Marcela y su amigo..

Hola, soy nueva y me gustaría dejaros este relato..Espero que os guste. No se cómo describirlo por que fue un sueño erótico que tuve hace unas semanas.. y se me ocurrió escribirlo, encontré esta web y decidí registrarme para colgarlo, trata de un tipo que conoce una nueva forma de diversión..

Cuando llegué al apartamento, me abrió un joven. Ni siquiera me fijé en su cara, pregunté si Marcela. estaba ocupada y él me dijo que no, así que entré y me dirigí a su salón. Como había echo otras veces.

El joven sonrió educado, yo también, y nos sentamos en el sofá, a esperar a Marcela.

Marcela era una joven que decía venir del sur. Guapa, morena, con grandes tetas y una boca increíble.

Llegó con una sonrisa y se sentó entre los dos. Yo la saludé pensando que era mi turno y el joven decidió que también era su turno. No entiendo a Marcela, siempre me sorprende. Esa tarde dijo que iba a ser especial y lo sería, no sabía yo cuanto hasta que ella dijo que para empezar, debíamos ducharnos.

Puede que Marcela fuera una puta, pero era una puta con clase y estilo. Así que el joven y yo acabamos en el baño, mientras ella nos miraba y sonreía sintiéndose poderosa.

-a la ducha.. los dos..

Y me sorprendió, también al joven que quiso decir algo. Yo ya estaba medio desnudo, para que iba a contradecir a Marcela si siempre me dejaba más que satisfecho..

así que entré en el baño y abrí los grifos. Me gustaba ducharme en aquel baño, era amplio y muy cómodo, lo se por las duchas compartidas con ella.

El joven entró en la ducha también y yo me aparté para enjabonarme mientras que el chico se iba mojando para ducharse.

Creo que ninguno de los dos estábamos incómodos, quien no ha compartido ducha en el gimnasio?

Le miré su verga, aun inerte y sonreí, él debió mirar la mía por que también sonrió.

-..descuida..que esta es un palo..-comenté tocándome la polla.

-y esta..-respondió el joven.

No lo dudé, tampoco me interesaba mucho. Aprovechamos el agua bien, ya que estábamos en la misma ducha. Primero él y luego yo. Salimos de la ducha y Marcela estaba esperándonos con sendas toallas.

Me sequé viendo cómo ella se arrimaba al joven y empezaba a calentarlo, he de decir que ver una mujer estimulando a otro tío es lo mejor para ponérmela dura. Así que me sequé mientras me iba tocando la polla al ver esa escena.

Íbamos a compartirla y no me pareció mal, había tenido otras sesiones con otros tíos y la verdad es que habían sido muy placenteros, aunque es verdad que me gustaba más hacer un trío con dos tías. Y si tenía que elegir, prefería a Marcela con una amiga suya vielorusa que tenía un coño perfecto.

Marcela sabe muy bien cómo mamarla, se arrodilla delante de ti y sonríe mirando tu polla. Después la acaricia con su lengua cómo si fuera un dulce pastel y luego empieza a comérsela despacio, poniéndotela dura.

El joven gemía mientras ella le masturbaba y yo les miraba, apoyado en el lavabo. Marcela tenía la polla de ese tío en la boca, mientras se iba pellizcando sus pezones, deseé mordérselos yo mismo, y tocarle su suave coño para notar si estaba húmeda, yo creo que si lo estaba.

Me acerqué por detrás y me agaché, desde allí vi cómo ella seguía comiéndole la polla a ese tío y mientras le toqué las tetas a Marcela. Pese a que se había operado y se había puesto un implante, eran suaves y duras, perfectas para meterle la polla por en medio y que ella hiciera eso que tan bien sabía hacer.

Pero me estaba gustando ver como se comía la polla de ese tío. Tenía un primer plano jodidamente increíble. Casi deseé ser yo el que se la comía..

Marcela dejó a ese joven y me miró a mi, sonrió mordiéndose el labio y buscó mi polla.

-..mm..- suspiré levantándome para dejarle sitio.

