, me voy a Barcelona he encontrado trabajo en un estudio de arquitectura.

• ¿Vas solo?

• Si, lo mío con Cristina se ha acabado, necesito empezar de cero.

• Me alegro hijo, hemos sufrido mucho por ti.

• ¿Por mí?

• Todo el mundo sabe…

• ¡Maria!

• No Pedro no hay Maria que valga, tiene que saber que todo el mundo sabe lo de Cristina con su cuñado.

Eso fue un golpe duro para mí, una cosa era que sufriera yo, al fin y al cabo fui yo el que decidió seguir cuando lo podría haber cortado desde el principio. Fui tan egoísta que no me puse a pensar en lo que estarían sufriendo mis seres queridos, lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas.

Mis padres me abrazaron, solo tenía en mente retener a mi lado a Cristina. Sin pensar en nada más, Cristina con mi beneplácito es responsable de mi dolor, pero yo soy enteramente responsable del dolor de mis padres. Es una cosa que jamás podré perdonarme.

Comí con mis padres, después de saber que me iría a Barcelona y me divorciaría de Cristina, se animaron un poco. Creo que vieron la luz al final del túnel. Por la tarde pase por el bar a tomar una cerveza, la necesitaba más que respirar, me encontraba en la barra cuando alguien me toco el hombro con la mano.

Era Paco, la verdad que no era buen momento, no me aparecía hablar con nadie.

• ¿Cómo estás, Paco? – intente sonreír, pero me fue imposible.

• Bien, bueno tengo que contarte algo que llevo dentro que me está matando - dijo Paco.

• ¿Qué has hecho esta vez? – seguro que se había liado con quien no debía.

• Marcos yo…

Podía ver el miedo en los ojos de Paco, eso me llevo a creer que estaba relacionado con Cristina, no podía ser verdad que hubiera dicho lo que le pedí encarecidamente que no hiciera.

• A que viene tanta duda Paco, ¡dímelo! – apreté tan fuerte el botellón de cerveza que reventó en mi mano.

• Hace unas semanas, me encontré con Cristina y Gemma en Córdoba y…

Me estaba poniendo de una mala ostia, le agarre del cuello de la camisa, le acerque a mí y le dije.

• ¡Dímelo de una puta vez!

• Pues nos encontramos y entre copos baile y demás, terminamos en un hotel, hice un trío con las dos.

No pude contenerme y le di un puñetazo que acabo contra la mesa de unos jubilados que estaban jugando al mus, coloque mi pie sobre su pecho y le dije.

• Más te vale que tú y yo no nos volvamos a encontrar nunca más, ¡si te vuelvo a ver te mato!

Salí del bar y volví a casa de mis padres, estos al ver mi estado se preocuparon.

• ¿Qué a ocurrido hijo?

• ¡Como he podido ser tan imbécil!, también se acostaba con Paco, todo se ha destruido y parte de culpa es mía por no cortarlo de raíz.

Cristina había roto una de las líneas rojas, me preguntaba si habría roto las otras que impuse. Recordé las cámaras de vigilancia que pusimos en casa, les dije a mis padres que volvería para cenar. Al llegar a casa puse la clave y me puse a ver las imágenes, llevaba horas mirando imágenes y no aparecía nada raro, hasta que llego la grabación del 23 mayo. En ella se ve como alguien toca el timbre y al abrir Cristina le besa efusivamente, hace entrar al hombre y sorpresa era Paco.

No pierden el tiempo y se ve como Cristina se agacha y libera la polla de Paco empezando una mamada de antología, se me revolvían las tripas solo de verlo. Empiezo a echar para adelante y veo como los dos están ya desnudos y Paco se sienta en el sofá y Cristina empieza a meterse su polla en el coño.

Ver a Cristina con mi mejor amigo casi un hermano era como si la muerte hubiera metido su mano en mis entrañas y me las estaría estrujando, y eso que todavía no había llegado lo peor. Ver como paco se corría sin condón dentro de Cristina fue demoledor.

Las tres líneas rojas ya estaban rotas y después de ver lo que acababa de ver, mi decisión de irme a Barcelona y divorciarme de Cristina era más firme que nunca. Volví a casa de mis padres y les conté lo que había pasado, no daban crédito a lo que estaban escuchando.

