Marcia Daniela Y Daniel - El Reencuentro...
Luego de veintisiete años de no verlo...
Marcia Daniela Y Daniel - El Reencuentro...
Más que un relato esto es un "update" de mis historias, algo que me pasó anoche y necesito compartirlo con todas Uds., amigas mías...
¿Se acuerdan del relato que publiqué sobre Daniel, mi "primera vez", relato primero en toda mi historia de "storytelling"? Bueno, no lo van a poder creer...
Me encontraba chateando y compartiendo estados en Facebook hasta que me llega una solicitud de amistad. Su pseudónimo, algo raro, por cierto, hizo tener mis sospechas. La acepté... Cuando comenzó a hablarme, me contó todo... ¡Se me erizaron los pelos! ¡Era Daniel, mi amigo de la infancia! ¡Aquél con el cual tuve mi primer orgasmo! ¡Creí desfallecer!:
"¡Hola, Marcos, ¿te acordás de mí?"
"¡Sííí!", le conteste, enamorada...
"¿Querés que nos juntemos para charlar?"
Yo no sabía que decirle. Todo esto es muy de repente. (Es más, no sé ni cómo escribir esto, ya que no es un relato, sino que les estoy contando lo que pasó. Demás está decir que me disculpen por mi manera de escribir, no algo literario, por cierto...)
- "¡Dale!"
Le di la dirección que todos saben, o sea, los que siguen mis relatos, que es en el negocio de mi papá, al fondo, un habitación que tiene vivencias con Alejandro...
Yo me volví loca. Quedamos en juntarnos a las nueve de la noche. Me tomé una ducha como nunca, me rasuré todo el cuerpo y busqué de entre mis pertenencias el babydoll que había usado con Alejandro, el chico que acabo de mencionar y al que no le quito mérito, fue con el que tuve el orgasmo más grande de mi vida. No sexualmente hablando, sino que me hizo "ver a Dios"...
Perdón, nuevamente, no estoy siguiendo pautas de redacción, algo que me caracteriza pero (y lo notarán por mi ortografía) estoy fuera de mis cabales y quiero contarles lo que pasó con Daniel...
Como no tenía a mano maquillaje y pinturas de uñas, me fui corriendo a la tienda a comprar productos. Llegué al negocio de mi papá (él ya se había ido) y me puse frente al espejo que tiene un mueble que está en la habitación. Comencé a convertirme en Marcia Daniela...
Eras las ocho de la noche (me llevó una hora maquillarme) y comencé a vestirme. Me puse lo mismo que había usado con Alejandro, repito, babydoll color púrpura y medias de encaje a mitad de muslo... ¡Casí estallo de placer al verme al espejo!
Les cuento que nada le había contado a Daniel. Él me esperaba vestido de chico y la verdad es que estaba desbocada...
Eran las nueve y cuarto y yo estaba pendiente del timbre, hasta que éste sonó. Abro la puerta del negocio y ahí estaba él. Como estaba oscuro (yo había apagado las luces) él no podía verme. Así que lo tomé de la mano y lo arrastré hacia adentro...
"¡Eh, qué pasa!"
"¡No digás nada!"
La habitación del fondo estaba con las luces prendidas, e iluminaba algo el "sendero de cera ardiente" del local, lo que hacía que, en penumbras, se viera mi figura femenina...
- "¿Marcos? ¿Otra vez?"
Yo no lo dejé hablar, lo empujé hacia atrás de las instalaciones y lo fui llevando hasta subir las escaleras, donde nos esperaba la cama, la cual ni siquiera había preparado...
"¡Esperá! ¡¿Qué hacés?!
"¡Perdoname, Dannnie, es que ha pasado tanto tiempo que anhelé este momento toda mi vida, y como vos cambiaste mi manera de ver las cosas, quería agradecértelo!"
"Bueno, te entiendo, pero, ¿no es mejor ir despacio?"
Nos sentamos uno al lado del otro y nos pusimos a charlar sobre nuestras vidas. La conversación nos llevó casi dos horas. Eran las doce de noche y seguíamos hablando de todo. Realmente nos pusimos al día. Veintisiete años de no vernos nos contamos todo. Realmente, me apresuré con todo esto. Falta de respeto de mi parte...
"Te ves bonita, pero, ¿tenés nombre de mujer, o seguís siendo el "sissy" de por aquellos años?"
"Mi nombre es Marcia Daniela, y quiero que me llamen por este nombre porque es lo que siento..."
"Bueno, este, ¿te puedo tocar?"