Mi verga estaba ya dura, aunque ella siempre conseguía ponérmela aun más dura. Se la metió en la boca y empezó a comérsela, la obligué a metérsela un poco más, hasta metérsela en la garganta. Notaba su boca húmeda atrapándome, que gusto.. que delicia..que bien se la come.. La empujaba con ganas para que ella me la mamara fuerte. Marcela siempre ha sido un poco lenta para mi gusto, pero es que es tan buena que no puedo dejar de ir a verla.

El joven se estaba tocando su polla y entonces sonreí. ..se estaba excitando al ver como Marcela me estaba estimulando a mi. Parece que se dio cuenta y me mostró su polla orgulloso. Yo le hice un gesto diciéndole con la cabeza que si, que no estaba nada mal.

-La mía es más grande.. -comenté quitando a Marcela de mi polla y mostrándosela.

Aunque tampoco había tanta diferencia.

Ella se puso entre los dos y sonrió acariciándonos la polla a los dos. Yo aun podía esperar un poco, miré al joven y asintió esperando a ver cual de los dos la follaba primero.

Pero Marcela nos sorprendió nuevamente diciendo que la acompañáramos a la cama.

..genial..-pensé..-allí será más cómodo.. tengo ganas de comerle el coño..

Y cuando llegamos al dormitorio, ella se quedó en un lado de la cama y nos miró a los dos.

-métesela..-me miró señalándome al joven.

-que?

-fóllatelo..

Y yo miré al joven, la verdad es que nunca he enculado a un tío.. pero esa tarde estaba muy cachondo, tanto que me acerqué a él y le rocé con mi polla el trasero.

El joven miró a Marcela y ésta sacó un vibrador.

-joder Marcela..tienes dos pollas preparadas y buscas otra de plástico..-comenté sarcástico.

-vuestras pollas no me interesan hoy.. vamos..fóllatelo..

Escucharla dar ordenes me ponía a cien, así que empujé suavemente mi polla contra el trasero del joven. Reconozco que no me gustan los tíos, pero aquel culo empezó a abrirse lentamente mientras yo iba empujando. Lo escuché gruñir y sonreí sintiéndome poderoso.

-te gusta mi polla..eh.. pues toma..

-metela más..-comentó Marcela.

-espera..-contesté empujando con fuerza. Saqué mi polla y volví a metérsela. La verdad es que me gustó, abrí su culo y empujé con fuerza, me sorprendió al ver que mi verga desaparecía dentro de ese culito prieto.

El gimió al recibirme y yo casi me corrí en ese momento al sentirme atrapado en ese culo. Joder! Era increíble!

Empujé de nuevo y noté como mi polla aun se hacía más grande dentro de ese culo. Embestí más fuerte y casi lo aplasté. El joven se apoyó en la cama y se tocó su polla, estaba tan excitado como yo, no se si le habían enculado antes, pero parecía que le gustaba.

Y a mi..

Miré a Marcela y sonrió acariciándose las tetas con el consolador. Pero me estaba gustando mucho follarme a ese tío, así que empujaba más y más, notando como mi polla entraba hasta las entrañas de ese extraño, estaba muy excitado y hasta se me ocurrió tocarle la polla para ver que se sentía al tener una polla en la mano.

Me gustó su tacto, era dura y caliente. El joven notó mi mano y la sujetó para que yo no lo soltara, se masturbó con ella unos instantes, hasta que yo lo solté para sujetarlo por la cintura ya que me estaba gustando tanto metérsela que quería empujar más.

Marcela se tumbó frente a nosotros y el joven se comió el coño de Marcela.

-hijo puta.. que suerte..-comenté excitado al verlo mientras ella gemía y sonreía.

Escuché la risa del joven y seguí empujando hasta que me di cuenta que iba a acabar.

-..voy a correrme..

-..ven..-comentó Marcela.