Cristina no era santo de su devoción, pero lo de Paco fue un gran decepción para ellos, con todo fue un buen fin de semana, no hay nada mejor que unos buenos padres para un corazón herido de muerte. El lunes me puse en marcha hacia Barcelona, al llegar cogí una habitación en un hotel y me dispuse a presentarme en le estudio de arquitectura.

Antes de llegar llamé y me dijeron que alguien me estaría esperando en la entrada para enseñarme el edificio y presentarme a mis nuevos compañeros, en la entrada me esperaba una mujer de unos veintisiete años, un metro setenta de estatura, con el pelo rojo como el fuego, me sonrió y me tendió la mano.

Me dijo que se llamaba Lidia y que seriamos compañeros en los próximos proyectos, era una mujer muy simpática, la verdad que iba muy nervioso y consiguió que me calmara. Los compañeros, todos me cayeron bien, incluso el jefe, según me dijo Lidia era exigente pero justo.

Volví al hotel y me dispuse a buscar casa, un abogado y un detective privado, quería pruebas para enseñarle a mi ex suegro de cómo eran su ojito derecho y el hombre perfecto.

Llame a mis padres para decirles que había llegado bien y que cuando tuviera casa los invitaba a pasar unos días y después llame a Lola, estuvimos hablando y se alegró mucho de mí, me dijo también que si algún día volvía a granada le hiciera una visita.

Le dije que eso ni lo dudase, también le pregunte por si conocía un detective privado, ella me dijo que sí, uno era un cliente habitual y según me dijo muy eficiente en su trabajo. Lola me puso en contacto con él y quedamos en vernos en Barcelona, el detective tenía unas pintas de chungo de la ostia, pero mientras a mí me consiguiera pruebas me valía, me dijo que me saldría caro, después de gastarme 50.000 euros, ya todo me daba igual.

Todavía me quedaban unos cuantos días para incorporarme al puesto de trabajo, pero todas las mañanas iba para estudiar los proyectos en los que tendría que trabajar, Lidia fue una gran ayuda para eso, gracias a ella me empecé a poner al día. Estaba muy emocionado, eran proyectos realmente buenos e importantes.

Esto era lo que había estado esperando, desde que termine la carrera e hice los másters. Todas las mañana tomaba café con Lidia y a los mediodías comíamos juntos, Lidia era una mujer que me atraía mucho, pero la ruptura con Cristina era muy reciente y ahora no estaba en condiciones de empezar nada.

El abogado ya tenía los papeles del divorcio preparados, pero esperaría a que el detective privado consiguiera todas las pruebas, por fin llego mi primer día de trabajo oficial, en cuanto llegue Lidia me cogió de la mano y nos tomamos un café en la sala de descanso.

• ¿Estar nervioso Marcos?

• Un poco Lidia, pero con muchas ganas.

Lidia sonrió y cuando nos terminamos el café mientras hablábamos de banalidades, llego la hora de meterme de lleno en el proyecto, el proyecto consistía en un nuevo edificio que se iba a construir en Sarriá. Era un edificio de unas quince plantas que albergaría pisos y oficinas.

Me centré mucho en mi trabajo, de esa forma podía lidiar con el dolor de haberme separado de Cristina, de la humillación que supuso para mí permitir todo eso y la vergüenza que sentía de mi mismo. No me daba cuenta paro Lidia se quedaba todos los días trabajando conmigo hasta que yo me iba a casa.

Al final conseguí una casa no muy lejos del estudio de arquitectura, de esa forma podía ir dando un paseo todos los días. Cada día llamaba a mis padres, ellos nunca me contaron nada de Cristina y yo tampoco preguntaba, los meses fueron pasando y la sintonía que tenía con Lidia era muy buena.

Un viernes por la noche, los compañeros me dijeron que irían a tomar unas copas, la verdad que a mí no me apetecía, pero fue Lidia la que me convenció para que fuera. No se separó de mí en toda la noche, cuando ya llevábamos un buen rato en un local de esos de moda, no sé cómo sucedió que terminamos besándonos.

Después de ese beso todo se precipitó, me dijo de ir a su casa, pero le dije que la mía quedaba más cerca, estaba un poco nervioso. Desde mi última vez con Lola que no había estado con ninguna mujer, según entramos en casa, Lidia me empujo sentándome en el sofá, empezó a quitarse la ropa de forma sugerente, tenía mi polla como el palo de la bandera.