¡Ufff, para qué dijo esto! Le hice poner su mano derecha sobre mi muslo izquierdo y comencé a volar de la excitación. Esta vez si me animé a besarlo. Lo tomé de la barbilla y lo besé. Un beso corto. Me separé, el me miró, me tomó de la nuca y me besó apasionadamente. Comencé a sentir esas mariposas en mi estómago. Procedí a tocarle todo el cuerpo, era tan varonil. Lo despojé de toda la ropa, la cual cayó sobre el piso y así, sin dejar de besarnos, nos acostamos en la cama y nos acariciamos a más no poder. Yo ya sentía que estallaba de placer, porque ya saben cómo soy, tan hipersensible...
Lo hice poner de ladito, que es mi posición favorita...
- "No Marcia, tenemos que rendir homenaje nuestra primera vez. Ubicate boca abajo..."
Si bien ésta es la posición en la que perdí la virginidad, le hice caso. Me coloqué boca abajo y él se ubicó por encima mío.
¡Era tanta la excitación que tenía que se me había "hecho agua" la cola. Es como un fluido que me sale cuando me excito de verdad...
El momento de la verdad, tomé su pene por primera vez en esa noche y lo coloqué justo en mi entrada, en mi "pimpollo rosado". Fue demasiado, estallé en un orgasmo, el primero orgasmo de hace tres años. No lo podía creer, pero el solo hecho de sentir a Dannie rozando mis partes, me hizo estremecer. Tuve que perdirme que me dejara descansar un minuto...
- "Ahora sí, Danni, ¡hazme el amor!"
Lo tomé nuevamente de su pene y lo ubiqué en mi flor (traté de pensar en cualquier cosa para no acabar nuevamente) y le dije que empujara. Su pené se deslizó como cuchillo en la mantequilla y cuando sentí la llenura de su falo en mi interior, fue demasiado, nuevamente...
- "¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh...!"
Otro orgasmo sacudía mi cuerpo. Demás está decir que estaba muy excitada y esto me trae alguna que otra cosa negativa, porque siempre quiero terminar junto a mi pareja. No el caso, aquí...
Daniel se dejó caer sobre mi cuerpo y, descansando en el, sentía todo su peso en mi ser. No quería moverse...
"Marcia, no quiero moverme. Has logrado excitarme tanto que siento que voy a terminar..."
"Quedemos un rato así, amor, sintiéndonos..."
Y estuvimos un rato así, uno sobre el otro, cual cóncavo y convexo, coincidencia divina. Hasta que pasasron unos minutos y le dije que si quería hacerme el amor...
Le dije que me agarrara de los pechos y que comenzara la danza divina. Con sus grandes manos cubría mis dos senos y cuando sentí que comenzaba a moverse, comencé a sentir esa infaltable angustia dentro de mi ser, pero trataba de pensar en otra cosa, porque quería que durara un tiempo más, nuestra cópula...
"Marcia, no aguanto más..."
"¡No, Dannie, seguí, no parés, pero no terminés todavía...!"
"Es que no puedo, no puedo, no p..."
"¡Ah, ah, Dannie, dale, seguí, ah, ahhh...!"
Y mientras decía eso, siento que tensa todo su cuerpo y comienza a eyacular como nunca dentro de mí, y yo al darme cuenta de ello, no puedo evitarlo, por contagio; y me lleva a un intenso y penetrante orgasmo, durante el cual yo comencé a llorar y reir como una condenada. Era raro en mí, llorar y reir al mismo timpo, justo en medio del climax...
No nos olvidemos de él, quien siento que se deja caer por su propio peso sobre mi cuerpo. Nos quedamos un tiempito más unidos, sintiendo cómo su semen se escurría hacia lo más profundo de mi cuerpo. ¡Era tan erótico!
Luego nos separamos y el me dio un gran beso. Yo llevé mis abrazos rodeando sus hombros y lo besé como nunca, como una novia enamorada...
Nos levantamos y puse la pava para tomar unos ricos mates. Nos pusimos a charlar y así, en la penumbra de la habitación nos seguimos contando todo sobre nuestro tránsito en esta vida. ¡Me sentí tan viva habiendo encontrado a Daniel, luego de tantos años...!
Reitero, esto no es un relato, es una vivencia de lo que ocurrió las otras noches. Le falta trama, contexto, sintáxis y muchas cosas más. Me disculpo al lector en fallarles como escritora...
Sin otra particular, las saluda muy atentamente, Marcia Daniela, para mis amigos de Todorelatos y Poringa...
Marcia Daniela Y Daniel, El Reencuentro...