-y un huevo..-contesté sin salirme del tío. Me apetecía correrme dentro de ese culo, quería sentir mi semen dentro de ese tio y seguí empujando hasta que noté que me corría. Noté mi esperma salir como chorro dentro del culo de ese tío, saqué mi polla aun soltando semen y lo dejé caer en ese culito.

Me sentí satisfecho y así se lo dije al joven, Marcela se quedó con las ganas de follarme en ese momento, pero dios! Me había gustado mucho.

El joven me miró aun excitado y yo miré a Marcela. Lo entendí a la primera.

-vale..ahora me toca a mi..

Y el joven se puso detrás de mi, sentí su polla atravesándome el culo, pero sorprendentemente, me gustó, así que le dejé hacer mientras yo miraba a Marcela.

Escuché cómo él empujaba con fuerza y yo dejé que me la metiera, sentí dolor al principio, pero luego fue increible, notaba como me atravesaba y yo le pedía más y más fuerte.

Unos minutos después, el joven empujaba jadeando y yo me centré en comerle el coño a Marcela, ya que era uno de mis pocos placeres. Sentía mi culo ardiendo, pero era muy placentero. Tanto que empecé a notar como mi polla se iba poniendo dura.

..joder..-pensé.-..me están follando..y me gusta..

Así que empujé a Marcela bajo de mi y le indiqué que se la comiera toda. Mi polla ya estaba preparada para follar de nuevo y yo deseaba que ella me masturbara un poco.

Marcela disfrutó con mi polla durante unos minutos, mientras el otro tipo me follaba por detrás. Yo estaba a punto de explotar también, así que le pedí a Marcela que me dejara metérsela y ella se abrió de piernas ante mi y me cogió la polla para metérsela.

Grité de placer al sentirme atrapado, ese coño tenía algo especial, rasurado y perfecto, Le toqué el clítoris también abultado y ella abrió aun más las piernas. Yo empujé como pude, aprovechando el vaivén del otro joven y me follé a Marcela.

-..voy a correrme..-comentó el joven.

Marcela me pidió que parara y yo accedí por que me entró curiosidad y me giré a mirar al tío ese.

-pon la cara..-comentó Marcela.-..cómesela..

Y yo accedí..ya que había acabado dentro de él al menos le devolvería el favor. Tomé la polla de ese tío y la acaricié cómo Marcela estaba haciendo con la mía. Me gustó, así que decidí metérmela en la boca, el joven gruñó empujando para metérmela entera. Me dieron unas arcadas impresionantes, pero vi los huevos de ese tío y los acaricié, los estiré y él gritó, noté cómo su polla se contraía un poco y entonces explotó. El muy jodido se corrió dentro de mi boca. Saqué su polla y la masturbé mientras Marcela hacía lo mismo con la mía.

Noté un chorro caliente salir de mi polla justo en el momento en que el joven se corría en mi cara.

Me gustó mucho. Tanto que lamí su polla ya sin fuerzas y él gruñó de placer.

Marcela nos envió a la ducha unos instantes después y los dos nos metimos de nuevo en la ducha. Ninguno de los dos comentó nada. Como si lo hubiésemos estado haciendo toda la vida..

Al salir ella nos esperaba en el salón, allí nos hizo unas mamadas a los dos y terminamos metiéndosela los dos a la vez, él por el culo, así lo prefirió y yo por ese coño tan perfecto.

Nos corrimos de nuevo dentro de ella y luego otra vez a la ducha. Después nos despidió en la puerta y salimos de su casa sin decir nada.

Al llegar a la calle ninguno de los dos se despidió del otro. Ni que nos conociéramos de algo.

Volví con Marcela muchas veces, pero no via ver a ese joven del que no se ni su nombre ni nada. Solo que me encantó su culo. Y no soy gay. No he vuelto a metérsela a ningún hombre. Aunque reconozco que he deseado encontrarlo de nuevo para poder follarmelo.

Pero dio la casualidad que meses después, y sin poder olvidar aquel encuentro, lo vi en una oficina.

