Marcos, mi amante virtual (1)

Queridos amigos: He vuelto para contarles la historia de un amante virtual que se presentó después de varios meses en la puerta de mi casa.

Marcos Mi amante virtual

Queridos amigos: He vuelto para contarles la historia de un amante virtual que se presentó después de varios meses en la puerta de mi casa.

Con Marcos nos escribimos desde hace más de cuatro meses. El es del interior del país y le cuesta mucho venir hasta Buenos Aires, no solo por la distancia, el trabajo y el dinero, sino porque él también es casado.

A mí me encantó desde un principio ya que sus mails eran muy respetuosos y calientes y es muy difícil encontrar hombres así en la red.

Nos escribimos largos y calientes mails, nos mandamos fotos y hasta me hice una sección de fotos eróticas para él, donde me mostraba, vestida y desnuda, solo para él.

Marcos es unos años mas joven que yo pero eso nuca fue un impedimento. Un impedimento fue que se presentara en la puerta de mi departamento, justo el día siguiente a que mi esposa se fuera a uno de sus viajes a visitar a su familia.

Él sabía que ella no estaba porque yo se lo había contado por un mail, pero él no me advirtió que había planeado venir a visitarme por unos días. Y fue así:

Yo estaba en casa, acababa de llegar del trabajo, ya había ido al baño a cambiar mi calzoncillo, por mi tanga preferida y me aprestaba a prepararme un café. Serían las siete de la tarde, cuando sonó el portero eléctrico… Pensé que era equivocado o algún vendedor ambulante ofreciendo sus productos, pero ni una cosa ni la otra.

  • Si, ¿quien es?

  • ¿Está linda?

La voz de un hombre que sabía lo que estaba haciendo. Un escalofrío me corrió por dentro. La casualidades hacían que un visitante equivocado llame a mi puerta y use mi nombre, él nombre que elegí para presentarme como mujer… ya eso me puso el corazón a latir con fuerza.

  • No se escucha bien, ¿Por quien preguntó?

  • ¿Linda? Soy Marcos ¿Puedo subir?

  • ¿Marcos?

  • Si me dejás subir podemos hablar más tranquilos.

Yo no sabía que hacer… Primero no quería que me viera vestido de hombre. Segundo no podía vestirme de mujer para bajar abrirle. Pero por suerte la providencia me ayudó un vecino entraba al edificio y le ofreció entrar.

  • Linda, no tenés que bajar me abren la puerta.

  • Listo, te espero arriba.

Saque la traba de la puerta. Salí corriendo a mí cuarto y mientras trataba de pensar, empecé a buscar en el armario lo que me pondría. Volvió a sonar el timbre pero esta vez era de la puerta de mi casa.

  • Entrá esta abierto.

  • Permiso

  • Pasá, sentaté en el living que yo me termino de vestir y ya te atiendo, dame unos minutitos nada mas.

Él no me contestó, pero sentí el taconeo de su calzado deambular por la sala.

  • Que buen departamento – dijo después de unos minutos, mientras no dejaba de caminar de un lado al otro. – ¿Te molesta que fume?

  • No, para nada… Hay miles de ceniceros en la biblioteca ¿Los ves?

No contestó pero al instante se hizo presente el aroma del tabaco. A todo esto yo me calzaba un jean hiper ajustado y bajo una blusa apretada me acomodaba un corpiño y un poco de algodón para rellenarlo. Me puse las botitas negras de taco aguja y me fui al baño para maquillarme

Hice todo en tiempo record y el resultado fue bastante bueno.

El sol se iba yendo y la luz del living era tenue hasta que por fin nos vimos.

Al escuchar el taconeo de mi calzado, Marcos se paró y fue en mi busca. Se acercó y me dio un beso pequeño en mis labios recién pintados de rojo intenso. Luego se echó para atrás y me observó.

  • Sos más hermosa en persona que en las fotos.

