Marco (I)

Desde que empezó el año 2001 me la pase viajando por cuestiones de trabajo hacia el sureste de la Republica, tenía que ir durante dos semanas de cada mes, a veces estaba fuera hasta tres semanas seguidas. Estando en uno de esos viajes al consultar por la noche de un Lunes mi correo, encontré un mail de mi esposa donde me contaba que el fin de semana se había acostado con otro hombre.

Esa noticia no era sino la culminación de una fantasía que habíamos venido planeando desde tiempo atrás, habíamos platicado en nuestros momentos de calentura sexual lo rico que sería hacer el amor con un tercero, eso nos calentaba mucho y nos hacia alcanzar orgasmos muy intensos, ya en algunas ocasiones le había preguntado como fueron sus relaciones sexuales antes de casarnos, ella había tenido un amante bastante mayor que ella con el que había vivido cosas bastante cachondas, el le pedía que vistiera siempre de faldas cortas y cuando iban en su carro el le subía la falda, le quitaba los calzones y mientras el manejaba le iba acariciando su panochita hasta que Monica, (mi esposa), alcanzaba un orgasmo, también me platica que a ese amante le gustaba hacer juegos con ella donde Monica representaba el papel de hija y el de papa, siendo la hija muy complaciente con él papa de modo que el papa no tuviera que irse con putas, a ella todo eso le gustaba y se prestaba de buena voluntad a hacerlo, todas las cosas que me platica de lo que hizo con sus antiguos hombres me calentaban y la imaginaba haciendo el amor con ellos, sobre todo con ese hombre mayor del cual me cuenta que tenía la verga bastante grande, ella es bajita delgada con muy buenas formas, blanca, su piel blanca contraste de una forma riquísima con el color negro del vello de su sexo, ella es algo estrecha, sabiendo esto le pregunte si no le lastimaba que su amante le metiera esa verga tan ancha que me decía, ella me cuenta que siempre la tenia que lubricar antes de metersela, de otra forma si la lastimaba.

Yo no sé si entre los que leen esto entiendan y compartan conmigo lo que es el gusto de saber que tu esposa ha sido cogida por otro u otros hombres y que eso te caliente y te lleve a querer que siga cogiendo con otro o a verla cogiendo con otro mientras tu gozas al verla disfrutar de una buena verga hasta que se venga y quede chorreando esperma de su panochita, pero en mi caso me encantaba la idea, me calentaba de escucharla y de pensar en que podríamos intentar que ella volviera a coger con otro además de mi y que me contara a detalle como se la habían cogido.

Empezamos a planear como podríamos realizar lo que hasta ese entonces era una fantasía, yo quería que cogiera con otro, moría de calentura de pensar en que otra verga además de la mía penetrara el rico culito de mi esposa y a ella le gustaba la idea de saber que contaba con permiso de su esposo para acostarse con el hombre que ella quisiera cuando se le presentara la oportunidad, estando así las cosas nos dimos a la tarea de buscarle un amante, después de 2 años de buscar y esperar la oportunidad adecuada, nos decidimos por un amigo mío que nunca desaprovechaba la oportunidad de cortejarla desde que éramos novios, a ella le agradaba el amigo, le gustaba, pero el era casado y eso resultaba problemático ya que lo que menos queríamos y queremos es tener o causar problemas, pero todo cambio porque a finales del año pasado el se separo de su esposa y empezó a llamar por teléfono constantemente a mi esposa, se sentía solo y Monica le daba ánimos, empezaron a salir a comer, a cenar o al cine, todo esto siempre con mi consentimiento, esas salidas se fueron haciendo más seguidas, cuando me pedía permiso para salir yo le sugería que ponerse, siempre le escogía ropa sexi, que la hiciera verse muy rica para que el la deseara más todavía.

Así iban las cosas, aprovechando mis constantes salidas de la ciudad para verse, hasta que llego el día Lunes en que recibí el correo electrónico que mencione antes, un día que cambió para siempre nuestra relación como pareja, me escribía que ya se había acostado con él, habían ido a su casa y allí él la empezó a acariciar en la cara, la beso y ella no opuso resistencia, le empezó a acariciar las piernas y como ella llevaba una falda corta no le costo mucho trabajo meter la mano hasta que llego a su sexo, lo empezó a acariciar y ella se calentó mucho, abría las piernas para que el pudiera seguir acariciándola, dejo que le quitara la tanga y le acariciara más a profundidad, le acaricio el clítoris y le metió un dedo, ella tiene los labios vaginales expuestos, eso la hace más sensible a las caricias, yo siempre le tengo su conchita muy bien cuidada, la depilo y le recorto el vello para que en dado caso de tener un encuentro siempre este muy bien presentable para el gusto del macho que se la vaya a tirar.