Yo iba a buscar un trabajo y él era uno de los jefes. Me miró y para mi que se acordó de su follada, por que me dijeron que me contrataban. Este tío, mi jefe, se llamaba Victor. Era el director de una empresa de servicios de internet.

No hablé con él durante mucho tiempo ya que teníamos mucho trabajo, pero unos días antes de Navidad, hicieron una fiesta, ya se que todo es muy casual, pero soy un tipo con suerte. El caso es que Victor me llamó a su despacho, cosa natural por que por allí estaban pasando todos los trabajadores, todos salían con un sobre con la paga extra. Así que entré y me sonrió.

Se levantó y me acercó un sobre, me lo dio y luego sacó otro sobre, lo abrió y me mostró algunos billetes. Me gusta el dinero, no lo voy a negar.

-y eso? Como me lo gano?

Victor no contestó, se bajó los pantalones y me mostró su dura verga. En ese momento se abrió la puerta del despacho y entró su secretaria.

La verdad es que estaba muy buena, vi cómo se desabrochaba su blusa, dejando a la vista un precioso sujetador con dos inmensas tetas.

..genial..-pensé.-..dinero fácil..

Y me desabroché el pantalón, dejando mi verga frente a la de Victor, él sonrió y se arrodilló, me la lamió como Marcela y luego noté como la amiga se acercaba, la vi subirse a la mesa, con sus piernas abiertas, mostrando su coño.

He dicho que me gustan los coños rasurados?...pues eso..

Noté la verga de mi jefe detrás de mi y sonreí. Me agaché para comerle el coño a Emma, la secretaria, mientras mi jefe empezaba a bombear su polla dentro de mi. Yo disfruté notando cómo mi jefe me estaba follando de nuevo, sentí su verga dura clavándose en mi culo, él empujaba y yo le dejaba entrar, me excitaba pensar que un tío me estaba follando, un tío no, el del culo perfecto, así le había llamado.

Mi polla empezó a crecer tanto con esa sensación, que Emma hasta gritó al ver su tamaño. Sonreí orgulloso de mi polla y se la mostré de nuevo a ella, que la aceptó excitada, lo sé por que antes de follármela le metí los dedos y noté su humedad. Empujé mi miembro todo lo que pude, ayudado de las envestidas de Victor contra mi culo.

Esta vez, fue Victor el que se corrió primero, después me mostró su culo y yo ya deseando metérsela, lo empujé contra la mesa. La verdad es que siempre se había portado bien conmigo, así que le follé con cuidado, mientras él se comía el coño de Emma de nuevo.

Joder.. que gusto volver a metérsela. Y más sabiendo que es mi jefe. Eso si, cuando estaba a punto de correrme se lo dije y él dejó el coño de Emma para buscar mi polla.

Eso si que me gustó, que él me la chupara, dios que si me gustó! Empujé su cabeza para que se la comiera entera y él disfrutó tanto que Emma no tuvo que esperar a su semen, se corrió mientras ella le chupaba la polla a él. Yo sonreí explotando en la boca de Victor, me corrí con fuerza, llenándole la cara con mi semen. Él se relamió y sonrió limpiándome la polla y luego entre los dos hicimos que Emma tuviera un inmenso orgasmo.

Después ella salió del despacho y yo me quedé a solas con Victor. Subiéndome los pantalones y arreglándome los boxers. Igual que él.

-sabes.. nunca había follado con un tío.. a mi me van las tías..

-yo también..

-pero tienes un culo increíble..

-lo mismo digo..jefe..

-nos vamos a follar a otra parte?

-claro..

-Creo que Marcela hoy tiene libre..la llamamos?

-buena idea..

-me gusta tu polla..

-la tuya también está bien..

-la tuya es más grande..

-pero tu te mueves muy bien..

-luego me lo dices..

-como quieras..

Y salimos del despacho, yo con doble paga extra y unas ganas de follar de nuevo increíbles, él con una gran sonrisa y con el pantalón muy abultado.

En la fiesta nos encontramos con otra chica que nos acompañó al coche y allí seguimos la fiesta.

Pero esto.. es otra historia.