  • Gracias – dije yo mientras sentía que me ponía colorada y para salir de esa situación le ofrecí tomar un café, eso me daría un poco mas de tiempo para adaptarme a la situación. Fui a la cocina a poner a calentar el agua y pensaba que él también era mas lindo que en fotos… No sabía que hacer estaba re nerviosa… Cuando siento que Marcos me pone una mano en mi cintura.

  • Cuántas ganas tenía de conocerte… No sé como, pude tardar tanto en venir. Soy un tarado

Yo casi no lo podía creer, estaba frente a mi príncipe azul, me calentaba todo, la situación, la forma de presentarse, el respeto y la confianza que tenía, su forma de hablar, con su acento litoraleño. Estaba yo flotando entre mis pensamiento, cuando me dio vuelta hacia él y me besó… Lento, fuerte, profundo y con pasión. Sus manos recorrieron mi espalda y mis piernas perdieron el equilibrio. Marcos me contuvo y aprovecho para hacerme sentir su bulto en mi piel. No seguimos besando y franeleando hasta que sentí que el agua estaba por hervir. Hice un movimiento que comprendió y me soltó. Preparé el café se lo serví y juntos fuimos a sentarnos al sofá del living.

Yo me sentía bella pero me parece que la ocasión ameritaba una indumentaria mas sexy y provocativa. Le pedí permiso para ausentarme por unos minutos y me fui nuevamente al cuarto. Ya sabía que me iba a poner: El conjunto de mini camisa de raso negro y los zapatos de taco aguja de diez centímetros que me hace una cola impresionante… Después de darme un toque de maquillaje volví a la escena y parece que le gustó lo que vio ya que se quedó mudo y sus ojos me recorrían, escaneando cada centímetro de mi cuerpo.

Su cara destilaba deseo y ahora fui yo la que me acerqué y lo besé. Introduje mi lengua en su boca y sentí que se estremecía. Empecé a desprender su camisa y su olor a hombre inundó toda la sensibilidad de mi olfato. Al mismo tiempo el subía mi falda dejando mis nalgas apenas cubiertas por un pequeño listón de mi tanga.

La química fue instantánea, sentí que lo habíamos hecho mil veces.

Así fui llegando a su polla y la empecé a sobar… el ya me había advertido que su pija era pequeña, unos dieciséis centímetros calculo… Sentirla en las manos me emocionaba, saber que pronto estaría en mi boca y luego dentro mío, era un placer que quería prolongar lo mas posible. Marcos se dejaba hacer sin descuidarme. Su pija asomaba por encima del calzón, dejando ver su cabecita que era bastante gruesa para su pequeño cuerpo.

Baje su pantalón hasta las rodillas y lentamente hice lo mismo con su calzoncillo y por fin pude verlo en su esplendor. Puse mis manos sobre sus nalgas y mi boca se fue acercando a su muy parada pija. Su cabeza brillaba por la incipiente salida de líquidos de su interior. Antes de comérmela entera tome aire y su olor me provocó la necesidad de tener esa maza en mi boca y así fue… amor a primera chupada. Subía y bajaba por su tronco sin cesar. Sentía que me estaba cogiendo y sus gemidos me daban mas deseos.

  • Sigue, sigue. Mas, mas. Así, así.

Mis uñas estaban dejando surcos en su cola y su verga crecía y crecía hasta explotar, el primer chorro, golpeó en mi campanilla creando me una arcada que casi se la corto. Él la sacó y el segundo y tercer chorro cayeron en mi cara, entre los ojos mi nariz y la boca. Sentía su leche resbalar hacia mi pecho y no sabía bien que hacer… Saqué mi lengua y como si fuera un dulce limpié mis labios y luego con las manos evité que la leche llegara hasta el piso.

Como se imaginan esta historia continua. Tengan paciencia y les cuento como fue que siguió la jornada... besos Linda.

No se olviden de escribirme sixbarral@yahoo.com.ar