Monica siempre había tenido la curiosidad en cuanto al tamaño de la verga de nuestro amigo, así que empezó a acariciarlo por encima del pantalón y se llevo una muy grata sorpresa, era la verga más grande que había sentido en su vida, aun más que la de su antiguo amante, el se la saco para que ella la pudiera acariciar más rico, cuando la sintió en sus manos, ancha y larga, según me cuento en su correo primeramente y después en la casa, no pudo aguantar las ganas de hincarse de frente a el y llevársela a la boca para sentir el sabor y grosor de esa linda verga que tenia finalmente entre sus manos, estuvo mamandosela hasta que él la levanto para llevarla a la cama y ya en ella metersela en la panochita, el se acostó de espaldas y ella se sentó sobre de el, esa es la postura preferida de mi esposa y lo hizo de esa manera para poderse comer la verga de su amante, le costo trabajo metersela toda, la apunto hacia su vagina y poco a poco fue clavándose ese garrote, con dificultad y un poco de dolor pudo meterse todo el pene hasta que estuvo totalmente dentro de ella, me cuenta que estuvo sentada con toda esa verga dentro de ella sin moverse por unos minutos, esperando que su vagina se acoplara totalmente a semejante instrumento de placer, después empezó a moverse lento, aumentando de manera pausada el ritmo de la cogida, así estuvieron haciendo por primera vez el amor, hasta ahí llego su correo, lo demás me lo contó al llegar yo a casa, en general este amigo le dio una revolcada tremenda a mi esposa, ella se sintió muy bien, tuvo tres orgasmos muy intensos, también se la cogió estando los dos acostados de lado el desde atrás, con esa postura fue que el termino también, la dejo muy satisfecha y a mi con unas ganas locas de llegar lo más pronto posible a la casa para escuchar de su propia boca todo lo que había pasado y cogermela lleno de lujuria.

Regrese a la casa hasta el siguiente Sábado, toda la semana estuve con eso en mente, masturbándome por las noches, con el pene parado cada que pensaba en mi amada y puta esposa, cuando venía de regreso en el avión pensaba en como la iría a encontrar, le pedí que se volviera a acostar otra vez con el antes de mi regreso y si podía me guardara la evidencia de su aventura para que al llegar yo pudiera ver el semen en su rajita, eso no pudo ser en esa ocasión, (pero si me dio el gusto después, eso es motivo de otro relato), esa noche al llegar a casa la encontré muy contenta y caliente, había preparado una cena a la luz de las velas, prendido veladoras por toda la casa para dar un ambiente más caliente al encuentro y llevaba puesto un vestido de licra rosa pegadísimo al cuerpo, con zapatos de tiritas y sin ninguna ropa interior, para que yo pudiera ver su intimidad al menor movimiento de su cuerpo, lista para que al meter la mano sintiera la humedad de su sexo, así como a mí me gusta que ande, fue una noche deliciosa, cenamos acariciándonos permanentemente, yo le metía la mano y ella me apretaba la verga, al terminar de cenar cogimos como pocas veces, yo estaba lleno de lujuria y ella de agradecimiento por dejarla tener un amante con el que sigue saliendo hasta hoy, claro siempre con mi permiso.

Este relato es tan real como yo, claro que existimos personas que vivimos y gozamos del sexo sin prejuicios, pero si con cuidados, que somos libres de expresar nuestros más íntimos y locos deseos a nuestra pareja y más aun de vivirlos a su lado sin necesidad de engaños y rabietas, así vivimos el sexo mi esposa y yo, y cada vez la amo más y más y me siento afortunado y feliz de tenerla como mi esposa y ella me ama también, y entre más puta sea y mas coja con su amante más la quiero y más quiero que disfrute del sexo aun.

Desde entonces somos más abiertos y más dispuestos a experimentar nuevas cosas, compramos una cámara digital y sacamos fotos mientras cogemos, en fin somos felices, escriban todos los amigos cornudos voluntarios.

octaviozuniga38@hotmail.com