Lidia tenía un cuerpo precioso, sus pechos eran más pequeños que los de Cristina, pero eran muy bonitos y tenían pinta de ser duritos, cuando se quitó las bragas que llevaba pude comprobar que su coñito estaba húmedo y brillante. Se subió al sofá y me lo puso sobre la boca, empecé a mamar con gula, escuchar sus gemidos de placer fue música celestial para mí.

Lidia se bajó del sofá y termino de liberar mi polla y se la metió en la boca, el placer que estaba sintiendo era increíble, una de las veces se la metió hasta adentro, pensé que se ahogaba, le avise que me iba a correr y se la metió hasta el final, pude oír los sonidos de su garganta mientras se tragaba mi corrida.

Mientras me recuperaba, estuvimos dándonos besos y caricias, cuando ya la tuve otra vez en forma. Lidia me puso un condón y se la fue metiendo poco a poco, echaba su rostro hacia atrás mientras resoplaba. Lidia empezó a subir y bajar mientras me miraba con cara de loba hambrienta, llegue a pensar que esa noche me comía vivo y no me equivoque.

Al final nos corrimos los dos y volvimos a repetir una hora después en la ducha, Lidia se quedó a dormir y esto se fue repitiendo fin de semana tras fin de semana. Conté a Lidia todo lo que había sido mi vida dos años atrás, todo lo que consentí y todo lo que sufrí y lo que hice sufrir a mis padres, Lidia no se podía creer lo que estaba escuchando y menos que yo permitiera eso conscientemente.

Lidia me dijo que le gustaba mucho, y que le gustaría tener una relación conmigo, pero también me dejo claro que sería una relación de dos, yo le sonreí y le dije que eso era lo que quería, formar una familia.

El detective privado me llamo para decirme que había recopilado, bastantes pruebas. Tenía videos de Cristina, Gemma, fotos de Cristina con políticos y empresarios famosos en Andalucía. Documentos que probaban el juego sucio de Roberto…

Pedí unos días libres a mi empresa y me los concedieron, se lo comenté a Lidia y me dijo que en este momento le era imposible, pero que para la siguiente se apuntaba para conocer a mis padres.

Me cogí un vuelo, Barcelona Granada y lo primero que hice fue ir a visitar a mis padres, la verdad que los vi muy bien, me comentaron que uno de los días había pasado Paco para disculparse y les dijo que se marchaba a Jaén, a mí me dio igual como si se iba al infierno.

Mi padre me dijo que Antonio le había contado que en casa de Don Rafael tenían comida familiar. Esta era la mía, iría y terminaría con todos los trámites. Cuando llegue y me dispuse a tocar la puerta, Antonio se me acerco para saludar.

• Hombre Marcos cuanto tiempo, ¿qué es de tu vida?

• Pues ahora estoy en Barcelona, mucho trabajo, pero estoy muy contento.

• ¿Y vienes a?

• A terminar unos trámites que me separaran de esta familia para siempre.

Toque la puerta y me abrió Esther, la salude, ella hizo un especie de ruido por lo sorprendida que se había quedado. Yo entre hasta el salón principal, allí estaban todos sentado. Se les cambió la cara al verme.

• Que tal familia, ¿ya no saludáis?

• ¡No eres bien venido a esta casa! – dijo el padre de Cristina mientras se atragantaba de la ira.

• No te preocupes Rafael, solo he venido a que tu hija firme unos papeles y me perderéis de vista, nadie tiene más ganas de eso que yo.

Cristina me miro y agacho la cabeza, creo que intuía lo que venía ahora, Roberto fue a decir algo, pero le calle la boca, desde que el miedo por perder a Cristina desapareció. Me convertí en otra persona, no volvería a dejarme pisotear por estos señoritos de alta alcurnia.

• Cristina esta carpeta es para ti, solo quiero tu firma.

• ¿Esto son los papeles del divorcio? – dijo Cristina con lágrimas en los ojos.

• Si fírmalos y me marcho.

Entonces el padre de Cristina se levantó con la intención de agredirme, yo le cogí de los brazos y lo volví a sentar en la silla.

• Crees que puedes venir a mi casa a insultarnos, te falta clase y educación.

• Si claro, de eso en esta casa sobra, aquí tienes una carpeta y un pendrive donde se derrocha la educación y clase de esta casa.

El padre de Cristina se empezó a poner blanco a cada momento, eso que no había visto los videos todavía.

• Como puedes ver, tu ojito derecho y tu hombre perfecto en acción, sabes que Roberto tatuó a tu hija en el mismísimo coño las letras P.R., no sé si significan la puta de Roberto o la propiedad de Roberto.

La madre de cristina, Esther y la propia Cristina no sabían donde meterse, Roberto se levantó mal entonado y lo volví a sentar de un puñetazo, bastante había aguantado ya de ese carbón, se quedó sentado quejándose del golpe recibido.

• Sabes Rafael que tu yerno conseguía los contratos a base de prostituir a sus empleadas, entre ellas a Cristina.

Cristina se levantó y me dio un tortazo, mientras lloraba amargamente, en ese momento me di cuenta de que estaba embarazada, cuando me fue a dar otro le pare la mano.

• Cristina no deberías hacer esfuerzo en tu estado.

• ¡Es tu hijo!

• Ya bueno, creo que después de todas las mentiras, entenderás que sea escéptico.

• ¿Crees que miento?

• Bueno haremos una prueba de paternidad en donde yo elija y si soy el padre me are cargo de él, pero si no tendrás que buscar al padre tu sola.

• Eres un maldito cornudo – dijo el padre de Cristina.

• Es verdad y el hazmerreír de toda Granada, ese es la penitencia que tendré que pagar por haber permitido todo esto.

• ¿Cómo?

• ¿A Rafael no los sabías?, toda Granada sabe que Cristina y Roberto follan como conejos, además de que no solo folla con él.

Cristina lloraba amargamente, la madre y la hermana no decían nada, pero agachaban la cabeza muerta de vergüenza.

• ¡Yo soy Rafael Sánchez y todos me deben respeto y tú el que más!

• En mi nueva vida tú no eres nadie y no te debo nada, Cristina firma y acabemos con esto.

Roberto se levantó y apoyando las manos sobre la mesa dijo.

• ¡Te arrepentirás de esto!

• Te voy avisando que no solo tengo videos y fotos, en mis manos también tengo los nombres de todos los políticos y documentación de todos los delitos que has cometido.

Roberto decidió recular, se dio cuenta de que no estaba en condiciones de hacer ninguna locura, como sabía que algo tramaría, ya había dado órdenes al detective privado para que actuara en consecuencia.

Cristina firmó los papeles totalmente hundida, cuando me los entrego me dirigí a la salida y ella me acompaño.

• ¿Marcos crees que seremos capaces algún día de perdonarnos?

• No lo sé Cristina.

Salí de esa casa para no volver nunca más, volví a Barcelona donde me esperaba un trabajo que adoraba y una mujer que había devuelto la ilusión otra vez a mi vida.

La documentación fue filtrada a la prensa por el detective privado, el escándalo fue máximo, se abrieron investigaciones, pero como se suele decir la justicia no es igual para todos. El detective habló con algunos políticos y empresarios amenazándoles con enviar a sus mujeres, familia y en el caso de los políticos a sus votantes, todo el material donde se veía lo corruptos que eran.

No hay nada más peligroso que un político intentando salvar el culo, estos declararon en contra de Roberto y el padre de Cristina, Cristina también salió salpicada, pues ella también se llevaba parte de las comisiones.

Cristina también fue condenada a prisión, pero saldría pronto, su vida estaba destruida, tendría que criar ella sola a esa niña, sin los recursos de su familia. Yo no era el padre y creo que nunca se sabrá quien es el verdadero padre.

Otra que se llevó lo suyo fue Gemma, el detective privado envió a la familia de su prometido y a la familia de Gemma todos los vídeos que había podido conseguir y para eso no tuvo más que robarle el móvil, su compromiso fue roto y su vida destruida.

Roberto y Rafael fueron a la cárcel, a cumplir una larga condena, los dos hombres más distinguidos de Granada entre rejas, junto a las personas que ellos tanto despreciaban, creo que ahora será Roberto quien termine tatuado.

Yo empecé a salir con Lidia en serio y he vuelto a granada para presentársela a mis padres, a mi madre le cayó bien desde el primer momento que la vio. Está muy contenta y más cuando se ha enterado de que va a ser abuela.

FIN.

Este es mi homenaje para Estrelladelasnieves y Bajolassabanas, dos autores que consiguieron crear un gran relato que nos tuvo en vilo durante once capítulos y dos grandes finales.